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Historia antigua

Aviso: Este a capítulo ocurre un día después de lo ocurrido en el capítulo "Hechizos", y también lo que verán a continuación es interpretación mía
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Todos estaban acostumbrados a los ataques de ira que ocasionalmente le daban a Dalia, era algo ya normal, pero el enfado que tenía en esta mañana era algo nunca antes visto, los que la veían pasar de apartaban por si la mantis les fuese a hacer algo. Detrás de él estaba por supuesto Albóndiga y Rae, el pequeño bastante alterado por el comportamiento de su madre, no llegaba del todo comprender su enfado, pues como él lo había dicho antes tuvo que hacerle un favor al caracol por darle un regalo, le sonaba raro eso pero tampoco se lo cuestionaba demasiado.

—Ya se quien fue— Dijo Dalia presentándose ante los lideres —Ya se quien secuestró a Rae el día de ayer.

Los lideres antes de nada, sacaron a los presentes de la sala y se aseguraron de quien nadie escuchara, después ambos líderes volvieron a sus puestos y la miraron expectantes a que revelaran la identidad del secuestrador que se ocultaba entre su gente, y de paso saber más detalles de cómo Rae escapó de su captor.

—Fue Seek, ayer cuando Tiberius se marchó el caracol usó no sé qué cosa para dejarlo inconsciente y lo mantuvo cautivo hasta la noche— Los lideres guardaron silencio un momento y se miraron entre ellos, su cara mostraba que ninguno estaba seguro de que decir.

—Dalia acusar a alguien de secuestrador es algo muy serio ¿estás segura de lo que dices?—Pregunto Jade

—Por supuesto, Rae me lo dijo ¿Acaso creen que podría tratar de engañarlos con algo tan serio como esto?— ninguno dijo nada.

Rae sabía que debía haber un mal entendido, no veía lo qué pasó ayer como un "secuestro" tenía que aclarar la situación pero no sabía cómo hacerlo, de momento inútilmente empezó a tratar de explicar la situación con su mímica.

Dalia seguía esperando a que los lideres dijeran algo pero su actitud indecisa le estaba poniendo de los nervios. Ambos trataron de buscar algo, cualquier cosa irónicamente parecía que lo único que podían hacer es recurrir al pequeño que estaba agitando sus manos en silencio y al cual no podían entender.

—¿Que es lo que está tratando de decir el pequeño?— Pregunto Salvia

—¿¡Acaso importa!? Debemos expulsar o eliminar a la amenaza que está frente a nuestros ojos—

—Dalia es una orden, dinos que es lo que está diciendo Rae— Reclamo Jade con tono autoritario.

—Agh...El está diciendo que no fue secuestrado, que si se desmayó después de que Seek le diera algo pero que se lo llevó solo para que le ayudara con un problema de plaga en su sótano.—

—Entonces no fue un secuestro— Concluyó Jade

—Eres estupido!, No puedes fiarte de la palabra de Rae, le falta sentido común.

—Tu te estás basando también en su palabra para acusar a Seek—Le respondió sabiamente Jade

—Ah...—Dalia se quedó pensando por un momento, no esperaba que se la regresaran de esa forma —Si es cierto ¡más sin embargo!

De pronto Rae jalo de la mano a Dalia, el pequeño empezó a a hacer una mímica demasiado técnica y menos entendible que la anterior pero que Dalia parecía llegar también a comprender.

—¿Como que no debería decir "más sin embargo" por que es redundante?— El pequeño empezó a dar toda una explicación muy técnica con bastantes ánimos.

—¿¡Es realmente necesario que expliques eso ahora!?—El pequeño la miró de forma molesta y siguió reclamándole

—¿Y quien te as creído que eres de repente, el representante del leguaje?—

—...........— Parecía que Rae realmente se estaba molestando

—Está bien, está bien, lo siento, lo corregiré— Dalia dio un largo suspiro mientras Rae sonreía complacido —como decía, tienen razón, sin embargo cuando se le fue a preguntar sobre el paradero de Rae, el negó haberlo visto y la pregunta es ¿Si no estaba haciendo algo malo, por que ocultarlo?

Los Lideres nuevamente tardaron en responder pero finalmente Salvia respondió.

—Está bien, vamos a tener que advertirle sobre sus actos—

Dalia replicó al instante ya en un punto en que quería golpear a alguien por el enojo.

—Que quieres decir con "advertencia" ¿Porque parece que están esquivando darle castigos severos a ese desgraciado? —

—Dalia no es algo en lo que deberías meterte—

—¡Que te den Jade, claro que me incumbe, fue Rae al que se llevaron, no voy a descansar hasta que ese maldito pague por sus actos— con esas últimas palabras se retiró enfurecida de la sala.

—¿A donde vas?— Pregunto Jade

—si ustedes no hacen nada, yo misma me encargaré de esto— Jade se apresuró a contestarle —Dalia no trates de hacer nada, tus acciones puedes acarrear más consecuencias de las que crees.

Dalia solo se dio media vuelta y continuó caminado, rumbo a la casa de Seek, no sin antes mandar a Rae y a Albóndiga directos a casa.

Había algo que no entendía, por que los lideres siempre habían sido firmes con las leyes impuestas por ellos, pero con Seek todo se tomaba a la ligera, no le parecía justo, sabía que tenía que haber algo para que los lideres decidieran comportarse de esa manera, de jade podría llegar a creerse que se saltará las reglas o hiciera lo que quisiera, pero ¿Salvia? Era demasiado raro, no podía quedarse sin saber. Y ya que parecía que los lideres nunca se lo dirían, sacaría la información de alguien más fácil de convencer.

También como no iba a explicarle de "una forma muy amable" lo que pasaba cuando alguien se metía con ella o con su familia que en este caso era Rae.

Finalmente estaba frente a la casa del caracol, este estaba muy cómodo dentro de su casa, parecía estar muy enfocado rezándole a una estatua de madera negra con cortes bastante bruscos, no estaba hecha muy bien pero parecía ser su Dios, un dios de cuatro brazos y ocho ojos.

Dalia se acercó hasta la entrada de la casa del caracol, pero este repentinamente dejó su rezo para levantarse y voltear a ver a su invitada.

—vaya, me preguntaba cuánto tiempo más ibas a demorar en venir, estaba claro que el pequeño iba a contarte lo ocurrido— Seek tomó asiento en un tapete encima de una pequeña mesita

—¿Crees que esto es un juego?—

—Niña a mi edad ya no estoy para juegos, y hablado de lo ocurrido, no crees que estás llevando esto muy lejos, hasta le di un regalo al niño—

—Si me lo contó, me dijo que le regalaste una especie de cosa rara que envuelve bichos y los aplasta, y yo me pregunto cuantas flores alucinógenas le diste para que se imaginara tales cosas.

—Oye esa acusación es muy seria yo no consumo esas cosas, y menos se las daría a un niño...bueno si que a veces las uso como algo recreativo, pero te aseguro que no le di de probar ninguna.

—Te mataría ahora mismo— Dalia sacó su cuchillo y lo puso enfrente de la cara del caracol —Pero...¿quieres información verdad?— Seek la miró con una sonrisa malisiosa, Dalio afirmó con enojo y clavó el cuchillo en la mesa.

—Muy bien dime ¿Que clase de treta te traes con los Lideres? Y se breve—

—Bueno ese tipo de cosas no es algo que yo pued...—

—Si si lo que sea, solo habla—

—Jeje, esta bien...pero, para que entiendas...debo de contarte una historia primero—

Dalia lo miró con mirada pesadez y dio un suspiro —Viejo no tengo tiempo, tengo que pre...—

—¡Sh sh sh sh! No interrumpas esta historia es reveladora. Es la historia de la rivalidad entre dos dioses...

Dalia rodó sus ojos recargando su cabeza sobre su mano y el caracol inició su relato.

Hace mucho tiempo, cuando no había guerras, ni territorios, ni monarcas, existían dos grandes dioses, uno que representaba la divinidad y la luz y el otro que ostentaba el poder del vacío, ambos dioses decidieron repartirse las tierras a fin de que ambos pudieran gobernar sin que sus civilizaciones interfirieran los unos con las otras, la gloriosa y resplandeciente diosa de la Luz se quedó con la superficie, mientras que el amado señor de las sombras se quedó con aquellos lugares profundos bajo la tierra. Ambos dioses gobernaron a los suyos a placer y durante mucho tiempo sus civilizaciones crecieron.

Pero no duraría mucho tiempo, pues como era de esperarse ambos dioses gobernaron de formas distintas, la radiante luz, fanática de la paz y el orden, controlaba a sus fieles uniendo sus mentes en una sola mente colmena, su individualismo era arrebatado y a cambio ellos pasaban sus días en un sueño de gloria en el que podía ser todo lo que deseaban, pero a diferencia de la utópica luz el Señor de la sombras, Dios de la oscuridad y del vacío, era un Dios menos pragmático, el que amaba a todos sus fieles por igual, no impuso nada ni declaró nada sobre ellos, pues él veía belleza en todo, no solo en su felicidad, bondad o en sus proezas y hazañas, veía belleza en sus errores, en sus pecados y en sus maldades, por años el señor de las sombras fue un Dios que dejaba que sus hijos cometieran toda clase de actos fuesen buenos o malos, pero siempre fue justo siempre dejo que el peso de las acciones de su pueblo determinara su castigo.

Mientras arriba se vivía una alegría y dicha infinita, por debajo era un cambio constante, hubieron muchas guerras, pero gracias a estas la civilización estaba en constante progreso. La diosa de la Luz no podía concebir lo que sucedía bajo su reino, pues no comprendía el valor que el Señor de las sombras daba a cada uno de sus súbditos, ella le recomendó controlar las mentes de sus fieles y así detener las muertes innecesarias que se cobraban con cada guerra estupida que tenían. Pero el gran y sabio dios del vacío ignoró las palabras de la obsesiva diosa, pues para que quería él marionetas sin cerebro.

Lentamente la gran diosa de la Luz empezó a ver un futuro peligro en los fieles al Soberano de la oscuridad, pues nada le garantizaba que algún día los habitantes de las tinieblas se alzaran en armas contra ella, por eso ella atacó primero y así la guerra dio inicio.

Los ejércitos de la Luz eran más grandes que los de la oscuridad, pues bendita fue la diosa que su cuerpo celestial y luz radiante hipnotizaba a los bichos y les guiaba a unirse ella, pero aún con todo eso, la oscuridad estaba mucho más avanzada que la patética luz, las armas de la oscuridad eran increíbles, tecnologías capaces de acabar con ejércitos enteros, magia y ciencias reunidas. Pero incluso así, miles de batallas se llevaron a cabo pero nunca se dio un claro ganador, ambos ejércitos estaban en un punto de neutralidad absoluta pues no había ganador ni perdedor.

Ambos bandos se habían quedado casi sin nada, la diosa de la Luz, estratégica y astuta lanzó un último ataque decisivo contra la oscuridad, dentro de una caverna la diosa de la Luz acorraló al glorioso Señor de las sombras y este en un acto por salvar su vida huyó a lo más profundo de esa caverna y se introdujo en un río de vacío, ese día la Luz se alzó victoriosa y la oscuridad observó como todo lo logrado era tragado por el tiempo.

—El gran señor fue derrotado, pero antes de sus derrota el le dijo al destello "Esta batalla habéis ganado pero tus errores y pecados algún día caerán sobre ti, ese día llegará y yo volveré para poder ver hasta donde te llevaron tus acciones"—

—....—Ronquido—....—Ronquido

Él cuenta acabo y cuando el caracol miró a su invitada esta se encontraba ya roncando, bufo y después aplaudió para que la mantis se despertara

—Eh!? Eh!? ¿Que?, ¿Donde estoy?

—Se nota que disfrutaste de la historia.

—Tus cuentos de hadas son fascinantes pero no veo la utilidad de contarme esta historia.

—Jaja, cuentos de hadas, niña ingenua, todo lo que e contado es real y cierto, sucedió de verdad. Mi raza es descendiente de aquellos primeros seguidores del señor de las sombras. Por años y años e recorrido el mundo en busca de los restos de mis antepasados, y cómo podrás ver tuve excito en ellos. Incluso encontré el lugar en donde nuestro Dios se ocultó tras su derrota.

El caracol empezó dar vueltas al rededor de su caza apuntando a ciertas repisas en las cuales ya descansaban, varios amuletos con formas bastante retorcidas y extrañas, el lugar estaba rodeando por todas aquellas cosas que contenían un líquido negro que parecía tener vida propia.

—Pero incluso si fuera cierto ¿que tiene que ver esto con lo que e preguntado?—

—A eso iba....ejem verás, encontré el lugar de descanso de nuestro señor, pero lamentablemente un monarca, engreído, narcisista e impío rey que tomó control del lugar me hecho a patadas de ahí. Tuve que seguir buscando algún otro santuario y finalmente llegue a esta tribu, me sentí muy cómodo a si que les regales mis faros a los Lords y mientras yo me ponía a hacer mis cosas, no perturbaba a nadie ni a nada.

—¿Pero que no te expulsaron a ti por divulgar tu religión descaradamente? No te estés inventando cosas.

—Déjame terminar....Un buen día llegó una polilla a la tribu "¿Que importa?" Te preguntarás, pues mira —El caracol vuelve a tomar asiento, sus manos se juntan mientras su semblante parece oscurecerse.

—Las polillas son las creaciones de la diosa de la Luz, ella las creo a su imagen y semejanza para que fueran sus más leales súbditas, la polilla que llegó era una de ellas, era una polilla blanca y vieja, los insectos de esta tribu rápidamente se sintieron atraídos por la deidad que la polilla adoraba. Pero como ya te dije la diosa de la Luz controlaba las mentes de aquellos que la seguían, tomando control de sus acciones, eso mismo empezó a pasar aquí, y yo tuve que intervenir antes de que fuera muy tarde. Y bueno lo logre, detuve el brote de la infección en esa gente, pero mis actos llamaron la atención de muchos y los lideres me expulsaron de la tribu...jeje ¿pero sabes en quien más la infección de la diosa empezó a surgir? El mismísimo Jade.

Dalia lo volteó a ver con una mezcla entre interés e incertidumbre.

—Pobrecito debiste verlo balbuceando todo el tiempo sobre haber traicionado a su tribu y de estar con los débiles ahora, un dramático el pobre— Seek empezó a dar risillas mientras relataba el suceso.

—Les ofrecí ayuda, siempre y cuando no me echaran de aquí, con sus condiciones aceptaron, y además de eso tomaron sus medidas y expulsaron a la polilla creyente de la tribu, aunque no a sus crías, pues las pequeñas apenas había salido de su huevos.

A Dalia no le convencí del todo la historia que le estaban contando, no creía en todo esos relatos de los dioses y civilizaciones antiguas, pero viéndolo como cierto lo que le contaba le parecía claro el por qué los lideres no dejaban de esquivar darle un castigo al caracol, pues si aquella "infección" volvía a ocurrir el único que podía ayudar sería Seek.

—Muy bien lo entiendo pero ahora ¿Que tiene que ver esto con Rae?

—Veras hace ya mucho, estaba sentando en unas ruinas de la antigua civilización y ahí pude conectar con el mar de vacío, pude sentirlo, pude escucharlo, es como si hubiera estando ahí, pero algo perturbó todo aquello, pude sentir como alguien perturbaba la calma de aquel santuario, no sabía que era pero podía notar como el vacío estaba siendo alterado y modificado por alguien, de alguna forma alguien logró darle forma al vacío y usarlo en su beneficio. Viaje hasta ese lugar y lo vi, te acuerdas del rey soberbio del que te hable, ese mismo ser que estaba al mismo nivel de un Dios sin llegar a serlo logró darle forma al vacío para hacerse una guardia personal que custodiara sus horribles secretos. Y esa no fue la única atrocidad que cometió en contra del señor, pues años más tarde sentí otra perturbación en el vacío, no me imagino que ser tan horriblemente tenía que ser ese monarca para hacer algo como lo que hizo pero pude sentir...como algo vivo era sumergido en el vacío para luego ser devorado por el, pensaba que estaba matando a gente metiéndolas en el río de vacío pero ahora me doy cuenta de lo que hizo, hijos nacidos de Dios y vacío, eso es lo que es Rae, es el resultado de un horrible experimento que no se como logró tener excito— La mantis lo miraba perpleja y un tanto horrorizada.

Le molestaban las partes que el caracol contaba vagamente pues su cabeza se ponía a imaginar verdaderas atrocidades, le aterraba pensar un pasado en el que Rae siendo un niño normal haya sufrido una tortura tal que le haya cambiado la vida entera, no era por nada pero sentía la necesidad de ir a consolarlo por algo, y también de paso darle una buena golpiza a ese rey patan. Seek noto de inmediato ese sentimiento.

—Ah pero no tienes que preocuparte de ese rey más, nuestro señor ya le dio su merecido castigo jojo.

—Cuando estaba desmayado pude averiguar un par de cosas, ahora es muy pequeño para producir un aura, pero cuando crezca su brillo será tan grande que opacara a los lideres.

—¿Y acaso crees que voy a creer toda tu historia?

—Pues si, la verdad no se que mas esperas yo ya te e contado todo lo que sabía.

Dalia quito el cuchillo sobre la mesa, tenía mucho que meditar pero antes de irse volvió a dirigirse al caracol.

—Te advierto que la próxima vez que le hagas algo a Rae no me importa lo que digan, vendré a acabar contigo— Dicho eso Dalia salió de la casa del caracol y volvió a la suya.

El caracol salió detrás de ella y se quedó quieto en la entrada de su casa, cuando la mantis salió de su campo de visión dio un largo suspiro de alivio.

—Ya no tengo edad para soportar estas cosas, ¿Por que me hicieron pasar por esto? — A su pregunta dos figuras salieron desde la sombras, dos mantis grandes de alta cornamenta.

—Pensamos que si se lo decíamos nosotros no iba a tener el mismo efecto en ella, además tú lo explicas mejor— Dijo Salvia

—Eso fue aterrador!

Jade entonces se acercó al caracol y se puso delante de él. —Aunque todo haya quedado en paz por el momento, tenemos que informarte que aunque tu presencia sea necesaria aquí, si sale otro alboroto al rededor de tuyo serás expulsado de una vez y para siempre. No podemos seguir sacrificando nuestra credibilidad a tu favor.

Seek hizo un quejido de molestia pero finalmente reflexionó y le dio la razón a los lideres.

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