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Derribando Gladiadores

La mañana llegó con agitación, por alguna razón se escuchaban gritos de un tumulto de gente afuera y los animales dentro de jaulas hacían más ruido de lo normal, nada bueno podía estar pasando, aunque para Rae el sonido de los animales no significará nada más que la inquietud de estos, el estaba esperando a que alguien le sirviera la comida, si es que alguien iba a hacerlo.

Su cuarto era miserable, más que cuarto era celda pues las únicas comodidades que tenía era una cama tallada en piedra, un plato vacío y una taza rota tirada por ahí. Por suerte para él sus deseos fueron escuchados, un ruido de barrotes siendo golpeados con un objeto metálico, consecutivamente el bullicio fuera de su celda se detuvo.

—¡A callar todos o no coméis!— Un Mantispa entro cargando una gran olla y un cucarrón metálico, uno por uno, cada prisionero iba acercando su plato a los barrotes, donde este Mantispa depositaba dos cucharadas del contenido de su olla, llegó el turno de Rae, extendió su plato para poder tener algo de esa comida, pero al ver lo que hizo, Rae sintió un gran indignación, no podía creerlo, el sujeto solo depositó una cucharada sobre su plato, después de ver como claramente daba dos por persona, eso era insultante. Reclamo por él pésimo servicio pero nuevamente su inexistente capacidad de habla no le permitió expresar sus disconformidades.

Tuvo que conformarse, de todos modos no era como si lo que le sirvieron valiera la pena, lo que tenía en su plato era una sopa de carne con una que otra verdura nadando por ahí, pero el sabor era más bien, agradeció no tener una porción más grande. Realmente esa comida solo estaba para aportarle la energía suficiente a sus gladiadores para pelear, no buscaban deleitarlos con una comida exquisita, solo que fueran capaces de combatir.

Y mientras terminaba de acabar esa cosa, pensaba en cómo estaría Asher, las Mantispas no eran muy de su agrado, ojalá no le estuvieran haciendo nada muy malo, no podía distraerse ya, tenía que idear una forma en la que liberar a su hermano y posteriormente salir de ese lugar, no iba a ser fácil, eso estaba claro y primero tenía que averiguar donde mantenían cautivo a Asher, una vez sabido eso podría idear una forma de escapar pero de momento, solo podía mirar a través de los barrotes de su celda y esperar.

Fuera de su celda podía ver como algunos guardias sacaban a otros prisioneros, todos con los grilletes puestos, sin muchas ganas los pasaban por la puerta, gritos y aplausos apenas audibles provenientes del exterior, entendía que ya se estaba combatiendo. Se limitó a esperar a que pasara algo, y pasó, tras un rato largo el Mantispa que los capturó llegó a pararse frente a su puerta, ese uso una llave para abrir la cerradura de su celda, con una mueca de alegria algo siniestra.

—Muy bien es tu turno— Rae salió de su celda y camino por el pasillo junto a él Mantispa —Bien escucha atentamente, tu vas a estar luchando en la arena y asegúrate de entretener al público. La arena en que combatirás estará sellada y fuera de esta tu amigo estará exhibido, no trates de acércate a él o salirte del área de batalla o este caerá a una trampa llena de bestias y morirá ahí ¿entiendes?—

Rae asintió alarmado, saliendo del pasillo de celdas atravesaron la puerta por la que entraron al principio, esta vez siguiendo el túnel hasta su fin. Curioso que llegado a cierta parte de su recorrido las paredes a ambos lados tuvieran pintadas en su superficie la figura de diferentes Mantispas, todas muy diferentes entre sí, algunas con cabezas de muchos insectos y pieles adornándolos, pequeño detalle interesante, todas eran de Mantispas, exceptuando a una que parecía más una Mantis que una Mantispa, curioso. Fijándose mejor, sentía ya haber conocido a ese Mantis de la pintura, tenía cierto aire de poder y grandeza, además esas hachas se le hacían muy icónicas, pero algo faltaba, quizá una cornamenta...

—A si que, te pondremos a pelear ahí dentro con otros prisioneros y gladiadores Mantispa, las regla son simples puesto que son pocas, uno, mata a todo el que se te ponga delante, dos, nada de piedad y tres, todo acto dirigido al rey o al público es castigado con muerte— Dos Mantispas salieron de atrás poniendo sus lanzas casi encima del contenedor mientras su líder retiraba los grilletes que Rae tenía puestos.

—Ten en cuenta que se hizo una recompensa por tu cabeza, quien te la arranque será liberado, a si que diviértete tratando de sobrevivir— A esto le siguió una risa descontrolada y maliciosa por su parte, dejó a Rae enfrente de la gran puerta, la gente estaba muy eufórica viendo a los demás destriparse. Rae observó que a su lado habían unos barriles cargados con equipamiento para la batalla, todo en malas condiciones había que decir, los aguijones desafilados y quebrados, las lanzas sin punta.

Se tomaban en serio hacer todo lo más difícil posible para él y para su hermano, tomó dos aguijones de los barriles, no le tenía confianza a su aspecto, por si acaso llevaría dos.

Del otro lado de las puertas el comentarista anunciaba la entrada de Rae a la arena de combate, mientras las grandes puertas se abrían dando paso a que el contenedor entrara en escena, los abucheos y comida lanzada fueron algo instantáneo.

—¡Damas y caballeros, este día tenemos un espectáculo especial pues si, como todos sabrán el día de ayer fue capturado el monstruo conocido como asechador pálido— Acompañando las palabras del comentarista, del techo un mecanismo dejó a la vista de todos una jaula en la que estaba Asher, los abucheos volvieron a resonar en todo el coliseo esta vez dirigidos a este contenedor. Mirando aquello con una amplia sonrisa llenada de malicia estaba el rey, viendo de frente a la puerta de la que salió Rae.

El mecanismo que sostenía a Asher se movió lentamente hasta estar de frente al rey, una trampilla se abrió debajo de Asher dejando a la vista un pozo oscuro, únicamente era audible sonidos de miles de bichos arrastrándose.

—Mírate, patética criatura, fuiste teñida por un tiempo pero ahora no eres mas que un patético trofeo, incluso ese nombre, asechador pálido ¡ja! No llegas ni a hacerle honor a los mitos que se inventaron sobre ti— El rey se refirió a Asher con tono despectivo, regocijándose de tenerlo encerrado, su sonrisa amplia y mirada sádica denotaba que estaba ansioso por ver perder a Rae, ansioso hacer caer a Asher al abismo.

—Y aquí. ¡Luchando para salvar a ese monstruo tenemos a este pequeñajo!. Este chico se enfrentar a nuestro coliseo para que su amigo viva un día más, ¿Lo lograra? ¡Ojalá que no!.

Todo el público clamaba el inicio de la lucha, y está no tardó el llegar, alrededor de Rae el suelo empezó a moverse en los costados de la arena mostrando unos mecanismos giratorios con púas sobre su superficie y una gran poso en el centro del coliseo simultáneamente varias puertas a los laterales del coliseo se abrían para dar paso a varios enjambres de vengamoscas.

—"Noooo, más insectos voladores ¡nooo!— Como detestaba a esa clase de bichos con su habitual táctica de salir volando fuera del peligro y sus molestos zumbidos".

—"¡No piedras el tiempo quejándote y pelea!"— Le grito Asher desde su jaula, estaba viendo con mucha preocupación como el rey ponía su palma en una palanca mientras lo veía a él con intensiones asesinas. —"¡Date prisa, este tipo ya quiere matarme!"

El combate inició con las vengamoscas volando ferozmente hacia Rae, se movían como un solo gran individuo, como una nube negra hecha de mandíbulas y alas, esto desde fuera se veía muy impactante pero para cualquier cazador acostumbrado a la lucha no tenía mucho problemas, y sería así para Rae si su arma no estuviera en tan mal estado. Tras golpear a una vengamosca del enjambre notó como apenas había logrado hacerle una herida.

Eso era un problema pues la gente quería ver sangre y estaba al tanto de que si no lo hacía emocionante su hermano caería al pozo, no podía ir a la defensiva, Rae empezó a realizar maniobras suicidas atacando al enjambre directamente arriesgándose a sufrir daños por eso, las vegamoscas lo rodearon y por varios segundos solo se podía ver a esa nube de insectos estática en un lugar amontonándose una sobre otras, los bichos mordían sus pies y también le tenían agarrado de uno de sus cuernos, para librarse empezó a dar giros sobre sí mismo.

El enjambre retrocedió, dejando ver nuevamente al contenedor y varios cuerpos de vegamoscas tiradas en el suelo. Rae volvió a lanzarse sobre sus oponentes girando como un trompo dejando por detrás más de esas bestias tiradas por el suelo, a medida que más de ellos caían más agresividad se les iba. Llegando al punto de solo quedar uno en pie, que al notar la falta de sus compañeros empezó a huir de Rae por todo el coliseo hasta que finalmente Rae logró darle casa.

Como recompensa por su dura y ardua batalla contra el enjambre de vengamoscas Rae recibió una buena y cálida segunda ronda y varios abucheos y basura en su cara. Tras eso empezó a pasar batalla tras batalla, enfrentándose contra cada oleada de enemigos que le mandaban, cada vez iban aumentando de dificultad, todo fácilmente controlable pero ya estaba sintiéndose casado con cada oleada más que pasaba, y viéndolo por otro lado las personas iba emocionándose mas con forme más combates avanzaban y más difíciles eran los desafíos.

—Bueno que les parece, este pequeño a sobrevivido a todas las pruebas que se le an puesto y ¡al fin a llegado el momento de la última ronda!— Música para los oídos de Rae.

Las rejillas de la gran puerta se abrieron dejando ver a el último oponente y primer gladiador que Rae debía enfrentar, una cucaracha con una armadura de cuerpo completo y un estoque descansando sobre su cinturón, el gladiador entró en la arena con paso firme mirando a los lados en busca de su oponente, pero parado frente a él solo vio a Rae parado frente a él.

Él cucaracha pareció hacer un gruñido a través de su casco —¿Estáis de broma verdad? Que clase de tontería es esta —Señaló a Rae —¡Llevo años aquí y ahora me ponen a luchar con basura, que clase de insulto es este!.

Al escuchar esto Rae trato de argumentar en contra haciendo raras señas con sus manos que nadie fue capas de entender, en realidad solo sirvió para que el gladiador lo viera como si se estuvieran burlado de él, no había estado luchando tanto tiempo como para que ahora le estuvieran poniendo a pelear contra una cría, de creían acaso que un niño era mejor que él o que demonios.

Insultado y denostado Rae se abalanzó contra la cucaracha mientras esta estaba distraído mirando a alguien que le respondiera, el aguijón golpeó la parte delantera de su armadura, el aguijón de Rae se quebró en la punta, los anteriores combates habían hecho que la punta ya de por sí quebrada se debilitara tanto como para romperse en ese momento.

—Bueno pero mira esto, ¿Encerio crees que algo como eso va a hacerme daño?— Rae retrocedió unos pasos hacia tras dejando el aguijón roto en el suelo y tomando el otro, El cucaracha empezó a acercarse a él sacando su aguijón estoque, la batalla estaba a punto de empezar y Rae ya estaba viendo que tenía mucha desventaja, con su anterior golpe solo pudo dejar una pequeña abolladura apenas visible, como lo iba a resolver era algo difícil de descifrar.

Su oponente terminó de desenfundar su aguijón y tan rápido como lo hizo fue directo al ataque, sus ataques eran dignos de un espadachín, se notaba que tenía experiencia usando un estoque como arma, usando golpes rápidos y fugases, y defendiéndose de forma impecable Rae se había encontrado con un oponente formidable.

Su enemigo se había pegado a él como un chicle, Rae no hacía más que retroceder y no encontraba ningún punto débil en la defensa del oponente.

—Solo está huyendo ¡Esto es una basura, Pelea!

—¡Cobarde se un valiente y lucha!

El público empezó a abuchear a Rae, exigiendo el derramamiento de sangre. —Ni siquiera se por que lo intentan alguien como tú es obvio que nunca podía hacer algo como eso.

Artado de los insultos y humillaciones, Rae trato de encarar a su adversario de frente, una pésima idea de su parte, los golpes sobre la armadura del gladiador fueron ineficientes, sus golpes solo dejaban abolladuras pequeña y no estaba ni cerca de hacer una lo suficientemente grande como para que importara, y mientras su oponente no residía daño, él estaba siendo golpeado por todos lados.

Los combates anteriores lo habían dejado muy cansado y estar corriendo y esquivando todo el rato le estaba dificultando más las cosas, miró a Asher por un momento buscando un rayo de esperanza en su hermano, quien por desgracia parecía estar tan preocupado como el.

—"¡Vamos pelea!"

—"¿Pero que quieres que haga? No puedo acercarme a él por qué si no me empala y si me quedo muy lejos y sigo cubriéndome esto no saldrá bien"— Rae esquivo una ronda de ataques directos a su cara.

—"No se piensa en algo ¡Tu hechizo!"

—"No puedo, lo gaste contra los últimos bichos y si no le pego directamente no puedo reponer alma"

—"Tu eres el que tiene estrategias de combate, piensa en algo como atacar a las partes débiles en su armadura"

—"¿Partes débiles?"— Llegados a ese punto Rae estaba esquivando por instinto a los ataques de la cucaracha, se había adaptado a esquivarlo pero no a poder hacer algo contra el.

—"¡Si! Como los codos, las piernas, todas las armaduras tiene partes sin cubrir para permitir el movimiento— Tenia razón viéndolo bien, podía ver como tenía ciertas almas sin armadura.

—¡Tal parece que el pequeño no puede hacer nada contra este gladiador, señores y señores creo que este será el final de su lucha!— Dijo el comentarista al momento en el que Rae estaba preparando su siguiente movimiento, tras alejarse una distancia considerable se apoyó en el suelo para lanzarse hacia su oponente, pasó por al lado pero logró hacer un corte superficial detrás de su rodilla.

—¡Oh un momento gente, parece que algo está pasando, el pequeño logró acertar un golpe— Una histeria colectiva se activó al ver como ciertamente el pequeño logró dañar a su oponente, la cara de seguridad en Rae lo decía claramente, esto iba a ponerse emocionante. La cucaracha no hizo el esfuerzo de ocultar su enojo cargo con rabia contra Rae en un intento por darle directamente en la cara, apenas logrando pasar por debajo de su ataque Rae hizo un corte en vertical con su aguijón logrando lastimar un poco al gladiador.

El combate ahora estaba más parejo, ambos guerreros dieron unos pasos hacia atrás para tomar impulso y volver con más energía que antes, aunque la cucaracha seguía dominando en temas de habilidad Rae estaba muy empeñado en atacar las partes más descubiertas, atacaba con mucha violencia y eso hacía difícil el tratar de detenerlo, como podía caber tanto poder en un cuerpo tan pequeño era todo un misterio, ambos guerreros intercambiaron varios golpes con el aguijón.

La batalla era dura, la cucaracha estaba muy herido y sumamente cansado y aunque no estaba tan mal los golpes en sus articulaciones estaban haciendo más difícil su movilidad y por lo tanto sus ataques estaban siendo perjudicados. Pero, mientras él estaba sintiéndose frustrado al verse igualado por alguien que consideraba patético y débil, Rae lo miraba con confianza y estaba posando cruzando los brazos y sonriendo ampliamente.

—¿¡Te parece esto gracioso!? Eres insignificantes, una molestia y un gran estorbo, me deje llevar...pero ya es tiempo de ponerle fin a esto.

La cucaracha se desvaneció dando un salto, Rae lo perdió de vista por unos segundos, no sabía que este tipo podía moverse tan rápido, al buscarlo frenéticamente se dio cuenta que caía en picada directo a su cabeza, apenas fue capaz de esquivar el ataque rodando, y cuando terminó su contrincante volvió a desaparecer y reaparecer a punto de hacer un ataque horizontal hacia el. Fue casi por inercia su pie tocó el suelo liberando el alma acumulada y transformándola en un hechizo de plantas que de inmediato se enrollaron al rededor de su víctima, Rae haciendo un gesto con las manos ordenó a las plantas hacer presión en el cuerpo de la cucaracha.

La gente empezó a levantarse histérica mientras gritaban de la emoción, dentro de las plantas su víctima estaba gritando de dolor y angustia ante la idea de ser aplastado. El hechizo se término, dejando caer al gladiador y muchos pedazos de metal junto con el, las plantas hicieron un gran trabajo destrozando su armadura, apenas quedaban rastros de ella sobre su cuerpo, además de ya no estar desprotegido se le sumaba ese dolor intenso sobre todos sus músculos y articulaciones, con dificultad se paró para tomar de nuevo su aguijón y volver a atacar a Rae.

Aún estando gravemente herido siguió luchando con todo lo que tenía, siendo capaz de rechazar los ataques de Rae en varias ovaciones, pero no podía más, golpe tras golpe Rae fulminó el cuerpo de su adversario hasta que este callo derrotado al suelo.

Como era de esperarse la gente aplaudió histérica tras el gran cierre, aunque la victoria de Rae no les hacía mucha gracias y siguieron aventándole basura, no podían contener su emoción.

—¡No puede ser! El pequeño logró sobrevivir a todos los combates, increíble, ahora ¿Qué es lo que le espera, acaso nuestro rey tiene algo que decir al respecto? ¿Vivirán otro día o serán ejecutados ahora mismo.

Por alguna razón todos empezaron a gritar "muerte muerte", como simios enloquecidos, no estaba entendiendo muy bien qué significaba eso pero se hacía a la idea de que el rey iba a decidir sobre su vida. Y así era, pero mientras todo el pueblo clamaba la muerte, el rey con gran sonrisa maléfica alzó un pulgar, la gente se quejó, pero el veredicto del rey no estaba a discusión, Rae y Asher vivirían otro día.

—"¡Asher lo logramos!"— Agitaba las manos feliz viendo a su hermano

—"Tu lo lograste, pero bueno, fue gracias a mí supongo, !pero todavía estamos en este aprieto y no tenemos ni idea de cómo salir!"

—"Es verdad, pero no te preocupes hay que aguantar, si lográramos conocer las rutinas de los guardias quizá podríamos idear un plan"— Dijo Rae, su respuesta impresionó a su hermano, por fin se estaba tomando algo con seriedad, pero antes de que pudieran seguir hablando unos guardias aparecieron con lanzas rodando a Rae para llevárselo y el mecanismo se llevó a Asher lejos de la vista de Rae.

—"¡Asher!"— Rae vio a su hermano marcharse, lastimosamente no podía dejarlos juntos mucho tiempo, no le gustaba, quería ver a su hermano.

Los guardias procedieron con cautela y le colocaron los grilletes de nuevo a Rae, con precaución se lo llevaron de la arena mientras simplemente la gente se iba retirando.

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Dejando atrás el bosque y después de haber pasado una zona empedrada, dos Mantis seguían su interminable búsqueda por encontrar a Rae. Las pistas eran pocas y con cada día la pista se enfriaba cada vez más. Dalia hacía lo suyo por mantener las esperanzas de encontrar en su pequeño y tras tantos días sin encontrarlo apreciaba el apoyo emocional que le brindaba Jade día tras día. Ella estaba completamente preocupada por Rae y necesitaba a alguien que se preocupara por ella, ahí era donde Jade entraba perfectamente.

Y ahora pasaban por otra eventualidad, Jade seguía el ritmo de las pisadas pero Dalia se veía algo evasiva, perdida mejor dicho, parecía ver al horizonte con ansias.

—Sucede algo— Dijo Jade tomando el hombro de su compañera, la susodicha dio un pequeño brinco saliendo del trance en el que se había metido.

—No, estoy bien pero...— Dalia hizo una pausa ordenando sus ideas, había algo que le estaba carcomiendo la cabeza —Es Rae...sus huellas, van por haya...pero siento que él está por haya— Señalando la bajada de la montaña.

—¿En la aldea de las Mantispas?— Jade la miró con escepticismo, su compañera estaría demasiado ansiosa quizá.

—Si, bueno es un pensamiento tonto pero mi instinto me dice que está haya— Su mirada nuevamente se fijó en el horizonte estaba segura de ello, Rae debía estar ahí.

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