—¡Hey! ¿Cómo están los oyentes más hermosos del planeta? Yo, no les voy a negar que muy pero muy confundida con el programa de hoy. Lo bueno es que tenemos con nosotros al inigualable Doctor Foster para que nos aclare un poco. Doctor.

—¡Hola! —se ríe— A ver, cuéntame qué es lo que te tiene confundida.

—Doctor, hace poco pasó el día internacional del orgullo gay y siento que cada vez le agregan más letras a LGBT. Sinceramente, respeto todas las orientaciones, pero me parece que nos estamos complicando mucho, ¿no cree?

—Mmm. Lo que me parece es que nos estamos dando cuenta de que somos complejos. Con toda la liberación sexual y la lucha por los derechos y tolerancia a las minorías, estamos abriendo los ojos y viendo que el mundo no es blanco y negro, o mejor dicho, azul o rosa.

—Pero, o sea, o te gustan los de tu sexo o te gustan los del sexo contrario, ¿no es suficiente?

—No, no lo es. El primer concepto que tenemos que aclarar hoy es la palabra espectro. ¿Te atreverías a decir que sólo existen en el mundo la gente de piel blanca y la gente de piel negra?

—No, por supuesto que no.

—Hay otras etnias, ¿verdad? Incluso, dentro de cada etnia hay variedad en el color de piel. Eso es lo que llamamos espectro. No es A o B porque entre A y B hay matices. Entonces vamos por lo más básico, el sexo biológico. Estamos acostumbrados a pensar en términos A o B, azul o rosa, nace niño o nace niña. Pero la verdad es que clínicamente, hay gente que nace con ciertas alteraciones que se "corrigen", entre comillas, para definir un sexo u otro. Esas personas se llama intersexuales.

—¿Tipo que nacen con vulva y pene?

—Tipo que nacen con vulva y testículos, o pene y útero, o con exceso de secreción de hormonas que deberían corresponder al otro sexo, o alteraciones en la carga cromosómica, etcétera, etcétera.

—Guau.

—Sí, por eso se dice que el sexo se asigna al nacer, porque a los intersexuales, los someten a operaciones y tratamientos para, vuelvo a usar las comillas, "corregir su problema".

»Eso es lo biológico, pero después está el género, que es el sexo en tu cerebro, es el lugar del espectro en el que te ubicas mentalmente. No es que eres una mujer encerrada en el cuerpo de un hombre o viceversa. Es que todos y cada uno de nosotros los seres humanos, tenemos conductas femeninas y masculinas a la vez. Entonces te puedes sentir más cerca de un extremo o de otro. Yo, Felipe Foster, con sexo biológico masculino, me siento un 88.34% masculino, porque sé que tengo aspectos femeninos en mi personalidad y forma de comportarme. ¿Se entiende?

—Sí.

—Las personas donde el sexo biológico y el género se corresponden, se denominan cisgénero. Si no se corresponden, se denominan transgénero si se encuentran del otro lado del espectro, o genderqueer si no se identifican con ninguna de las dos puntas. Y aquí se subdivide porque hay gente que se identifican tanto femenino como masculino y a esos los llamamos bigénero, pero hay otros que dicen que son una mezcla de factores sin ser completamente uno o el otro, eso son pangénero o tercer género. Ahí es donde vemos a chicos con comportamientos femeninos o conocidos vulgarmente como amanerados, o chicas con comportamientos masculinos, sin que en ningún caso sean encasillables en una punta o la otra.

—Ok, un montón de términos nuevos. Cisgénero o transgénero o genderqueer. Y dentro de los últimos están los bigénero y los pangénero.

—Exacto, pero ojo que hay más clasificaciones, sólo que traigo algunos a la mesa. Insisto, es un espectro, hay infinitas combinaciones y no se puede etiquetar a cada punto dentro de un infinito.

—Perfecto.

—Ok, ya sabemos que a uno le asignan un sexo y se identifica con cierto género, pero ¿qué pasa con la atracción? Es ahí donde entra la orientación sexual o romántica. Ahí volvemos a plantear el espectro, donde la variable clave es la intensidad de la atracción. Si hay cero intensidad, es donde nos encontramos a los asexuales. Pero en el caso de que haya intensidad, podemos movernos a un lado donde nos podemos sentir atraídos por mujeres cisgénero o al otro lado, por hombres cisgénero. Pero en el medio, hay de todo lo que explicamos antes. Nos pueden atraer transexuales o andrógenos o intersexuales. Incluso, pueden atraemos los dos extremos solamente y definirnos bisexuales, o no puntualizar nada con respecto al género que nos atrae y definirnos pansexuales.

—Esto es tan complejo —resopla frustrada.

—Lo es, y todavía queda más.

—¿Más?

—Claro, porque podemos sentirnos atraídos hacia algo, pero no necesariamente nos comportemos en consonancia con eso. Por ejemplo, los religiosos, curas y monjas, tienen un sexo asignado, tienen identidad de género y sienten atracción hacia algo, pero por restricciones en sus creencias, practican el celibato. Es conducta o comportamiento, no orientación.

—Es verdad.

—También tenemos ahí a todos esos homosexuales o bisexuales o pansexuales que no han salido del closet, y se comportan como heterosexuales.

—Entiendo.

—Después, por encima de todo eso, está el rol de género, que es más un concepto social. Son ese conjunto de normas que son percibidas como lo que es apropiado para hombre y mujeres biológicos que se ubican dentro de una sociedad. Y está claro que no es lo mismo lo que se espera de un hombre en Latinoamérica que lo que se espera de un hombre en El Líbano. O lo que se espera de una mujer en China que lo que se esperaba en Islandia en la época de los vikingos. Esas normas sociales afectan nuestra identidad de género, nuestra orientación romántica y sobre todo, nuestro comportamiento sexual.

—Claro, depende de dónde estemos que podemos expresar públicamente nuestra identidad de género.

—Si, o siquiera darnos cuenta que hay una disforia o una inconformidad. Si yo hubiese vivido en Alemania en la época de la Segunda Guerra Mundial, seguramente no habría percibido ese porcentaje de femineidad del que hablé al principio. Me consideraría completamente cisgénero y punto.

—Claro, tiene sentido. Por eso los matices del espectro ahora son más visibles, porque hay más libertad.

—Ajá, lo que hablamos al principio. Tenemos los ojos más abiertos y tenemos más tolerancia. Lo que me lleva a dos cositas más que me gustaría explicar. Una es que estos conceptos son independientes el uno del otro. Es decir, una persona puede ser hombre biológicamente, pero identificarse un 100% del lado femenino del espectro, pero sentirse atraído por mujeres transgénero y sin embargo, relacionarse sólo con hombres cisgénero. No sé, estoy poniendo un ejemplo, las combinaciones son infinitas. Y el otro concepto es que somos seres humanos y por lo tanto, podemos cambiar de opinión. Hoy podemos querer una cosa y mañana otra. Y eso también está bien. Recuerden lo de las etiquetas, no tenemos por qué ponernos una en la frente y mucho menos ponérsela a los demás.

—Totalmente de acuerdo. El ideal es que no hagan falta las letras ni las clasificaciones. Que seamos personas y listo, con nuestras complejidades maravillosas.

—Mejor dicho imposible. ¿Está mal si te digo que tengo ganas de besarte? —Foster se ríe.

—Ay, Jesús. ¡Doctor! —rie nerviosa— Mejor, sigamos con las preguntas.

—Sí, mejor —se aclara la garganta.

—¿Cuál es la diferencia entre transgénero, transexuales y travesti?

—Duda muy común. Como expliqué, transgénero implica que una persona siente algún tipo de disforia con respecto al sexo que le fue asignado en su nacimiento. En su cerebro, su cuerpo está equivocado. Transexuales, son los transgénero que han comenzado o completado el camino al cambio físico que les permita erradicar esa disforia. Puede ser leve como dejarse crecer el cabello o mucho más profundo como tomar tratamientos hormonales, o cirugía de cambio de sexo, o implantes de pechos, etcétera. Y el travestismo es cuando una persona utiliza la ropa del rol opuesto a su sexo. Hombres vestidos completamente de mujer y mujeres vestidas de hombres. Implica más una crítica social por lo que podemos encontrar travestis que no son transgénero. Y bueno, dentro de esto, están los Drag Queen o King, que es esa forma teatral de vestirse con maquillaje y pelucas llevando al extremo el estilo cabaret. Aquí también hago la salvedad, hay drags que no son transgénero.

—Es por esto que vemos hombres vestidos de mujer pero con barba, por ejemplo. O mujeres que se han removido los pechos, vestidas con trajes de corbata, unos tacones de diez centímetros y maquilladas.

—Exacto, quizás son transexuales que están en proceso o son genderqueer que han resuelto su disforia de esa forma logrando expresar qué les gusta dentro el espectro de la identidad de género.

—Pero creo que nunca he visto un Drag King.

—Googlea fotos, hay unos maquillajes increíbles.

—¿Qué significa ser heteroflexible?

—Bueno, es bastante literal. Te consideras heterosexual pero no dentro de una jaula y puedes flexibilizar criterios bajo ciertas condiciones. Por ejemplo, hay muchas mujeres heterosexuales que participan en trios e interactúan sexualmente con otras mujeres bajo ese contexto, u hombres heterosexuales que tienen sexo con hombres travestidos. Hay personas que fantasean con algún comportamiento homosexual aunque no lo lleven a cabo o no se hayan sentido atraídas por una persona específica del mismo sexo. Volvemos al tema de la orientación sexual y el comportamiento sexual. Nada es tan cuadrado.

—¿Qué significa el término queer?

—Es un término que describe una orientación sexual, identidad de género o comportamiento de género que no se conforma con la sociedad heteronormativa y patriarcal. Ha cambiado con el correr del tiempo, pero suele englobar como un paraguas a las minorías sexuales que no se sienten identificadas ni siquiera con las clasificaciones dentro de la comunidad LGBT+. Hago un paréntesis aquí para recomendarles el Glosario de Términos sobre Diversidad de LuzbelGuerrero que pueden encontrar en su perfil o en mi lista de lectura "Otras guías, otros maestros".

—Genial. Soy chico y me gustan las mujeres, pero una vez estaba borracho y un amigo me hizo una felación. Él dice que tampoco es gay. ¿Es posible que lo seamos y no lo sepamos?

—Si supieras la cantidad de preguntas similares que me hacen. La respuesta siempre es la misma: No lo sé. Es difícil dar una etiqueta. Seguramente, si nunca te has sentido atraído por otro hombre o no quieras mantener una relación romántica con uno, no seas homosexual. Pero estando borracho, tanto tú como tu amigo liberaron una fantasía que tenían y bueno, experimentaron. Quizás te gusta tu amigo, quizás sólo era curiosidad. Más allá de eso, si sólo fue una experiencia, no te ahogues en un vaso de agua. Pero si tienes ganas de repetir con él o con algún otro chico, ¿quién te dice que te tienes que poner un traje de homosexual con el que no te sientes cómodo? Repitan si es lo que quieren, exploren si es lo que quieren, sumen a una chica en el medio si es lo que quieren. Vivan su sexualidad sin encasillarse, nadie tiene por qué juzgarlos, ni siquiera ustedes mismos.

—Es difícil para los chicos más que para las chicas darse cuenta, ¿verdad?

—No sé si darse cuenta. Tengo un amigo que dice que uno siempre sabe qué es lo que le gusta. Lo que es difícil es asumir que eso es lo que te gusta. Estás en una heladería y no te decides de qué sabor quieres tu helado. A los chicos les cuesta más porque desde pequeños nos inculcaron que estaba mal mirar o tocar a otro hombre. Por ahí, con las mujeres hay más libertad y se miran mientras se cambian, o son capaces de decir en voz alta que una chica es linda. Para nosotros no es así y es común confundir admiración o cariño o curiosidad, con deseo. Eso hace que tengamos un miedo irracional a ser homosexuales e incluso caigamos en comportamientos homofóbicos, queriendo y sin querer. Esa inseguridad de si seré gay o no, es sumamente común, tanto en los hombres como en las mujeres. Es una duda que nos acompaña mientras crecemos porque nos estamos conociendo. Cuando asumimos qué helado es el que más nos gusta, ese miedo se calma.

—¿Cómo sé si soy asexual?

—La mayoría de personas descubren que son asexuales después de la adolescencia ya que es el momento que todo el impulso sexual florece y no pasa en su caso. En sus relaciones se le da importancia a otros factores y el coito es irrelevante. Los asexuales tienen las mismas necesidades afectivas que el resto del mundo y no dejan de lado besos, abrazos, caricias. Pero lo que tiene que ver con los genitales, no les atrae. Dentro de la comunidad asexual, existen los demisexuales que son las personas que no sienten deseo sexual, pero una vez que generan confianza y fuertes lazos afectivos con alguien, pueden establecer una relación sexual. Ahora, es importante que sepan que existe un trastorno llamado "Deseo Sexual Inhibido" que se produce después de un pico de estrés por alguna situación traumática o como desencadenante de alguna experiencia. La diferencia es que el trastorno es temporal y genera un conflicto en el individuo.

—Doctor, si lo que diferencia un buen amigo de una pareja es la vida sexual. ¿Dónde se ubica un asexual?

—Las relaciones románticas y las relaciones de amistad son muy diferentes. En las relaciones románticas hay más carga y más responsabilidad emocional y afectiva, dan pie a compartir un plan de vida, un futuro, un hogar, una familia, no sólo sexo. También, en las relaciones románticas se hacen sacrificios, uno se va lejos de la familia, los amigos, cambia de trabajo, etcétera, por estar al lado de su pareja. Los asexuales tienen relaciones románticas y relaciones de amistad como cualquier otro, sólo sacan de la ecuación el tema sexual genital.

—¿Y si quieren tener hijos?

—Bueno, hacen el sacrificio —se ríen.

—Siempre he fantaseado con hacerle sexo oral a mi mejor amiga. ¿Soy lesbiana?

—Ves, es exactamente la misma pregunta de antes, sólo que el chico lo hizo y esta chica aún no. Es muy común que en la adolescencia fantaseemos con nuestros amigos. Se supone que son personas de confianza y con quienes tenemos un vínculo afectivo. Además, que son con quienes solemos hablar de sexo y eso, por sí solo, calienta mucho. Por otra parte, el sexo oral es una práctica que nos genera mucho morbo, sobre todo si es con respecto a alguien de nuestro mismo sexo. Pasa que conocemos nuestro sexo o lo estamos conociendo, entonces nos da curiosidad ver si los demás sienten lo mismo, o qué cosas diferentes se pueden sentir, o qué siente la persona que nos lo practica.

»Yo recuerdo que cuando tenía unos catorce años fui a un campamento. Una noche se fue la luz y nos enviaron a las cabañas más temprano. Yo compartía la cabaña con cinco chicos más, todos de mi edad. Recuerdo que estábamos aburridos, cada uno en su litera, y uno de ellos dijo que se iba a masturbar. Después saltó otro y dijo que él también. Después saltó otro y dijo que por qué no se masturbaban el uno al otro. Hubo un silencio de como un minuto entero y después uno de ellos se fue hasta la cama del otro y lo hicieron. Pasados unos minutos, un tercero se unió. Los otros tres, incluyéndome, nos masturbamos en nuestras camas con el sonido del trío que estaba a metros de nosotros. Tengo a esos chicos en mi Facebook y hasta donde sé, ninguno es gay y eso que fue una experiencia homosexual que vivimos los seis.

—¡Qué sexy! —el doctor ríe.

—Lo fue. Ahora, otro tema que me llama la atención. Hasta hace nada, sólo los hombres expresábamos fantasear con ver a una pareja de lesbianas en acción, incluso mejor si podíamos participar. Pero de un tiempo para acá he visto cómo las mujeres cisgénero y heterosexuales están expresando una fascinación por ver a dos hombres tocarse. Es algo que me tiene muy sorprendido.

—El yaoi es sexy, doctor.

—Sí está muy de moda. Sólo para los que nos escuchan y no tienen idea de lo que estamos hablando, el yaoi es un tipo de arte japonés con contenido homosexual masculino creado específicamente para mujeres. Incluye mangas, anime, historias, etcétera. Cuando están dirigidos a una audiencia masculina homosexual se llama bara. Pero es eso, personajes masculinos envueltos en una historia de amor homoerótica.

—¿Qué medidas se deben tomar para tener sexo seguro entre lesbianas?

—Las mismas que con cualquier otra persona. Asegurarse de que están sanas haciéndose exámenes, si no, usar presas bucales para practicar sexo oral, preservativos en los dildos y juguetes, lubricante e higiene.

—¿Cómo funciona el poliamor?

—Considerando que significa tener más de una relación íntima, romántica y sexual, de manera simultánea con varias personas, creo que funciona cuando hay respeto, pleno consentimiento y conocimiento de todos los amores involucrados. No todos los individuos se sienten capaces de compartir su amor con más de una persona, y menos si estamos inmersos en una sociedad monogámica y heteronormativa. Pero los que se sienten cómodos haciéndolo y encuentran compañeros que sienten lo mismo, ¿por qué no? Si establecen las reglas, entre comillas, y todos las respetan, ¿cuál es el problema?

»Dentro de esas reglas, que no son reglas sino acuerdos consensuados en realidad, se define la cantidad de miembros y qué tipo de relación tendrán. Por ejemplo, puede ser que se trate de un trío donde un individuo tiene relaciones con los otros dos, pero ellos no entre sí. A ese individio lo llamamos pivote y a la relación tríada. Ahora, si la relación se da entre todos los involucrados por igual, se llama trieja, como pareja pero de tres. Si son cuatro, se llama cuadra, cuando tiene un pivote o una pareja pivote, o cuadreja si es todos con todos, y así sucesivamente en las relaciones geométricas. Si son muchos más, se les llama tribu o clan. 

»Después está el tema de la exclusividad. Puede haber polifidelidad que significa exclusividad a la relación poliamorosa, o puede ser una relación relación abierta donde hay relaciones conexas ponderadas. ¿Esto qué quiere decir? Que las personas del núcleo original pueden tener relaciones con otras personas fuera del núcleo en diferentes grados de importancia o exclusividad. El típico ejemplo de esto último es una pareja que se junta ocacionalmente con otra persona. Entonces tenemos una relación jerárquica, la principal o el núcleo y la secundaria o la conexión. ¿Se entiende?

—Perfecto. ¿Qué diferencia hay entre el término poliamor y el término poligamia?

—La poligamia es un tipo de matrimonio en el que se permite a una persona estar casada con varios individuos al mismo tiempo. Es un término legal o formal, digamos. No se considera que hay poligamia, cuando en la relación no hay un vínculo establecido, sino relaciones sexuales casuales u orgías, pernoctas, amoríos, intercambio de pareja, etcétera. Dentro de la poligamia encontramos tres tipos. Se le llama poliginia cuando es un varón con múltiples mujeres, como los casos de los países islámicos donde un varón tiene un harem. O se le llama poliandria cuando es una mujer con múltiples varones, como en tribus de toda la India donde se acostumbra que varios hermanos tengan la misma esposa o en el Paraguay donde, tras la guerra que se dio por 1860, la población de hombres se vió reducida hasta casi su inexistencia y se adaptó esta clase de poligamia para permitir la repoblación. También está el matrimonio grupal o círculo matrimonial, cuando más de un hombre y más de una mujer forman una unidad familiar, y todos los miembros del matrimonio comparten responsabilidad paternal para cualquiera de los hijos que surjan del vínculo.

—¿Y la bigamia?

—Es cuando ya tienes un matrimonio o vínculo legal y te vuelves a casar sin haberte divorciado antes. 

—Hace unos días leí una novela, que no está en Wattpad por cierto, que se trataba de una pareja de dos hombres que incluso viven juntos, o sea una pareja estable, que se enamoran y empiezan a vivir una historia de poliamor con una chica. Y, a ver si aprendí. Son hombres cisgénero bisexuales que hasta ese momento tenían comportamientos 100% homosexuales. Ella es una mujer cisgénero heterosexual que simplemente tuvo mucha suerte —se ríen.

—Ok, si despides ahora el programa definitivamente te voy a besar —se escucha un jadeo.

—Em, bueno. No se olviden de comentar. ¡Chau!