Relaciones (parte dos)
—¡Hola hola! ¿Preparados para un programa por demás interesante? Hoy venimos con arsenal pesado. Y para ello, le damos la bienvenida a nuestro querido Doctor Foster.
—¡Hola!
—Y, recibimos de nuevo a nuestra picante doctora Méndez.
—Uh, picante, me gustó.
—Eso dice el doctor Foster.
—Y tengo mis razones.
—Sí, Feli me conoce bien.
—Bueno, ¿vieron que empezamos con todo? —se ríen—. Lo cierto es, chicos, que en aquel programa que hicimos sobre relaciones, recibimos muchas preguntas. Así que nuestros expertos aquí presentes decidieron bajar un poco a tierra esa información tan técnica sobre química y biología que nos dieron.
—De hecho, hoy nos vamos a volver más bien gurús de autoayuda y vamos a sacar todas nuestras cartas de Terapia de Pareja —explica el doctor.
—Genial. Bueno, ¿por dónde quieren comenzar?
—A mí me gustaría empezar por el principio. Por la soltería —interviene la doctora.
—Uh, álgido.
—Sí, y quiero empezar con una pregunta que nos hicieron y que la verdad es algo que se repite mucho. A mi consulta vienen muchas personas diciendo que no encuentran a nadie, que nadie les gusta o que son todos gays, casados, o idiotas, o aburridos. Que cuando encuentren a alguien que les guste, pues ahí lo darán todo. Y eso, aunque no se den cuenta, es una gran mentira por donde se lo mire. Primero, ¿cómo no va a haber nadie que te guste? ¿Entre tanta gente que hay en el mundo? No estoy hablando del físico, sino de la forma de ser y la compatibilidad. Es como arrogante decir eso, ¿no? No hay nadie, nadie me merece. ¿Nadie, nadie?
—Para mí el problema ahí es que esa persona, o tiene miedo de involucrarse en una relación porque teme salir herida, o no se toma el tiempo de hablar con otras personas, de conocer un mínimo a alguien —explica Foster.
—Totalmente. Para el primer caso, entiendo que da miedo empezar algo con alguien, pero la solución no es evitar las relaciones. La solución es entrar en esa relación sabiendo que hay un riesgo y no tomando decisiones estúpidas, sino siendo consciente y astuto.
—Claro, si siempre escoges personas que sabes que no te van a herir, escoges lo seguro, entonces es cuando te aburres. Escoge personas que te parezcan interesantes, que consideres "fuera del alcance", que te reten, y arriésgate a conocerlos, pero con consciencia.
—¿Tienes un crush eterno con alguien? ¿Te gusta tu mejor amigo? Arriésgate, no sabes si a esa persona también puedes parecerle interesante o tenga ganas de probar a ver qué sale. ¿Qué es lo peor que puede pasar? ¿Recibir un "no, gracias" por respuesta? Bueno, pasa la página e inténtalo con alguien más. ¿Te da miedo arruinar una amistad? Te tengo una noticia, los enamoramientos pasan. Si te dijo que no, date un tiempo de vivir el dolor y el corazón partido. Porque sí, duele mucho, no vamos a minimizar eso. Pero eso pasa. Y cuando pase, puedes volver a retomar la amistad. Te lo prometo.
—Hoy el concepto clave es "pasar la página", saber cuándo cerrar una puerta —hace saber el doctor.
—Sí. Y bueno, para el segundo caso, donde no "consiguen a nadie", salgan, hagan cursos o actividades que les parezcan interesantes, conozcan gente.
—¿El problema es que no puedes gastar dinero? Bueno, hay miles de actividades que puedes hacer. Sal a caminar en tu ciudad. ¿Te gusta leer? Investiga en bibliotecas porque hay clubes de lectura, o poesía, o lo que te guste, que deben ser gratis. ¿Te gusta pintar? Anda a un parque o una plaza, y pinta. ¿Te gusta bailar? Te apuesto que más de un centro comunal tiene clases de baile. En casi todos lados funciona la página meetup.com o similares. Entra y asómbrarte de la cantidad de gente que tiene los mismos intereses que tú. Y si no, arma tu propio grupo y reúnanse en una casa. Pídele a tus amigos que traigan otros amigos. Siempre hay formas de conocer gente nueva. De encontrar con quién charlar. Y qué mejor que hacerlo mientras estás haciendo algo que te gusta y puedes mostrar esa parte de ti.
—Excelente consejo. Es más interesante que sólo ir a un bar —resalta la conductora.
—Ahora —continúa Méndez—, otra gran mentira es que en cuanto encuentras a una persona que te gusta mucho, tienes que invertir todo, jugarte todas las fichas de una vez. Pues no. Date un tiempo, habla con esa persona. Tengan varias citas. Conozcanse un poco y evalúen la compatibilidad de caracteres que tienen. De eso depende una relación sana y que nos llene emocionalmente. Si vamos, y lo tiramos todo junto y nos volvemos locos, sólo vamos a lograr que esa persona se abrume por la intensidad en caso de que no sienta lo mismo, o apurar las cosas e idealizar más de la cuenta lo que tenemos. Y ojo, no estoy hablando de esperar para tener sexo. Eso es muy personal, uno tiene sexo cuando se siente con ganas. Estoy hablando de tomarse el tiempo para conocer al otro antes de invertir nuestras más profundas emociones.
—Regla de oro, chicos. Ten una vida. No hay nada más atractivo que una persona autónoma, independiente y que tenga pasión por algo. Cuando llegue alguien que te interese, además de que seguramente tenga una vida también, van a tener intereses en común.
—Claro. Y no te quedes como las protagonistas de las novelas esperando a que esa persona te envíe un texto o te responda una invitación a salir. No. Haz algo significativo, algo que le de color a tu vida. Siempre hay algo mejor que hacer que depender de otro. Enfócate en ti, en lo que puedes controlar.
—Y aquí quiero hacer un paréntesis importante —sostiene Foster—. Algo que siempre siempre se resalta en la literatura juvenil o joven adulto es la atracción que se establece entre los protagonistas por la ropa que tiene, el auto que maneja, la empresa donde trabaja, la forma cómo camina, cómo tiene el cabello, los ojos, cómo se le notan los músculos, las curvas. Eso, dejémoslo para la mala literatura. En la vida real, enfoquémonos en los valores y la personalidad. Pero sobre todo, en nuestros valores y personalidad. Enfoquémonos en construirnos, en mejorar como persona, en aprender quiénes somos, lo que nos gusta y lo que no. Seguramente no suene sexy o glamoroso, pero estos son los atributos que van a parecerle atractivos a las potenciales parejas de calidad. Personas que quieran conocernos y quedarse con nosotros.
—Mi mamá siempre decía el amor no se busca, el amor llega cuando no estás prestando atención a otra cosa más que a quererte a ti mismo.
—Insisto que tu mamá es una genia —recalca Méndez—. Y, esto no quiere decir que tenemos que ser de una forma particular o tener la personalidad de equis persona. No. Somos únicos y eso es lo que nos hace atractivos. Yo, en mi adolescencia no tenía idea quien era, pero estaba segura que me gustaba bailar, así que fui a clases por muchos años y a mi pareja actual la conocí en una presentación de baile. Él fue a acompañar a su hermana que también bailaba pero en otra academia.
—Claro, y cuando estés frente a una persona, sé astuto y presta atención a lo importante. Sé que el físico es como una barrera gigante que tapa todo lo demás. Si esa persona nos parece atractiva, la barrera es transparente y queremos ver todo lo que hay detrás, y si la persona no es tan atractiva, la barrera comienza a volverse turbia y opaca, y para conocerla nos tenemos que esforzar más. Eso nos pasa a todos, y por eso es tan importante no dejarse llevar por lo superficial. Invierte tiempo en escuchar a esa persona que está mostrando interés en ti. Presta atención a sus valores, a su personalidad. Estoy seguro que poco a poco vas a encontrar cosas que te enganchan o te repelen, cosas que te muestran si esa persona vale la pena tu tiempo y puedas tomar una decisión más inteligente.
—Sí, y un rasgo de personalidad que se valora mucho es la autoconciencia y la curiosidad por la vida. Una persona que cree que se las sabe todas es muy posible que necesite conocerse más a sí mismo. En cambio, que una persona sea curiosa por lo que lo rodea, invierta tiempo en conocerse y cultivarse a sí mismo, y demuestre ganas de conocerte, esa persona vale la pena. Dale una oportunidad y conócela.
—Claro como el agua. ¿Y qué hay de esas personas solteras que se la pasan quejándose de que sus amigos están en pareja y ellos se sienten excluidos o que se están quedando atrás?
—Bueno, estemos claros que no todo el que está soltero es solitario o se siente solo, y no todo el que está con alguien esta enamorado o feliz. No te compares con la gente. No estás "detrás" por no estar en pareja. No porque esas personas estén con alguien implica que estén más "adelantados". ¿En qué escala? Nah, vive tu propio camino —afirma Foster.
—Es como que yo me sintiera menos porque mis amigas no paran de subir fotos de sus hijos al Facebook y yo no tengo hijos aún. Eso es muy personal.
—Claro.
—Bueno, continuando, ¿se acuerdan cuando contamos en ese otro programa que el enamoramiento es un proceso químico? ¿Que es un tiempo donde vemos cosas que no son o que idealizamos un poquito bastante a esa persona y no vemos sus defectos?
—Sí.
—Bueno, un tip súper importante aquí es sal con tus amigos —hace saber el doctor—. Ajá, que estés en una relación no quiere decir que debas olvidar a tus amigos. Y no estoy hablando de incluir a tu pareja en el grupo. Esto puede o no pasar. Estoy hablando de hacer el tiempo para que tú, por tu cuenta, sigas saliendo con ellos. Seguramente no con la misma regularidad que antes, pero es importante mantener ese contacto. No sólo estás haciendo tiempo para ti fuera de la relación, conservando tu independencia y manteniendo esas características y esos intereses que le gustaron a tu pareja, sino que tus amigos te proveen de interacción social y vivencias que después puedes llevar a tu relación. Te da algo de qué hablar cuando se vean. Te da espacio para extrañarse.
—Y si tienes amigos de esos buenos que son bien sinceros, te mantienen con los pies en la tierra, te dan perspectiva y te muestran si estás haciendo las cosas mal para que seas la mejor versión de ti mismo en tu nueva relación.
—Excelente tip. Vive tu romance pero mantén tu vida.
—Exacto.
—Otra pregunta que surgió en ese momento es "¿cuándo tener la charla sobre hacia dónde se dirige la relación?".
—Mmm. El gran "¿qué somos?".
—Sí, y aquí es tan común escuchar a las chicas decir "mejor no pregunto para no parecer desesperada" o los chicos pensar "si la estamos pasando bien, mejor no arruino las cosas" —explica Méndez.
—Error. Por supuesto que es más fácil mantener el status quo. Pero siempre hay alguien en la relación más propenso a las etiquetas que el otro. Entonces esa persona es probable que la esté pasando mal, o esté ansiosa por definir las cosas.
—Además, que vayas a tener una conversación seria no implica que tengas que usar un tono serio. Puedes ser ligero, juguetón y positivo a la hora de sacar el tema. Lo importante es que quede clara la respuesta para ambos.
—Sé valiente, deja de procrastinar, toma el poder nuevamente y toma tus propias decisiones. Pregunta lo que necesitas preguntar en el momento que necesites preguntarlo.
—Y aquí pueden pasar tres cosas —enumera la doctora—. Primero, que esa persona esté en la misma página que tú, bien sea porque quieren mantenerse en el plano informal o porque quieren enseriar las cosas. Genial. Segundo, es posible que cuando salga a colación el tema, la respuesta que escuchas de la otra persona no te guste o no se adapte a lo que tú quieres. ¿Y? ¿Qué hacemos ahí? ¿Lo dejamos pasar o nos adaptamos?
—Creo que va a depender de las condiciones. Uno tiene que ser muy sincero con uno mismo y evaluar si realmente vale la pena seguir invirtiendo tiempo y esfuerzo en esa relación porque hay que tener en cuenta algo importantísimo y es que la gente no cambia. Si esa persona te dice que no está buscando nada serio o exclusividad, y tú sí quieres formalizar la relación, entonces desde ya te digo que cierres esa puerta. Y al revés, lo mismo. Tú no quieres formalizar nada con esa persona y te dice que a ella sí le interesa, entonces, chau, no sigas adentrándote ahí porque en cuestión de meses van a empezar los problemas. Es preferible una decepción en este punto que más adelante cuando tengan más emociones invertidas en la relación.
—Sí, y la tercera opción es que esa persona no te dé una respuesta clara, y eso también es un problema. Indecisos, no. Si una persona está verdaderamente interesada en ti no va a estar indecisa. Quizás esté temerosa, cautelosa o le parezca muy pronto para definir algo.
—No quiere contar los pollos antes de nacer —interviene la conductora.
—Claro, eso es aceptable. Que te diga "vamos bien, pero volvamos a tener esta conversación en equis tiempo a ver qué pasa. Dame tiempo". Eso es aceptable. Pero uno que divague y no te pueda dar una respuesta es porque no está seguro si le gustas, y eso, al principio de una relación donde la atracción es la base de todo, es inaceptable. No pierdas tiempo con gente que no está interesada en ti —define Mendez.
—Eso. El poder de decir "no gracias, merezco otra cosa" te hace una persona blindada e invencible. Aprende a tener el valor de cerrar puertas. La vida es muy corta para perderla en una relación que no te conviene.
—Sí, y aquí respondo otra pregunta. Chicos, el amor no correspondido no es amor, es masoquismo emocional. Y es lo que pasa con los crush. ¿Te gusta alguien, tienes sentimientos hacia esa persona? Llénate de valor y da un paso al frente. Hoy, deja de procrastinar. Atrévete. Si esa persona no te corresponde o es un amor imposible, cierra esa puerta.
—Incluso, si esa persona tiene sentimientos hacia ti, si no invierte su tiempo en ti, no vale la pena. Esto es lo que pasa con las personas que están con alguien que tiene otra pareja y están esperando que la deje —explica Foster—. Si en su esquema de prioridades, la otra persona está por encima de ti, no vale la pena, y la carga de terminar la relación es tuya. Eres tú quien está alargando esa situación masoquista. Eres tú quien no está obteniendo lo que quiere o necesita. La persona correcta es la que mantiene la misma motivación que tú en la relación, lo demás, son fantasías.
—La pregunta es simple "¿Esta persona está loca por mí? ¿Quiere estar conmigo?". Si la respuesta es no, entonces, con toda la determinación del mundo, guarda tu amor para la persona que sí lo esté. Créeme, te vas a salvar de una cantidad enorme de dolor innecesario. Enamórate de alguien real. Emociónate por alguien que se emocione por ti. Si alguien no demuestra que te quiere, que quiere estar contigo, debería ser un súper bajón, libido apagado al instante. No caigas en esa trampa, y si ya caíste, toma la decisión y sal de ahí, ya. Ahora. Se puede, lo prometo. Te mereces mucho más que un "ojalá" o un "quizás más adelante" o un "algún día".
—Chicos, esto es tal cual dijeron al principio. Son gurús de autoayuda y terapia de pareja —se ríe la conductora.
—Es así, a esto nos dedicamos.
—Ahora, pasemos a la siguiente fase —continúa la doctora—. En el programa anterior dijimos que después que pasa un poco el enamoramiento, viene un período en donde a medida que vamos conociendo a esa persona que nos gusta mucho, descubrimos que también tiene defectos, que ya no es tan maravilloso como al principio creímos, y sin embargo tomamos la decisión de que, realmente, esa persona nos aporta mucho, nos gusta mucho y por lo tanto, aceptamos todos sus defectos y virtudes. Ahí, empieza el proceso de generar un proyecto de vida en común. De hecho, explicamos que en esta etapa es donde se puede realmente crear un vínculo emocional fuerte que puede llegar a convertirse en amor romántico. Amor de pareja.
—Eso, claro, es la versión sana y hermosa. La verdad es que muchas personas, cuando empiezan a conocer los defectos de la persona con la que están saliendo tienen en la mente "ah, si tan solo pudiese cambiar estas cositas, sería perfecto". Y no. Ese es un gran error que puedes cometer al empezar una relación.
—Claro, cuando conociste a esa persona, ya tenía una vida. Ya hacía las cosas que hace, ya vivía de la forma como lo hace. No entres ni consolides una relación pensando en que vas a cambiar cosas de esa persona con el tiempo, porque eso quiere decir que no estás respetando lo que la otra persona es y su manera natural de evolucionar.
—Un ejemplo. Supongamos que a sujeto A no le gusta que sujeto B tenga barba. Y no, no es experiencia personal —se ríe—. Puede ser que lo conoció con barba o que se la dejó los últimos días. Chicos, es su rostro, su barba, y si quiere experimentar cómo se siente con ella, es su problema. Comentarios como "tu barba me raspa", o "si te afeitas después de salir de la ducha te haces menos daño", o "creo que estamos por convertirnos en una pareja que no se besa", o "mientras tengas barba no me voy a acercar a ti", o "bueno, supongo que voy a tener con vivir irritación cada vez que nos besemos", o "voy al supermercado, ¿quieres que te traiga una afeitadora?". Eso no suma. Sólo estamos manipulando, dando consejos que nadie nos pidió, haciéndolo avergonzarse de sí mismo o incluso destruyendo un poco su autoestima. Aprende a vivir con su barba y adáptate, así como él se adapta cuando no te rasuras las piernas, o cuando lo besas sin haberte lavado los dientes.
—Entendemos que hay cosas que no debemos tolerar de una pareja, pero tienen que ser cosas sustanciales. Seamos justos, todos tenemos mañas y defectos.
—Y para hacerlo equitativo, otro ejemplo. Un sujeto A que critica a su novia B porque se cortó el largo cabello rubio que la caracterizaba. ¿Y? Es su cabello, es su cuerpo. Si a ella no le gusta como le quedó, se lo va a dejar crecer de nuevo. Si le gusta, acostúmbrate. Acepta a esa persona por lo que es y lo que quiere ser. Si te resulta insoportable, pues es el momento de cerrar esa puerta.
—Clarísimo.
—En el tema relacionamiento estable nos enviaron varias consultas —señala Méndez—. La primera es sobre relaciones a distancia. Y, bien sea porque por alguna razón uno de los dos tuvo de alejarse, o porque se conocieron por internet, o por la razón que sea, una relación a distancia es muy difícil y sólo el que lo ha vivido lo entiende. Lo importante para que funcione es tener un plan.
—Tener luz al final del túnel.
—Claro. ¿Es por un tiempo determinado o no tienen idea cuando se volverán a reunir? No estoy hablando de juntarse en Navidad o visitar en los cumpleaños. Puede ser que uno de los dos está asignado por trabajo por unos meses a otra ciudad, o que se fue a estudiar cuatro años al extranjero, o que vive en tal país pero tiene plan de venir a vivir contigo o tú con esa persona. Lo importante es que sepan que en tanto tiempo determinado, van a volver a estar juntos. Siempre tiene que haber un plan de encontrarse, de que alguno cambie la situación.
—Y es algo que se tiene que charlar. Son un equipo, tienen un proyecto de vida en común. El sacrificio tiene que valer la pena, si no, no pierdan el tiempo.
—Y en cuanto a técnicas para mantener la llama encendida hay miles. Mi favorita es que diferencien citas de negocios de las citas románticas. Es decir, si tienen un tema que charlar que tenga que ver con itinerarios, tiempo, vida diaria, etcétera, eso es un tipo de conversación. Pero dejen un espacio definido y diferente para el romance y el sexo.
—Otra que es muy común es dejarse sobres marcados con acciones necesarias. Tipo "para abrir en tu cumpleaños" y que incluya una gift card de algo, o "para abrir cuando estés enojado conmigo" y que contenga una foto de cuando vivieron algo chistoso que lo haga reír, o "para abrir cuando pienses en tirar la toalla" y que contenga algo que reactive la chispa como una foto en ropa interior, o que le traiga un recuerdo de algún momento particularmente emotivo, o incluso una hoja con la fecha del próximo reencuentro.
—Muy buenos tips. Muchas gracias doctores. Bueno chicos, vamos a parar por aquí, prometiendo que tendremos una parte tres donde hablaremos de convivencia, terapia sexual y cómo superar una ruptura. Interesante, ¿no? Entonces quédense por ahí que pronto volvemos. ¡Los quiero! ¡Mua!
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