El chico estaba nervioso.

La chica estaba indecisa.

Harry mordía sus uñas.

Emma mordía su labio.

El ojiverde no dejaba de mirar la pantalla de su laptop.

La ojiverde no dejaba de mirar su laptop que se encontraba cerrada sobre su cama.

Su Curly oyente predilecta, tal como él le había apodado, no había acordado una hora con él, y Harry sentía que en cualquier momento explotaría por los nervios y la ansiedad.

"¿Qué debo decirle?" No cansaba de repetirse esa pregunta en su cabeza.

Él sabía muy bien qué tipo de sentimientos comenzaban a crecer dentro de su corazón, aunque nunca pensó que pasaría por una situación como aquella, los aceptaba con ilusión. Estaba de acuerdo con que le daba miedo... Ya saben lo que dicen; el mayor miedo que tiene el ser humano, es hacia lo desconocido. Por supuesto que esta no era la excepción, es decir, ¿sentía cosas por quién realmente?

Emma por otro lado, no paraba de sentirse cada vez peor, ¿por qué había aceptado que se vieran? Y su mente rápidamente saltaba con una respuesta, porque no podía más con las ganas de intentar tener algo más allá de los micrófonos de esa emisora. Sin embargo, el remordimiento la estaba carcomiendo. Además, la idea de que Harry pensara que ella solo estaba jugando con él...

Aun cuando en un principio si era así.

—Emma, necesito tu ayuda, ahora sí estoy hablando en serio.

—¿Qué demonios quieres ahora, Eliot? —preguntó molesta mientras se levantaba de la cama.

—Ya te dije, ¿por qué ahora no quieres ayudarme?

—Porque no quiero, además ¿quieres vivir así toda tu vida? ¿A base de trampas? —su hermano frunció el ceño.

—¿A qué mierda viene todo este parloteo de moral?

—Es la verdad—respondió enojada mientras lo encaraba. —Sabes perfectamente que lo que hicimos no estuvo bien, aun me siento muy mal y prometí que no lo repetiría, así que basta de pedirme algo así—sintió sus ojos cristalizarse por lo que le dio la espalda. —Tú no tienes la conciencia sucia porque fui yo quien lo hizo—escuchó como resoplaba.

—Bien, por lo menos dime donde se realizará el próximo y los posibles potenciales—ella negó lentamente. —¡Maldición, Emma! —el grito de su hermano hizo que la chica saltara en su puesto observándolo con un poco de miedo. —¡Soy tu hermano! ¡¿Entiendes que por eso debes ayudarme o no tienes la inteligencia suficiente?!

—Ya no me grites—murmuró la chica.

—Entonces has lo que te pido—Eliot la agarró del brazo, no tan brusco como él realmente quería, intentando intimidarla. Sin embargo, Emma subió la mirada y con los ojos llorosos volvió a negar.

—No, Eliot—escupió con la mandíbula apretada. —¿O es que acaso no eres capaz de obtener lo que tanto deseas sin trucos sucios bajo la manga?

—¿Por qué gritan? —preguntó Elena de repente entrando a la habitación de su hermana.

—Nada Elena, vete.

—Déjala, Eliot—la pelirroja se soltó del agarre de su hermano mientras se agachaba a la altura de la pequeña la cual observaba a ambos con preocupación.

—¿Estás bien? —la niña preocupada le acarició el brazo. Ella asintió y ambas vieron como el mayor se dirigía hacia la salida.

—No hemos terminado de hablar—comentó con rabia señalando a Emma para luego salir del cuarto.

—¿Qué le sucede?

—Está enojado, El. Siento que hayas tenido que escucharlo gritar—Elena asintió con el ceño levemente fruncido.

—¿Por qué está enojado?

—Porque quiere que haga... algo que no quiero

—No te puede obligar, si lo hace es un niño malo—la ojiverde rió suavemente para luego asentir. —¿Hoy no hablabas con el chico raro por Skype? —Emma frunció el ceño.

—¿Cómo sabes que...?

—Dejaste tu Twitter abierto—respondió mientras se encogía de hombros. La mayor suspiró.

—Eso no está bien.

—¿Entonces es un sí? —preguntó curiosa evadiendo el regaño. Emma rió suavemente.

—Sí—asintió levantándose —Pero creo que aún no estoy preparada.

—Pero él dijo que te quiere y tú lo quieres, deberías hablarle.

—Es... complicado.

La niña corrió hacia la cama y agarró la laptop para colocarla sobre sus piernitas.

—No te preocupes, yo te ayudo a desencomplicarlo—u hermana rió mientras se sentaba a su lado.

—Esa palabra no existe.

—No importa, yo la creé.

Y con una sonrisa en su rostro junto a todo el amor del mundo, besó la coronilla de su encantadora hermana pequeña.

(...)

—¡No sabes hacer trencitas, Harry! —le reclamaba la pequeña Soph mientras se arrancaba las colitas que su hermano había intentado colocarle.

—¡Oye! ¿Sabes cuánto tiempo duré haciendo una?

—Me enredaste el cabello, tonto—él rió apenado para luego cargarla.

—Oye, Soph ¿quieres conocer a una amiga?

—¿Es fea o bonita? —preguntó inocente jugando con el cabello de su hermano.

—Es... bonita, muy bonita, casi tanto como tú.

—Bueno sí—el chico la bajó para luego tomar una de sus manos mientras ella, con la otra, intentaba quitarse las colas restantes.

Ya en su habitación miró la pantalla de su laptop y pensó que su corazón se saldría.

Llamada entrante de Emma Jones...

—¿No vas a responder? —preguntó Soph curiosa viendo cómo se mantenía estático. —No tiene foto de perfil, anda contesta, quiero verla.

Harry estaba paralizado, ¿qué diría? o mejor dicho ¿qué sentiría al verla?

—Entonces yo contesto.

—¡No, Sophie!

—¿Hola? —preguntó la pequeña a la pantalla en cuanto aceptó la llamada.

—¡Mira Em, hay una niña! ¡Hola! ¿Cómo te llamas?

—Yo soy Sophie, ¿y tú?

El rizado no se había acercado a la pantalla, por lo que no podía ver que la pequeña que hablaba al otro lado resultaba ser "Elma".

—Soy Elena—esa respuesta hizo que él reaccionara acercándose a su hermana para visualizar la pantalla de una vez por todas.

—Espera un momento, yo te conozco—comentó Harry achicando los ojos.

—Oh, oh—pronunció la pequeña para luego salir corriendo.

—Creo que es tímida—susurró Soph a su hermano, pero él estaba ido.

¿Por qué había dicho que se llamaba como su hermana? ¿Cómo era posible que Elena conociera a Emma? ¿Qué mierdas estaba sucediendo?

—Aquí ya no hay nadie, Harry—ella resopló mientras le daba el aparato a su hermano.

—¿A dónde vas?

—Voy a peinarme—y se fue cerrando la puerta de su habitación.

—¿Emma? —preguntó con inseguridad en dirección a la pantalla la cual se encontraba poco iluminada.

—Hola Harry—el chico frunció el ceño al escuchar finalmente una voz y de repente las luces del cuarto alumbraron más el lugar. —Espero no me odies.

—¿Por qué tendría que...?

Se quedó sin respiración.

Completamente mudo.

Inmóvil como una piedra.

—¿Elena? ¿Conoces a Emma? ¿Dónde está ella? ¿Y por qué tu hermana dice que se llama como tú? —soltó una pequeña risa nerviosa. —Perdona, pero no entiendo—la chica soltó un gemido lastimero mientras trataba, inútilmente, de retener las lágrimas.

—No Harry, ella es mi hermana, su verdadero nombre sí es Elena.

—¿Qué diablos? —el chico sentía como su corazón latía cada vez más rápido. No entendía nada.

—Harry yo... yo soy Emma, no Elena—limpió su cara y tomó una gran bocanada de aire para finalmente hablar. —Y perdóname por haberte mentido todo este tiempo.

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PREGUNTAAAAS: ¿Han visto American Ninja Warrior? Yisus, estoy obsesionada con ese reality.

¿Su nombre tiene significado? El mío es estúpido porque en realidad no tiene significado propio, es el diminutivo de Paula en italiano. La burla, lol.

Me llegó el internet finalmenteeee. Actualizaré un par de capítulos más, pero deben saber que estoy extremadamente cansada y estar sentada frente a este computador justo ahora es un logro enorme, je.

Gracias por el apoyo, sé que están disfrutando de la historia porque así me lo han hecho saber, cosa que me hace muy feliz, los quiero un montón♥