18
🌁
Pasaron varios días después de eso, parecía tomar su curso común.
Jin ansiaba llamar a Namjoon, pero resistió un par de días para no verse tan intenso, aunque el pelirosa lo había olvidado.
Hoy despertó, dispuesto a llamarle, hasta percatarse de que su auto estaba bien. No había falla, la pintura incluso estaba intacta, no tenía motivos para hacerlo.
Es un hombre decidido, sabía perfectamente que Kim Namjoon le gustaba porque desde el principio vió esa piel morena tan suave que cubría su fuerte y marcada figura, subiendo hasta su bello rostro tan varonil y definido. Sus ojos con líneas discretas que hacían que su mirada fuese filosa y osada, sus labios algo gruesos y de textura deseable que lucían peligrosos, hasta sonreír y formar esas lindos hoyuelos que daban expresión dulce. Desde ahí le interesó, ni hablar de cruzar palabra con él porque fue la mejor decisión; él es amable, inteligente, divertido y tan natural.
Quedó encantado, no se avergonzaría de eso. Lo que quería, lo tenía y el dinero no es problema, decidió llamar al mecánico de la familia y lo citó lo antes posible en la entrada de su mansión, dejó su auto a un costado de la fuente.
A la brevedad el confiable sujeto llegó. —¿le sucede algo a su auto?— se quedó de pie con sus herramientas al lado de Jin.
—el auto está bien, en realidad quiero que me ayude a descomponerlo.— Jin dijo tratando de sonar lo más cuerdo posible.
Pero no funcionó, el mecánico levantó una ceja y la otra la enmarcó. —¿descomponer un auto de gama alta que está semi nuevo?— confundido.
—no como tal, sólo quiero que haga algunas fallas para que lo tenga que llevar a reparar, algo grave pero no tan grave.— explicó.
Él lo miró serio y habló. —no creo que sea posible, si yo llego a dañar alguna manguera, conexión o algo por más mínimo que sea, será difícil de reparar y de encontrar las piezas para éste modelo.—
Jin suspiró. —quiero que el auto necesite alguna reparación no tan grave, porque quiero contratar una persona en especial ¿cómo me puede ayudar?—
El sujeto levantó los hombros se acercó a la puerta del auto, con toda su fuerza levantó la herramienta y la estrello entre la orilla del techo en la puerta y el vidrio el cual voló en mil pedazos, aparte de que por el impacto la puerta se abrió botando.
—¡nooooo!— Jin tocando su cabeza.
—ésto es justo lo que necesita, el vidrio es fácil de conseguir, la abolladura del auto se repara con una maquina simple y la pintura también es común, es un trabajo superficial que tardará un par de semanas.— explicó.
Jin lo analizó, aunque no le parecía ver a su auto así, pensó que no había forma de retractarse ahora. Entonces suspiró rendido. —gracias, ¿cuánto le debo?—
El hombre soltó una carcajada. —hijo, ¿pensabas pagarme por ésto?— tomó sus cosas y se marchó.
Cuando se fue, Jin tomó su teléfono y marcó enseguida, mientras sonaba del otro lado su estómago era un remolino.
y cuando el —¿bueno, quién llama? — sonó con esa linda voz grave, se paralizó, estaba tan nervioso.
Al parecer había pensado demasiado, porque el guapo pelirosa volvió a hablar. —¿holaa?—
—ah, sí, hola soy SeokJin.— habló como sus nervios se lo permitieron.
—heey, ¿cómo estás, por qué el gran motivo de tu llamada?— de gran humor por parte de la otra línea.
Jin se relajó. —pues, te había comentado sobre mi auto, ¿podrías venir a checarlo?—
—claro, dame una hora para desocuparme y envíame tu dirección, llegaré rápido.— el contrario sonó amable.
Jin sonrió y agradeció, corrió dentro de la casa a arreglarse un poco.
⛽
Namjoon llegó a la mansión de los Kim en un taxi pues la noche anterior se quedó en casa de Yoongi. Estaba sorprendido, había ido a casas con gente que tenía dinero pero esto sin duda era un nivel diferente, la vista de sus ojos no abarcaba lo suficiente para toda la casa en sí, era inmensa y tan lujosa que lo olvidó cuando vió salir a Jin corriendo hacia él.
Saludándolo. –¡Namjoon!–
Él sólo levantó la cara en forma de saludo, lo vio acercarse a él con sus mejillas rojas, su camisa abotonada sólo hasta la mitad y sus pantalones de vestir. Levantó su rostro de su cuerpo cuando Jin habló. —¿cómo haz estado?— movió suavemente su cabello hacia atrás.
—Bien, ¿dónde está el auto?— preguntó mientras tenía su caja de herramientas en la mano.
—en el estacionamiento de atrás, acompáñame.— comenzó a caminar y él lo siguió. El jardín principal era inmenso y Namjoon al observar todo se sintió tan pequeño. Aunque de sus pensamientos lo sacó Jin.
—aquí está, tarda el tiempo que necesites.— se puso a un costado.
—¡Wow!— dijo viendo el vidrio roto y la abolladura. Pasó su mano por ella y dijo. —¿no habías dicho que fallaba alguna manguera o extensión?—
Jin se puso rojo y se quedó sin palabras.
—en fin ... esto es un golpe y quedará en días, necesito llevármelo porque necesito las maquinas de mi taller para sacar la abolladura, pintura y buscar el vidrio adecuado.— se puso a explicar mientras miraba el auto y dejaba las herramientas en el suelo.
—¿llevártelo?— Sin duda fue una mala noticia pues tendría que estar varios días sin su auto favorito y cómo se lo explicaría a su madre pues apenas le había levantado el castigo.
Namjoon no se lo tomó así. —sí te lo devolveré, soy profesional o simplemente llama alguno de tus mecánicos del equipo al que perteneces y no me hagas perder mi tiempo.— ofendido, tomó sus herramientas.
—no, yo confío en ti, sólo que, mi madre me matará.— dijo colocando una mano en su frente.
Nam se rió. —¿tu mamá paga las cuentas de tu auto?—
Jin recuperó la postura. —no, yo tengo mi dinero pero notará que no está y me preguntará por él y probablemente me va a castigar.—
Namjoon estalló más en risa. —¿te castigan?—
Él ofendido por sus burlas se cruzó de brazos. Pero con el ambiente más ligero Nam se rió de nuevo suavemente y abrió la puerta del auto. —vamos, ve conmigo y te enseñaré donde estará por estos días, te regresaré más tarde.— le extendió la mano pidiéndole las llaves.
Jin se las dió y enseguida fue a subirse del lado del copiloto. Comenzaron camino al taller de Nam, sobra decir que él no escatimó en la velocidad del grandioso McLaren P1 con motor de doble turbo v8 3.8L.
Llegaron. Jin observó que era su cochera aparentemente, la casa tenía una fachada muy bella.
Namjoon sonreía porque realmente le gustó manejarlo. —se nota que lo disfrutaste.— Jin dijo mientras el portón eléctrico se levantaba.
—sólo quería ver si fallaba de nuevo lo de la manguera que me comentaste, pero todo está bien.— dijo ampliando la sonrisa pues usó como excusa eso. Namjoon también tenía un buen auto pero él se dedicaba a esto entonces tenía una fascinación fuerte por los equipos de alta gama.
Entraron y ambos bajaron del auto.
—aquí es.— Namjoon bajó sus herramientas y las dejó a un costado. —es mi casa.—
Jin observaba todo.
—bien ahora sabes dónde estará y donde vivo no tienes de qué preocuparte, sólo iré por las llaves de mi auto y te llevaré, necesito empezar a trabajarlo.— Namjoon dijo prendiendo todas las luces.
—no tengo prisa, si no te molesta me gustaría quedarme.— Jin respondió al instante.
Namjoon lo miró sin decir nada y Jin siguió hablando. —le tengo mucho cariño a mi auto.— agregó.
Él levantó los hombros y le pareció bien. —si le tienes tanto cariño no debiste chocarlo.— sonrió ampliamente.
—sí, bueno, los accidentes pasan.— Jin relajándose.
—¿y cómo estuvo el choque?— mientras se quitaba la camisa quedando sólo en la de resaque blanca.
Jin al ver eso se quedó callado mirándolo.
Namjoon no era ciego, mucho menos tonto, sabía cómo estaba viéndolo y la verdad no lo incomodaba, podríamos decir que lo halagaba un poco.
—¿no saliste lastimado tú?— Namjoon siguió hablando pues el golpe estaba en el lugar del conductor.
Y él salió de su trance para responder. —no, la verdad no lo recuerdo tan bien pasó muy rápido.— tocó su nuca.
Namjoon no pidió más explicaciones pues empezó a tallar el color para poder trabajar en la abolladura. Jin disfrutó verlo trabajar y estar con él el resto de la tarde.
🌆
Taehyung se reía con Woo shik mientras estaban en la habitación del mismo.
—¿y cómo está mi hermano?— le preguntó a Tae.
—trabajando como tengo entendido.— respondió mientras aventaba una pelota pequeña a la pared y la atrapaba una y otra vez.
—¿y cuándo tienen carrera?— Woo preguntó mientras se sentaba en el escritorio a un costado de Taehyung quien estaba acostado en la cama.
—la verdad lo he olvidado preguntar, últimamente la vida va muy rápido y es curioso en realidad que no lo sepa porque ya tengo mi auto para competir.— dijo enseguida.
—¿entonces el auto en el que llegaste es tuyo? Pensé que era de Hoseok.— sorprendido, abrió un cajón y sacó una pipa.
—no, es mío Nam y Yoongi me lo regalaron.— Respondió sin mirarlo.
—¿Nam?— preguntó indignado, mientras empezó a fumar.
Pero suerte de que Taehyung no lo estuviese mirando pues no notó la forma en la que lo miró y dijo tal pregunta, aparte de ser interrumpido por la señora Kim en la habitación. —Shik, SooHe vino a buscarte está afuera esperándote, Tae ¿te gustaría quedarte a cenar?—
Woo shik se guardó la pipa en el bolsillo y Taehyung se puso de pie. —Gracias señora Kim, me encantaría.— sonrió.
La señora salió del cuarto y ambos salieron por SooHe.
La saludaron como a cualquier amiga se le saluda, pero el teléfono en el bolsillo de Taehyung comenzó a sonar y él se apartó para responder. —¿bueno?—
—¿Taehyung? Hola soy Jungkook.— estaba nervioso.
—Hola, ¿cómo estás?— amable.
—bien, bien.— Jungkook se quedó incómodamente callado.
—y ... ¿por qué me llamas?— Taehyung se rió un poco aligerando el humor.
—ah, es que te comenté que quería entablar una amistad contigo, me agradas, entonces quería saber si ¿querías salir a cenar conmigo?— preguntó hablando rápido pero Tae si le entendió.
—que lindo.— sonrió —pero hoy quedé en cenar en casa de un amigo.—
Enseguida siguió hablando Jeon. —¿o qué tal mañana? Hay una exposición de arte a la cual quiero ir y podrías ir conmigo, claro si quieres, yo entiendo.—
—genial, suena divertido. ¿A qué hora es?—
—a las 05:30 de la tarde, dame tu dirección yo paso por ti a donde me digas.— de mejor humor.
—va, te pasaré la dirección por mensaje, hasta mañana.— Taehyung miró a Woo Shik hablando aún con SooHe.
—claro, hasta mañana, cuídate.—
Taehyung colgó porque veía que ambos comenzaron a caminar yéndose y corrió tras ellos. —chicos ¿a dónde van?—
—tenemos que hacer un pendiente, quédate con mamá, llegaré para la cena.— Woo respondió.
Tae sólo asintió viéndolos marcharse y entró a la casa con la señora Kim, la dulce señora Kim madre de Namjoon, él la quería como una madre, realmente se sentía afortunado pues ella siempre mostró piedad y bondad con él, ayudaba a forrar sus libretas, comprarle calzado o lo invitaba a comer de vez en cuando.
—huele delicioso Señora, ¿necesita que la ayude en algo?— Tae juntó sus manos algo apenado.
—sólo a montar la mesa querido, los platos están en aquella repisa.— la señaló. —¿y Shik dónde está?— ella mirándolo sólo.
—dijo que tenía un pendiente, que volverá para cenar.— él bajó los platos necesarios.
Ella suspiró. —entonces coloca uno menos hijo, él no volverá para cenar.— sonaba cansada.
Taehyung lo hizo.
—yo de verdad no sé qué pasa con él, es muy diferente a Namjoon, él no nos daba el tipo de preocupaciones que Woo Shik nos da.— ella comenzó a desahogarse.
El no sabía cómo responderle pero no tuvo que hacerlo pues enseguida el padre de Namjoon llegó a la casa.
—señor Kim.— Taehyung saludó mientras el señor saludaba a su esposa.
—¿cómo estás Taehyung-nie?— de gran humor, tenía la sonrisa idéntica de Nam.
—bien ¿usted qué tal?— Taehyung se sentó con ambos en la mesa.
—lo mismo de siempre hijo, trabajar, dormir y comer los deliciosos platillos de mi mujer.— el señor le tomó la mano a su esposa.
Taehyung sonrió pues le gustaba estar ahí, él ya no tenía a su familia pero agradecía la que la vida le dió. Ya que no es la sangre lo que nos une, es el respeto, la lealtad y el amor lo que nos hace familia.
Al terminar de cenar Taehyung lavó los platos y se despidió de los padres de Nam, para dirigirse a casa del mismo.
Al llegar sólo encontró a Yoongi quien estaba sentado en el sofá con Caleb de la mano mientras veían una serie.
—¡hola!— dijo con una sonrisa.
Ambos le respondieron el saludo.
—¿y Nam?— dijo quitándose la chamarra y colgando las llaves del auto.
—las estrellas bajaron y Jin contrató a Namjoon para que arregle su auto, estaba hace un momento aquí, fue a dejarlo a su casa porque el auto de él se quedó.— Yoongi explicó.
—oh, genial.— Subiría las escaleras sin darle tanta importancia cuando Yoongi lo detuvo hablándole.
—¿dónde estabas tú?—
—en casa de los señores Kim, cené con ellos.— respondió rápido.
—¿con Woo Shik?— Yoongi soltó a Caleb y se puso de pie. —¿te dijo algo en especial?—
—no, o sea sí estuve con él un rato pero no se quedó para cenar se fue con SooHe a algo que no me contaron.— Taehyung realmente no tenía problemas con explicar, Yoongi siempre preguntaba todo.
Min asintió pensando y regresó a sentarse con Caleb sin darle más importancia.
Tae continuó su camino al cuarto de arriba.
Yoongi besó la mano de Caleb. —no puedo creer que te vayas mañana.— en voz baja.
—lo sé, disfruté muchísimo mi estadía aquí, probablemente regrese pronto.— le sonrió.
—eso me encantaría.— Yoongi respondió mientras se acercó a besarlo y no pararon de hacerlo.
En unos cuantos minutos entró Namjoon rápidamente pues Taehyung olvidó colocar el seguro. —la próxima vez pongan seguro.— dijo divertido pues los vió besándose.
Ambos se separaron y se rieron. —tienes razón, ya nos íbamos.— respondió Yoongi.
—¿no se quieren quedar otro rato?— Namjoon dejó las llaves.
—no, Caleb se va mañana y tiene que descansar.— Yoongi se puso de pie al igual que el otro chico.
—pero en serio déjalo descansar Min.—burlón fue a sentarse a la barra de la cocina.
Ambos rieron y Yoongi le dijo en voz baja a Caleb mientras le daba las llaves del auto que lo esperara ahí unos minutos que necesitaba hablar con Nam. Y él lo hizo.
—Tae últimamente anda mucho con Woo Shik.— le dijo a Namjoon en cuanto Caleb salió.
—¿y qué sabes?— Namjoon más serio mientras tomaba algo del refrigerador.
—hasta el momento nada, pero no me gusta.— serio.
—ni a mí, hablaré con él, puedes estar tranquilo.— respondió.
Las chocaron como despedida y Yoongi enseguida se fue a su auto.
Llevaba a Caleb a su hotel. —¿hoy te quedas conmigo? Anda la última noche.— Yoongi habló mientras manejaba.
—quisiera pero todavía tengo cosas por empacar.— de buen humor.
—entonces ¿mañana te llevo al aereopuerto?— Yoongi lo miró pues estaba en un alto.
—mi madre me pidió un Taxi porque le gusta adelantar los planes.— se rió. — pero espero que estés ahí para despedirnos.— tocó suavemente su hombro.
—te lo prometo.— Min sonrió y le dió un beso fugaz pues se puso en siga el semáforo.
🌃
Al día siguiente era la mañana. 07:46am.
El vuelo de Caleb salía a las 09:00am. Era bastante temprano pero Yoongi ya estaba listo, recién bañado sentado en la barra de su cocina.
Despertó tan rápido pues soñó con Jimin. Se recreó completamente en su cabeza el momento en el que lo besó, eso empezó a sonar demasiado en su cabeza pues aquel beso no había sido hablado aún. No sabía nada de él desde hace días, sentía cierta culpa por lo que Namjoon le había contado de cómo Jimin se alteró.
Muchas cosas estaban girando en su cabeza.
Decidió llamarlo. No lo pensó mucho, el teléfono sonaba, inventaría cualquier excusa para poder quitarse la culpa pero Jimin voluntariamente rechazó la llamada.
Yoongi supo que estaba despierto y que le rechazara voluntariamente lo hizo sentir peor. Era un conocido descarado entonces al mirar el reloj supo que tenía tiempo para ir a visitarlo. No quería esta intranquilidad mental, tenía que resolverlo.
Tomó sus llaves y se puso en camino al departamento de Park Jimin.
Llegó y enseguida fue a su piso, tocó el timbre.
—¿quién es?— se escuchó desde adentro, por suerte, estaba aquí.
Yoongi no respondió pues sabía que al decir su nombre no iba a abrir.
En cuanto Jimin abrió se quedó congelado unos segundos pero enseguida recuperó la postura. Estaba arreglándose pues saldría a desayunar con Jin. —¿qué quieres?—
—no respondiste mi llamada, supongo que tenemos que hablar de lo qué pasó por q... — yoongi empezó a hablar.
—no pasó nada y si no respondí es porque no tenemos nada qué hablar, adiós.— trató de cerrarle la puerta en la cara pero Min la paró.
Jimin le giró los ojos y se regresó a dentro, Yoongi lo siguió. —¿podemos hablar como adultos por una vez?—
—como ya te dije, no hay nada de qué hablar.— Jimin se miró en el espejo acomodando su cabello.
Yoongi estaba parado detrás de él. —tienes razón, no sé qué hago aquí o por qué intento hablar contigo como si tuviera algún sentido, tengo un vuelo que alcanzar.— se giró dispuesto a irse.
—yo te diré que haces aquí.— Jimin camino detrás de él.
Yoongi siguió caminando. Y de forma arrogante le respondió —ah sí? Dímelo.— abriría la puerta. Pero Jimin la empujó sin dejar que la abriera.
—te gusto.— dijo en voz baja.
Yoongi se giró a él y con una sonrisa irónica respondió. —eres increíblemente idiota, crees que todos existimos para ti y estás muy equivocado.— mientras se recargaba en la puerta porque Jimin se estaba acercando a él y empezó a tartamudear. —porque yo no quiero nada que ver conti..—
No pudo acabar de hablar porque Jimin empezó a besarlo mientras recargaba su cuerpo contra él.
🛤️
Holiss
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