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TRES MESES DESPUÉS (Segunda parte)

¡He vuelto! Mil perdones por mi larga ausencia, pero fue por una buena razón: estuve estudiando como loca para al fin recibirme de profesora de Lengua y Literatura.

Para compensar mi larga ausencia hoy subiré un pack de tres capítulos.

Los amo <3

...

 Estamos sentados en la mesa de la cocina, mientras desayunamos. Lea apareció temprano en mi casa, con Devon en brazos. Tenía que hacer unos trámites cerca de mi casa, así que aprovechó para despertarme temprano. Cosa que no me ofendió, pues, tenía el reloj programado para que sonara media hora más tarde.

Devon está recostado en mis brazos, mientras yo lo apapucho y le hablo como a un bebé. Es extraño, a pesar de que no tenemos ninguna conexión sanguínea, siento como si fuera mi sobrino y estoy seguro que lo querré como a uno.

Charly, sentado a mi lado, juega con el bebé. Devon se ríe cada vez que mi amigo hace alguna monada.

— Qué lindo — dice con ternura —. Esto me hace pensar que adoptar un niño no sería tan malo — declara y mira a su novio para ver su reacción.

Mikael se atraganta con su café y debe toser un par de minutos hasta que logra respirar sin ninguna obstrucción.

— Eh... es algo que... debemos pensar bien, antes de... — me sorprendo. Es la primera vez que veo a Mikael balbucear. Esa es su debilidad al parecer: los niños. Quién lo diría.

Lea me mira con una risa contenida. Yo niego y dejo escapar una pequeña carcajada.

¿Charly de padre?, nunca me lo hubiera imaginado ni en el sueño más loco. Pero, pensándolo bien, ¿quién dice que no podría ser uno?, lo conozco bien y estoy seguro que sería un padre maravilloso.

— Si quieren adoptar, yo los apoyo — le digo a Charly, sobando su hombro de manera amistosa. Mikael me envía una mirada asustada desde el otro lado de la mesa. Lo siento, pero si tenía que ponerme del lado de alguien, siempre sería de Charly.

Charly me sonríe y luego toma a Devon de manera emocionada.

— Creo que tendré que practicar contigo antes.

Mikael mira a Charly y al bebé de manera asustada, pero relaja la expresión cuando Lea le pasa a su novio el biberón para que lo alimente. Devon se prende a la tetina y succiona para alimentarse. Mi amigo sonríe con ternura mientras sostiene la mamadera en diagonal.

Mikael se queda como embobado, viendo esa escena.

— Talvez... — lo escucho mascullar — Talvez no sea tan mala idea — dice el chico alto, con tan poca voz, que sólo yo logro escucharlo.

— Todavía es muy pronto para pensar en eso— me responde Charly a lo que había dicho anteriormente —. Todavía no nos hemos casado, y ¡no pienso criar a mi hijo como madre soltera! — bromea, pero hay parte de verdad en sus palabras. Su boda se había atrasado por mi culpa, al igual que su mudanza. Mikael vivía prácticamente aquí, pasaba más tiempo en esta casa que en la suya propia, pero no era lo mismo. Yo lo entiendo. Necesitan su espacio personal, para ellos dos solos.

— Sabes que puedes casarte cuando quieras — le digo y todos me miran seriamente —. No me uses a mí como excusa si le temes al compromiso.

Charly se relaja cuando bromeo con ello. Se carcajea, lo que molesta un poco a Devon, pero sigue tomando de la mamila, sólo que ahora, con una expresión enfadada.

— ¿Yo miedo al compromiso? Pff — se ríe y luego me echa una mirada analizadora, como si intentara leerme sólo con sus ojos, como si pudiera hallar en mí algún signo de que ya estaba mejor, de que podía vivir solo sin su supervisión, y por su expresión, entiendo que lo que descubrió eran buenas noticias —. Talvez tengas razón, es tiempo de reanudar nuestra boda, ¿qué dices, cariñito?

Mikael le sonríe.

— Lo vengo esperando desde hace mucho.

Charly se mueve para besar a su novio, quedando Devon entre ellos dos, cosa que molesta mucho al bebé.

— Oh, mi bebé — dice Lea tomando de vuelta a su hijo —. No llores.

— Por lo que veo, no tienes mucha manía de padre — bromeo con Charly y él me envía una mirada enfadada —. Pero ya lo dije, igual te apoyo.

Todos reímos en la mesa, menos Charly y Devon, que sigue llorando.

Esa tarde, en el trabajo, las cosas se veían algo diferente. Puede que sea porque yo me sentía renovado, en un estadio cambiante. El bufete se veía más vivo que nunca, o talvez, el que se sentía vivo era yo.

Puede que, el hecho de poder dejar ir a Charly sin derrumbarme o sentir que sería mi fin, era un gran avance y eso me contentaba. Me hacía sentir algo parecido a la felicidad.

Talvez... me estaba acercando a la felicidad que siempre deseé. Cada vez que lograba independizarme de mis amigos y de los demás, era como si me acercara un paso más a ese estadio que antes, parecía un imposible, una ilusión, una utopía.

Ahora mismo, estoy sentado en una mesa, siendo parte de una reunión. Mi cabeza está en el trabajo y en nada más. Ya no tengo pensamientos que me enajenan de la realidad.

— Jeremy, hay un caso de divorcio. ¿Te interesa hacerte cargo?

Abro la boca con sorpresa.

— ¡Por supuesto! — el anciano, el mismo que en reuniones anteriores me había regañado, me mira de manera divertida, al parecer demostraba mi emoción sin tapujos — Quiero decir... déjemelo a mí — intenté aceptar, esta vez, de manera más cordial.

— Hay una cita programada con el cliente, el martes, en este café — dice extendiéndome una tarjeta, yo la tomo —. Encuéntrate con él y arregla una fecha para disponer su juicio.

— Lo haré, no lo decepcionaré — digo y el anciano se extraña por mi comentario.

— Por supuesto que no lo harás — dice y esta vez soy yo quien se sorprende. Al parecer me tiene en alta estima y yo no lo había notado. Talvez mi psicóloga tenga razón, yo era el único que me tenía por un inútil. Todos creían en mí, menos yo.

Miro la tarjeta con interés, reconociendo la ubicación del café. Es uno frecuentado constantemente por personas profesionales que buscaban desayunar y trabajar al mismo tiempo, con un café en una taza y un bocado dulce en la mesa.

Siento algo de nervios al pensar en el caso que me han asignado: un divorcio. No es muy complicado, pero cuando se trata de desamor soy algo sensible.

¿Quién será el desafortunado? ¿Él también estará roto como yo lo estuve al cortar con David? 

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