Dos días enteros transcurrieron desde el desastroso intento de cena en casa de San.

Wooyoung se encontraba en el sofá de su sala, observando el soleado día a través de las ventanas de cristal, vivir en un piso alto tenía sus ventajas.

El sonido del móvil le obligó a desviar la vista, lo tomó y observó el número que aparecía en la pantalla, número desconocido.

—¿Hola?

—Señor Jung, disculpe las molestias... Le habla la madre de San.

—Señora Choi, me alegra escucharla ¿Ocurre algo?

—Llamo para disculparme... Por lo ocurrido la otra noche, jamás creí que terminaría así.

—No señora, no debe disculparse, al contrario, yo pido perdón si por mi culpa se han originado problemas entre usted y su hijo...

—Respecto a eso... También me gustaría hablar con usted, en persona.

—Por supuesto ¿Me permite invitarle un café?

—Me parece bien ¿Está tarde? Hay un café japonés en el centro.

—Conozco el lugar, le estaré esperando allí.

Luego de una corta despedida el rubio finalizó la llamada. Por lo menos tenía a alguien de su lado.

De tantos omegas que hay en el mundo ¿Tenía que tocarle uno tan testarudo y complicado? Aunque en el fondo no se quejaba, San era alguien extraordinario. Había pasado la noche anterior metido en las redes sociales del chico.

Estudiaba periodismo y comunicaciones en la universidad, era muy bueno en Karate y actualmente se encontraba en el equipo de natación, en el cuál había ganado varias medallas. También hace voluntariado en un asilo y suele visitar un orfanato. Conclusión, era alguien maravilloso.

También notó que en sus fotos siempre suelen aparecer las mismas personas, su madre, su hermano, un chico castaño, un pelirrojo y un tipo pelinegro, este último parece alfa.

Vaya detalle, el pelinegro es de pocos amigos ¿Sorpresa? Claro que no, solo hay que ver semejante carácter que se carga.

El rubio se puso de pie, tendría que tomar una ducha y arreglarse para ver a la madre de su peculiar omega.

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La castaña avanzó por el establecimiento hasta que identificó al alfa rubio sentado en una de las mesas del fondo.

—Buenas tardes... —saludó mientras tomaba asiento frente al joven.

—Es un placer volver a verla, Señora Choi —comentó el rubio.

—Gracias por la invitación.

—Al contrario, gracias a usted— respondió el menor— estoy a su disposición para lo que necesite... por cierto ¿Cómo está San? No he tenido noticias suyas.

—Mejor, ya retiraron el vendaje de su cabeza... Sigue enojado, apenas y me habla.

—Ya veo...

—Justamente de eso te quería hablar... Dime, Wooyoung ¿Qué sientes por mi hijo?— la pregunta tomó por sopresa al alfa, quien pensó por unos momentos antes de responder.

—Cuando Yunho apareció pidiendo ayuda... No lo dudé en ningún momento... Cuando ví como ese imbécil golpeaba a San contra la pared— habló el rubio con algo de rabia, apretando los puños sobre la mesa— algo surgió dentro de mí, mi lobo gritaba como loco "Mío, mío, mío" sentí unas ganas inmensas de protegerlo, era el omega más hermoso que había visto en toda mi vida— su expresión se suavizó— desde que lo conocí he tenido la absurda necesidad de saber más de él, lo que le gusta, lo que odia, sus miedos, penas y alegrías...

—Qué extraños ustedes los destinados... —comentó la castaña— Sé leer bastante bien a las personas, Wooyoung, algo me dice que mereces un voto de confianza, tal vez esté equivocada o quizás nada, el tiempo lo dirá y espero que su respuesta sea positiva... Habrás notado que San es un omega bastante... difícil.

—Eso ya me quedó más que claro— respondió el menor.

—San no es así simplemente porque si, desde pequeño he intentado ayudarle por todos mis medios, pero él es como un animal salvaje al que han apaleado, no puedes domesticarlo... Solo mostrarle amor, pero mi amor no ha sido suficiente... Sentí alivio al saber que había encontrado a su alfa destinado, alguien que pudiera mostrarle que no todo es como él lo ve.

—Pero él no quiere eso...

—Te equivocas, solo se obliga a no quererlo.

—¿A qué se refiere con eso exactamente? — preguntó el rubio con el ceño fruncido.

—En primer lugar, está conversación se queda entre tú y yo, confiaré en tí, algo me dice que estoy haciendo lo correcto.

—Por supuesto, tenga por seguro que lo que sea que usted diga se quedará entre nosotros.

—Bien... San, él es... adoptado, los adopté a ambos, tanto a él como a Yunho cuando eran pequeños— Wooyoung la miró sorprendido, aguardando a qué continuara con el relato— San fue muy maltratado en aquel orfanato, siempre procuró mantenerse junto a Yunho, le protegía y le cuidaba, mi intención era solo adoptar a uno ¿Pero como iba a separarlos? Así que me llevé a los dos a casa... Todo estuvo bien hasta que San cumplió los 12 y llegó su primer celo como omega, desgraciadamente en ese momento se encontraba en la escuela... Unos chicos, alfas, de un grado mayor intentaron abusar de él, de no ser por el conserje, quién sabe qué hubiese pasado...

—Malditos hijos de... —Wooyoung se había llenado de ira solo con imaginar aquella escena.

—Luego de eso, cambió de escuela y nos mudamos... ahí fue donde conocimos a Moonbyul, fue nuestra vecina, una Omega ya en sus 40, se convirtió en el modelo a seguir de San, le enseñó a defenderse, por ella empezó con el Karate, también la natación, ella fue como un rayo de luz en su vida... Luego, hace casi 4 años... 5 alfas la interceptaron saliendo del trabajo, la violaron brutalmente, la asesinaron y se llevaron todo lo de valor que llevaba consigo, fue horrible, para San, esa fue la gota que derramó el vaso, desde ese entonces no tolera a los alfas, aborrece ser un Omega.

—Ahora todo tiene sentido... —comentó el rubio.

—San cree que tiene que demostrar poder ser más fuerte que todos a pesar de su condición, ve la maldad en todos... Yo he intentado cambiar eso durante años, mostrarle que no todo es oscuridad y malicia, que ser omega no es algo malo, pero mis intentos han sido en vano... ¿Sería diferente si tú lo intentas? ¿O acaso eres igual que el resto?— el menor negó con la cabeza, mirando a la castaña con determinación.

—Nunca pensé que San había pasado por algo así, ahora lo entiendo perfectamente... Confíe en mí, señora Choi, ahora San también me tiene, le haré deshacerse de esa coraza de odio y hostilidad.

—No será fácil, pero confío en ti.

¿Animal salvaje? Pensó el rubio solo es un gato que fue obligado a sacar las garras... ¿Qué tan difícil harán tus heridas mi camino?

(N/A)

¡Feliz Navidad! ☃️

Espero que se encuentren bien ❤️

*Drama-kun ha entrado al chat*

Poco a poco la cosa se irá intensificando.

Muchas gracias por sus votos y comentarios ❤️

Nos leeremos luego🤗

I 💜 ATEEZ