Día 3 - Sharing Bed
Mi nombre es Sawada Tsunayoshi actualmente me encuentro acostado en el amplia cama de mi gimiendo y retorciéndome debajo de este guapo pelinegro que esta como los dioses, del hombre que desee desde que era un adolescente con las hormonas alborotadas y del que lógicamente sin darme cuenta me enamore, sucedió sin darme cuenta. Y puedo decir que este hombre me esta penetrando tan duro y tan rico que siento que toco el cielo con cada estocada suya, estoy mas que seguro que así es como lo hacen los hombres de verdad con sus pasivos y sin duda lo estoy disfrutando.
Si se preguntan como llegue a esta situación es sencillo tente al diablo o mas bien dicho al mejor amigo de mi abuelo y padre, Reborn, aquel sicario perteneciente a las fuerzas especiales del ejercito y quien actualmente es un hombre divorciado y mucho mayor que yo, pues él en la actualidad tiene 34.
Puedo decir que lo llevo tentando desde que tengo 13 años con ropa provocativa y ajustada, a veces poses un poco indecentes haciendo que este me de una mirada hambrienta por lo que estoy mas que seguro que me desea pero se contiene por la amistad que tiene con mi abuelo, lo cual me molesta yo no quería que se contuviera, por lo que aprovechando que no iban a estar mis padre y que él se quedaría en mi casa para "cuidarme", por favor ya voy a cumplir los 19 años, ya no soy un niño; Por lo que por primera vez en mi vida en vez de hacer un show de tocarme en mi habitación decidí llevar alguien solo para tontear pues sé que Reborn es muy posesivo con mi "cuidado" y no deja que ningún chico o chica se acerque mucho a mí, por lo que esperaba que Reborn nos interrumpiera pues hay cosas que no se pueden fingir.
Ese viernes me desperté temprano, sin prisas me metí a la ducha y disfrute de un placentero baño, una vez Sali me vestí con unos jeans ajustados y mi camiseta color naranja con el numero 27 que tanto me gustaba y unos botines negros, una vez arreglado baje a desayunar. Cuando todos terminamos despedí a mi madre y a mi abuelo, pues se iban de viaje a ver a mi "Padre" ha ese hombre era un desobligado que si no sirviera de algo a la familia estoy seguro lo hubieran desheredado, bueno ya no viene al caso.
Una vez mi familia se fue me dirigí a la escuela, todo el día la pase normal haciéndome pasar por un torpe para pasar desapercibido pues llamar la atención no era algo que quisiera y despertar la protección de algunos chicos servía para atraerlos y tontear un poco, sin embargo desde mi punto de vista eran solo niños sin experiencia que no me iban a hacer sentir el placer que yo estaba buscando, quería un hombre de verdad y Reborn era el indicado.
Sentí que había pasado una eternidad antes de que sonara el timbre de salida, recogí mis cosas y me despedí de mis amigos diciéndoles que tenia un asunto que hacer, no era mentiría debía pasar por la secundaria de Kokuyo para recoger a Mukuro, mi mejor amigo y quien me iba a ayudar con mi plan para tentar a Reborn.
Camine por varias cuadras hasta que divise la secundaria, todos me quedaron mirando al ver que era de la secundaria Namimori pero solo pasaban de largo, pues era bien conocido que Mukuro, mi amigo con peinado de piña asunto que prefería no tocar, era muy posesivo conmigo y muchos que quisieron pasarse de listos lo aprendieron de mala manera es decir con una o dos costillas fracturadas y varias contusiones. Una vez Mukuro salió nos encaminamos a mi casa donde sabia estaría "mi Hombre" esperándome para comer.
Caminamos tranquilamente en un cómodo silencio, pues ninguno de los dos era muy conversador, a unas cuantas casas de mi casa pusimos nuestro plan en marcha, Mukuro me tomo de la cintura y comenzó a dar suaves caricias en mi abdomen mientras caminábamos, era un poco incomodo caminar así pero necesitábamos que se viera realista.
Una vez frente a mi casa saque la llave y mi amigo simulo susurrarme algo al oído a lo que yo reí tímidamente como si estuviera avergonzado y me voltee para darle un beso justo en el momento que la puerta se abría mostrando a Reborn, quien al vernos besándonos se aclaro la garganta y miro a mi amigo con molestia, Mukuro solo le sonrió con superioridad, quería decirle a mi peli-índigo amigo que tuviera cuidado pues "mi Hombre" no era de aquellos para jugar pero opte por quedarme callado, sabia que el pelinegro no haría nada estando yo presente.
El almuerzo lo pasamos en un ambiente incomodo pues si las miradas mataran Reborn hubiera asesinado a mi amigo de mil maneras diferentes lo cual no era lo que deseaba por lo que una vez terminamos lave los platos y le dije a Reborn que estaría en mi habitación junto con Mukuro, frunció el ceño ante esto, pero asintió.
Subimos las escaleras y una vez en mi habitación mi amigo decidió tomar la palabra.
- Así que Tsunayoshi-kun ¿Cuándo quieres que te coma? – pregunto de manera descarada, el defecto de mi amigo era ser un pervertido de primera, y su novio Byakuran era peor, aunque si supiera lo que planeamos me mata.
- Dale 5 minutos – conteste, pero al parecer necesitamos menos al escuchar los pasos subir las escaleras, a lo que sonreímos y nos pusimos manos a la obra
Mukuro tomo la iniciativa jalándome y tirándome a la cama, se subió encima mío y me beso, al principio lento para ir subiendo de intensidad poco a poco, debo admitir que estaba disfrutando este juego, metió su mano bajo mi camiseta comenzando a jalar y retorcer mis pezones mandando escalofríos haciéndome temblar; comenzamos a restregar nuestros cuerpos sintiendo el placer al rozar nuestros miembros, pero mi placer no era completamente por el toque de mi amigo, sino por la mirada hambrienta y a la vez molesta que sentía desde la puerta de mi habitación, era muy consciente que Reborn se debatía entre disfrutar el espectáculo o entrar y matar a Mukuro.
Firme la sentencia de lo que pasaría a continuación cuando metí mi mano para acariciar el miembro de Mukuro bajo su pantalón y ropa interior, escuche el toque fuerte en mi puerta interrumpiéndonos y la voz ronca de Reborn que me hizo temblar de placer.
- Dame-Tsuna baja inmediatamente – expreso molesto sin duda, pero también un tono ronco de oscuro deseo.
Ante esto nosotros solo sonreímos, habíamos logrado nuestro cometido y ahora era momento de que Mukuro se fuera a casa de su novio a solucionar su problemita, que para mi calentura ya tenía un adonis que me la bajara.
- Bueno Mukuro es hora de que vayas con Byakuran para atender tu problemita – le dije a mi amigo al ver la tienda de campaña en sus pantalones.
- Kufufufufu Tsunayoshi-kun ¿me puedo quedar a mirar? – pregunto mostrándome una sonrisa lasciva
- ¡No! – exclame indignado, no planeaba compartir la visión del cuerpo de Reborn con nadie.
- Oya oya que aburrido eres – exclamo sarcástico a lo que le lance una mirada oscura. - Posesivo
Después de eso salimos de mi habitación y bajamos a la primera planta, Mukuro se despidió diciendo que tenia un asunto que atender y que nos veríamos otro día para terminar lo pendiente a lo que le sonreí tiernamente, Reborn solo gruño molesto ante el intercambio entre nosotros.
Una vez solos me sentí nervioso, pero esto era lo que quería un Reborn descontrolado por lo que haciendo uso de toda mi valentía me acerque al bando donde esta sentado y me metí entre sus piernas, puse mi mano sobre su miembro para sentirlo y lo bese; al principio "mi hombre" se había sorprendido, pero luego correspondió de manera feroz, metiendo su lengua en mi boca y incitando a la mía a jugar. Por mi parte comencé un lento vaivén sobre el pantalón masajeando ese miembro que sin duda era grande y crecía, sin duda por su tamaño disfrutaría, oh si que disfrutaría.
Reborn corto el beso y me miro, al principio conteniéndose, pero yo sabía que decir para que este terminara de perder el control.
- Si no estas dispuesto a follarme, le diré a Mukuro que hoy terminaremos lo que interrumpiste – dije y me disponía a irme cuando sentí a Reborn bajarse del taburete de la isla.
Me jalo hasta el sillón y me aventó a este en un solo movimiento, vi su mirada y me encendió, era la mirada de un depredador que esta a punto de comerse a su presa. Sin embargo me escabulli y corri escaleras arriba siendo seguido de cerca por Reborn, entre a mi habitacion y la persona detras mio me empujo a la cama sin ninguna delicadeza.
- Nunca más habrá en tu cama otro hombre que no sea yo, ¿fui claro? – pregunto serio Reborn.
- Sip, aunque difícilmente lo habría, te he deseado desde que tenia 13, por lo que no haría nada para hacer que te retractes – conteste con una sonrisa triunfal
- Hooo así que deseabas que te jodiera desde hace tanto – contesto burlón – bueno que crees ahora vas a recibir tu premio por tentarme durante tantos años, recuerda que tu madre y tu abuelo estarán ausentes dos días – finalizo sonriendo de manera sensual.
Bueno era consciente que para de aquí a dos días no me iba a poder parar, pero no me quejaba lo disfrutaría. Por lo que cuando Reborn me arranco la ropa rompiendo mi camiseta y el botón de mi pantalón, "la siguiente vez me pondré algo más fácil de quitar" pensé, pero al minuto siguiente Reborn comenzó a masturbarme y me beso profundo y ya no me preocupe por nada más.
Pude sentir la otra mano de Reborn, mojada de su semen al haberse masturbado también, tanteando mi pequeña entrada, pero todo lo que podía hacer era gemir y balancear mis caderas follando la mano del pelinegro. Sentí molestia y un poco de dolor, pero pronto lo olvidé al Reborn seguir un vaivén de arriba hacia abajo con su mano en mi miembro, cuando sentía que estaba a punto de terminar se detenía, y luego cuando me tranquilizaba volvía a masturbarme. El segundo y tercer dedo vinieron unos minutos después a lo que me queje pues dolía, mas el pelinegro me pidió relajarme y respirar, un rato después estaba gimiendo y lloriqueando por toda la estimulación que recibía en mi entrada y en mi miembro.
Cuando sentí que me venia le avise a Reborn a lo que este solo comenzó a mover más rápido su mano hasta que con un grito de euforia alcance el orgasmo, caí en el sofá exhausto pero no dure ni 2 minutos descansando en la niebla post-orgásmica cuando Reborn quito sus dedos y los remplazo por algo mas grande y grueso, penetrándome de una sola estocada; grite de dolor y derrame lágrimas, pues sentía que me partían en dos, por respuesta Reborn me beso y aunque en un principio me negué a responder, no pude negarme mucho tiempo.
Cuando comenzó a acariciar mi miembro nuevamente sentí otra vez esa corriente eléctrica haciéndome olvidar poco a poco el dolor hasta que me relajé lo suficiente para comenzar a mover mis caderas de adelante hacia atrás causando que sintiera placer desde ambos lugares, ese fue el indicador de Reborn para moverse, al principio de manera lenta hasta que a voz en grito y entre gemidos le pedí mas duro y mas rápido.
Lo que nos lleva al momento actual, es decir a mi gimiendo como un poseso y retorciéndome debajo de este pelinegro con cuerpo de adonis, que estaba haciendo tocar el cielo al dar en mi próstata en cada estocada, mientras yo arañaba su espalda debido al placer tan intenso que sentía y también porque deseaba marcarlo para que el supiera a quien le pertenecía.
Ambos nos vinimos al mismo tiempo cuando ya no pudimos soportar el placer tan grande que sentíamos, a lo que caímos rendidos, yo estaba medio dormido cuando Reborn hablo.
- Eres consciente que eres solo un niño – me dijo el pelinegro a lo que yo bufe fastidiado.
- ¿Un niño? Vamos podemos follar como conejos – le dije moviéndome un poco a lo que lo sentí temblar y a su miembro en mi interior moverse interesado. – tenemos hoy y mañana para demostrarte que no soy un niño
- Hoo Tsuna así que solo quieres sexo conmigo – me dijo serio, sabia que con un divorcio decirle que solo quería follar no era lo mejor, además de que es cierto lo deseo, pero también estoy perdidamente enamorado de él.
- Reborn no quiero solo sexo contigo, lo quiero todo, que hagamos el amor, pero también salir a citas – conteste acariciando tiernamente su mejilla.
- Bueno ahora me tienes, así que tendrás que complacerme y pagarme por todo el tiempo que me tuve que contener.
Y así comenzamos otra ronda de hacer el amor de manera salvaje, porque con Reborn sabia que no podía pedir delicadezas y estaba bien para mí, porque no quería romanticismos ni delicadezas dentro del dormitorio, todo lo que quería que un hombre, un verdadero macho me follara hasta desfallecer y me hiciera ver las estrellas y este pelinegro peligro y salvaje sería el único que podría complacerme.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro