Reborn se encontraba con Tsuna, los demás guardianes habían salido algunos en misión otros visitando familia, por lo que se encontraban solos, eso le hizo sonreír al pelinegro y se le ocurrió una idea, que ambos disfrutarían

El castaño se encontraba tomando una merienda mientras veía la televisión, aprovechando la oportunidad el pelinegro le "comento" su idea a su dame-Tsuna, porque si es suyo.

- Dame-Tsuna, ¿qué te parece si jugamos algo? – pregunto tranquilamente Reborn

- Ha, ¿De qué se trata? – cuestiono Tsuna desconfiado su tutor era un sádico que solo buscaba hacerlo sufrir

- "El alfa caza a la omega" a mi estilo – respondió el pelinegro – si te cazo recibirás un castigo

- ¿que? ¿Q... Que ca...castigo? – se puso nervioso, aun no quería morir, pero si se negaba moriría de igual forma

- Tú debes correr y yo te voy a caza, pero si te atrapo te castigare muy lentamente – respondió, lo último de manera baja y sensual. – Y Dame-Tsuna ¿tienes miedo?

- ¡Yo no tengo miedo! ¡Acepto! – contesto firmando su sentencia

- Bien, está decidido – se acerco y le susurro – corre omega y será mejor que no te encuentre

Tsuna observo al pelinegro relamerse los labios y darme una oscura sonrisa lo cual logro ponerlo nervioso, su omega sintiéndose inquieto ante aquello también lo obligo a correr desesperado por encontrar un buen escondite.

Tsuna siempre fue malo en el juego de las escondidas o en cualquier jugo si en esas estamos, por lo que el primer lugar para esconderse que se le ocurrió fue dentro del armario, por alguna razón su omega además de sentirse inquiero se sentía ansioso como si supiera que algo pasaría pero no le estaba diciendo que, pero Tsuna podía decir que tenia miedo si Reborn lo cazaba las ideas que le rondaban eran cada vez peores lo haría entrenar hasta no poder caminar mañana, lo que no sabía el castaño es que si no podría caminar mañana seria por una razón muy distinta y más placentera.

Por otro lado, Reborn se encontraba divertido pues suponía donde iría Dame-Tsuna era demasiado predecible saber dónde se escondería, pero decidió que haría divertido el juego lo haría correr, disfrutar de una buena caza pues cuando atrapara lo disfrutarían por que el alfa y el humano querían comerse a ese omega de la manera más sensual y exquisita, hacerlo olvidar hasta su nombre.

Entro a la habitación del castaño y fue hacia el armario lo abrió lentamente y susurro cerca del castaño "Boo", el castaño se sobresalto y soltó un grito, empujando al pelinegro salió corriendo, Reborn dejaría q su presa se sintiera con libertad, aquello aumentaba las ansias para cuando lo tuviera bajo el gimiendo su nombre y pidiendo más, ese era su pequeño Dame sexy y tierno, al que deseaba mancillar y robarle su pureza, que todas sus primeras veces fueran solo suyas.

así estuvieron por media hora, Tsuna sentía sus nervios y miedo aumentar a cada momento pues sentía a Reborn, su intuición le avisaba donde ir y aun así no lograba detectar del todo al pelinegro.

Reborn después de tanto tiempo estaba impaciente, y se percató de que su pequeño omega había comenzado a huir dispuesto a salir de la mansión, aquello le saco una sonrisa y decidió que era hora de otro tipo de juegos ya que se Moria por estar dentro de ese sexy omega, escuchar su voz cargada de placer y llamándole una y otra vez en cuando llegue a la cima de la pasión. – estoy excitado de solo pensarlo – no podía evitarlo y su pequeño problema en los pantalones lo estaba matando. De un salto se puso frente al omega quien iba a dar la vuelta para ir en dirección contraria, pero fue detenido por unos brazos que rodearon su cintura.

- Fin del juego mi pequeño omega – susurro sensualmente en el oído de su presa – ahora te voy a comer lentamente – anuncio mientras la mano derecha bajo para comenzar a tocar y estimular el miembro del castaño mientras la mano izquierda se colaba bajo la playera dirigiéndose a los pezones para presionarlos y retorcerlos ligeramente haciendo que el menor gimiera quedito.

Poco a poco Reborn fue quitando una a una las prendas que le estorbaban hasta tener al omega solo en bóxer, de lo cual el omega no se había percatado pues estaba perdido en el mar de sensaciones que sentía por primera vez. así el pelinegro recorrió lentamente conociendo todos los puntos sensibles de su pequeño omega mientras disfrutaba escuchando cada gemido y suspiro, estaba dispuesto a lograr que ese pequeño ángel perdiera el control, que se volviera tan apasionado y salvaje como se sentía el para cuando hicieran el amor.

Tsuna perdido miro al pelinegro notando que este se encontraba con toda la ropa puesta aun, su omega tomando un poco el control paso sus manos de manera lenta por el cuerpo del pelinegro logrando sacarle la camisa y luego bajo lentamente sus manos hasta tocar el miembro de su ahora amante y comenzar a frotar de manera lenta escuchando como este gruñía por el placer que le provocaba aquello.

El pelinegro sentía que si su omega seguía perdería lo último de cordura que le quedaba, sin embargo, no quería que se detuviera aquello era tan excitante conocer que este tímido omega podía ser un poco activo en la parte sexual, actuar por instinto y tomar el control, así que se dedicó a disfrutar. Unos minutos después decidió que era hora de retomar su labor aprisiono los labios del castaño besándolo de manera dulce y apasionada, mientras sus manos acariciaban toda su piel, con ternura y deseo, sus ojos miraban a ese omega con tanto amor que solo el podía darle.

- Tsuna mírame - dijo él lo sujetando un el rostro del omega mientras este se escondía su mirada - eres muy lindo lo sabias y te amo mucho – confeso con una sonrisa y una mirada llena de amor, la cual confirmaba sus palabras.

El castaño solo se sorprendió y se sonrojo pues el también amaba al pelinegro pero nunca se lo dijo por miedo a ser rechazado, estaba tan metido en sus pensamientos que se sobresaltó al sentir unos dedos tanteando su entrada pues no había notado cuando Reborn había tomado el lubricante, luego sintió una ligera molestia con el primer intruso por lo que para distraerlo el pelinegro bajo su boca hasta el miembro de su castaño y comenzó primero lamiendo y luego lo introdujo en su boca chupando y lamiendo como si fuera el mejor dulce que le hubieran dado a probar, ante esto Tsuna solo pudo comenzar a gemir y retorcerse de placer en la cama apretando las sabanas. Reborn al ver esto decidió insertar el segundo y el tercer dedo, causando un pequeño quejido en Tsuna el cual fue olvidado completamente cuando el pelinegro volvió a succionar con un poco más de insistencia ocasionando que el rubio diera un gemido más fuerte – (grito) – y se corriera en su boca.

El omega se encontraba cansado pero desesperado sentía que necesitaba algo mas, algo que lo llenara por lo que dispuesto a rogar a su alfa comenzó a retorcerse y gemir pidiendo que su alfa lo llene, diciéndole una y otra vez que quería que lo folle hasta quedar preñado de sus cachorros, el alfa perdiendo el control completamente lo tomo de las caderas y lo embistió de manera salvaje llenándolo hasta el fondo y sin esperar comenzó con las embestidas salvajes, debido a que el omega se había lubricado no sentía tanta molestia por lo que solo gemía y gritaba desesperado pues con cada embestida el miembro de su alfa tocaba su punto G, haciéndolo ver estrellas; desesperados hasta el punto del puro salvajismo la cama se movía y rechinaba con la fuerza con la que estaban haciendo el amor, porque para Reborn era eso, solo que de manera un poco ruda. 
Después de unas estocadas Reborn se vino dentro de Tsuna y este entre sus vientres sin necesidad de mas estimulación, cansados Reborn se recostó llevándose consigo a Tsuna para recostarlo sobre si, el castaño se quejo debido al nudo, pues no dolía pero tampoco podía con mas actividad física pues estaba exhausto y el nudo enviaba una corriente eléctrica por su espina dorsal; Cuando el nudo cedió, Reborn recostó al castaño y comenzó a hablar. 

- Tsuna se muy bien que esto puede tener consecuencias y estoy dispuesto a hacerme responsable de ellas. - dijo serio el pelinegro - Te amo, no mentí y quiero una familia contigo. No soy tan frio como todos piensan.

- Reborn, yo también te amo. - contesto Tsuna sonriendo, se sentía dichoso y su omega estaba saltando de felicidad al ser correspondido por su alfa - y no eres frio lo se, solo sádico. 

Hay veces en la vida donde tenemos que tener cuidado con lo que decimos, lamentablemente Tsuna metía la pata diciendo lo que no debía. 

- Así que soy sádico dame-Tsuna - Reborn sonrió con malicia - bueno que tal si probamos tu teoría, para así también adornar tu cuello con mi bonita mordida. 

Tsuna tembló al escuchar el tono malicioso y ronco de Reborn y algo le decía que sin duda quedaría embarazado para cuando saliera de ese cuarto, tendría que aprender a cerrar la boca en un futuro o si no tendría un millar de hijos para cuando aprendiera que no podía decir las cosas sin pensar.