73
Prisionada contra la pared. Lágrimas bajaban sin cesar. HoSeok no había querido dejarme ir. Por más que rogara, lloriqueara, él no me soltaba. Se encontraba besando mi cuello, succionaba, lamía mordía diferentes partes de mi cuello y hombros. Sin previo aviso, su miembro me penetró, pero no vaginalmente, sino anal. Me dolía demasiado. Ardía. Mis gemidos de dolor se escuchaban altos. Esto no es nada agradable, duele demasiado. Y él no estaba siendo nada gentil. Era salvaje y sus embestidas eran profundas y rápidas. Mordí mi labio inferior fuertemente, tan fuerte que pude sentir el sabor a sangre en ellos. Cerré los ojos, esperando a que todo terminara pronto, pero se sentía lejano a terminar.
Su respiración era agitada, soltaba algunos gemidos de vez en cuando. La rapidez en sus embestidas comenzó a disminuir. Jaló mi cabello hasta abajo, sus labios rozaban mi oreja.
— ¿Eres mía? — susurró, — bueno, no debería preguntarlo, lo eres. Solo mira como te tengo. — lamió el lóbulo de mi oreja.
— HoSeok, por favor.. — lloriqueé.
Ambos bebés comenzaron a llorar.
— Los niños están llorando, déjame ir. — supliqué.
— Bien, voy a dejar que descanses un poco, ese trasero tuyo debe dolerte demasiado. — me dio un suave azote en el trasero y sonrió, me giró bruscamente, su mano sostuvo mi rostro, obligándome a mirarle — Soy todo un afortunado, eres completamente mía. Soy dueño de todo tu cuerpo, pues fui yo quien te ha quitado toda virginidad existente en el. Eres completamente mía. — repitió.
Me soltó, subió sus pantalones y se dirigió a la habitación. Quiero salir huyendo de aquí. Me deje caer en el suelo, me abracé, no dejo de llorar. Me duele el cuerpo.
Como pude me puse de pie y comencé a vestirme nuevamente. Sequé mis lágrimas y caminé a la habitación. Y allí estaba él, recostado en la cama con Dae-Hyun y Hee Shin. Subió la mirada, encontrándose con la mía. Una sonrisa ladeada se dibujó en su rostro. Cambié la mirada, justo al armario.
— Ahí dentro hay ropa, si quieres darte un baño, adelante. — se escuchó su voz, baja, calmada, como si estuviéramos en buenos términos. Solté un suspiro.
Caminé al armario y lo abrí. Justo como había dicho, había ropa, desde pequeñas ropas de bebé hasta ropa de mujer y hombre. Tomé una camisa negra bastante grande y unos pantalones holgados. Había hasta ropa interior.
Caminé al baño con ropa en mano. Iba a cerrar la puerta pero justo llegó HoSeok y la detuvo. Entró y tomó el celular que hace un rato había tirado al suelo. Maldije para mis adentros, tenía la esperanza de que lo había olvidado pero para mi mala suerte, no fue así.
Me di un baño bastante largo. Dejaba que el agua caliente bajara por mis hombros.
"Seok Jin...¿cuándo piensas sacarme de aquí junto a mis hijos?"
Salí del baño, me vestí y caminé a la sala. No quiero estar cerca de HoSeok, pero al parecer él tenía otros planes. Entró a la sala junto a ambos niños. Me dejó cargar a Hee Shin y él mantuvo a Dae-Hyun en sus brazos. Yo mantuve mi vista al suelo.
— ¿Qué te parece que Dae-Hyun sea el heredero de Hope Company? — preguntó HoSeok, jugando con las pequeñas manos del mencionado. Me mantuve en silencio y eso pareció molestarle — ¿Podrías responder cuando te pregunto algo? — su tono fue un poco más serio. — ¡Y mírame, maldición! — alzó la voz de la nada, dándome un susto a mi y a los niños quienes comenzaron a llorar.
Para que Hee Shin dejara de llorar tuve que abrazarla y moverla suavemente de lado a lado. HoSeok por otro lado no sabía que demonios hacía, no tenía menor idea de como hacer callar a Dae-Hyun.
— Dámelo. — pedí.
— No, ya lo calmo yo. — pero lo único que lograba haciendo las muecas que hacía era asustarlo más.
— ¡Dame a Dae-Hyun, de esa manera no dejará de llorar! — dije algo molesta. HoSeok soltó un suspiro cansado y me dio al niño para luego tomar a la niña.
Como había hecho minutos antes con Hee Shin, abracé a Dae-Hyun y lo movía de lado a lado suavemente.
— Vamos, Dae-Hyun estás bien. Deja de llorar, bebé. — dije suave.
HoSeok se puso de pie y caminó a la cocina, no sin antes dejarme saber qué haría algo para comer y dejar a la niña en su cuna.
Yo me encontraba con Dae-Hyun jugando. Trataba de mantener mi mente ocupada y no pensar en que HoSeok me forzó a tener relaciones.
Este HoSeok parece una persona totalmente diferente, loco, daba mucho miedo ciertamente. Trato de mantenerme calmada por los niños pero por dentro me estoy volviendo loca, quiero gritar de miedo, llorar y no parar pero no puedo.
Llevé a Dae-Hyun con Hee Shin. Y me recosté en la cama, sumida en mis pensamientos. Cerré los ojos para descansar un poco pero un jalón de cabello me sacó de mis pensamientos y me arrastró hasta el suelo.
Jaló mi cabello una vez más, haciendo que le mirase. Llevaba nuevamente la arma en mano y la apuntó en mi frente. No entiendo que pasa o qué he hecho pero está muy molesto.
— ¡Les has dado nuestra ubicación! ¡Maldición, HaNeul! — gritó para luego pegarme con el arma muy fuerte.
Mi rostro estaba en el suelo por el golpe, debido a la gran cantidad de sangre en mi boca tuve que escupir.
Bruscamente me hizo poner de pie y me arrastró con él. Pude escuchar voces afuera, un hombre con lo que pienso debe ser un megáfono ordenó que HoSeok saliera con ambas manos en el aire.
Abrió la puerta. Y pude ver unos cuatro coches de policía y el de mi novio detrás de estos. Comencé a llorar.
— ¡Está armado! — gritó un hombre.
Todos sacaron sus armas y yo sentí mi cuerpo congelarse, ahora no solo tengo el arma de HoSeok apuntando hacia mi cabeza, sino las de no sé cuántos policías.
— ¡Por favor, no la lastimen! — escuché la voz de Seok Jin. Desesperada lo busqué con la mirada hasta que por fin logré verlo.
Había miedo en sus ojos. Quiero correr a sus brazos para poder sentirme protegida.
— ¡Bajen las armas o juro que le disparo a ella y los niños! — amenazó, el miedo que sentía aumento.
Este hombre está totalmente loco.
Los policías comenzaron a bajar sus armas. Traté de soltarme del agarre de HoSeok pero fue en vano.
Los segundos se convirtieron en minutos, y cada vez pasaban más rápido. Nadie sabe que hacer. HoSeok no se ha rendido y no veo indicios de que lo haga. Sabe que perdió en su propio juego y eso le molesta demasiado, por eso no se dará por vencido, quiere dejar saber quién tiene el control de todo.
HoSeok repetía algo una y otra vez, no estoy segura de qué pues lo decía muy bajo, como si tuviera que recordarse de algo.
Miraba a Seok Jin, pasaba su mano por el cabello desordenándolo. Pude ver que trataba de decirme algo pero no lograba entender.
El sonido de unos cristales rompiéndose me desconcertaron. HoSeok se giró junto conmigo, y pude ver dos policías dentro. Debieron entrar por la ventana de la habitación ya que los niños se encontraban llorando.
HoSeok comenzó a apuntar el arma de mi hacia los policías y nuevamente hacia a mi. No sabía que hacer.
Alguien lo golpeó en el brazo, provocando que el arma cayera al suelo, soltó un quejido y lo alejaron de mi.
Me giré, un policía lo había atrapado y ahora se encontraba poniéndole las esposas. Solté un suspiro de alivio y corrí a la habitación para tomar a los bebés. Seok Jin llegó a mi lado en un segundo.
Me acerqué a él y pegué mi rostro a su pecho. Seok Jin nos rodeó a los tres con sus brazos en un abrazo. Por fin ha terminado esta pesadilla.
— Él irá a prisión. No podrá hacerte daño nunca más. — mencionó Seok Jin.
— Solo sácanos de aquí, por favor.
Y de esa manera, perdió todo.
Perdió en su propio juego.
Sus hijos, su esposa, su compañía, todo.
Fin del juego, Jung HoSeok.
Nota de autora:
Y LLEGÓ EL FINAL MIS AMIGUITXS. Estoy que lloro. Mi segundo fic llegó a su fin. *llora*
Ah, pero todavía falta un extra, así que espérenlo. :3
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro