29
Cuando llegué a la calle, choqué con alguien. Iba a caer al suelo pero el chico me sostuvo y lo evitó. Cuando subí la mirada me encontré con los ojos color avellana de mi amigo. No sé que hace aquí pero me alegra que lo esté.
— YoonGi. — mis ojos se cristalizaron.
— HaNeul. — habló, sin evitar el contacto visual, me ayudó a pararme recta, pero no quitó su mano de mi cadera.
— ¿Qué haces por aquí? — me alejé de su agarre y sequé la lágrima que sin permiso algún resbaló por mi mejilla.
— Solo pasaba por aquí. — se encogió de hombros — ¿pero y tu? ¿Qué haces por aquí? — preguntó.
— Yo...bueno, yo... — pensé que podría decirle pero no sabía qué — YoonGi, ¿puedes llevarme a casa? — pregunté cuando no supe que responder a su pregunta.
— Claro, sígueme, mi auto esta cerca. — dijo y comenzó a caminar.
Yo iba detrás de él, tratando de contener cada lágrima que con tantas ganas quería que bajaran por mis mejillas.
Cuando llegamos al auto de YoonGi, él abrió la puerta del pasajero para mí. Sonreí en agradecimiento y él sonrió de lado. Cerró mi puerta y luego se subió por el lado del piloto. Miré por el retrovisor del auto y pude ver a HoSeok acercándose al auto, me desesperé, no quiero verlo o hablarle.
— YoonGi, ¿podrías avanzar a acelerar? — lo miré
— ¿Por qué? — me miró extrañado.
— ¡Solo hazlo! — grité, él puso las manos en el aire y luego aceleró.
— ¡¡HaNeul!! — escuché gritar a HoSeok, miré nuevamente por el retrovisor, y allí estaba él. Parado en aquella acera, serio, sus manos sobre su cabeza, se giró bruscamente y pateó algo que allí se encontraba. Mientras más se alejaba el auto, más pequeño se veía HoSeok. Solté un gran suspiro cuando ya no estaba a la vista.
— YoonGi, disculpa por gritarte hace un rato. — dije cuando ya llevábamos algunos minutos de viaje.
— Por lo que veo le huías a HoSeok, ¿no es así? — él volteó a mirarme pero luego volvió a mirar a la calle — ¿Qué pasa ahora con él?
— He conocido a su esposa. — bufé — HoSeok dijo que están en malos términos pero ella se acercó a él muy feliz, "amore mío" — imité la voz de aquella mujer — incluso lo besó, parecía feliz de verlo.
— ¿Entonces, él te mintió? ¿No habrá divorcio? — preguntó.
— No lo sé, YoonGi, no lo sé. — lágrimas comenzaron a bajar por mis mejillas, lágrimas que YoonGi limpió con su pulgar.
— No llores, linda. Él no vale tus lágrimas. — puso un mechón de cabello detrás de mi oreja.
— ¡Es que fui una tonta y no tan solo eso, también zorra! Me he metido con el hombre de otra mujer. Soy una fácil. — sollocé — incluso voy a tener un bebé, un bebé que ni siquiera sé si su padre es el esposo de alguien más o un violador. — bufé.
— Eh... — vi a YoonGi moverse incómodo en su asiento — No puedo... — paró de hablar y luego prosiguió — No puedo negar que ha sido muy mala idea que te involucrarás con un hombre casado, creo que ha sido la peor idea que te ha pasado por la cabeza — lo miré, esas palabras no me ayudaban a sentirme mejor, pero es la verdad. YoonGi tiene razón. Él siempre es muy sincero. — pero lo de la violación...HaNeul, no es tu culpa. No sabías que te pasaría eso. — suspiró.
Yo me quedé en silencio, ninguno volvió hablar. El resto del viaje me dediqué a mirar el camino. No me sentía muy bien, solo quería hacerme una bolita y llorar.
— Oye, HaNeul. ¿Y si vamos a comer o algún sitio divertido? — preguntó YoonGi, de la nada.
— YoonGi, no tengo los ánimos. — dije en tono bajo.
— Lo sé, por eso quiero llevarte a algún lugar y que te alegres aunque sea un poco. Apuesto que cuando llegues a casa, irás a tu cuarto y llorarás hasta quedarte dormida. — y tenía razón. — ¿qué te parece si vamos a alguna tienda a ver cosas para el bebé? Sé que aún no tienes nada y la verdad quiero consentir a ese campeón. — sonrió.
— ¿y si es niña no vas a consentirla? — reí.
— ¡Claro que sí! Pero espero que sea un campeón. Quiero que sea igual a mí. — dijo orgulloso de sí mismo, él y su gran ego.
— Ya, ¿otro YoonGi en mi vida? No gracias. — bromeé y él puso cara de ofendido — vamos a ver cosas para el bebé. — sonreí de lado y él asintió.
Llegamos al centro comercial y nos dirigimos directamente a una tienda solo para bebés. Había mucha ropa muy bonita. Gorritos, camisitas, vestidos, cosas muy tiernas.
— HaNeul, mira. — YoonGi me mostró una camisa que decía "el campeón de mamá" y yo reí.
— Esto está más bonito — le mostré un pequeño vestido rosado y el frunció la cara.
— Será un niño muy masculino, no usará vestidos. — dijo y yo reí.
— ¡Aún no sabes si es niño o niña! — golpeé su hombro suave.
Luego de horas mirando cosas para bebés, salimos de la tienda. YoonGi quería comprar ropa de niño pero yo no se lo permití, ni siquiera sabemos el sexo del bebé. Por tal razón solo compramos cosas como pañales, una pequeña tina, algún que otro juguete. YoonGi calgaba la tina mientras que yo llevaba los pañales y juguetes dentro de unas bolsas. Cuando íbamos a salir del centro comercial para luego ir a mi casa, me arrepentí muchísimo de haber venido a comprar cosas para el bebé.
Justo cuando llegué al estacionamiento me encontré, justo de frente, a Ji Min. Él me miró a mi y lo que llevábamos en mano. Me miró completamente extrañado, sé que debe estar pensando para quién demonios son estás cosas.
— ¿HaNeul? — enarcó una ceja.
Mi corazón corre, si le digo que no son para mí, no me creerá. Lo sé.
Debo decirle la verdad a mi hermano...
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