Ese estado en el que tienes la mente en blanco, te sientes desorientado, con la mirada perdida, donde todo pasa lento y es tan tranquilo; ese estado permanente del que posiblemente no saldrás nunca - estás bien Josh... Josh, Josh – Di un pequeño brinco y levante la mirada del lejano horizonte, ahí estaba ella, Danielle, la persona que me metió en este infierno de pastillas, la que era mi pareja, cada tanto viene a verme, ya lo había olvidado. Temblando, con miedo, exaltado y con la mente un poco más clara le dije - Sácame de aquí por favor, solo llévame contigo por favor, haz eso por mí por favor... Por favor, por favor, por favor... Por favor – No paraba de repetir lo mismo, cada vez me exaltaba más y más – N-no, lo siento, pero no puedo hacer eso, claramente aún no estás bien, pero intentaré hacer todo lo que pueda para sacarte de aquí pronto, lo prometo – Contestó ella, tomándome de las manos, con esa falsa empatía, con esas falsas palabras – ¡Tu no lo entiendes, el, el ya viene todos van a morir, todos, todos, todos, yo voy a morir, no quiero morir, no quiero, no quiero, no quiero, acaso no lo entiendes! – Dije gritando, mirando alrededor, llevándome las manos a la cabeza – Tu, tu me encerraste aquí, tu fuiste... ¡Fuiste tu, tu lo hiciste! – Me abalancé hacía a ella y la comencé a ahorcar, con todo el odio y rencor que había dentro de mí, se sentía... se sentía tan bien pero al mismo tiempo tan mal; ¿Después?, pues que más, llegaron ellos, los demonios blancos con sus aguijones, los aguijones que te hacen dormir y volver a ese otro mundo donde las pesadillas nunca paran.

Esa noche, esa noche las voces pedían ayuda, de un instante a otro vi algo, algo que nunca antes había visto, lo vi a él, lo vi, lo vi, lo vi, el, él me quiere matar, pero no lo vi en la realidad, lo vi en mi mente, dentro de mi cabeza, como un leve destello, él no era como los demás, nada en esa noche era como las demás, yo, yo tenía mucho miedo, fui con ella, le conté todo, se lo conté, hasta el último detalle y ella solo me miro con, con, ¿Miedo, lastima?, no lo sé, ella nunca me había mirado así, ella me dijo que me iba a ayudar, ella me lo dijo, me lo dijo y me trajo hasta aquí, yo no quería, no iba a dejar que me robaran mi vida, yo lo intenté, intenté escapar pero ellos, esos demonios blancos, ellos ya me estaban esperando, ellos me llevaron y yo no pude hacer nada, esa noche me robaron mi vida, esa maldita noche... esa noche, esa...