|☪ Cᴀᴘ. 094 ☪| ʜᴀ́ᴢʟᴏ ᴅᴇ ɴᴜᴇᴠᴏ ✔
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Meses después;
—¿Estás molesta conmigo? —Preguntó Jung Kook acariciando mi abultado vientre, mientras pegaba más su pecho en mi espalda y me susurraba al oído bastante ronco.
Estábamos sentados en la comodidad de nuestra cama, disfrutando de la televisión y el aire acondicionado encendido, aprovechando que nuestro hijo pudo encontrar una posición cómoda para dormir.
—¿Por embarazarme o por darle a nuestro pequeño Seung un hermanito tan rápido? —Solté un suspiro y negué con la cabeza.
Sook al enterarse que su hermano estaba vivo rompió en llanto y lo abrazó como nunca antes lo había hecho. Ella no creía en milagros o posibles casualidades, sólo en el presente, el mañana y más allá de ello, además, de que las cosas pasaban por algo, pero sin importar como pasó, ella agradecía a todos los dioses por la vida de su hermano mayor, si no, nada estaría bien sin él.
Por momento nos hizo olvidar que la vida y la muerte estaban tomadas de las manos.
—Por las dos. No pensé que fueras capaz de utilizar tan poco la cabeza, Jung Kook. —Reproché. No creía realmente que él me había embarazado nuevamente, pero sí, lo había hecho y tenía cinco meses— Eres un inconsciente.
Jeon río acariciando mi vientre con tanto amor y cariño, nuestro otro pequeño estaba allí adentro desarrollándose aún y haciendo cada día más notoria su existencia.
—Sinceramente, tampoco pensé que quedarías embarazada a la primera, Jules. No es mi culpa, es tuya por ser muy fértil —Me sorprendí por su respuesta inmadura.
—Inmaduro.
—Hermosa.
—Tonto.
—Preciosa.
—Idiota.
—Perfecta.
—Te odio —Solté con diversión esperando su respuesta ansiosa.
—Yo también te amo, mi muñeca —Besó mi mejilla y sonreí recordando lo corta que podría ser la vida, olvidando lo que debía y disfrutando lo importante.
Enfoque mi vista hacia el televisor y disfruté del toque de mi novio, era tan relajante a veces, a nuestro hijo le encantaba.
—Take my hands now. —Jung Kook comenzó a cantar sin previo aviso, tomé el control remoto y callé el televisor, ¿Qué era lo que estaba escuchando?— You are the cause of my euphoria —Y sentí una patadita, sorprendiendome por completo.
Nuestro pequeño Jungyeon no lo había hecho antes, ésto era nuevo para mí.
Giré un poco mi cuerpo y mi cabeza para verlo, detallar sus expresiones y acciones, era tan hermoso.
—Házlo de nuevo, Kook —Él abrió los ojos y me miró extrañado, pero no le dí mayor importancia, no me estaba volviendo loca.
Con Seung había sentido algo parecido, pero no tan constante y notorio.
—¿El qué? Sabes que no me gusta cantar en frente de nadie, por la humillación que mis padres me hicieron pasar cuando era pequeño —Me dedicó una vaga sonrisa, pero su canto me hacía sentir cosas únicas.
—Por favor, Kook —Le hice un lindo puchero y después sonreí, no estaba acostumbrada a hacerlo.
—Está bien, lo haré porque tú me lo pides, muñeca. —Soltó una bocanada de aire y sólo dejó salir su hermosa voz— Even if the surface of the desert splits apart —Ahí estaba de nuevo, nuestro pequeño había pateado más fuerte que la vez anterior.
—Dame tu mano. —Pedí y él sin entender sólo me la dió— Ahora canta de nuevo.
—Jules...
—Canta, Jung Kook —Me levanté el camisón que tenía puesto y puse la mano de Jung Kook en mi gran vientre.
Él soltó un gran suspiro, buscando dentro de su cabeza en donde se había quedado cuando estaba cantando la canción que el mismo había compuesto años atrás, lo conocía tanto que no necesitaba leer sus pensamientos para saber en que estaba pensando.
—Even is someone shakes up this world. Don't ever let go of the grasped hand. —Y nuestro bebé pateó de nuevo, Jung Kook me miraba maravillado y emocionado que simplemente siguió cantando— Please don't wake up from the dream —Sus ojos brillaban, estaba emocionado tanto como yo lo estaba, este sentimiento era único y no quería que él se sintiera igual.
—Nuestro hijo te ama, serás el mejor padre de todos, Kookie. —Acarició más mi vientre y sin contestarme con palabras, sólo terminó aquella parte de esa canción.
—You are the sunlight that rose again in my life —Y volvió a patear, pero no fue sólo una vez, fueron varias veces, nuestro hijo estaba emocionado y más porque escuchaba a la voz de su papá, que era la más hermosa.
Yo podía sentirlo.
Estaba tan feliz por nosotros, éramos una familia completa, ahora sí, sólo faltaba aquella pieza en nuestro rompecabezas.
—No me equivoqué al arriesgarme por tí, Jules. Eres lo mejor que me ha pasado en la vida. —Se acercó a mí sin alejar su mano de mi vientre y besó mis labios— Jamás pensé que sentiría algo tan único y que por mucho casi me pierdo —Sus ojos estaban cristalinos y de cierta forma, me hacía emocionarme también.
[☪]
—¿Estás seguro que deberíamos ir a esa cena? —Me miraba en el gran espejo de nuestra habitación.
Llevaba un vestido en corte de corazón y estilo princesa azul eléctrico, era largo y muy elegante, no sabía aún a donde nos llevaría Jung Kook a cenar hoy.
—Sí, muñeca —Contestó de inmediato, acercándose por detrás de mí, aferrándose a mi cuerpo frente al espejo.
—¿No crees que me veo gorda? —Le pregunté con sinceridad, no sabía si era el vestido o parte del maquillaje e incluso había pensado que era el cabello recogido, pero algo no me convencía de mí.
—¿Gorda? —Me miró en el espejo y alzó una ceja.
Asentí con la cabeza
—Un poco —Soltó con voz seria.
Le dí un golpecito en el brazo con mi mano derecha, ¿Qué le pasaba?
—¡Oye! —Reproché mirándolo en el espejo con el ceño fruncido.
—Estás bien buena, mi amor, ¿De qué exactamente te preocupas? —Besó mi cuello con maestría, como si se esfumaran aquellas palabras de mi cabeza con unos besos tan... Exquisitos.
—No. Juegues. Conmigo. Jung Kook —Intenté decir, pero tener su boca contra mi cuello era un gran problema.
—¿Nos vamos, muñeca? —Me susurró al oído, como si no fuese suficiente tener su boca pegada a mi cuello.
—Sí. Ya estoy lista.
Jung Kook tomó mi mano y ambos comenzamos el trayecto hacia la puerta del apartamento, éramos muy felices y por el momento no había nada que nos impidiera serlo.
—Si llora, te mato, YoonGi —Amenazó a mi hermano, ganándose un golpecito de mi parte y una mala cara de parte de mi hermano que, estaba cómodamente con Jimin en el sofá.
—No te preocupes, Jeon. Soy el mejor niñero de todos —Aseguró con su típica sonrisa de victoria y me lanzó seguido un beso, tomandolo en el aire y dirigiéndolo hacia mi corazón.
Como amaba a ese hombre.
[☪]
Al llegar, Jung Kook me ayudó a bajar y me dirigió hasta la mesa donde había reservado hace unos días atrás. Era muy lujoso éste lugar y apartado de donde vivíamos. Nos dirigimos a nuestra mesa con una sonrisa en el rostro y él me abrió la silla, tan caballeroso como siempre, yo me senté agradeciéndole en el proceso y luego él se sentó delante de mí.
Habían velas aromáticas encendidas, servilletas de tela y finos platos, era todo muy romántico.
Ordenamos y empezamos a hablar de cualquier cosa que se nos ocurriera en el trayecto desde mis ganas de mudarme a una casa muy grande, hasta los negocios que Jung Kook estaba haciendo y sus ganas de aliarse a nuevas empresas.
Todo fluía de la mejor manera, me hacía reír con sus ocurrencias hasta que capto en mi campo de visión a una chica que observaba indiscretamente a Jung Kook y se parecía mucho a Nayeon, ¿Qué hacía ella aquí? Me daba muy mala espina su presencia.
—¿Pasa algo, muñeca? —Alzó la copa de vino tinto y bebió de ella con elegancia.
—¿Te divorciaste de Nayeon en definitiva? —Mi pregunta lo tomó por sorpresa.
—Sí, ¿Acaso dudas de mí? —Me miró ofendido.
—No, sólo era una duda —Olvidé la idea que tenía en mente y decidí seguir con la romántica cena, seguro era mi imaginación y esa chica que estaba en el fondo no era Nayeon.
—Eso ahora no importa —Tragó saliva con dificultad y pude ver que sus manos temblaban un poco.
—¿Qué pasa, Kookie? —Hice notar mi preocupación.
—Debo preguntarte algo.
Las acciones de Jung Kook me dejaron fuera de lugar, se había puesto de pie y se arrodilló a un costado de mí, sacando de su bolsillo una cajita aterciopelada roja.
—Min Jules Hee, quiero amarte a tí y a mis hijos hasta dar mi último aliento. Disfrutar de cada momento que tengamos juntos y acompañados de todos nuestros familiares, en las buenas y malas. Estar junto a tí en cada cumpleaños, navidad, ida al doctor, enfermedad y triunfos. —Hizo una pausa calmando sus nervios y aumentando los míos— ¿Quisieras hacerme el honor y el hombre más feliz del mundo al querer casarte conmigo? —Sus palabras me dejaron sin las mías, ¿Jung Kook acababa de pedir mi mano?
—¿Estoy soñando? —Pregunté parpadeando varias veces, aún no lo podía creer.
—No, muñeca. —Me sonrió y abrió la cajita roja, enseñandome aquella linda joya en ella— Entonces, ¿Que dices? ¿Te casarás conmigo?
Podía notar su frente sudorosa, pero no lo haría esperar más, ya no más.
—¡Sí, claro que me quiero casar contigo! —Dije con entusiasmo.
Escuché como suspiró aliviado.
Sacó el anillo y lo colocó en mi dedo anular izquierdo, se acercó a mis labios para besarlos. Las personas a nuestro alrededor comenzaron a aplaudir poniéndome aún más nerviosa junto a los pelos de punta y cortando el gran beso solté:
—Jeon, ya te estabas tardando.
Holaaa mis bebus, lamento haber tardado tanto, pero aquí está el capítulo❤️
Gracias por leer♥️
CUENTA REGRESIVA: 6
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