—Jules... Deberías escuchar mi versión, ¿No crees? —Su voz salía cada vez más gruesa y se intensificaba.

     —¿Escucharte? —Reí amargamente, olvidando por completo que mi bebé estaba en la habitación durmiendo— Me abandonaste —Salió de mí sin dolor, porque era la verdad.

     —Y me arrepiento, quizás debí explicarte mi plan, pero si tenías conocimiento de ello jamás te hubiesen creído —Explicó, pero era estúpido creerle, aún estaba sin verlo, sin tocarlo.

     —Mientes —Acusé con seguridad.

     —No lo hago —Una mano en mi mejilla acariciaba la misma.

     Cerré los ojos ante ese contacto, ese cariño, ese afecto que sólo él acostumbraba a tener y era el único que podía hacer que un zoológico entero se removiera en mi estómago.

     —Si no es así, quiero verte y tocarte. Materialízate —Pedí abriendo los ojos y aún así, no podía verlo en la habitación.

     —No es así de fácil, prefiero explicarte lo que realmente pasó... Así podrás creerme —Había algo de súplica en sus palabras.

     Quería insultarlo, golpearlo e incluso arrancar el sentimiento tan grande que tenía por él, pero no podía, mi corazón se rehúsaba a hacerlo y dolía por dentro.

     —Te escucho —Me senté en la cama de la habitación en forma de indio, buscando que podía mirar mientras él hablaba, porque era incómodo ver un punto de la habitación y que alguien que no ves te esté hablando.

     Me estaba volviendo loca.

     —MinSeok planeaba asesinarte luego de matarme, si no hubiese sido por Ho Seok que te sacó de aquél lugar mal herida, no estuvieses aquí con nuestro hijo en brazos.

     Cerré los ojos, intentando recordar lo que pasó en aquella casa a la que yo llamaba hogar, él estaba lleno de sangre y estaba delirando en el suelo, ¿Cómo podría estar aquí ahora?

     ❝—Jules, es hora de irnos —Ho Seok no me soltaba y sólo quería abrazar a Jeon, se estaba desangrando en el suelo.

      —¡Suéltame, Ho Seok! —Pedí a gritos desesperada, no iba a dejar morir a Jung Kook frente a mí.

     Como pude, me solté del agarre de Jung y corrí hacia Jung Kook, apoyando su cabeza en mis piernas que estaban en posición de indio, ni tiempo de dió a reaccionar, ya tenía a los gemelos viéndome y a MinSeok amenazandome con la mirada.

     —Voy a matarte.

    La vida de los tres había acabado en un abrir y cerrar de ojos.❞

     —Pero ahora tú no estás... Hubiésemos ido los tres al más allá, Jung Kook —Solté cabizbaja.

     —¿Estás loca? Haría cualquier cosa por mi mujer y mi hijo —Alzó la voz como si se estuviese acercando a mí con cautela.

     —No soy tu mujer —Rectifiqué.

     —Claro que sí —Me contradijo y rodé los ojos.

     —Sigue creyendo que lo soy, pero quiero que sepas que no lo soy y no lo fui, sólo te dí un hijo —Aclaré con tranquilidad.

     —Tan inocente como siempre, ¿Te acuerdas de la mordida que te hice hace meses? —Asentí hacia la nada— Te marqué, así que técnicamente eres mi mujer —Soltó con gran tranquilidad, imitandome.

     —¡¿Qué tú, que?! —Iba a matarlo— ¡¿Por eso me sentía tan traicionada y dolida?! —Sólo no podía creerlo— ¡¿Con permiso de quién?! —Todo me daba vueltas.

     —Sí y tuyo, si te hubieses rehúsado, hubiese cicatrizado por completo, pero no fue el caso. —Escuché una risita nasal de su parte— Por eso tienes aquellas marcas.

     Llevé mi mano hacia mi cuello donde él había hecho aquella marca y ahí estaba, había sido marcada. Técnicamente, me engañó y su hermana igual, no era ninguna marca temporal.

     —¡Te odio! —Me levanté de la cama furiosa, no me gustaba que hicieran ciertas cosas sin consultarme— Yo no quería esto.

     —¿No querías a nuestro bebé? —Su voz se escuchaba más lejana.

     Alcé la vista y noté que mi pequeño Seung estaba levitando, no dudé ni un minuto en correr hacia él y aunque no creyera en las palabras de Jung Kook, tampoco le daba derecho de tomar a nuestro hijo en brazos, yo no se lo había permitido y claramente, era una pésima forma de hacerme creer.

     Al intentar alcanzarlo se elevaba un poco más, ¿Jung Kook habrá aumentado de tamaño? Porque lo recordaba más bajo y sinceramente, aquella altura a la que estaba mi pequeño sólo podría lograrla un hombre con más altura.

     —¡Dámelo! —Pedí a gritos.

     —Responde.

     —Amo a nuestro bebé, ahora bájalo, por favor. —Alcé mis brazos intentando tomarlo y me sentí acorralada— ¿Me estás abrazando? —Pregunté sintiendo unas manos en mi cintura.

     —Nuestro primer abrazo juntos —Se me encogió el corazón ante sus palabras, ¿Por qué aún no podía verlo? Quería ver su cara de felicidad cuando veía a nuestro hijo.

     —¿Qué puedo hacer para que vuelvas? —Tomé a Seung en brazos y lo mesí, se había despertado y no quería que llorara.

     —Jimin, pero aún no llega del trabajo —Soltó indiferente y con toda la paciencia del mundo.

     ¿Jimin que tenía que ver en todo esto? ¿Siempre él tuvo la respuesta y me miraba como una loca cada vez que le decía que había visto, escuchado y hasta sentido a Jung Kook? Eso no era posible.

     —¿Por qué Jimin? —Me senté en la cama con la cabeza revuelta, acostando a mi pequeño en mi pecho.

     —Jimin clonó mi cuerpo, dejando a la copia contigo y al verdadero como un espíritu en el limbo —Soltó sin escrúpulos.

     —¿Todo este tiempo estuviste allí? —Tenía tantas preguntas en mi cabeza, podía sentir que explotaría.

     —Jamás te dejé sola, ni cuando te bañabas —Confesó como si fuese muy importante saber que me veía hasta cuando me bañaba.

     —Eres un cerdo —Comuniqué mi sincera opinión sobre su acción.

     —Así me amas, Jules. Escuché cada uno de tus llantos, cada uno de tus lamentos y la culpa que te invadía por dentro, pero no podía aparecer delante de tí antes de tiempo. —Explicó arrimando un mueble que estaba en la habitación para vete tu a saber que— Discúlpame por no abrazarte y consolarte por las noches, sólo me sentaba en éste sillón a observarte dormir justo después de llorar —Un nudo se formó en su garganta y en la mía, ni siquiera podía hablar.

     —Kook... Estoy bien —Sonreí aunque sabía que internamente quería llorar.

     Había esperado tanto para escuchar aquellas palabras y no sus disculpas, si no, la pequeña posibilidad de que Jung Kook estuviese vivo.

     —Y siempre lo estarás, asesiné a los hermanos... Jamás volverán a molestarnos —Confesó como si fuese lo más normal del mundo.

     —¿Fuiste... Capaz? —Estaba sorprendida por su gran confesión y el porque ninguno de los hermanos había aparecido nuevamente para atacarnos.

     —¿Tú serias capaz de hacer el amor con un fantasma? —Su pregunta me tomó por sorpresa, ¿Qué tenía de relación con la pregunta que le había hecho?

     —Jung Kook... —Reprendí por responder con otra pregunta, mirando hacia el sillón que estaba vacío, pero que sabía de sobra que él estaba allí.

     —Responde, prometo responderte luego —Insistió como si fuese relevante.

     —No es justo —Repliqué.

     —Lo sé, pero quiero saber tu respuesta —Insistió nuevamente y no tuve más remedio que responder su pregunta.

     —Si el fantasma eres tú, claro que te tendría encima de mí toda la tarde y la noche —Respondí de forma sincera, no había ningún sueño que no haya tenido a Jung Kook encima de mí, penetrandome dulcemente.

     —Vamos... Acaban de darme ganas de hacer otro bebé —Sentí como mi cachorro era levantado de mi pecho.

     ¿Me estaba probando? Porque ya había caído en cada una de sus tentaciones, una tras otra y jamás pararía de hacerlo.

     Diosa Luna, ayúdame a resistirme a tal petición.

[☪]

¡Holaaa!, ¿Cómo están?

Tengo problemas con Wattpad y no me deja poner una imagen sensual del JK, ni el separador😭

Gracias por leer😘

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