|☪ Cᴀᴘ. 071 ☪| ᴍɪᴇᴅᴏ, ᴍᴜᴄʜᴏ ᴍɪᴇᴅᴏ ✔
—No, claro que no quiero saberlo —Tragué saliva al ver por el retrovisor como me apuntaba con esa varita mágica.
Mis manos comenzaban a temblar y mi corazón a acelerarse. Él tenía una vibra que no me gustaba, la sentía realmente malvado.
—Serás la primera en saber cuanto poder poseo —Tragué saliva y aferré mis manos alrededor del volante, sin despegar la vista del retrovisor.
¿Quién diría que un rostro tan angelical pueda ser un Omega bastante poderoso y malvado? Si sobrevivía, los hijos de mis hijos no iban a creer mi extraña y extraordinaria historia. Todo parece tan irreal.
—No, no. Por favor, no —Pedí, pero parecía gustarle lo que escuchaba y veía.
Miedo, mucho miedo.
—Tranquila, preciosa. JaeBum jugará primero contigo —Tragué saliva al recordar a mi guardian y protector.
Hizo un movimiento con la varita mágica a un lado de él, dejando que una luz revele un cuerpo, como si le quitara algún tipo de invisibilidad; era JaeBum quien apareció a su lado, estaba esposado y tenía sellado sus labios, también tenía la vista perdida y la frente sudorosa, ¿Cuánto tiempo tendría él aquí adentro? ¿Unas horas? Ni siquiera lo había notado.
—¿Jugar? Pero soy muy mala jugando, Jimin —Solté con voz temblorosa.
Él frunció el ceño al escuchar como su nombre había salido de entre mis labios. Sus ojos se oscurecieron hasta estar completamente negros y comenzó a susurrar palabras inexistentes para mí. Un cosquilleo empezó desde mis pies, hasta sentirlo en toda mi espina dorsal, ¿Qué era todo esto?
—¿Lo sientes? —Asentí temerosa— Me desobedeces y te fracturo la columna vertebral en miles de pedacitos —Lo miré horrorizada, ¡Era un psicópata!
—¡Estás loco! —Quizás debí escucharlo con atención.
Un leve crujido se hizo presente, al igual que un dolor indescriptible, ¡Mierda, duele, duele mucho! Aferré mis manos al volante como si no hubiese un mañana, no le iba a dar la satisfacción de verme sufrir, no sin antes dar pelea. Mi loba soltó un fuerte gruñido, callando cualquier burla de su parte y cesando aquel dolor, sabía que era poderosa, pero no sabía hasta que punto lo era.
Yo era todo un misterio que resolver.
—¿Quién eres? —Me miró con los ojos abiertos, JaeBum imitaba su acción y yo sólo miraba desde el retrovisor, no era capaz de girarme y provocar un daño mayor a mi cuerpo.
Mis ojos estaban de color verdes, muy brillantes e incluso más que antes. Detallé a Jimin, buscaba en su cabeza que criatura era y como él podría acabarme, buscaba mi debilidad.
—Soy tu peor pesadilla —Solté con voz gruesa, intentado tener algún efecto en él, pero sólo soltó una carcajada.
Sus ojos desaparecieron por completo al reír con tanta fuerza, viéndose tan tierno.
—Si no quieres que obligue a JaeBum a violarte, es mejor que me digas la verdad —Descubrirlo no era algo que anhelaba.
—¿No eres un gran mago? Porque mejor no lees mi mente y lo descubres —Dije tajante, dándole esperanza a mi plan.
“¿Qué estás haciendo? Estamos perdiendo efecto en él” —Mi loba estaba preocupada por la vida de ambas.
Necesito saber que tanto poder poseemos, no te preocupes, estaremos bien —Le aseguré tranquilizadola, pero igual parecía inquieta.
—Soy el mejor mago que ha existido en el universo entero —Ese ego, Park Jimin.
Era todo un bufón.
—Entonces, ¿Qué estás esperando? —Lo reté sin despegar la vista del retrovisor.
—Mi poder no es la telepatía, leer las mentes no es lo mío —Lo ví relamer sus labios divertido, toda ésta escena nada agradable para mí, parece estar elevando su felicidad a otro nivel.
—Pero eres poderoso, haz un hechizo para leer mi mente —Vamos, cae en mi juego.
“¡¿Qué estás haciendo?! Harás que nos maten —Mi loba movía la cola inquieta.
Lo correcto —Tragué saliva, viendo por el retrovisor como Jimin susurraba ciertas palabras y supe que era mi hora.
No podía dejar de pensar en mí hermano, era la única forma de hacerle ver que sabía lo mucho que Jeon le había hecho sufrir y que podía ayudarlo a recuperar lo que le habían arrebatado.
—¡¿Quién te crees para hablar de un tema prohibido?! —Gritó apretando la mandíbula, en ningún momento despegué la vista del retrovisor y movió su varita mágica que me apuntaba, lanzando un hechizo que desconocía.
No sentía las piernas. Me alarmé desviando la mirada a mis piernas, por más que quería, no podía moverlas, ¿Qué me había hecho el desgraciado?
—¿Quieres seguir jugando? Perfecto, jugaremos —Hubiera pensando en un plan distinto, ahora me estaba arrepintiendo.
Movió su vara mágica, temiendo lo peor. En un abrir y cerrar de ojos estabamos en una habitación, yo estaba atada a cada lado de la cama con ropa, por fortuna; alcé mi cabeza para mirar a mi alrededor, JaeBum me miraba con los ojos deseosos en frente de mí, ya no estaba esposado, ni tenía los labios sellados y Jimin estaba sentado en un sillón de cuero negro a un lado, con una sonrisa de triunfo, satisfacción y perversión.
Esto no me gustaba, no me gustaba nada.
—Fóllatela —Ordenó a JaeBum y él con una sonrisa, asintió.
Mis piernas no respondían a mis impulsos, intentaba removerme, pero nada pasaba, no sólo porque estaba atada a la gran cama matrimonial en una habitación de color crema, si no porque él me había paralizado de la cadera hasta mis pies.
JaeBum se acercó a mis pantalones de Jeans negros y sacó una navaja que tenía en su bolsillo, ¡Qué casualidad! La parte más filosa la paso por la tela, cortando el pantalón en dos partes, quitándome aquella prenda y dejándome en bragas, sabía que subiría a mi blusa de tirantes blanca, como también sabía que debía volver a intentarlo.
—¡Min YoonGi es mi hermano! —Grité con el miedo a flor de piel.
«¿Cómo me cambio de piel? ¿Y cómo vuelvo a nacer? ¿Cómo le puedo explicar al corazón, que no hay peligro al creer en este amor? ¿Cómo se puede romper?
El miedo eterno a caer
¿Cómo le puedo enseñar a la razón que equivocarse es humano? Y es necesario el dolor. Ven ayúdame a aprender ¿Cómo me cambio de piel?» Okay, quizás debería dejar de escuchar a Marc Anthony.
¡Deja de cantar en tu mente! —Mi loba iba a irritarse por tomar la situación a la ligera.
—¡Mentirosa!
Sentí el paso de JaeBum en mi regazo, cortó mi blusa y aventó la prenda cortada por algún rincón de la habitación.
—¡Es verdad, sólo debes encontrar mis recuerdos con él en mi mente! —Sugerí con necesidad, no quería morir.
—¡Él jamás me contó sobre tí! —Auch, no sabía cómo sentirme ahora.
—¡Es cierto lo que te digo... Ahhg! —JaeBum me había hecho un corte con la navaja en mi hombro.
No estaba funcionando. Sería violada y asesinada.
—¡Sólo busca. Yo puedo ayudarte a recuperarlo! —Me miró con dudas y detuvo a JaeBum con su varita mágica
Convencerlo era la parte número cuatro de mi plan, para finalmente regresarle lo que le habían arrebatado.
Un dolor en mi cabeza se hizo presente, él estaba ingresando en ella.
❝—Jules, volveré por tí —Mi hermano me miraba con una media sonrisa— Será por un corto tiempo nuestro distanciamiento —No quería dejarlo ir, era importante para mí.
Era mi hermano.
—¿Lo prometes? —Pregunté con los ojos cristalizados.
—Lo prometo, hermanita, siempre estaremos juntos pese a la distancia —Le sonreí de vuelta y lo abracé.❞
Volví a la realidad, donde Jimin me miraba incrédulo de lo que había visto y sin él quererlo de esa forma, me hizo derramar unas lágrimas. Ese fue el momento más doloroso de mi vida, sentir que tu mundo se caía a pedazos y más por una promesa que jamás se cumplió.
—¡No, no puede ser cierto! —Miró un punto fijo, parecía no creer lo que había visto.
Él iba a desmoronarse.
—Quiero ayudarte, quiero que ambos sean felices —Hablaba con la verdad, no quería ver a mi hermano de nuevo sufriendo por amor.
—No me harás cambiar tu final con tus palabrerías —Soltó con cierto dolor y no lo culpaba.
Él también sintió como moría por dentro.
—Si no tienes miedo, velo por tí mismo.
Mierda, dolía más que cualquier cosa en el mundo.
❝—¿Jules? —Habló con voz adormilada— ¿Qué haces aquí? —Se giró un poco y me vió con sus hermosos ojos.
—Vine a ver a mi hermano, ¿Acaso no puedo? —Dije divertida.
—Pero nos vemos en la universidad —Por algo mi hermanito le dice Elsa, la de Frozen, es frío.
—Lo sé, pero es nuestro primer fin de semana separados —Besé su mejilla y él me acariciaba la espalda con cuidado.
El gesto más lindo que había hecho.
—Tienes un olor diferente, ¿Con qué alfa estuviste? —Alcé mi rostro de su mejilla y Alcé una ceja, ¿JaeBum había dejado su olor impregnado en mi piel? Iba a matarlo.
—Estuve con un amigo...
—¿Un amigo llamado Jeon JaeBum? —Me interrumpió sin dejarme terminar y asentí— Oh, Jules, jamás debes pasartela con ese tipo —Se sentó de golpe en la cama y desordenó su cabello aún más con una de sus manos.
—¿Por qué?
—Porque una vez quiso matar a Jung Kook sólo para quedarse con el trono —Sus ojos se oscurecieron más de lo normal y me preocupé.
—No te creo. Si eso fuera cierto, ¿Por qué evitó que me asesinaran? Es decir, soy importante para Jeon y claramente, si muero él también lo haría —YoonGi me miraba sin ninguna expresión en su rostro y tomó una de manos, con algo de fuerza y luego la retiró.
Sí, soy real y no un espíritu que te atormentará toda la vida.
—¿JaeBum siendo bueno? —Soltó una risa amarga— Ya te convenció con sus palabras, ¿No es así? —Rodé los ojos y dejé de verlo al rostro.❞
Detuvo el recuerdo y me quitó a JaeBum de encima, poniéndose él de pie para posicionarse a su lado, controlaría a su ahora juguete.
—Debiste hacerle caso. JaeBum no quería protegerte, quería poseerte y lastimar a su hermano. Eres ingenua —Fruncí el ceño y apreté mi mandíbula.
Mataría al enano, después desatarme de aquí.
—¿Por que todos quieren lastimar a Jung Kook? Él pensaba que hacía lo correcto, así no criaron —Lo defendí, siempre lo haría y las veces que fueran necesarias.
—Porque aún cuando él sabía que no era lo correcto, lo hizo, sólo para enorgullecer a sus padres —Se defendió y mi corazón se encogió.
Odiaba a los padres de Jung Kook con todo mi ser.
—No tenía opción.
—Es mejor fracasar haciendo lo correcto, que tener éxito haciendo lo incorrecto —Él tenía razón.
Dolor, eso sentía cuando se metía de nuevo en mi cabeza.
❝ —No, pero ahora responde una pregunta —Cerré los ojos con fuerza, convenciendome de que estaba haciendo lo correcto— ¿Recuerdas a un tal Park Jimin? —Al abrirlos lo miré a los ojos de nuevo.
Él bajó su cabeza, mirando un punto fijo y relamió sus labios con toda la calma del mundo.
—Eso no dice que JaeBum sea bueno, Jules. Él nos quiere a todos muertos —Expresó y negué con rabia, ¿Por qué no responde la pregunta? Era sencilla.
—Responde, ¿Recuerdas a un tal Park Jimin? —Insistí y sólo ví como se removía en la cama, buscando una posición cómoda.
—Tengo recuerdos vagos sobre él —Fue lo único que soltó con voz más seria de lo normal, su lobo y él tenían una batalla interna, podíamos sentirla.
Y yo pensaba que era la única que tenía una gran reminiscencia.
—¿Qué recuerdas? —Insistí.
De una u otra forma quería ayudar a ambos alfas, a Jimin para que esté con el amor de su vida, algo muy adentro de mí me decía que YoonGi también lo amaba antes de que le borraran la memoria y a Jung Kook para que no muera por una gran herida en su corazón.
—Que era un enano de cabellos amarillos, buen bailarín y cara angelical. No mucho, en realidad —Alzó los hombros sin importancia.
—Es el amor de tu vida —Mi hermano soltó la carcajada de su vida.
—Jules, no soy gay, me gustan las mujeres —Confirmó, pero él realmente no sabía que le gustaba en verdad.
—¡Escúchame, joder! Tú eres el amor de su vida, es tu Omega y antes estuvieron juntos con muchos recuerdos, pero tu memoria fue borrada —Frustrada me levanté de la cama— Sé que puedes recordar más que eso...
—Hago el intento, Jules, pero no hay nada —Me interrumpió con algo de dolor en sus ojos.
—Sé que puedes, YoonGi —Él cerró sus ojos, intentando concentrarse, pero nada llegaba a su mente, lo veía en su rostro— Lo siento, Jules —Soltó con voz apagada.
—Si no recuerdas, estaré muerta —Dije tomando el picaporte y al mismo tiempo lo presionaba con algo de fuerza. ❞
—Y pensar que sería un placer matarte.
¡Holaaa!
Ya extrañaba ésta historia, ¿Ustedes no?
Gracias por leer❤️
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