Olor a chocolate con menta. Era un increíble despertar y más cuando mi cabeza descansaba en su pecho totalmente desnudo, su respiración baja y subía con tranquilidad, sintiéndome en cierta forma segura, ¿Qué podía pasar cuando tenía una de sus manos sujetando fuertemente mi cintura? Estaba siendo protegida por ese hombre que olía tan bien, una combinación de su perfume y su olor.

     Exquisita combinación.

     ¿Cuándo fue la última vez que dormimos de ésta forma? Hace unos meses y aunque haya dormido con otro hombre que no era él, se sentía tan diferente como si no me faltara nada más. Una delgada sábana cubría nuestros cuerpos y solo recordaba lo que había pasado anoche.

     ❝—Dejaré que lo pienses —Sus ojitos de cachorrito eran apagados por mi respuesta inexistente.

     —¿Por dónde te irás? —Pregunté prestando atención a sus pasos y a donde se dirigía.

     —Por la puerta, la ventana no es opción para mí, Jules —Sabía que no me miraba porque iba a quedarse a mi lado, me gustara o no y sólo decidí hacer lo más sano para ambos.

     —Quiero que te quedes —Se detuvo y se giró lentamente, esperándo que le dijera que era una broma pesada y de mal gusto, pero no.

     —¿Qué dices? —Sus ojos cambiaron de color y su lobo estaba contento con mis palabras, también podía sentirlo.

     —Quiero que te quedes, Jung Kook, me siento protegida a tu lado —Repetí, aunque ya sabía que me había escuchado perfectamente.

     —Pero duermo sólo en bóxers —Sonreí de lado.

     Siempre sacando su lado pervertido a la luz.

     —No importa, igual quiero que te quedes.❞

     Dejar de sonreír era lo difícil, nuestras pieles estaban juntas y en una paz infinita, ¿Qué podía salir mal en todo esto? Sólo había la posibilidad de que alguien lo viera, pero como los vientos soplan, nadie tiene intenciones de interrumpir el gran momento.

     —¡¿Qué es esto?! —Me senté de golpe en la cama asustada por aquel grito que habían pegado de pronto en mi habitación.

     Cassie la hija de la señora Jessy nos miraba más que sorprendida y era lógico, jamás había visto al hombre que estaba acostado a mi lado o tal vez lo había visto en las noticias y se había emocionado.

     —¿Qué pasa, hija? —Preguntó su madre a las afueras de la habitación.

     Negué con la cabeza para que no le dijera nada a su madre o estaba segura que le diría a MinSeok y el problema se armaría.

     —Nada, mamá, se me cayó algo —Gritó de vuelta y Cassie cerró la puerta de la habitación con seguro.

     —Gracias, Cassie —Me cubrí con las sábanas, mi brassier no dejaba nada a la imaginación.

     —¿Quién es? —Tapé mi rostro apenada— Puedes decirme, no le diré a nadie —Sabía que podía confiar en ella, pero al decirle se volvería una adolescente con hormonas alborotadas.

     Jeon sólo estaba en bóxers.

     —Es Jeon Jung Kook.

     —¡¿El líder? —Chilló emocionada— ¡No puede ser! —Daba pequeños saltitos en su lugar.

     Él debía ser parte de su fantasía sexual.

     —Shh —Emití ese sonido para callarla o me iban a descubrir— Kookie, es hora de despertar, nos quedamos dormidos —Caso omiso a mi llamado, así que me incliné y besé su mejilla— Kookie, es hora de levantarse —Se removió y abrió un poco los ojos.

     La claridad le molestaba en la vista.

     —Cinco minutos más, muñeca.

     —Tenemos una espectadora y parece ser tu fan —Él abrió los ojos de golpe y se sentó de la misma forma en la cama.

     —H-Hola —Saludó, la chica parecía que iba a desmayarse.

     —Hola —Saludó ella emocionada y aún llevaba la bandeja en sus manos— Que tonta soy, mi nombre es Cassie y es un honor conocerlo —Sonrió gentilmente y se acercó con la bandeja de comida entre sus manos— Si hubiese sabido que estaría aquí, hubiese traído un poco más de comida —Tomé la bandeja y la puse en el regazo de Jeon.

     —Es más que suficiente, gracias, Cassie —Le dijo Jeon y sentí que ella terminaría en el suelo, iba a desmayarse por sus encantos.

     —L-Los dejo, un placer, Señor Jeon —Jeon le guiñó un ojo y ella se sonrojó.

     Camino hacia la puerta y nos dejó solos, degustando el delicioso desayuno, aunque odiara a esa señora por odiarme a mí, debía admitir que la condenada cocinaba realmente bien.

     —Necesito que te vayas ahora, ¿Te imaginas que hubiese pasado si MinSeok hubiese entrado por esa puerta? —Dejé la taza de café en la bandeja y me puse de pie para buscar mi conjunto de pijama regado por el suelo.

     —Sería aún más fácil el que te deje ir —No era divertido, pero su sonrisa decía que lo era.

     —¿Qué es tan gracioso?

     —Que aún me amas y eso me encanta.

     —Vamos Jung Kook, debes irte —Encontré su ropa y se la alcancé.

[☪]

     Cinco, seis, siete y ocho embarazadas, ¿Cuántas mujeres había citado el doctor para hoy? Juro que llevábamos toda la mañana en la clínica sólo para que el doctor nos dijera como estaba mi sobrino o sobrina, pero cada vez llegaban mujeres embarazadas con vientres más abultados y el doctor tardaba un buen rato con las que estaban delante de nosotros.

     —¿Y sólo te dejo en casa o pasó algo más? —Sook mataba el tiempo pregúntame sobre lo que había pasado con su hermano anoche.

     —Quizás pasó algo más —Recordar lo sucedido en la mañana se volvió uno de los momentos que más quisiera repetir.

     —¿Qué más pasó? —Sook quería lujos y detalles, pero igual me sentía culpable.

     —Le pedí que se quedara a dormir, ya sabes, era muy tarde como para que volviera solo a casa —Primera mentira del día y había sonado lo más patética posible.

     —No te creo, Jules, sabes que deseas volver con él —Negué con la cabeza, convenciendome que ella no estaba en lo cierto.

     —Sólo somos amigos, Sook y eso no cambiará —Le aseguré con una sonrisa, pero no me creía.

    —Amigos que se comen. —Ambas miramos a Seok Jin, estaba tan sumergido en la conversación como nosotras— No me miren así, es la verdad —Se cruzó de brazos y relamió sus gruesos labios.

     Los que degustaba Sook cuando estaban a solas.

     —No nos comemos, yo estoy con MinSeok, sólo me preocupaba por Jung Kook, ¿Por qué no pueden creerme?

     —Porque nadie tiene un dulce en frente y decide dejarlo para el día siguiente, desean comérselo y disfrutarlo en el momento —Reí por su comparación con mi vida personal.

     Seok Jin era un caso perdido.

     —Jeon Sook —Dijo una enfermera con una lista en su mano derecha.

     —Aquí —Dijo Seok Jin saliendo de la burbuja en donde estábamos y ayudó a Sook a levantarse.

     Él tomó uno de sus manos y yo tomé el brazo que no era tomado por el pelinegro, los tres entraríamos a la consulta. El doctor nos dió paso a su consultorio y le indicó a Sook que se sentara en la cama, Seok Jin ayudó a sentarla, él desde que se enteró ha sido muy atento con ella e incluso sentía que dentro de poco se mudarán juntos al palacio de Jung Kook.

     El doctor le pidió que se levantara la blusa y ella obedeció con una sonrisa, estaba emocionada de ver a su hijo de nuevo en aquella máquina, el especialista le echó un gel frío y con la máquina de los ultrasonidos la posición en su vientre y comenzó a pasarlo por toda la zona.

     —Será un bebé grande y fuerte —Dijo el doctor viendo la pantalla con una sonrisa, había una cosa diminuta en el monitor— ¿Quieren escuchar su corazón? —Sook miró a Seok Jin que tenía los ojos cristalizados y sabía que lloraría si escuchaba como el corazón de su hijo latía.

     —Sí, doctor —Encendió algo que desconocía y sus latidos comenzaron a escucharse en toda la habitación— Es hermoso —Sook también estaba emocionada, Seok Jin lloró y miraba a su novia con amor, era un momento más que emotivo.

[☪]

     Al salir de la consulta, me despedí de Sook que iba a ser llevada a un restaurante para almorzar y aunque me hayan invitado me negué, no quería incomodarlos con mi presencia, quizás hablarían de los posibles nombres para el bebé si fuese niño o niña. Subí al auto y puse los seguros, iría a casa a esperar a mi prometido, seguro tendría mucho que contarme y lo exitoso que fue el día de ayer.

     —Vaya, vaya, por fin te conozco en persona —Me tensé al escuchar una retorcida voz— No pensé que fueras tan estúpida como para exponerte, sabiendo que te he estado buscando por todos lados —Miré por el retrovisor por instinto y ahi lo ví.

     Parecía un jodido ángel, ¿Por qué hacía todo esto?

     —¿Qué ganarás con todo esto? —Seguí conduciendo y paré en un semáforo en rojo.

     —Me vengaré de Jeon, ¿Qué no es obvio? —Rodé los ojos y el sacó una vara de madera, pero la misma destellaba un color característico, era de color verde.

     —¿En serio me apuntaras con un palito de madera que brilla en todo el camino? —Intenté no soltar una risita o me asesinaría ahí mismo.

     —¿Acaso quieres ver que es capaz de hacer?

     Im JaeBum acababa de dejarme morir.

¡Por fin en el capítulo 70, ya falta poco para que la historia acabe🤧!

Gracias por acompañarme a este punto, lo que viene me emociona y entristece un poco💕

Gracias por leer❤️