|• MIN JULES HEE •|

     Abrí mis ojos y MinSeok dormía a mi lado, su respiración era tranquila y su rostro reflejaba en cierto modo paz conjunto a comodidad. Lo admiré por un par de segundos, tenía dos lunares diminutos debajo de su ojo izquierdo, unas pequeñas cicatrices en la mejilla derecha y sus labios estaban rosados, muy deseables.

     —Esas cicatrices me las dejó Jeon a los quince años —Abrí mi boca sorprendida, no sabía si era por su repentino hablar o por lo que me había comentado.

     —¿Por qué? —Me senté en la cama y él se acomodó para poder verme a la cara, mientras seguía acostado en mi cama.

     —Porque mi hermano quería que demostrara lo fuerte que era contra su pequeño hijo de diez años —Abrí mis ojos como platos, ¿Qué tipo de hombre hacía aquello?

     —¡¿Atacaste a Jung Kook siendo un niño?! —Grité ¿Cómo él pudo aceptar tal cosa? Podía digerir ciertas cosas, pero que peleara con un niño, que claramente no tenía la fuerza, ni el tamaño y mucho menos la destreza, no cabe dentro de mi cabeza.

     —Yo también lo era —Negué una y otra vez, él era un adolescente, no un niño— Baja la voz Jules o tu padre sabrá que estoy metido en la habitación de pequeña niña a las siete de la mañana —Cerré los ojos y los volví a abrir, mostrándole los ojos de mi Omega, estaba furiosa, no quisiera imaginarme que otro tipos de cosas pasaron en aquel entonces.

     —No, tú no eras un niño y no me pidas que baje la voz, es que no puedo creerlo —Hice una pausa analizando sus palabras, si Jung Kook era hijo del Señor Jeon y MinSeok su hermano, ¡¿Él era el tío de Jung Kook?!— Un momento, ¿Tu hermano es el padre de Jung Kook?

     —Sí —Su rostro estaba muy serio y en parte me asustaba.

     Busqué dentro de mi cabeza el episodio donde Jung Kook me pedía que me alejara de MinSeok.

     ❝—Toma —Me extendió la hoja, que estaba doblada por la mitad— Ahora puedes retirarte.

     Hice una reverencia y salí lo más rápido que mis pies junto a mis piernas podían, ¿Qué dirá tal nota?, Al cerrar la puerta detrás de mi, abrí el papel doblado decidida a leer su contenido, dejándome algo perpleja.

     “Aléjate de MinSeok o sufre las consecuencias”.❞

     ¡Era por eso!, Por un momento pensé que Jung Kook era gay. MinSeok pertenece a la familia Jeon, pero tenía muchas dudas con ello, ¿Por qué MinSeok no se la pasaba con ellos?

     —¿Y cómo es eso posible?

     —Realmente somos hermanastros. Mi padre se casó con su madre hace muchos años, —Oh, hablaba de los abuelos de Jung Kook— convirtiéndonos en hermanastros, aunque no estén vivos, convivimos gran parte de mi infancia juntos, también ví crecer a Jung Kook y sabía que él sería nuestro líder, pero me costó aceptarlo cuando me ganó aquel día —Con eso sabía el porque Jung Kook lo odiaba tanto y viceversa, MinSeok quería ser el rey de todo Seúl.

     —Pero el padre de Jung Kook se ve muy anciano como para ser tu hermano —Comenté comparando ambos personajes, era prácticamente imposible.

     —El que con fuego juega, con fuego se quema —Lo miré confundida.

     —No entiendo —Era obvio, pero mi curiosidad estaba a flor de piel.

     —Él era muy guapo y jóven hace unos años atrás, pero su obsesión por encontrar a la Diosa Omega era irremediable, según si te casabas con una omega de esa especie y tenían un cachorro, una especie de recompensa llegaba a ti, la vida eterna, siempre serías joven y jamás morirías, serías básicamente inmortal —Abrí mis ojos como platos, ¿Jung Kook sabía de aquello?

     —¿Recompensa? —Levanté una ceja segundos después— ¿No crees que tu hermano estuvo delirando todo este tiempo? Simplemente podría ser un rumor y lo creyó, perdiéndose así mismo —Comenté buscandole una salida a esa gran locura... Ni siquiera quiero pensar en ello, porque si Jung Kook lo sabía y teníamos a nuestro cachorro, él sólo me hubiese utilizado para hacerce inmortal.

     —Podía ser, pero como todo, jamás lo sabremos, según algunas fuentes las diosas omegas se han extinguido por poseerlas involuntariamente, ellas prefirieron morir que seguir complaciendo aquellos hombres con sed de poder —Y estaba más que justificado su decisión.

     —El padre de Jung Kook está loco, no me cabe dudas —Sonreí, intentando sonar tranquila, pero realmente estaba asustada.

     —Él te adorará e incluso más cuando sepa que nos casaremos —Fingí una sonrisa y besé de forma clara sus labios.

     —Apuesto que sí —Me levanté de la cama y me fui directo al baño.

     Lavé mi rostro y detallé frente al espejo un pequeño chupeton en mi cuello, juro que iba a matarlo, ¿Qué les diré a los chicos el lunes? ¿Qué estaba enamorada de Jeon, pero iba a casarme con Lee?, Era una pésima idea, ñero ya la decisión estaba tomada, dentro de dos meses habrá boda, la celebración más grande hayan visto hasta saldremos en las noticias. Cepillé mis dientes y me dí una ducha rápida para empezar mi mañana, deslicé el jabón por mi cuerpo, limpiando todas aquellas impurezas y dejé que el agua hiciera su trabajo.

     —Jules —La voz de MinSeok tocando la puerta me sobresaltó. Cerré la llave del agua para escucharlo mejor.

     —¿Si, cariño?

     —Sook te está llamando y parece ser urgente, tienes dos llamadas perdidas de ella —Me alarmé, ¿Y si algo le había pasado al bebé?

     Tomé mi toalla de donde estaba guindada y la enrollé en mi cuerpo, tomé el picaporte de la puerta y sólo abrí la misma, tomando de la mano de mi futuro esposo el teléfono.

     —Gracias, cariño —Le dí un beso en la mejilla y contesté la llamada— ¿Sook, pasó algo? —Escuchaba pequeños sollozos.

     —Lo ha-haré, Jules, lo la-lamento —Sus sollozos no la dejaban hablar y todos mis sentidos se pusieron en alerta.

     —¿Qué harás? ¡Sook, maldita sea, háblame! —Y sólo la llamada se cortó— ¡Con un demonio! —Me acerqué a pasos rápidos a mi armario, debía encontrar algo que ponerme y rápido.

     —¿Qué pasa? —Preguntó MinSeok notando mi preocupación.

     —Sook cometerá una locura —Solté sacando la ropa que iba a ponerme.

[☪]

     Localizar a Sook fue pan comido, mi papá rastreó su teléfono y yo sólo me encargué de no perderme en las calles de Seúl, ella estaba en un centro hospitalario en donde hacen abortos. Estacioné el auto como pude y bajé de el corriendo o por lo menos a la velocidad que mis piernas me lo permitían. Abrí de golpe la puerta que decía Hale y yo sólo la empujé, ni siquiera yo estaba pendiente de eso.

     Busqué como una psicópata a mi mejor amiga, pero no estaba sentada en la sala de espera y entonces, pensé lo peor, ella había abortado a mi pequeño e indefenso sobrino, él no tenía la culpa de nada, sólo fueron sus padres los irresponsables por no cuidarse.

     —¿Ju-Jules? —Giré sorprendida al reconocer la voz de Sook, ella salía del interior de uno de los consultorios.

     —¡¿Por qué lo hiciste, Sook?! ¡¿Al menos le preguntaste al papá del bebé?! —Ella negó y derramó a borbotones sus lágrimas.

     Ahí supe que la había regado.

     Quería remendar mi error y la abracé, ganando miradas de las otras personas que estaban esperando a que los atendieran.

     Ella lloraba en mi hombro, mientras sobaba su espalda, aún no entendía si lo había hecho y se arrepentía o era por no preguntarle al padre del bebé. Con dudas en mi cabeza, la guié hasta unos asientos vacíos, algo lejos de la sala de espera y ambas nos sentamos una frente a la otra, ella tenía la cara roja y los ojos hinchados, pero seguía viéndose igual de linda que siempre.

     —Cuéntame, ¿Qué pasó allí adentro? —Ella miró su vientre que era cubierto por una blusa negra que tenía y lo sobó por encima.

     —No pude hacerlo —Dijo y sólo suspiré aliviada.

     —¿Por qué querías hacerlo, acaso no lo amas? —Ella me miró muy dolida, sus ojos reflejaban más que dolor.

     —Lo amo, Jules y a su padre también, pero jamás me dejarán estar a su lado y me lo van a... Quitar —Tomé ambas de sus manos e intenté que practicara la exhalación y la inhalación para calmarla.

     —¿Quién le haría eso a tu bebé? —Su padre no podía hacer aquello, yo no lo permitiré.

     —Mi hermano —Y aquí es donde me arrepentí de haber preguntado.

     —No creo que él haga eso, Sook —Intenté sonar lo más segura posible.

     —¡¿Cómo estás tan segura de ello?! —Gritó Sook, logrando que mi ánimo cambiara.

     —Porque él sabe lo que se siente perder a un cachorro —Desvié mi vista de ella y busqué algo en el suelo que pudiese quitarme las ganas de llorar.

     —¿Qué quieres decir con eso, Jules? —Bajó el tono de su voz al notar que ésta conversación me afectaba.

     La miré con lágrimas en los ojos y sólo dejé que fluyeran mis palabras.

     —En ese secuestro me hicieron abortar a mi bebé y a Jung Kook pareció afectarle más que a mí, esa fue la razón por el cual decidió dejarme —Le dediqué una sonrisa vaga.

     —¿Por qué no me dijiste nada?

     —Porque si Jung Kook decidió reservarlo, ¿Quién era yo para revelarlo? —Solté un sollozo, aún dolía.

     —Lo siento tanto, Jules —Ella me abrazó y lloré en su hombro, justo como yo había hecho con ella.

     —No me has dicho quien es el padre de mi sobrino —Sentí como su cuerpo se tensó contra el mío.

     —¿Prometes no enojarte? —No tenía motivos para ello.

     —Lo prometo.

     —Kim Seok Jin.

     Ha de ser una broma muy pesada.

¡Volví cincuenta años luz después!

Si pensaban que lo bueno ya había pasado, mejor agarrense bien por lo que vendrá es una gran sacudida.

GRACIAS POR LEER❤️