Papá se fue una hora después, dejándome sola en la oscuridad de mi habitación, mi hermanito Jun lo necesitaba más que yo, ya que él lloraba sin control alguno y si les soy sincera, YoonGi no le prestaba ni el más mínimo, ni minúsculo o fragmento de atención, creo que eso de tener hijos no va con su persona.

     Tomé el teléfono de mi mesita de noche y busqué el número de MinSeok, hablaría con él, debía hacerlo, principalmente porque quería ser feliz, por lo menos al lado de un hombre que me amará por el resto de sus días y que no fingió sus sentimientos sólo para tener sexo o aventuras conmigo.

     Busqué su número en mis contactos y sólo presioné a llamar sin pensarlo más, ¿Para qué buscar una excusa? No necesitaba una, tenía más de tres semanas conmigo, apoyándome, queriéndome, mimandome y sobre todo, respetando mi espacio cuando lo necesitaba, en las relaciones las cosas deben ser voluntarias y recíprocas, además de la abundancia de comunicación y confianza, sólo eso quería.

     Él debía escucharme y entender porque desaparecí por ese tiempo, porque no acepté su propuesta de compromiso y sobre todo, que era lo que tenía con Jeon, aquel gran encuentro quizás no sea tan agradable.

     —Jules, cariño —Contestó aquella llamada tan urgente.

     Escuchaba de fondo una música bastante ¿Sensual? De esas que te provocaba bailar muy pegados, sintiendo como el cuerpo del otro se movía al compás de la música.

     —Hola, amor, ¿Estás ocupado? Porque puedo llamar más tarde —En mi habitación había mucho silencio y por la ventana, que yacía abierta, se colaba una corriente helada que erizaba mi piel.

     —No, cariño, ¿Quieres que vaya a verte? —Sonreí.

     A veces creía que MinSeok tenía un sexto sentido. Cada vez que yo pensaba en algo, él preguntaba al respecto sin siquiera dejar que terminara de organizar lo que tenía en mi cabeza.

     —Me encantaría que vinieras y si es así, trae el anillo de compromiso, porque acepto casarme contigo.

[☪]

     Bajé las escaleras con sumo cuidado, eran las nueve de la noche, justo un sábado y a todos en la casa, incluyendo a YoonGi, les encantaba dormirse temprano y despertar al día siguiente por la tarde, como si recuperaran el sueño que perdieron a lo largo de la semana, incluso Jun me sorprendía, el más pequeño de la casa se unía a esos par de vagos de fin de semana.

     Tomé las llaves de la mesa del recibidor y abrí la puerta con cuidado, MinSeok estaba de pie frente a mí con una gran sonrisa en su rostro y como si leyera mis pensamientos, se acercó a mí y me plantó un beso de pico en los labios, su olor a anís estrellado era embriagador y jamás dejaré de comentarlo, comenzaba a gustarme, pero no podía admitir que me gustaba más que el chocolate con menta de Jung Kook.

     Sé que es estúpido compararlos porque ambos son opuestos, de familias distintas, de crianzas diferentes y sobre todo, tenían sentimientos discrepantes hacia mi persona, ¿De qué me servía hacerlo?

     “Todo me recuerda a nuestro Alfa, él no necesitó un permiso para vernos” —Habló mi loba, mientras miraba a MinSeok nerviosa.

     Él ya no es nuestro Alfa, MinSeok lo será y nos dejaremos marcar por él —Ella gruñó y me dió la espalda, intenté no hacer ningún gesto, mientras MinSeok me veía con aquellos destellos de luz en sus ojos.

     —¿Tienes hambre? Porque yo me muero por unas frituras —Le sonreí, intentando parecer normal, como si mi loba no estuviese molesta conmigo por cambiar a nuestro Alfa, que si mal no recuerdo nos dejó hace un tiempo.

     —Me muero por comerte —Se acercó más a mí, aferró una de sus manos a mi espalda baja y la otra detrás de mi cuello—Prometo no ser ruidoso —Sonreí y relamí mis labios.

     Él me pegó de forma brusca a su cuerpo y sin más comenzó a devorarme la boca, la intrusión de su lengua en mi cavidad bucal me dejó perpleja, por un momento había pensado que MinSeok sería el típico chico dulce y avergonzado, pero me había equivocado.

     Interrumpí el beso, no estaba bien que él tuviese ganas de follarme justo ahora cuando mi papá y mis hermanos estaban durmiendo plácidamente en sus camas, era como si estuviese teniendo sexo en la cama en donde dormían mis padres, mientras ellos no estaban, se sentía igual.

     Él me miró con el ceño fruncido y sólo ignoré aquel acto, caminé hacia la cocina, tenía unas ansias de comer aquellas frituras que ganaba cualquier remordimiento de conciencia por comer pasada de las nueve, aunque nunca me importó realmente mantener una dieta saludable.

     Me puse en puntillas e incliné mi cuerpo, intentando alcanzar las frituras que estaban a unos centímetros de mis dedos, pero sentí algo distinto en mi trasero, MinSeok frotaba su miembro duro a través de nuestras ropas, podía sentirlo más duro que fierro o roca, le tomó unos segundos excitarse de tal manera.

     Introdujo su mano por mi blusa de tiras, para su suerte no llevaba sostén, era de noche y la pijama más cómoda, menos reveladora y animada era ésta, una blusa de tiras de color rosada con una pequeña imagen en medio de las chicas súper poderosas y el short era del mismo color con varios personajes de las chicas súper poderosas en el.

     Subió de mi abdomen, erizando toda la extensión de mi piel por su roce, hasta llegar a una de las zonas más sensibles de mi cuerpo, mis senos y a mis erectos pezones, concentrarme en tomar aquel snacks se estaba haciendo complicado.

     —Mi familia está arriba —Le recordé, no quería que mi padre tuviese algo de sed y bajara a la cocina encontrándose con tal escena, no sabría cómo mirarle a la cara después.

     —Tranquila, prometo que seré rápido —Me aseguró.

     Me apretó ambos senos, haciendo que una corriente eléctrica recorriera desde la punta de mis pies hasta las puntas de mis cabellos, sentí sus labios besando la piel desnuda de mi hombro derecho y sólo decidí que aquella búsqueda estaba perdida, no podía concentrarme con aquellas caricias.

     Recorrió de mi hombro hasta mi cuello, concentrándose y deleitandose de aquella zona, sentí un cambio de luces cuando su mano izquierda dejó mi seno izquierdo para descender nuevamente por mi abdomen, bajó por mi cadera hasta introducirse en mi short de pijama y luego en mis bragas, descubriendo mi sexo que deseaba su toque, quería saber cómo se sentía tener relaciones con MinSeok.

     Porque con Jung Kook era como estar en el mismísimo cielo.

     Al sentir como rozó mi clítoris con una de las puntas de sus dedos, me estremecí intentando no soltar un gemido, quiso introducirse y sólo le dificulté su trabajo porque tenía las piernas juntas, mientras él intentaba calar a lo profundo de mi vagina.

     Al encontrar la forma, empezó el movimiento de arriba hacia abajo por mi clítoris, queriendo retorcerme de placer y su otra mano jugaba con mi pezón derecho, pero su deseo podía más que él, en un movimiento rápido tenía el trasero pegado contra las puertas de los gabinetes, mientras él estaba devorandome la boca nuevamente.

     Ambos nos paralizamos al escuchar una puerta abrirse y cerrarse al instante, en mi interior rezaba de que no fuese papá el que bajaba por aquellas escaleras y descarté aquel pensamiento al ver a mi hermano caminando hacia la puerta de la casa, mirando a todos lados como si estuviese escapando, la puerta se abrió y luego se cerró con cuidado, perdiendo así de vista a mi hermano en cuestión de segundos ¿A dónde iría a ésta hora? ¿Jung Kook lo habrá llamado porque quizás pasó algo? Preguntas se formaban involuntariamente en mi cabeza.

     —Nos salvamos de ésta —Miré a MinSeok a los ojos y reflejaba deseo en ellos, pero yo tenía la cabeza en otro sitio— ¿En dónde nos quedamos? —Se hizo el pensativo— Oh, cierto, aquí nos quedamos —Estampó sus labios con los míos de forma brusca.

     No podía acostumbrarme a su brusquedad, pero podía enseñarle la forma en la que a mí me encantaba jugar.

     Jeon lo había aprendido en cuestión de segundos, pero con MinSeok me tocará practicar algunas cosas para que ambos podamos disfrutar del buen sexo y quedará para la siguiente ocasión, no me arriesgaré a ser vista.

     —MinSeok, para —Susurré contra sus labios, nos separamos por falta de aire y unimos nuestras frentes— prometo ser tuya en otro momento, pero con ésta presión de ser vistos, no puedo simplemente concentrarme —Lo miré a los ojos de forma suplicante.

     —Está bien, cariño. Aunque es más divertido si huele a peligro —Alcé una ceja.

     —Cuando vivamos juntos no dejaré que escuches más canciones de Romeo Santos —Él rió de forma nasal y metió una mano en su bolsillo, sacando una cajita de éste.

     —Gracias por aceptar ser mi esposa —Abrió la caja y pude ver el hermoso anillo con un diamante en medio. Forcé una sonrisa y le dí mi mano izquierda para que pusiera el anillo en mi dedo anular.

     Ojalá fueras tu, Jung Kook.

Admito que quería escribir lemon con el MinSeok que se lo ha ganado, pero simplemente no me salía, ¡Pinche JK, me tiene atada a él! Y bueno, éste es el resultado, espero les guste💕

GRACIAS POR LEER❤️