|☪ Cᴀᴘ. 047 ☪| ᴘᴇʀғᴇᴄᴄɪᴏ́ɴ ᴇs ɪɢᴜᴀʟ ᴀ ᴅᴇsᴀsᴛʀᴇ ✔
|• JEON JUNG KOOK •|
Llegamos a mi apartamento, estaba ansioso, nervioso y con algo de miedo a la vez. Me dirige a la habitación y de inmediato me introduje en el baño, mientras dejaba a Jules sacando todo lo que iba a ponerse para hoy en la noche, pero como yo era un chico algo organizado, dejé el traje en el armario junto a la corbata y los zapatos.
Dejé el agua correr, imaginándome que Jules se bañaba conmigo, lo sé, mal momento para tener una gran erección, pero esa mujer me volvía loco y ni con todas las palabras del mundo podría explicarles lo enamorado que me estaba sintiendo por ella ¿Raro?, Demasiado. Jamás había amado a una mujer que no fuera mi madre, mi abuela o mi hermana.
Enjaboné mi cuerpo, pensando que era ella la que me tocaba, como aquella noche que dejó de hacerse la difícil y me dejó hacerle lo que quisiera, aún más me había enganchado a ella. Al terminar, cepillé mis dientes y salí del baño envuelto en una toalla de la cadera hacia abajo, recordé que pronto Ho Seok estaría en mi apartamento para evaluar nuestra vestimenta.
—Todo tuyo, muñeca —Ella estaba en una bonita ropa interior y necesitaba más fuerza de voluntad, porque mis pies de inmediato caminaron hacia ella.
—Gracias, Kook —Dijo tomando la toalla que había dejado encima de la cama.
Ella no me esperaba y la sorprendí por detrás, aferrándome a su cintura, para bajar una de mis manos a su centro, acariciandolo por encima de la braga de dibujitos.
Como a mi me encantan.
No finge ser alguien quien no es, si a ella le encangaba sus bragas de dibujitos por mi estaba genial, pero no es eso exactamente lo que me terminó enamorando, fue su actitud, no le daba vergüenza andar con ellas y mucho menos aparentar que era perfecta, que amaba el encaje y los vestidos más arriba de las rodillas.
—Kook, no tenemos tiempo para esto, porque... ¡Ahg, Kookie! —Había tocado su clítoris por encima de la braga, de forma accidental... Eso quería hacerme creer.
—Tenías tiempo que no me llamabas así —Susurré en su oído, para luego besar la parte posterior de su cuello.
—Kook, debemos arreglarnos.
—Sólo juguemos un ratito, prometo venirme en diez minutos —Soltó una sonora risa, esa que me encantaba.
—No podemos llegar tarde, tu eres su invitado estrella —Recordó, haciendo que yo también recordara que Ho Seok estaría aquí en menos de lo que canta un gallo.
—Si tanto insistes —Besé su mejilla y dejé el exquisito roce.
Me alejé de ella para ir a mi armario y comenzar a vestirme. Detrás de mi escuché como la puerta del baño se cerró y ponían seguro.
Jules es realmente mala con Kookie.
Empezaba a tener una gran fascinación por los trajes color vinotinto con diseños en las mangas, pero compré sólo el saco vinotinto, camisa blanca con detalles en verde casi visibles (Debía ir combinado con Jules de alguna forma) y pantalones negros con la corbata corbata del mismo color, al igual que los zapatos. Un poco de perfume que combine con mi olor a chocolate con menta y estaba listo.
Un olor a tierra mojada se hizo presente en mis fosas nasales, Ho Seok había llegado, me aproximé rápido a la puerta, abriéndola en el acto y lo ví con su típico traje negro, su maletín y su increíble sonrisa, brillaba más que un sol.
—¿Estás listo?, Porque te ves muy bien —Le hice señas para que entrara en mi apartamento.
—Sólo falta Jules que no tarda en salir —Cerré la puerta y lo guié al salón— Siéntate —Suspiré pesadamente— No negaré que estoy nervioso y Jules más que yo, si le pasa algo, simplemente yo... —Fui interrumpido por el lindo solecito.
—Te mueres. Tranquilo, Kook, me aseguraré que no le pase... —Abrió sus ojos como platos, pero no sabía el porque.
—¿Pasa algo?
—¿Kookie, en dónde pusiste mi crema de peinar?, Esa que confundiste con el... —Cuando Jules terminó de salir de la habitación, se percató de un gran detalle, no estábamos solos y ella estaba desnuda frente a mi gran amigo.
Por instinto ella llevó sus manos a sus partes más íntimas y las tapó como pudo, visualicé un gran sonrojo en su rostro por la vergüenza y la pena que tenía en ese momento, no la culpaba, tampoco avisé que había llegado.
—Lo siento por interrumpir —Sonrió y recordé donde había metido su famosa crema.
No le digan, pero me la puse en el cabello, deja realmente el cabello hidratado, brilloso y muy bonito, no tanto como el de ella, que era preciosamente liso y rubio.
—Está metida en mi cajón de bóxers —Me miró confundida y soltó una risita.
—¿Qué hace allí?
—Es una larga historia, muñeca, pero no tenemos tiempo —Ella entendió la gran indirecta y se metió a la habitación a la velocidad de la luz.
—Está muy buena tu amante —Miré a Ho Seok con el ceño fruncido.
—Vuelves a decir eso y date por muerto, Ho Seok —Solté con una voz más gruesa, no quería que nadie la viera y mucho menos la tocara, ella era mía.
Sólo mía y de nadie más.
—Tranquilo, Kook —Tocó mi hombro en son de paz— No voy a quitarte a esa belleza —Me guiñó un ojo. Sinceramente, no me tranquilizó ni un poco.
—Si lo intentas, te mato sin pensarlo y créeme, no es una advertencia es una amenaza —Lo oí tragar saliva exageradamente, pero al escuchar el sonido de una puerta abriéndose nos hizo mirar en otra dirección.
—¿Y cómo me veo? —Jules preguntó modelando su hermoso vestido con vuelo de color verde, tenía lentejuelas y era bastante corto, perfecto para la ocasión.
—Poco sexy.
—Hermosa.
Jules nos miró confundida, hasta yo lo estaba, ¿Acaso había escuchado mal? Ho Seok negó una y otra vez, mirando a mi muñeca como si estuviese vistiendo una bolsa de basura, pero para mí estaba simplemente perfecta, bueno, sin ropa se vería más hermosa que un ángel.
—¿Qué tiene de malo? —Jules se miraba en el espejo que tenía en el salón.
—No es lo suficientemente sexy —¿Ho Seok se había vuelto loco? Ella estaba perfecta.
—No quiero que se la coman con la vista, ¿Entiendes?
—Esa es la idea y sé cómo hacer para que ella muestre aún más —Ho Seok se puso de pie y caminó hacia mi habitación.
—Tus amigos son un poco extraños —Jules se acercó a mí, esperando que Ho Seok apareciera por esa puerta.
—Ni que lo digas.
—¡Lo tengo! —Ho Seok salió por aquella puerta de madera con algún traje (De seguro mío) en sus brazos— Agradezcan que mi abuela me enseñó a perfeccionar un traje.
—¿Qué harás? —Preguntó Jules cruzándose de brazos.
—Magia.
Esto no me gusta nada.
[☪]
Bajamos de la camioneta blindada que Ho Seok me había dejado, a penas habíamos llegado a la gran residencia de Dimitri Vegas alías “El anti-licantropos”. Hablando de la vestimenta de Jules, Ho Seok se había vuelto loco, utilizó mi hermoso traje verde manzana y lo confeccionó al hermoso, glorioso y espectacular cuerpo de mi muñeca, claro, no dejó que llevara una camisa debajo y el pantalón lo cortó haciendo un short muy sexy, sumándole los tacones de agujas negros con el tacón dorado.
Simplemente hermosa.
—¿Estás lista? —Sólo estaba embobado por su carita toda preciosa.
—Nací lista —Estiré mi mano para tomar la suya, intentando aparentar que no sabía a que o a quien nos íbamos a enfrentar.
Un señor de traje nos abrió la puerta de la mansión blanca, las puertas eran del mismo color, además había mucho verde, quisiera saber cuánto le habrá costado tener su hermoso jardín tan cuidado. Entramos erguidos y habían señores que paseaban mujeres con correas en sus cuellos que, caminaban a cuatro patas por el suelo de madera oscuro.
—¿Qué es esto? —Preguntó Jules apretando aún más mi mano.
Este tipo estaba enfermo.
Seguimos caminando hasta el salón y dimos con aquel señor, Dimitri Vegas, que miraba con los ojos bien abiertos a Jules, parecía que se le fueran a salir en cualquier momento y eso sólo me hacía hervir la sangre, nadie tenía sexo con ella en sus pensamientos, sólo yo podía hacerlo y más en mis sueños, sobre todo en la vida real.
—¡Lu Han Yi, por fin llegaste! —Exclamó un tanto ¿Emocionado?
—Señor Vegas, a mi también me alegra verlo —No solté a Jules en ningún momento, tenía una horrible sensación y era que podrían arrebatarla de mis brazos en cualquier momento.
—¿Quién es esa hermosa mujer? Dios, sin dudas es una diosa, el internet no mentía —El señor se puso de pie y tomó la mano de Jules que tenía libre, era la derecha y dejó un casto beso en su muñeca.
Sentí como Jules se tensó ante ese toque, algo no estaba bien, el ambiente se sentía pesado y Ho Seok no me hablaba a través del aparato, sólo debía mantener la calma y estar atento a cualquier movimiento.
—Soy Jules —Dijo ella mostrando sus dientes blancos en una hermosa sonrisa.
—Eres preciosa, ¿Lo sabías? —Ella asintió con cierto temor— Y usted señor Jeon es muy afortunado —Abrí mis ojos como platos.
—¿Disculpe? —¿Ocultar mi asombro?, Tarea difícil.
—¿Creías que podrías engañarme? ¡Que estúpido eres, soy el hombre más astuto y desconfiado de este mundo! —Unos hombres se acercaron a nosotros, como si estuvieran rodeandonos.
—Juro que me está confundiendo con alguien más —Halé a Jules y la pegué más a mi cuerpo, protegiéndola.
—No, mi informante nunca se equivoca —Una sonrisa maliciosa apareció en su rostro— A él matenlo y a ella tráiganla —Mi cuerpo se tensó.
—Sobre mi cadáver —Solté cambiando mis ojos de color.
Nadie toca a mí Omega.
Dimitri hizo una especie de señas y sentí algo en mi espalda, aquel objeto atravesaba la tela de mi ropa, quemaba mi piel y sabía perfectamente lo que era, no debía ser un genio para saber que me hacía débil, mi cuerpo se debilitaba y no pude evitar que separaran a Jules de mí.
—¡No, Kook! —Fue lo último que escuché antes de desmayarme.
Quiero aclarar lo siguiente, como dije anteriormente en los próximos capítulos viene contenido un poco fuerte y es precisamente porque en un secuestro no te ponen a jugar cartas o carritos, siempre te hacen o te obligan a hacer cosas malas e intenté de cierta forma reflejarlas levemente en esta historia.
Otra cosa, ¿Les gustaría que hiciera un preguntas y respuestas sobre ésta historia?
Espero sus comentarios💕
GRACIAS POR LEER❤️
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