|☪ Cᴀᴘ. 024 ☪| ᴇʀᴇs ᴜɴᴀ ᴏᴍᴇɢᴀ ✔
Caminé con Jules en brazos hasta llegar a mi gran habitación, rezando para que la mejor amiga de mi prometida no apareciera, ni metiera sus narices en donde no le importa, abrí la puerta y entré teniendo cuidado de no golpearla con el marco de la puerta o inclusive con ella, observé a mi alrededor y las señoras de la limpieza habían echo un gran trabajo, todo estaba impecable; la dejé en la cama con sumo cuidado, dándole un beso en la frente, estaba tan quieta, tierna, dócil, se veía tan delicada, toda una muñeca de porcelana tenía en frente de mi.
—¿Por qué eres tan linda? —Le pregunté, pero era más que obvio que no iba a responderme.
Me retiré de la cama para prepararle un baño caliente, lo necesitaría por sentir su celo por primera vez y es muy probable que su loba se sienta muy agobiada, desconsertada y algo enojada por haberla tenido tanto encerrada o mejor dicho dormida durante mucho tiempo.
Al terminar de llenar la gran bañera que, fácil pudieran entrar cuatro personas por lo grande que era, saqué una toalla de uno de los cajones y la guinde en el toallero, dejando todo a su disposición cuando entrara al baño, me di la vuelta saliendo del mismo, quedando impactado por lo que estaba viendo.
—¿Te gusta lo que ves? —Preguntó Jules en tono seductor, parada frente a la cama con tan sólo una lencería blanca.
“Joder, Jung Kook, si no la tomas tu, la tomaré yo” —Dijo mi lobo mirando a Jules, haciéndole agua a la boca.
Recuerda que no está en todos sus sentidos y está cegada por el deseo de ser penetrada —Le respondí observando cada movimiento que hacía Jules.
Ella estaba apunto de bajarse la parte inferior, me alarmé por lo que pudiera pasar si lo hacía y me acerqué a ella alejando sus manos de aquella prenda.
—¿Qué haces? —Le pregunté a unos cuantos centímetros de distancia.
—Quiero hacerlo contigo —Soltó relamiendo sus labios.
No, ahora no.
—No, Jules, no puedo tomarte y menos así —Dije tomando ambas de sus manos— No estás en todos tus sentidos —Ella alzó una ceja.
—¿Quién dijo que no? —Sonrió mostrando sus dientes divertida— Deseo que estés dentro de mi, Jeon —Con su mano rozó por encima de la tela mi pene que empezaba a despertarse.
—¡Jules, basta! —Retiré su mano y la empujé a la cama, de forma leve, pero efectivo, ella cayó de espaldas molesta.
—Jung Kook, esto duele muchísimo —Se quejó cruzándose de brazos, resaltando sus pechos.
Eran grandes, los más grandes que había visto, de seguro me caben completamente en cada una de mis manos. A veces no entendía porque se burlaban de su peso, frente a mi yo veía a una hermosa Diosa Griega, ella con tantas curvas y yo sin frenos. Unas piernas blanquecinas, pero delicadas como toda la extensión de su piel y ni hablar de su abdomen, no era precisamente plano, sin embargo, te daban ganas de saborearlo, cada parte de el.
—¿Me seguirás viendo sin hacer nada? —Preguntó encontrandome con sus ojos azulados verdes.
—Sí —Respondí sin apartar mi vista de su cuerpo.
¿Para qué mentir?, Me sentía tremendamente caliente, tenerla tan sumisa ante mí, cuando ella era toda una fiera y lo único que salía de boca cuando está conmigo es un rotundo “No”.
—Vamos, Jung Kook, juega conmigo —Insistió nuevamente, ¿Cómo decirle que no a esa carita?
Ella estaba apoyada de sus antebrazos viéndome de pies a cabezas, ¡Joder, Dios, no me abandones, no puedo caer en la tentación!, Sin poder aguantar, me acerqué a ella metiéndome entre sus piernas, rozando mi pene ya erecto encima de su intimidad, al igual que mi cuerpo, me apoyé con mis brazos para no aplastarla y así poder tener su rostro a centímetros del mío.
—Hazme tuya, Jung Kook —Veía el dolor en sus ojos, sé cuánto puede doler, pero no podía complacerla, no hoy.
—No puedo, Jules, lo lamento —Desvié mi vista de sus ojos a sus labios y luego subí de nuevo a sus ojos.
—Si puedes, mi hermano no está y no le diré nada —Dijo dejándose caer por completo en la cama para enredar sus dedos en mi cabello.
—No puedo, Jules —Esto era más que doloroso.
—¿Ya no me deseas? —Sus ojitos me miraban con cierto temor.
Te deseo como un loco.
—No, Jules, lo lamento —Sus ojitos se cerraron y alejó sus manos de mi cabello.
“Eres un idiota” —Dijo mi lobo al momento de ver a Jules de esa manera.
No puedo hacerle eso, ella tiene novio y yo voy a casarme, por cierto, tu y yo somos uno así que ambos somos unos idiotas —Mi lobo sólo gruñó en desacuerdo.
—¡Aléjate de mi hermana! —Habló YoonGi entrando a mi habitación sin tocar antes.
La única reacción que tuve fue ponerme de pie a la velocidad de la luz, olvidando un pequeño detalle que había entre mis piernas.
—¡¿Ibas a follarte a mi hermana?! —YoonGi frunció su ceño y se acercó más a mi, viendo en todo su esplendor mi erección.
—¡Tápate eso, Jung Kook! —Habló Taehyung detrás de él.
Genial, esto es una reunión y yo no me enterado.
—Él no iba a tocarme, ni siquiera me desea —Dijo Jules tapándose con sus delicadas manos el pecho.
YoonGi notó como veíamos a su hermana y le dió un golpecito a Taehyung en el brazo, para luego darme uno a mi.
—¡Tápense los ojos! —Caminó hacia la cama y tapó a su hermana con una de las sábanas que estaban a los pies de la cama.
—Casi es tuya —Dijo Tae Tae guiñandome un ojo.
Casi, pero no quería que fuera para sanar su dolor allí abajo, quería que lo hiciera conmigo por deseo y quizás, amor.
—Ya te dije que Jules no me gusta, Taehyung —Rodé los ojos y le dí la espalda.
—Claro y esa erección se hizo sola —Se burló.
—Ya le dí la pastilla —Habló YoonGi— Hará efecto en unas horas, asi que mejor dejémosla dormir —Asentí haciéndole caso a Min.
[☪]
Los tres estábamos fuera de la puerta de mi habitación, nerviosos, no sabíamos cómo decirle a Jules lo que realmente era y además, que éramos nosotros.
—No puedo —Dijo YoonGi dándose la vuelta, por instinto le toqué el hombro parando su huída.
—Si puedes. Creo que querrá escuchar la verdad de tu boca que de mi boca, es tu hermana —Lo convencí, si yo le decía es probable que no me crea.
—Es cierto y es probable que a mi ni quiera verme —Tragó saliva Taehyung, moviéndose de un lado a otro, estaba tan inquieto.
—¿Decirme qué? —Jules había abierto la puerta sorprendiendonos a los tres en nuestra importante plática.
—H-He... Pues... Nosotros —¿Desde cuando Taehyung tartamudea?, No lo sé.
—Verás, hermanita... —YoonGi no sabía ni que decir— Te desmayaste en la casa de Jung Kook —Miré al alfa confundido y desaprobando lo que intentaba hacer.
—¿En serio?, Tengo recuerdos vagos de lo que pasó —Dijo ella sobando su cabeza.
—Si ellos no quieren decirte, entonces, te lo diré —Hice una pausa pensando bien como se lo iba a soltar— Eres una omega —Ella abrió los ojos como platos, al igual que los otros dos inútiles, no por nada era el gran Alfa, rey de todos.
—¿En una broma? —Ella soltó una melodiosa carcajada— ¿Y qué se supone que es eso? —Sus mejillas se elevaron, viéndose aún más hermosa de lo que ya era.
—YoonGi, muéstrale —Le pedí a YoonGi amablemente.
—¡¿Estás loco?! —Se alteró, pero no iba a cambiar mi posición.
Estaba loco y mucho, pero por tu hermana.
—¿O prefieres que lo haga yo? —Dije alzando una ceja y él rodó los ojos.
—Siempre te sales con la tuya —Dijo en tono muy bajito.
—¿Mostrarme qué?, Me están asustando —Dijo recargada del marco de la puerta.
—Mejor aférrate a la puerta —Sugirió Taehyung alejándose un poco de YoonGi o era probable que el del cabello de color menta le cayera encima.
Uno, dos y tres, sólo le bastó a YoonGi para revelar a su lobo de pelaje negro, dientes afilados y ojos de color azul cielo con negro delineando su iris, viéndose así aún más intimidante.
Al ver a Jules, estaba estática viendo a su hermano siendo lo que realmente era, un licántropo, frente a sus ojos, sin esconderle por más tiempo la verdad.
—¿U-Ustedes... T-También pueden transformarse? —Tragó saliva señalando a su hermano con cierto temblor.
—Sí, pero mi pelaje es marrón rojizo —Explicó Taehyung, mientras YoonGi cambiaba a su forma humana.
—¿Y tu, Jeon? —Sonreí de lado juguetón.
—Por algo soy el Alfa, ¿No lo crees? —Tenía cara de asombro.
—Es más fuerte, rápido y tiene la mejor vista, oído y olfato que cualquier alfa de la manada o que hayamos conocido —Explicó YoonGi acercándose a nosotros sin camisa.
—¿Y eso quiere decir qué?
—Que mejor entremos y hablemos sentados —Sugerí, debía evitar que Jules se lastimara y desmayara frente a mis narices.
Todos asintieron y Jules abrió más la puerta dejándonos entrar más a mi habitación. Ella se sentó en la cama, al igual que Taehyung y su hermano a cada lado de ella.
—¿Debo tenerte miedo? —Jules estaba temblando y no lo podía dejar pasar o tomar a la ligera.
—No, no deberías, los alfas no le hacemos daños a nuestros omegas. —Quería explicarle todo y eso haría— Cuando ingresastes al pueblo que está bajo mi cuidado, en otras palabras, mi manada, no puede verse afectada por un beta o humano que haya descubierto nuestro escondite en el bosque, nos veríamos obligados a mudarnos de nuestro hogar, que nos ha pertenecido desde hace más de trescientos años —Ella me interrumpió, ahora se veía curiosa y no aterrada.
—¿Beta o humano?, ¿Eso era y ahora hoy? —Le hice señas al del cabello de color menta.
—Es tu turno, Min —Tomé su lugar y me senté al lado de Jules.
Inhalé un poco de oxígeno, pero su olor no estaba, me sentía estafado y eso que no sabía que ella vendría con tantas sorpresas en el empaque. Min le explicó lo que ya nos había explicado antes, sacando a Jules de todas las dudas que ella pudiera tener.
—¿Cuál es mi olor? —Preguntó de repente— Todos tienen uno y yo quisiera saber el mío —Insistió.
—Fresas con crema —Solté sin importar la mirada penetrante que me lanzaba YoonGi.
Un exquisito olor posees, mi querida omega.
¿Cómo ven la historia?, ¿Les gusta la forma que está tomando?, Comenten❤️
Gracias por leer❤️
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