—Gracias por el desayuno, realmente me divertí —Bajé del auto junto a mi bolso.

     —No mientas, Jules, sabes que no lo hiciste —Me miraba apenada, avergonzada por su familia.

     —No tengo porque mentir, de verdad me divertí —Forcé una sonrisa y ella me imitó.

     —Prometo que cuando me mude a mi apartamento, serás la primera en venir y quedarte en el, quiero hacer las cosas bien y sin que mi familia esté presente —Sonreí. A veces suele ser tan linda y tierna.

     —Prometo cocinar para que compruebes mis dotes culinarios —Le guiñé un ojo y me alejé del auto— Maneja con cuidado.

     —Y tú trata bien esos morados, estaría muy feliz si tu hermano le parte la cara al mío —Me hizo soltar una carcajada.

     —Dalo por hecho —Agité mi mano, mientras el auto se alejaba.

     Caminé hacia la puerta de mi casa, a paso lento y pausado, ¿Cómo explicaría lo de mi cuello?, No quería ninguna disputa, ni peleas, ni nada por el estilo... Cada vez que pensaba en eso recordaba a la Reina de corazones de Alicia en el país de las maravillas, en donde ella dice: “¡Cortenle la cabeza!”, literalmente vi a mi hermano decapitado por los Jeon, ya no sabía que esperar de ellos.

     —Llegas tarde para desayunar —YoonGi abrió la puerta con Jun en brazos, antes de que pudiera introducir las llaves en el cerrojo.

     —Sí, yo también te extrañé, hermanito —Le dí un beso en la mejilla— ¡Y a tí mucho más! —Dije imitando un tono tierno y eufórico a la vez, sólo me fui una noche y yo verdaderamente lo extrañaba.

     Toqué uno de sus bracitos y enseguida me abrió los brazos para que lo cargara.

     —Eres un traidor —YoonGi tenía el ceño fruncido, ¡Se veía tan tierno!

     —Hay Jules para todos —Lo abracé y al mismo tiempo lo hice retroceder para entrar a la casa.

     —Ella es mía primero, enano —Ver a mi hermano peleando con un bebé, era simplemente gracioso. Cerré la puerta de casa y dejé el bolso en el suelo.

     —Eres un celoso, ¿Lo sabías? —Reí— Claro que lo sabe, tu hermano es un celoso —Le decía a Jun, mientras tocaba su pancita.

     —Jules —Me llamó YoonGi haciéndo un sonido excesivo, como si fuese un perro olfateando algo. Alcé mi rostro y él miraba horrorizado mi cuello— ¿Jung Kook te tocó? —¡Ay, Dioses, lo había olvidado!— ¡Jules, respóndeme! —Empezaba a alterarse.

     —No es... Lo que parece —Las palabras no salían como quería de mi boca.

     —¡LO VOY A MATAR! —Aquel grito dolido de YoonGi hizo llorar a Jun, ahora si estaba más que molesta, ¿Qué no sabe cuánto cuesta calmarlo?

     —No pasó nada, sólo tuvimos una pequeña discusión...

     —¡¿PEQUEÑA?! —Me interrumpió, mientras Jun seguía llorando— ¡¿ACASO NO HAS VISTO TU CUELLO?! —Rodé los ojos— ¡ESTÁ COMPLETAMENTE MORADO!

     —¡¿Quieres calmarte?!, Espantas al niño —Intentaba desesperadamente calmarlo con ciertos movimientos o tocando su pancita, él era simplemente cosquilludo.

    —¡¿Cómo quieres que actúe?!, Ese imbécil te tocó, ¿Crees que por ser el rey o lo que se le dé la gana, le voy a tener miedo? —Soltó una carcajada— No, Jules, eres mi hemana, tu eres mi todo, mi padre y ese enano también lo son, si se meten con alguno de ustedes, ¿Cómo quieres que me ponga?, ¿Contento? —Negó— Claramente no, de esta no se salva.

     —¡Ya lo sé!, Pero no quiero que te maten por mi culpa, uno de los empleados me dijo que la familia Jeon, realmente era una manada de licántropos —YoonGi abrió los ojos como platos.

     —¿En serio?, Pero los licántropos no existen, Jules, ese señor te estaba tomando el pelo —Negó con cierta diversión.

     —Pero tu me contabas historias sobre ellos o por lo poco que recuerdo sé que eran de ellos, mi memoria de la niñez aún falla —Confesé justo cuando Jun se calmó. Ahora hablábamos como personas normales y no gruñíamos como animales.

     —Tu y tu reminiscencia.

     —¿No me crees, cierto? —Lo miré directo a los ojos.

     —Lo que no puedo creer es que te hayas creído tal mentira, por Dios, Jules, es como si me dijeras que los vampiros existen y que vienen a chupar mi sangre —Se burló.

     —No es gracioso, Min.

[☪]

|• JEON JUNG KOOK •|

     —Hola mi amor —Nayeon besó mi mejilla, mientras estaba aferrado a su cintura— Tuvimos una buena sesión de sexo anoche —Ahora besaba mi cuello, pero hoy no tenía ganas de nada.

     —Nayeon, por favor para, hoy no tengo ganas —Dije apartándome un poco de ella.

     —¿Seguro? —Coló una de sus manos por debajo de las sábanas, tocando mi miembro nada erecto— ¿Y ahora? —Tenía una cara muy pícara, pero no me provocaba nada, tuve que follármela porque Jules me había dejado muy caliente, no porque realmente quisiera hacerlo con Nayeon.

     —Nada —Bajé mi mano a la suya y la retiré de mi pene, el pobre quería estar dentro de otra mujer.

     “De Jules” —Habló mi lobo. Reí inconscientemente, mi lobo y yo siempre estábamos conectados.

     Pero sabía muy en el fondo que jamás podría hacerlo, es una beta y los betas son menos fuertes que los omegas, así que no aguantaría ni en la primera estocada y hacerlo lento para no partirla en dos, no era mi especialidad.

     —¿Qué te pasa, Jung Kook?, Siempre quieres un mañanero bastante salvaje, pero hoy por alguna extraña razón no quieres —Se sentó en la cama furiosa, cruzándose de brazos, dándome a entender que sólo me quería para sexo y hacía un numerito por ello.

     —No me pasa nada, sólo no quiero tener sexo, mejor dicho, ahora mismo no quiero follarte —Hice una pausa quitándome la sábana de encima, mostrándole mi pene descubierto— Creo que puedes verlo a simple vista, hoy no amanecí con ganas de hacerlo, como mi futura esposa, ¿Puedes entenderlo? —Ella vió mi flácido pene y luego me miró al rostro asintiendo al mismo tiempo— Gracias.

     —¿Es por ella? —Preguntó de repente.

     —¿Por quién?, Ella es una beta y es muy insignificante para mí, pero para tí realmente no lo fue, ¿Por qué mentiste? —Me miraba muy confundida— No te hagas, Nayeon, sé que lo del embarazo es mentira —Abrió los ojos como platos.

     —¿Cómo lo sabes? —Me miró asimilando todo.

     —¿Crees que podías esconder que eres estéril?, ¿En serio?, Siempre me entero de todo, además, nunca me he venido dentro de tí —Alcé los hombros— ¿Ahora cómo le darás su "heredero"? —Alcé una ceja, definitivamente ella no era nada inteligente.

     —Puedes embarazar a cualquier chica a la que te plazca, me da igual, sabes que nuestro matrimonio es arreglado o debo recordarte que tu gran manada mató a casi toda la manada de mi ex-esposo —Quizás la subestimé.

     —No es mi culpa que mi familia te considere una omega fuerte —Rodé los ojos— Por tu culpa maté a inocentes ese día y no sabes cuánto me arrepiento —Cerré los ojos con pesadez, recordando aquél día.

     Hace un año atrás, mi familia me presionaba para que me casara con una omega digna de nuestra familia, estresado por no tener el tiempo, ni el valor y mucho menos las ganas de buscar o conocer a las omegas de mi gran reino, me dejé llevar por lo que decían mis padres “El Alfa Lee tiene una gran Omega, me vergüenza que él tenga la suya y tu no tengas ninguna”.

     Molesto por sus palabras, decidí llegar a su pequeña extensión de tierra, porque la máxima extensión tierra que, es en donde está muestro hermoso palacio la poseemos los Jeon; decidí llegar de sorpresa para atacar su terreno y secuestrarme a la hermosa Omega, todo era color de rosa, mis padres amaron la decisión que tomé, pero cuando pasaron seis meses comenzaba a lamentarme, había matado a personas inocentes, a niños, adolescentes y a una gran parte de alfas adultos de su "manada".

     —Yo no pedí que me secuestraras, ¿O si? —Negué ante su pregunta— Entonces, sigue el plan al pie de la letra ¿O quieres decepcionar a tus padres? —Negué, ¡Joder, la subestimé!

     —No sé cómo lo haremos —Tapé mi rostro con mis manos.

     —Embarazas a la tal Jules y luego le quitamos al niño, ¿Qué tan traumante puede ser?, Es sólo una estúpida beta —Ella tenía razón, pero yo no quería hacerlo— Los Omegas creamos lazos inquebrantables con nuestros lobos, no lo olvides, ella sólo es una insignificante beta —Asentí como un sumiso, el líder era yo, no ella, yo debía dar las órdenes, no ella.

     “¿Le quitarás el bebé a una persona que jamás te ha hecho nada?” —Preguntó mi lobo con voz algo lejana.

     No puedo quebrantar las reglas, nadie debe saber que sería mío y menos fuera del matrimonio —Respondí retirando mis manos del rostro.

     “Entonces, no cuentes conmigo, no seré tu cómplice” —Su voz salía algo dolida, ¿Por qué no comprende que debo hacerlo?

     ¿Me vas a abandonar? —Pregunté con cierto temor, siempre ha estado conmigo, en las buenas y malas.

     “Acabo de hacerlo” —Su voz se desvanecía poco a poco.

     ¡Tu no puedes dejarme! —No oí respuesta alguna. Él ya me había dejado.

Por si no recuerdan que es REMINISCENCIA, son recuerdos vagos, en este caso nuestra protagonista no recuerda al pie de la letras todas las historias de su hermano, dentro de su cabeza son muy confusas.

ᴀᴄᴛᴜᴀʟɪᴢᴀᴄɪᴏ́ɴ ᴅᴇ ʜɪsᴛᴏʀɪᴀs:

|• ᴀᴢᴜʟ ʏ ɴᴏ ᴛᴀɴ ʀᴏsᴀ | ᴊɪɴᴋᴏᴏᴋ/ᴋᴏᴏᴋᴊɪɴ •| ʟᴜɴᴇs ʏ ᴠɪᴇʀɴᴇs.

|• ʀᴇᴍɪɴɪsᴄᴇɴᴄɪᴀ | ᴊᴊᴋ •| ᴍᴀʀᴛᴇs ʏ ᴊᴜᴇᴠᴇs.

|• ¿ϙᴜɪᴇ́ɴ ᴇs ᴇ́ʟ? | ᴊɪɴᴋᴏᴏᴋ/ᴋᴏᴏᴋᴊɪɴ •| ᴍɪᴇ́ʀᴄᴏʟᴇs.

Nos vemos el MARTES😍

GRACIAS POR LEER💕

CORREGIDO: 18/05/2020.