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Episodio V: Un lazo roto es un lazo irreparable

Durante el poco tiempo que Lan Wangji vio interactuar a Hua Danxin con sus hermanos, se dio cuenta de muchas diferencias.

Donde la doncella Jiang era la que lo consentía y mimaba, minimizando el temperamento de sus hermanos. Hua Qing era la que, a pesar de intentar verse severa le ponía mano dura al Joven. Sin embargo, no libre de afecto, algo que su Hua Yun apreciaba totalmente. Y donde Jiang Wanyin era todo golpes y explosiones de temperamento, Hua Ning era demasiado dulce y cariñoso, dándole palmaditas suaves a su hermano mayor cada que este mismo se comportaba infantilmente.

Una gran diferencia, refiriéndonos a su interacción con los hermanos Jiang.

Era obvio que para Hua Danxin, Hua Qing y Hua Ning son sus hermanos de todo, ignorando su sangre. Y está seguro de que si le preguntaran al respecto sobre eso último, el Joven respondería con un "sí". Que ellos sí son hermanos de sangre.

Hua Danxin adora a sus hermanos, como nunca habrá adorado a los Jiang. Y era evidente que el afecto es reciproco. Más aún con las anécdotas que su madre le ha contado de los hermanos Hua. Que, ahora que recuerda, son....Príncipes.

Su amado es un Príncipe Heredero. Hijo de los Dioses más venerados en todo el mundo de la cultivación. Lo que, a su vez, habiendo sido Hua Qing y Hua Ning adoptados, los convierte en Princesa Heredera y Segundo Príncipe Heredero.

HanGuang-Jun tuvo un desborde de información no procesada.

—Entonces, Fang-Ayi aceptó regresar a Gusu con su hijo —la pregunta de Hua Qing sacó al Jade de su caos mental, justo cuando su madre respondió.

—Así es, A-Qing. Sin embargo, todavía no es el momento.

La médico sonrió con afecto. —Ya hemos hablado al respecto. No es necesario que lo hagas, Ayi. —ella tomó ambas manos de la otra mujer entre las suyas— A-Yun puede cuidarse por sí mismo, y me tiene también para apoyarlo. A-die y A-Niang insistieron en que no les debes nada.

Tang Huifang suspiró. —De todos modos, es lo que yo quiero, cariño.

Hua Danxin lucía entre ofendido y divertido, de que hablaran de él como si de un niño pequeño se tratara. Además, lo hacían como si no estuviese presente. —¿Saben que aún estoy aquí, verdad?

Hua Qing rodó los ojos. —Es importante que ciertos puntos respecto a tu bienestar queden claros, A-Yun.

El Príncipe refunfuñó de brazos cruzados mas no se siguió quejando, para diversión de Lan Wangji, Tang FengYu y Hua Ning. Sin embargo, el tema puso curioso al Segundo Jade, por lo que decidió preguntar. —¿Qué le ocurre a Hua Yun?

El susodicho le dio un vistazo. Dándose cuenta de que fue pillado en el acto, desvió su mirada con un ligero tinte rosado en sus mejillas. HanGuang-Jun quedó encantado por aquella reacción del más joven.

—A-Yun suele tener crisis nocturnas —respondió la médico, importándole poco el secretismo para con su hermano—...tarda en reaccionar. A veces, está horas en estado catatónico antes de volver a orientarse. A-Niang dijo que es normal, desde que renació...

Lan Wangji se encontró inhalando bruscamente, comprendiendo las palabras de Hua Qing.

Esas crisis, son reflejos de sus recuerdos sellados que lo atormentan.

Oh, Hua Yun. Incluso iniciando una nueva vida, tu sufrimiento te sigue de todas maneras.

A él le dolió el corazón pensar en ello; lo injusto que ha sido todo para su amado. Todo por culpa de quienes debían ser sus protectores. Ellos fueron quienes lo arrastraron a todo esto, al dolor, al sufrimiento. Hua Yun no merecía ser herido de aquella manera. Él, el mismo sol radiante en persona, tan cálido como la misma esfera de fuego que alumbra los días. Jamás entenderá, cómo es posible que exista tanta maldad en la humanidad.

—De todos modos, eso no importa, Ayi —Hua Danxin, le restó importancia agitando su mano con una enorme sonrisa— ¡Jie estará para ayudarme! ¡Incluso mis pequeños bollos! Además, ¿no ha esperado Lan Zhan y su familia demasiado por ti?

Lan Wangji se sintió conmovido por las palabras de su Hua Yun. Pero, aun cuando al inicio estaba emocionado de llevar a su madre con él al Receso de las Nubes. Habiendo escuchado su versión de la historia, es más conveniente para él que ella se mantenga a salvo aquí mismo en Puji.

Primero necesita deshacerse del peligro que representan los hombres del consejo, y convertir el Receso de las Nubes en un sitio seguro que certificará su bienestar. Lan Zhan no está dispuesto a que su madre sea nuevamente encerrada, por crímenes que no cometió. ¡Ella siempre ha sido inocente! Ella lo hizo en defensa propia. ¡Ese bastardo de Lan MaoYan ni siquiera merecía aquel piadoso final!

Si Lan Wangji hubiese estado presente, y hubiese sido mayor en ese entonces. Él mismo se habría encargado de hacer pagar a ese malnacido. Piensa que su madre fue demasiado misericordiosa en su castigo, y su padre un idiota por no haber investigado más a fondo lo que realmente sucedió. Lo siento padre. Pero eres un completo idiota.

Así que, decidió por decir. —Es preferible que ella se quede, Señorita Hua.

Hua Qing lo miró con ceja alzada. —¿Sí?

—Su vida podría correr peligro —Lan Wangji consideró bien sus palabras— aún no han sido condenados los verdaderos culpables. Ellos ocultaron la verdad.

Hua Danxin comprendió de inmediato. —¿Ellos aún son miembros del consejo de GusuLan?

Lan Wangji asintió en dirección a su amado. —Nunca se les enjuició. Manipularon las cosas, a su conveniencia.

—Por mis tíos —murmuró sorprendido, y Lan Wangji contuvo las ganas de reír por la expresión del más Joven.

Tang FengYu se unió a la charla. —Er-ge tiene razón —el Jade dejó de respirar unos segundo ante la forma en que su hermano ¡su pequeño hermano! se refirió a él, antes de reanudar su respiración—...mientras esos chivos de la montaña se mantengan en el consejo, A-Niang correrá peligro.

—¡Ajá, así que has aprendido mis mañas! —Hua Danxin dramatizó— ¡este Gege está tan orgulloso de su TianTian!

—Sólo espero que las buenas —Hua Qing soltó un gemido lastimero— imagínense tener a dos de ti.

—¡Tendríamos dos babas! —Hua Yuan, como todo bebé razonó feliz en su pequeña e infantil mente.

El Príncipe Heredero cargó a su hijo en brazos. —¡¿Oyeron eso?! ¡¿No es mi precioso A-Yuan el niño más filial del mundo?! —Hua Danxin besó las regordetas mejillas del infante—...¡mi pequeño rábano, tan dulce!

Lan Wangji contemplaba embobado la interacción de su Hua Yun con su hijo; siendo sacado de su nube de ensoñación, cuando sus túnicas estaban siendo tiradas desde un costado suyo.

Volteando a mirar, se encontró con los redondos ojos de Hua Yen observándolo con absoluta adoración. Claro que el Segundo Jade, no se esperaba las siguientes palabras que salieron de su pequeña boca. —¿Por qué no es HanGuang-Jun nuestro A-die?

Hua Danxin y Hua Ning jadearon. —¡A-Yen!

Hua Yang estuvo de acuerdo con su didi. —Pero baba. Laoye dijo que, nuestro A-die tiene que ser alguien muy poderoso que pueda proteger a baba. ¡Y Laoye siempre ha dicho que HanGuang-Jun es el cultivador más poderoso, y confiable que existe!

Hua Yen. —Laoye dice que es por la seguridad de baba. ¡A-die debe ser un cultivador prodigio!

El rostro de Hua Danxin era un poema. Las orejas de Lan Wangji ardían al rojo vivo, y para echarle más leña al fuego, Madam Tang parecía totalmente encantada con la idea, apoyando las palabras de los niños. —¡Así que eso convertiría a A-Yun en mi yerno! ¡Qué maravillosa idea, mis niños!

—¡Ayi!

—¡A-Niang!

Fue el grito sincronizado del Príncipe y el Jade, quienes se miraron las caras unos breves segundo antes de apartarla, demasiado avergonzados por la situación. El corazón de Hua Danxin latía desenfrenadamente, con un sentimiento de familiaridad al encontrarse con aquellos hermosos orbes dorados. Un caso similar con Lan Wangji, quien ya estaba consciente de sus propios sentimientos hacia su amado Hua Yun.

Entonces, la idea de los hijos de Hua Yun le dieron la esperanza que necesitaba. Si Lluvia Sangrienta que camina hacia una Flor habla tan bien de él, como para exigir tales estándares incrustándolo en la mentecitas de los retoños de Hua Danxin. Quiere decir que, de alguna manera, sin siquiera saberlo había recibido la bendición del Dios para acercarse de manera romántica a su hijo.

Sólo espera que venga de ambos padres de su alma gemela.

Con la finalidad de desviar el tema, Hua Danxin fingió toser dirigiéndose al Jade, aparentemente con naturalidad a la vez bromeando. —Y bien, mi estimado HanGuang-Jun. ¿Pasará la noche aquí? Tenemos habitaciones suficientes para que se aloje.

Lan Wangji quería brincar de alegría. Tomar a su Hua Yun, dar vueltas con él en el aire antes de besarlo. ¡Tan malditamente lindo que quiere tirar sus mejillas! Lan Wangji quería decirle "Sí, sí, ¡Sí a todo, Hua Yun! ¡Sí a todo contigo!"

Pero se contuvo. Se comportó civilizada y decorosamente, con un digno porte Lan agraciado. Lan Wangji camufló sus más profundos y oscuros deseos, detrás de una mascara fría de indiferencia actuando tan impasible, como la estatua de Jade que siempre dicen es.

Y, únicamente respondió con un ligero movimiento de cabeza. —Sería un placer.










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Los discípulos habían llegado prácticamente corriendo al Receso de las Nubes. Tan pronto como se presentaron ante sus líderes, la conmoción fue inmensa e inmediatamente se hizo el envío de cartas a todas las Sectas.

Al día siguiente YunmengJiang fueron los primeros en llegar junto a QingheNie. Los primeros, apenas recibieron la carta partieron lo más rápido que se pudieron, con la esperanza de recibir buenas noticias. Jin ZiXuan junto a ellos, puesto a que se hallaba de visita con su esposa en Muelle de Loto, después de haberse casado hace apenas una Luna con Jiang YanLi.

La carta de Wei WuXian le había ayudado a abrir los ojos, antes de cometer el peor error de su vida dejando pasar una gran oportunidad de unirse en matrimonio con una mujer extraordinaria. Para todos fue un golpe demasiado contundente, y sorprendente para él también aun cuando el otro Joven y Jin ZiXuan eran prácticamente rivales.

Debido al luto y la posible guerra, su periodo de cortejo inició dos años después. Su fecha de boda, quedó escrita para dos años más, y al final, pudieron casarse al fin. Esta carta fue repentina, y esperan que sea algo positivo.

No le extrañó que su padre fuera el último en llegar. Incluso las demás Sectas menos cercanas estuvieron antes, para enterarse del chisme.

—QingHeng-Jun, no quiero sonar grosero pero, en vista de lo urgente que decía ser la carta no puedo seguir esperando —Jiang Fengmian inmediatamente habló— ¿Es algo que tiene que ver con lo que pienso?

Lan Minzhe intercambió miradas con su hermano e hijo mayor; con una sonrisa compasiva, se volvió hacia el Líder de Secta Jiang. —Está bien, Fengmian. Es entendible tu angustia, por lo que, estando feliz de dar esta noticia no te haré esperar más. —se dirigió a sus discípulos, dándoles la señal.

Uno de ellos, dijo. —Lan Jianyu saluda al Líder de Secta Jiang. Este discípulo junto a sus compañeros y el Maestro HanGuang-Jun, fuimos de cacería cerca de la aldea de XinXing. A punto de acabarla, un niño apareció en medio de nuestro camino siendo perseguido por un Joven Maestro. Este Joven Maestro, se presentó como Hua Yun, de cortesía Danxin junto a su hijo Hua Yuan de dos años. —Lan Jianyu tomó aire, antes de proseguir— sin embargo, con mis compañeros de testigo, les afirmo que el Joven Maestro Hua era en realidad, el Joven Maestro Wei.

Muchos sonidos de sorpresa llenaron el Salón. Los hermanos Jiang se miraron a los ojos, ambos sonriendo esperanzados y llorosos. Madam Yu se había congelado igual que su marido, antes de que su pulso comenzara a normalizarse sintiendo de nuevo el nudo en su garganta.

Jiang Cheng, demasiado feliz preguntó. —¿Pero cómo? ¿qué es eso de Hua Danxin?

Lan Jianyu respondió. —Tenemos la teoría de que, de alguna manera el Joven Maestro Wei perdió su memoria. Ya que, ni siquiera fue capaz de reconocer a HanGuang-Jun.

—¿Perdida de memoria?

—¿Cómo es posible?

—¿Ha dónde ha estado todos estos años?

—Por cierto, ¿y HanGuang-Jun? ¡Seguramente él tiene respuestas!

QingHeng-Jun viendo la incomodidad de su discípulo, decidió intervenir. —Señores, cálmense. —él dijo— actualmente, mi hijo menor no ha regresado. Mis discípulos, nos entregaron su recado de que, iría con el Joven Maestro Wei debido a que había algo importante que tenía que mostrarle. —impidiendo ser interrumpido, añadió— es la única información que manejamos. Hasta que Wangji regrese, no tenemos más que poder compartirles.

Ante aquello, si bien Jiang YanLi y Jiang Wanyin se sintieron decepcionados. No dejaron que sus ánimos se bajaran. Lo importante. ¡Era que Wei WuXian estaba vivo! No importa si no los recuerdan, estaban seguros de que, una vez que regresara con ellos a casa las cosas serían distintas. Harán lo que sea para que recupere sus recuerdos.

Jiang Cheng había estado planeándolo durante todos estos años. Si bien, se había declarado que su hermano estaba muerto, él jamás lo aceptó. Ni cuando llegó Suibian, manchada con su sangre. Ni cuando recibió en sus manos, aquella cinta característica de Wei WuXian; ni cuando jamás fue vuelto a ver, ya sea por casualidades o aunque fuese un rumor. Nunca perdió al esperanza.

Ahora, sabe que valió la pena.

Jiang YanLi lloraba en los brazos de su esposo, con este último al borde de las lágrimas como ella; jamás imaginaron que recibirían una noticia tan maravillosa, que les regresaría la alegría. Jin ZiXuan estaba decidido a que, por su amada, hará lo que sea para verla sonreír tan brillante como nunca. También, dará de sí mismo para tener una buena relación con Wei WuXian, algo que sin duda encantará a su dulce A-Li.

Podrá decirle al fin al chico cuan agradecido está con él, por darle aquel gran empujón. Sus futuros hijos crecerán amados, y tendrán consigo a sus dos tíos. Sabe por YanLi que Wei WuXian es bueno con los niños, por lo que no le sorprendería que termine siendo el tío consentidos y favorito.

La familia Jiang estaban decididos a, esta vez, hacer las cosas como debieron ser desde un inicio; un nuevo comienzo, significa sanar heridas. Si Wei WuXian no los recuerda, entonces la darán nuevos y buenos momentos que crearán hermosos recuerdos; iniciarán desde cero. Fue la promesa que se hicieron.



Que lastima que el destino y los dioses, tienen planes distintos con respecto a las relaciones del Príncipe Heredero.


En medio de los murmullos conmocionados por lo recién expuesto. Una extraña luz, que lucía como una abertura apareció en medio del Salón. Los cultivadores de inmediato se pusieron el alerta, desenvainando sus espadas para defenderse de un posible ataque.

Aquella grieta se hizo cada vez más grande, a tal grado que sobrepasaba la altura de un individuo tan alto como ChiFeng-Zun. E inesperadamente, de ahí salieron dos figuras jamás antes vistas.

Se trataban de una mujer y un joven. Los dos, vistiendo pulcras túnicas consistentes en rojas y blancas. Sus bordados y adornos en dorados, mucho más brillantes que los Jin; ellos tenían sus cabellos tomados en una coleta alta, con una cinta roja siendo acompañada por una horquilla en forma de fénix chapado en oro. Espadas impresionante en sus cinturas, tal y como el aire que emanaban de dos seres superiores. Era evidente que son hermanos, puesto a que compartían rasgos.

Mientras el Joven era de apariencia más suave y tímida, la Doncella tenía una mirada feroz y penetrante. Una postura imponente, sin dejarse intimidar por su tamaño.

Pero, para mayor impacto la tercera figura que salió, era ya conocida por todos; no era nadie más ni menos que. —¡HanGuang-Jun!

—¡Wangji! —llamaron sus familiares aliviados.

Como una deidad atravesando el cielo luminoso, el Portador de la Luz caminó con elegancia hasta parase en medio de las dos personas desconocidas. Lan Wangji se inclinó con solemnidad, saludando a todos los presentes.

Acción repetida por los desconocidos. —Esta se presenta como Hua Qing, médico de Puji.

—Este se presenta como Hua Ning, de cortesía QiongLin, médico de Puji. Hermano menor de Hua Qing y Hua Danxin.

Lan Wangji se volvió hacia ellos, con una reverencia mucho más respetuosa que la anterior hacia los Líderes. —Princesa, Segundo Príncipe.

Los mencionados, devolvieron su cortesía bajo la estupefacción de los presentes. Y, antes de que alguien pudiese preguntar al respecto, una voz alegre se oyó a través de la grieta. Esta decía. —¡Jiejie, didi! ¡Lan Zhan olvidó una de sus bolsas qiankun!

Hua Ning sonrió divertido. —¡Aquí estamos, Da-ge!

Hua Qing se volvió en aquella dirección. —Puedes pasar, A-Yun.

Una cuarta figura atravesó el portal, quedando cara a cara con los hermanos Hua. El Joven rebosaba de una vitalidad impresionante. Muchos contuvieron la respiración ante tan radiante sonrisa y ojos grises llenos de alegría. Pero los que lo reconocieron de inmediato, no fueron capaz de decir siquiera una palabra.

Y para rematar al impacto de los Lan que apenas digerían la entrada épica del Jade menor. Lan Wangji, mirando al recién llegado Joven con afecto dijo. —Gracias, Hua Yun.

Aparentemente, Hua Yun, sonrió con sus mejillas ligeramente ruborizadas cepillando su cabeza avergonzado. —¡No hay necesidad, no hay necesidad! ¡Fue un placer ayudar, Lan Zhan!

Sólo recién el Príncipe Heredero se dio cuenta de la audiencia. Por lo que, con una expresión curiosa, arrastró su mirada por todo el lugar deteniéndose justo en las tres estatuas vestidas de blanco. Entre ellos, había un Joven muy similar a la persona que estaba parado a su lado. Sin embargo, este individuo difería también con Lan Wangji evidentemente por sus expresiones. Aún así, no les quitaba el increíble parentesco como si fueran dos gotas de agua forjadas de la misma manera sin error alguno.

Hua Danxin estaba totalmente impactado. —¡Mira eso, Jiejie! ¡Hay dos Lan Zhan!

Hua Qing cubrió su rostro con una mano, murmurando palabras ilegibles. Hua Ning por su parte, miró del Primer al Segundo Jade, concordando con su hermano mayor. —Da-ge, ellos son tan iguales.

Hua Danxin se rio, rodeando al menor por el hombro. —¡A-Ning, eso es porque son hermanos! ¡Los famosos Gemelos Jades!

Mientras aquella escena se desarrollaba, los hermanos Jiang habían quedado petrificados hace mucho tiempo. Tan pronto como reconocieron a quien solían llamar Wei WuXian, y este llamó tan familiar a los hermanos Hua. Algo se rompió en ellos, sintiendo una feroz pérdida.

'Jiejie' la llamó. Cuando, cuántas veces intentó Jiang YanLi lograr que la llamara de esa manera; sin embargo, ahí lo hacía con alguien más, evidentemente adorándola por cómo la miraba con sus ojitos grises brillantes. Tal y como solía mirarla a ella: La hermana mayor maravillosa.

'didi' se refirió a él, y el otro respondió naturalmente 'Da-ge'. Jiang Cheng nunca fue capaz de llamar de esa manera a Wei WuXian; siempre existió una línea imaginaria que separaba sus lazos, incapaz de atreverse a pasarla por miedo e inseguridad. Pero, demasiado tarde se dio cuenta de cómo tuvo que haberlo valorado.

De pronto, una voz desequilibrada dijo. —¿A-Xian?

Y el salón se sumergió en un inminente silencio. Todos mirando al Líder de Secta Jiang con incredulidad. Hua Danxin, lejos de comprender qué sucedía se vio en la obligación de voltear en dirección al hombre. Se sorprendió de encontrarlo cerca suyo, mirándolo con los ojos llorosos. Esta persona, volvió a decir. —¿A-Xian? ¿Realmente eres tú?

Existe un lazo invisible que une a las personas en esta vida. Esos lazos se pueden estirar, estirar y estirar porque se supone que deben ser los más resistente. 

Hua Danxin desconcertado, miró a su alrededor como si buscar a alguien más; no logrando encontrar el objetivo parpadeó, apuntándose a sí mismo. —¿Se refiere a mí?

Jiang Fengmian. —A-Xian, soy yo, tu Jiang-shushu. ¿Qué no me recuerdas?

El Príncipe Heredero retrocedió por inercia, ubicándose junto al Segundo Jade como si fuera su lugar seguro para deleite de este último, que prácticamente estaba fulminando con la mirada al Jiang.

Era evidente la incomodidad en el rostro del muchacho, por lo que Hua Qing intervino de inmediato parándose delante de él. —Líder de Secta Jiang, está incomodando a mi pequeño hermano.


Sin embargo, hay veces en que esos lazos se estiran más allá del limite de tolerancia, amenazando con cortarse. Una situación de gravedad, capaz de dejar marca en la persona sería la mayor causal de romper ese lazo.

En esta ocasión, al ex Wei WuXian le sucedió.

—Señorita Hua, lamento esto pero hemos estado buscando a A-Xian por años. ¿No se me permite al menos, saludarlo? —insistió.



Se estiró, estiró, estiró....



—No sea irracional, es obvio que A-Yun no le agrada. —Hua Qing frunció el ceño— y él no es A-Xian. Su nombre es Hua Yun, de cortesía Danxin.

—¡Él es A-Xian! ¡Su nombre es Wei WuXian! —fue la voz descompuesta del hombre.



Pendía de un hilo muy fino, capaz de cortarse en cualquier segundo. Bastaba sólo un pequeño error, para causar la ruptura.




Ante el volumen, Hua Danxin no pudo soportarlo más; avanzó en un par de zancadas, poniendo a su hermana detrás suyo; había crecido los últimos años, se dio cuenta el Jiang. Antes le llegaba al hombro, ahora sin embargo era mucho más alto que él, teniendo que agachar la mirada ligeramente.

Habló con una fría voz. —No permitiré que le falte el respeto a mi hermana mayor; el no soy Wei WuXian significa que no lo soy. El no sé quién diablos es usted, quiere decir que no lo conozco. Jamás lo había visto en mi vida, Señor; mis padres jamás me hablaron de alguien de apellido Jiang. ¿Tan difícil es comprender algo tan sencillo como eso?



Y entonces, se cortó.

Un lazo que se rompió a base de heridas al alma, es uno que jamás se volverá a reparar. 





























Nota: ¿Hemos llegado a mi parte favorita, Gente!😱

Les aviso de antemano que sólo queda un capítulo. Claro que será largo, para abarcar lo fundamental de la historia, ya que quiero dedicarme a terminar los otros para subir los nuevos, chikis. Como saben, este fic se supone que sería únicamente un OS ¡Pero oigan, miren lo que salió! Jajaja...😅😅


¡Ok! Espero les haya gustado el capítulo. ¡Nos leemos la próxima!✌🏻😉🏳️‍🌈











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