42
Desde ya les aviso que el capítulo no está revisado porque estoy media dormida, pero tenia muchas ganas de subirlo así que puede que tenga faltas de ortografía y demás cosas. Disfrútenlo y díganme que piensan de esto sjahdaj <3
Heather Levine
Termino de subir el cierre del vestido que cubre mi cuerpo mientras al mismo tiempo pongo los zapatos de tacón en mis pies. Parece que el ser mamá me brindo algunos dones, como utilizar mis brazos y piernas como si tuviera ocho de cada uno.
Delineo mis ojos y pinto mis labios con rojo, echo perfume en zonas estratégicas de mi cuerpo y para finalizar tomo mi mini bolso donde no entra ni una moneda y suspiro mirándome en el espejo.
—Lista —murmuro para mí misma, la puerta de mi habitación suena siendo tocada por golpecitos suaves así que deduzco que es uno de mis bebes.
Abro la puerta y no fallé, Hunter entra caminando con los brazos cruzados mirándome.
—¿Qué pasó cariño? —pregunto tomándolo en mis brazos mientras hago que salgamos de la habitación.
—¿Aonde vas? —pregunta inclinando la cabeza un poco la izquierda mientras me mira con curiosidad.
—Saldré a resolver unos asuntos mi niño, no demoraré.
Entrecierra los ojos y sonríe.
—Mami linda —mi pecho se estruja y mi corazón se derrite al escuchar a mi hijo decir eso, sus manitos de envuelven en mi cuello y me abraza.
Soy definitivamente la mujer más afortunada del universo.
—Pero que linda te ves —Andrew se acerca a nosotros mientras me mira con una sonrisa orgullosa en sus labios.
—Gracias, gracias —muevo mi cabeza divertida y mi niño se baja de mis brazos acercándose a su hermana que está jugando en la tableta que tiene una vez cada tres días.
—¿A qué hora vendrá Asher por ti? —pregunta Agus mirando su reloj.
—No tarda en llegar —murmuro al fijarme que son las ocho y media y que él me dijo que llegaba antes de las nueve.
—¿Estás lista o quieres que finjamos que uno se rompió algo para salir de ahí? —pregunta mi amigo riendo haciendo que yo también niegue divertida.
—No te preocupes que no será necesario, estoy lista.
—Genial, toma —me lanza algo—, quizás lo necesites —tomo entre mis manos lo que me lanzó y mis mejillas enrojecen al ver el paquete de preservativo que adorna mis manos. Lo guardo rápidamente cuando el timbre suena.
Camino a la puerta y la abro sin tardar mucho, me encuentro con un Asher que lleva un lindo traje negro y me sonríe.
—Te ves muy linda.
—Muchas gracias —sonrío, lo sé, estoy muy linda—, espérame y me despido de mis hijos para poder salir —asiente y yo no tardo en perderme en el salón de mi casa—Mami no tarda ¿Si mis amores? Cuídense y recuerden que hoy tienen que dormir temprano, mañana tienen escuela. Los amo mucho.
—Ti amo —besan mis mejillas y yo sonrío.
—Cuídenlos —les pido a mis amigos—, y por favor Andrew no intentes sabotear a la niña con un chocolate para jugar en su tableta, y Agus no más juegos de volar con el niño —ambos alzan las manos en señal de inocencia y yo solo rio.
Asher me espera y no tardamos en salir de mi apartamento.
Ni siquiera sé que decir, es un amigo y no sé sobre qué temas hablar.
—¿Cómo has estado? —pregunta iniciando la conversación mientras bajamos por el ascensor.
—Todo muy bien, un poco ocupada por el trabajo, pero todo va bien ¿Cómo has estado tú?
—Para ser realista, me he encontrado muy agobiado. Agus me ofreció trabajar con Jayden Harris... —la mención de su nombre hace que mis entrañas se revuelvan y el mismo sentimiento de hace tres años y algo más se instale en mi pecho.
Absolutamente lo mismo.
Tristeza, ira, decepción...
—¿Qué ha pasado? —mis pensamientos se dispersan al ver a Asher mirándome confundido.
—¿Eh?
—Parece que te fuiste del mundo por unos segundos.
—Oh... yo lo lamento, solo no sé qué pasó ¿Qué decías?
—Te comentaba que cuando me toco entrar en reunión con Jayden Harris quedé impresionado de la actitud de ese hombre, un egocéntrico y caprichoso en potencia —niega—. Dijo que no quería trabajar conmigo y que estaba mejor con la primera propuesta —bufa.
¿Qué se supone que digo? ¿Qué se supone que opino sobre el hombre que me destruyó?
—Bueno, no sabría qué decirte, pero estoy segura que te llegarán mejores propuestas, eres un gran diseñador y definitivamente mereces trabajar con mejores profesionales.
—Eso espero.
Antes de subir a su auto no puedo evitar fijarme en la calle que nos rodea, nunca hay muchos autos por aquí pero ahora se encuentran estacionados un camión de mudanza y un auto que se me hace extrañamente conocido junto a una moto.
La puerta del auto se abre y agradezco a Asher mientras subo. Conduce por las calles extensas y llenas de gente mientras yo me centro en mis pensamientos y en la manera de proteger a mis pequeños, no quiero que Jayden se enteré sobre ellos, soy una egoísta, pero él lo fue primero al mandarme a abortar y echarme como una bolsa de basura de su vida. Además, él tiene una esposa y un hijo, supongo que es feliz, lo que claramente no decidió ser conmigo...
Joder, sueno como una resentida y una mujer que no supera.
Igual y es imposible superar ese tipo de cosas, que te hagan la amante, que presenten a otra mujer como prometida cuando eso iban a hacer contigo, cuando te echa de su vida, cuando te trata como un desperdicio y cuando meses después te enteras que si decidió tener una familia con otra mujer y lo difícil que es sentirte insuficiente y traicionado por alguien que nunca te amo.
Aún recuerdo mi corazón partiéndose y siendo pisoteado por la persona que más amé en el mundo y sí, amé, en pasado porque ahora las personas que más amo en el mundo definitivamente son mis hijos.
Aún recuerdo su mirada fría diciéndome que no sería yo, que nunca seria yo la mujer de su vida realmente, su frialdad al demostrarme lo fácil que era sacarme de su vida y lo desechable que me sentí.
Disipo todos los recuerdos porque ya comencé a sentir mi pecho arder y presionarse, tomo una larga respiración y me centro en escuchar a Asher cuando me avisa que hemos llegado.
Frente a mi hay un restaurante que es realmente muy elegante y por lo que he leído es el más costoso de toda la ciudad, no me sorprendo ya que por lo que sé Asher fácilmente puede permitirse entrar y gastar en este tipo de lugares, yo también pero no suelo venir a lugar así, prefiero cocinar algo en casa y comer junto a mis hijos, aunque cuando la situación lo amerita no dudo mucho en llevar a mis pequeños a los mejores lugares para que disfruten a pesar de que en unos años no recordarán lo que pasa ahora.
—Es lindo —halago el espacio por el que entramos. Él asiente.
—Comer aquí es delicioso, realmente la experiencia y los platillos son exquisitos.
—Me entusiasma probarlos —claro que no lo hace, ni idea de donde tengo mi cabeza, pero estoy segura que no la tengo aquí.
Al parecer él ha reservado una mesa porque al entrar le piden los datos y una mujer nos dirige a una zona alejada de las demás.
No digo nada, pero se me hace un poco raro, Asher separa la silla para que me pueda sentar y agradezco.
—Me he dado cuenta de algo —dice mientras se sienta frente a mí.
—¿De qué te has dado cuenta?
—De que a pesar de que hemos trabajado juntos casi por dos años, no te conozco como me gustaría hacerlo.
—¿Y eso quiere decir qué...?
—Que me gustaría que nos conozcamos de una manera más personal.
Lo miro esperando que ría, pero no lo hace, lo dice en serio.
—¿Y a qué nivel personal te refieres?
—Donde terminamos siendo más que amigos.
—La última vez que intenté algo con alguien terminó muy mal, no te puedo asegurar nada Asher. Estoy centrada en mi vida y en mis hijos, no sé qué tan certero sea que pueda rehacer mi vida con una pareja sentimental.
—Me gustan los retos Heather, y nunca me he sentido tan atraído hacia alguien como me siento hacia ti.
Lo miro fijamente sin saber que decir.
—No te puedo asegurar nada Asher, somos amigos...
—Pero podríamos dejar de serlo.
—Eres muy lanzado —digo divertida intentando amenizar el ambiente— ¿Te lo han dicho?
—No, porque nunca he sido así con nadie.
Ni siquiera siento un poco de emoción o curiosidad de lo que estamos hablando, se siente como una conversación normal. No hay nervios, no hay mariposas, no hay presión de pecho, no hay nada.
Antes de que yo pueda decir algo un hombre llega a la mesa dándonos el menú, ni siquiera logro leer lo que hay, Asher ya ha hablado.
—Denos la recomendación del chef —lo miro con una pequeña mueca, pero no digo absolutamente nada. El mesero de va y mi acompañante gira hacia mi nuevamente—. Háblame de ti Heather, me das mucha curiosidad.
—¿De qué quieres que te hable? —pregunto encogiéndome de hombros y moviendo mi cabello hacia ambos lados de mi rostro para que no moleste mi visión.
—No lo sé, sobre tus gustos, tu vida, tus hijos...
—No hay mucho que contar realmente, soy madre soltera, eso lo sabes, vine a vivir a la ciudad hace aproximadamente tres años con seis o siete meses...
—¿Qué hay del padre de tus hijos? —me quedo helada por la pregunta, carraspeo incomoda y me remuevo en mi lugar.
—No me gusta hablar de eso —mascullo viendo como la imagen de Jayden cubre mi mente nuevamente.
—Entiendo, no quería entrar en terreno peligroso, lo lamento.
—Está bien, solo... es un tema un poco delicado.
Asiente comprendiendo mientras seguimos conversando. La comida no demora en llegar y la velada es normal, aunque por momento la incomodidad cubre el espacio que nos rodea debido a la curiosidad del hombre que está frente mío.
• • • • • •
Llevo un par de copas encima, bueno, no un par, si no muchas... demasiadas. Después de haber salido del restaurante ofrecí ir a un bar, Asher me miro extrañado y lanzó el comentario que si me pude haber esperado de él "No pensé que una mujer como tú, frecuentara esos lugares" le respondí con un "Voy donde quiero cuando quiero", él solo asintió y condujo donde le indique.
Bueno, luego todo fue borroso, yo y Asher tomando, conversando sobre cosas que no tenían que ver con nuestra vida privada, tomando, shot tras shot, copa tras copa, ronda tras ronda.
Dios mío, solo recuerdo que ni siquiera podía pararme por la cantidad de alcohol que había en mi sistema.
No estoy segura de cómo Asher logra conducir, pero llegamos al parqueadero de los edificios donde vivo, la luz media amarilla que refleja tras el cristal resalta en su cabello y de alguna manera lo hacer ver un castaño muy claro, casi rubio...
Me mira con atención cuando mis ojos lo repasan.
Estoy lo suficientemente borracha para comenzar a ver sus facciones cambiar poco a poco hasta convertirse en aquellas que me cautivaron tanto hace mucho tiempo.
Cabello rubio.
Ojos verdes.
Mandíbula marcada...
Carajo.
Mis labios chocan con los de él mientras imagino cosas que no debería, soy una mierda de persona, sus manos tocan mi cuerpo y hago varias cosas de las que estoy segura que me arrepentiré luego.
Estoy por separarme, pero antes de eso nos detenemos por el toque del cristal, alzo la mirada y el hombre que se encarga de la seguridad nos mira con la ceja enarcada.
Asher empuja mi cuerpo haciendo que me vuelva a sentar y escondo la vergüenza que cubre mi ser.
¿Qué me ha pasado?
—Les pediré que bajen del auto, por favor —no por favor...
Hay un hombre a pocos pasos de nosotros recostado en su auto con un cigarrillo entre los dedos y que vean esta situación me tiene muy avergonzada.
Aun así, bajo del auto haciendo que mi vista se vea borrosa para no pasar más vergüenza de la que ya estoy pasando.
Ni siquiera escucho lo que habla el hombre, solo me centro en mover mi pie con impaciencia.
Jayden Harris
Me fijo en la escena y el humo se queda en mi sistema cuando una cabellera castaña se asoma por la puerta antes de que mi pecho se presione al reconocer el rostro de Heather parándose al lado del oficial y del hombre de traje.
Mis pasos son inconscientes, camino hacia ella que se aferra al brazo del hombre de su lado y ni siquiera mira hacia donde estoy, a tan solo pasos de ella y poder tocarla... hasta puedo sentir su perfume embriagador. Quiero acercarme y abrazarla y decir tantas jodidas cosas... pero todo se ve eclipsado cuando el hombre besa sus labios y la ayuda a caminar hacia dentro del edificio, cuando los recuerdos de la mierda que fui con ella regresan a mi mente, cuando recuerdo todo el daño que le hice y cuando en cada rincón de mi mente se reproduce el momento exacto donde vi su corazón romperse delante mío, cuando me confesó que estaba embarazada de mí y la mande a abortar como si fuera una simple mujerzuela con la que folle y no quise más.
Pero... ¿Ella vive en este edificio? Si es así, tengo posibilidad de arreglar muchas cosas.
Heather Levine
Abro mis ojos cuando mi alarma suena y no tardo en tomar la ducha más fría que pueda para despertar y dejar la maldita resaca de lado.
Preparo las loncheras de mis hijos, el desayuno, tomo una pastilla para el dolor de cabeza y cuando hace más o menos efecto los levanto, rápidamente los visto con lo que preparamos ayer para el día de hoy y termino de trenzar el cabello de mi hija mientras mi hijo me habla sobre los colores que tiene su disfraz. Se queda callado por un rato y de un momento a otro comienza a cantar mientras camina por la habitación.
—Maiposita, que eta en la cocina, hacendo chocoate paa la vecina...
—Poti, poti, pata de palo, ojo de vidio y naiz de guacamayo-yo —lo sigue Hayley.
Sonrío al verlos listos para salir a su guardería, ambos se ven muy tiernos. Salimos de la habitación y como yo ya estoy lista no tardo en tomar sus mini mochilas y sus loncheras, colgándomelas en los hombros y brazos mientras abro la puerta y los tomo de la mano para poder subir al ascensor.
—Bien, no se alejen —les pido mientras dejo sus loncheras y mochilas en el asiento de copiloto, ellos esperan pacientemente jugando al piedra, papel y tijera Y cuando vuelvo hacia ellos veo a Hayley cruzando los brazos y frunciendo los labios.
—Yo queia gana.
Hunter se encoje de hombros.
—Así es e juego —mi niña entorna los ojos y camina hacia mí, mi niño la sigue y los subo al auto.
—¿Están listos? —pregunto mirándolos desde mi lugar, ambos asienten con sonrisas en sus rostros y sé que es momento de comenzar a conducir, pero simplemente me quedo admirando lo adorables que son.
—Ya vamo mami, quie que todos vean que soy una pincesa.
—¡Si mami! Quieo que vean que soy un home aaña.
Niego divertida y comienzo a conducir camino a la guardería, hago una lista mental de lo que tengo que hacer hoy.
1. Dejar a mis hijos en la escuela.
2. Ir por mi café.
3. Ir a la empresa.
4. Encerrarme en mi oficina para evitar cruzarme con el idiota, estúpido y bueno para nada de Jayden Harris.
5. Asistir a la reunión que me han solicitado junto a Asher y hacerme la desentendida de lo que pasó ayer.
6. Recoger a mis hijos y pasar lo que resta del día con ellos.
Genial, muchas cosas y las únicas que me animan es volver a ver a mis niños a pesar de que recién los he dejado en su guardería.
Después de comprar mi café entro a la empresa y Agus me mira con una sonrisa.
—¿Triunfaste?
—No me lo recuerdes —mascullo—, ni siquiera sé que me pasó.
—¿Utilizaste el globito o no?
—Agus, cállate.
—Bieeen —alza las manos en señal de rendición mientras yo camino a mi oficina y lo dejo riéndose.
Me dejo caer en mi silla mientras ruego no ver a Asher, no ver al innombrable y que mi cabeza no explote. Tomo algunos documentos mientras me esfuerzo en leerlos de la mejor manera que puedo para firmarlos y enviarlos de una vez, pero se me es casi imposible, los ojos se me cierran cada cinco segundos y como sea intento mantenerlos abiertos, el teléfono suena y doy un respingo, lo tomo y la voz de Agus hace que entorne los ojos.
—¿Qué pasó?
—Sala de reuniones, ahora.
—Ok, jefecito.
—Pero estará...
Cuelgo la llamada antes de que termine de hablar, termino mi café que ahora está helado y salgo camino a la oficina de reuniones. Veo a Asher acercarse a mí y abro los ojos con sorpresa intentando evitar esta conversación por ahora.
—Hasta que te encontré, tenemos una conversación pendiente Heather, no te escaparás de esta.
Lo miro con una ceja enarcada, pero ambos ya estamos en el ascensor con camino a el cuarto piso.
No digo nada, pero si intento pensar en cómo decirle que cuando lo bese ni siquiera pensé que era él quien me besaba, es decir, pensé en otra persona y eso definitivamente me humillaría, olvidemos esa opción. Simplemente le digo que fu e un arranque y que no volverá a pasar porque no me gusta. Listo.
Las puertas del ascensor se abren y casi me voy de trasero cuando veo quien está esperando junto a Agus quien tiene cara de pocos amigos.
Doy un paso atrás y la mirada de ambas personas fuera del ascensor se fijan en mí.
Por favor no, no ahora, no hoy, no nunca.
Mis ojos se fijan en mi amigo preguntándole de manera muda que es lo que hace él aquí.
—Agus...
—Mi padre nos citó a la reunión.
—Yo me tengo que ir, creo que no podré estar presente. Me dicen en que quedan —estoy por entrar al ascensor nuevamente, pero la mano de Asher se aferra a mi brazo, lo miro con el ceño fruncido y él lo suelta rápidamente.
—Tienes que estar presente Heather, es importante.
—No lo haré —mascullo.
—¿Por qué...?
—Heather escucha... —esa maldita voz, esa jodida voz que tanto recordé en aquellos sueños imposibles y recuerdos dolorosos.
—Señorita Levine —lo corrijo con rabia— Agus por favor... —pido con suplica ahora a mi amigo.
—Créeme que tampoco quiero que estés aquí, créeme Heather nunca querría que estés cerca de gente tan mierda...
—¿Qué está pasando? —pregunta Asher sin entender nada, yo solo paso saliva con fuerza. Entro a toda velocidad a la oficina y me ubico en un asiento con la ansiedad al mil, mi pecho duele y mis manos tiemblan.
Asher toma asiento a mi izquierda, Agus a mi derecha y Jayden Harris frente mío, al lado de la gigante pantalla donde se reproducirá el Skype con el padre de mi amigo.
—¿Están listos para iniciar la reunión? —pregunta Agus, todos asienten y yo juego con mis dedos con nerviosismo.
Siento una pequeña patada en mi pierna y volteo a Asher quien me extiende un pequeño papel, lo desdoblo con disimulo y leo su letra.
Tenemos que hablar.
Juego con mi lapicero por unos segundos antes de escribir.
¿Ah sí? ¿Sobre qué? —Se lo estiro por la mesa disimuladamente.
Sobre lo de ayer —Escribe.
No lo recuerdo —Escribo.
No te creo —Escribe.
Pues créeme, no sé de qué hablas.
Doy un respingo cuando la voz de la pantalla se escucha y la imponente presencia del Black mayor se hace presente.
—Buenos días con todos.
—Buenos días —saludamos.
—Heather... hace tiempo no te veía ¿Cómo están tus...?
—Papá, ahora no —lo calla Agus antes de que yo entre en un ataque.
Mi respiración es inestable y mi pecho arde demasiado.
Adrenalina.
—Bien —suspira—, la reunión de hoy es para organizar algunos temas sobre la colaboración con el señor Jayden Harris y su empresa. Me comentaron que el firmó un contrato donde le habían establecido una diseñadora, es decir tu Heather. Luego me comentaron que tú no quería trabajar con él ¿Es correcto?
—Es correcto —mascullo.
—¿Puedo saber el por qué?
—No hay un porque, en mi contrato dice que puedo rechazar y derivar a Asher los proyectos con los que no quiero trabajar y eso hice. No pienso trabajar con el señor Harris —casi escupo su nombre—, y no cambiaré de opinión.
—Y yo ya dije que no trabajaré con otra persona que no sea la señorita Heather.
Alzo mi mirada por primera vez en toda la reunión, enfrentándome a sus ojos verdes tan dolorosos de ver.
—¿Y eso por qué, señor Harris? —escupo la pregunta de forma grosera.
—Porque confió en sus habilidades de trabajo y por muchas cosas más ¿Quieres que las diga aquí mismo?
—Me importa muy poco lo que tenga usted por decir.
—Entonces no te importará que diga aquí mismo que necesito resolver muchas cosas personales contigo.
—¿Personales? Lo lamento señor Harris, pero dejaron de haber cosas personales que resolver entre usted y yo hace tres años atrás, supere y céntrense en su esposa y su hijo que prefiero mantener las cosas profesionales y seguir con mi decisión de no trabajar con usted. Es todo lo que tengo que decir —me levanto de la silla, tomando mi bolso y caminando hacia la puerta—, que tengan buena tarde —salgo del lugar entrando al ascensor a toda velocidad, llegando a mi oficina y encerrándome en ella, evitando a todos y todo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro