Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

17

Me dejo caer en el sillón cuando termino de limpiar la casa, hoy decidí limpiar todo a profundidad porque me estresaba ver suciedad por todos lados.

Suspiro mirando el techo, tengo que levantarme para ducharme porque tengo que encontrarme con mi madre en la cafetería a la que siempre voy a tomar café.

Me levanto del cómodo sillón lamentándome mi existencia y caminando a mi habitación para escoger la ropa con la que iré, tomo una camiseta y un pantalón simple antes de adentrarme en la ducha a toda velocidad porque ya voy tarde. Maquillo mis ojos levemente y me enfundo en la ropa tomando mi bolso y saliendo de casa a toda velocidad, tomo el primer taxi que veo indicando la dirección del lugar y mentalizándome para ver a mi madre.

Abro la puerta rápidamente y no tardo en visualizar la cabellera castaña de mi madre en una de las mesas del fondo del lugar, camino lentamente hacia ella apretando mi bolso con todas mis fuerzas.

—Hola —murmuro sentándome.

—Hola hija... ¿Cómo estás? —se aclara la garganta.

—Eh... bien ¿Tú?

—Igual, bien —sonríe levemente antes de extenderme la cartilla— ¿Quieres pedir algo?

—No, así está bien —niego mientras la quedo mirando, esperando que hable— Creo que bueno... es momento de comenzar a hablar.

—Sí, si... bueno.

Esto es muy incómodo.

—Bueno, creo que lo primero que deberías de saber es que me divorciaré de Abel.

Mis labios se separan con sorpresa.

—Oh...

—Y después de decirte eso, tienes que saber los motivos...

—Supongo que motivos sobran.

—Así es —no sé qué decir, no sé cómo actuar. Solo dejo que ella hable—, yo lo lamento, lamento no haber hecho esto antes, lamento haberte hecho pasar por toda lo que pasaste cuando vivías con nosotras. Yo tenía miedo, y sé que no es excusa, pero estaba amenazada, él me golpeaba, supongo que lo sabes —su voz se quiebra haciendo que mi pecho se oprima—, tu padre siempre me hizo daño, y nunca pude salir de ahí, no hasta ahora. Estoy harta, harta de estar lejos de ti, y quizás pienses que no porque nunca te busque fuera de las cenas que teníamos una vez por mes, pero Abel me prohibió hacerlo. Estoy harta de tener miedo, harta de todo...

No sé qué decir, me rompe verla llorando y sufriendo, claro que lo sabía, sabía que mi padre era un maltratador, pero jamás supe que lo era físicamente con mi madre, siempre pensé que solo eran palabras, nunca pensé que eran golpes.

—¿Te... golpeaba?

—Pensé que lo sabias.

—Yo... yo pensé que solo eran...

—Nunca me viste con moretones, raspones o daños físicos porque siempre que hacia algo así me mandaba de viaje a otra ciudad hasta que esté mejor para que me puedas ver y no preguntaras que pasó.

Mi cólera aumenta, es un maldito idiota.

—Yo lo siento, de verdad lo siento. Si tan solo hubiera salido de ahí tu no hubieras vivido todo eso y...

—No es tu culpa.

—¿Qué?

—No es tu culpa, claro que no lo es. La victima jamás tendrá la culpa.

Me mira con los ojos llorosos y me sorprendo cuando se levanta de la mesa, rodeándola y abrazándome fuertemente, al principio no sé qué hacer, pero lentamente acepto el contacto.

—¿Dónde vivirás? —pregunto lentamente cuando vuelve a tomar asiento.

—Las propiedades siempre estuvieron divididas ya que como sabes yo también trabajé por algunos años, tengo una casa a las afueras de la ciudad.

Asiento.

—Prometo visitarte.

—Eso quiere decir que me has perdonado.

—No tengo porque hacerlo, pero si eso te tranquiliza pues sí.

Sonríe y puedo sentir que un peso sale de encima mío después de esta conversación.

• • • • •

—¡¿Él le hizo daño toda su vida?! —pregunta Agus alterado mientras mi cabeza está apoyada en las piernas de Andrew.

—Sí, maldita sea —lloro—, yo no lo sabía, quizás si hubiera sabido la hubiera podido ayudar, pero...

—No intentes culparte —advierte Andrew.

—¡No lo hago! Pero no puedo evitar sentirme mal.

—Maldito desgraciado, lo mataré, lo juro —masculla Agus.

Cuando estoy por hablar el timbre suena y Agus corre a abrir.

—Andrew ¿Y si también fue mi culpa...?

—Ustedes no tienen la culpa de nada, entiéndelo Heather, no es su culpa. Tu no sabías que él le hacía daño a tu madre y tu madre no sabía cómo salir de un jodido abusador. No es culpa de ninguna.

Vuelvo a llorar sin saber muy bien por qué, mis cambios de ánimo últimamente han estado muy alterados.

—¡Heather te buscan! —grita mientras veo como Jayden entra por la puerta mirándome fijamente.

—Hola Heather.

—Hola —me levanto del asiento rápidamente limpiando mis ojos y siendo consciente del pijama ridículo que llevo.

Mis mejillas se calientan cuando su vista pasa por mi cuerpo entero enarcando una ceja.

—Te venía a ver...

—No sabía que venias.

—Una sorpresa —asiento tomando su mano y haciendo que camine junto a mi hasta mi habitación— ¿Por qué estabas llorando? —pregunta pasando su mirada por mi rímel corrido.

—Solo... —suspiro—, hoy vi a mi madre y me conto cosas que, bueno... me dolieron mucho y me hicieron pensar mucho.

—¿Quieres hablar? —pregunta cuando me dejo caer en mi cama.

Asiento.

—Solo... me conto que Abel siempre la maltrató y que se separara de él, me dolió mucho saber que nunca me di cuenta que la agredía físicamente, siempre pensé que todo era verbal, pero al parecer no.

No dice nada, pero su mano pasa por mi mejilla mientras me mira atentamente.

—No sé qué decir.

—No, ni yo que pensar —suspiro pasando mi mano por su abdomen ocultando mi rostro en su cuello y enredando mi pierna con la suya.

—¿Estás cómoda? —pregunta divertido jugando con un mechón de mi cabello.

—Ujum...

—Castaña.

—¿Qué pasa? —pregunto bajito sin separarme de él.

—¿Quieres que vayamos a mi apartamento?

—¿Tú quieres? —pregunto.

—Por eso te lo pregunto, vayamos a dormir allá.

Asiento.

—Espera me cambio.

—Creo que me gusta mucho ese pijama, por mi podemos irnos ahora.

—Ni loca salgo con esto.

—¿Por qué, es muy lindo?

—Claro, es hermoso ir con un pijama que tiene unicornios por todos lados.

Se encoje de hombros.

—Combina con tu personalidad.

—¿Mi personalidad?

—Eres muy tierna al igual que tu pijama.

Entrecierro los ojos en su dirección.

—¿Iremos en tu auto?

—Si.

—Pues bien, podemos irnos ahora.

Asiente levantándose.

—Puedes llevar ropa para mañana ir a la oficina, así no nos despertamos tan temprano.

—Bien —muerdo mi labio levemente sacando lo que me pondré mañana y las meto en un bolso de viaje pequeño, también llevo mi cepillo de dientes y otras cosas de aseo que utilizo diariamente—, listo.

—Bien, podemos irnos.

—Espera, no llevo zapatos puestos —estoy por detenerlo, pero me levanta entre sus brazos, colgándome en su hombro como una bolsa de papas— ¡Jayden! —rio cuando toma mi mochila, la cuelga en su hombro libre y camina fuera de mi habitación— Estás loco —rio dejándome llevar.

Su mano pasa por mis muslos haciendo que ría, mis amigos me miran con burla y yo muevo mi mano despidiéndome mientras Jayden suelta un "Hasta luego". Subimos al auto y mis pies descalzos tocan el piso frio.

—Tuviste que haberme dejado tomar mis zapatos —me cruzo de brazos fingiendo estar molesta.

—No te preocupes, no estaremos ni cinco minutos fuera de la cama —lo miro con las mejillas sonrojadas.

—Genial, vamos a dormir mucho entonces.

—Oh no, dormir no, follar.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro