Epílogo
Y bueno como siempre quiero agradecer a todas las personas que leyeron esta historia, mi primer traducción 😍 , gracias por leer, votar y sobre todo comentar, por que me motivan a seguirle. Así que GRACIAS
LuisaConejo * ElizabethHernande381 * akucintakamunery * LastSunsetOfSummer * ElGatoDeAlicia * SabryCarranza * ErikaAnrique * Merciiich* Ela_Ap * sadimila * laurac0330 * LissettRamirezSH * MagnusNoizLightwood * EugeniaJimenez * noesisromy * dianaparucho* Montser257 * crisalecbloom * Thaliesyn * bethlem2809 * Lovelightwood008 * bezariuz * Magy_W * Anyel98 * RhimerSantos * laurac0330 * daaosorio *
Así que hasta aquí llegamos con esta historia 😭 😭
Había una vez un chico ,alto, guapo, con cabello negro en picos. Era el más justo de todo el reino, con sus ojos verde-dorado en forma de gato. Llamó la atención de mucha gente en la ciudad y él sabía que era deseado por muchos. Pero el guardaba su corazón muy bien, para dárselo algún día a algún caballero en brillante armadura, quien vendría a salvarle de sus propios miedos.
Un día, el príncipe conoció a otro chico, de su edad, con cabello negro y los más increíbles ojos azules que haya visto en su vida. Dicho chico, defendió el honor del príncipe en frente de toda los ciudadanos, incluso cuando uno de los villanos era uno de sus propios amigos. Desde ese día, el príncipe tomó interés en ese chico. En su propia brillante, pero negra, armadura.
Finalmente el destino pareció sonreírle al príncipe, y tuvo la oportunidad de conocer a dicho chico en persona. Estaba encantado por él. El príncipe creyó que el caballero era un hechicero que había puesto un encantamiento en él, ya que el príncipe no podía dejar de pensar en el caballero, quería conocerle.
Un día, su sueño se volvió realidad. Y luego el príncipe finalmente comprendió el hechizo que el caballero había puesto en él.
Era amor.
El príncipe y el caballero eran realmente felices. Y él quería vivir felizmente por siempre con el caballero. Hasta que un día, su felicidad fue destruida por el destino del caballero. Ese destino se llamaba "leucemia". Pero aun así, el príncipe nunca dejó el lado del caballero. Se quedo a su lado cada día, nunca dejándole. Amaba a su caballero demasiado. Y le amaría por siempre.
*
Dicen que si eres joven, entonces eres ingenuo, estúpido y no sabes absolutamente nada de la vida. Que no tienes experiencia, que no sabes lo que está bien y lo que está mal. Dicen que si eres joven y te enamoras, realmente no es verdadero amor. Que si tienes la suficiente suerte, lo encontrarás algún día.
Pero para Magnus Bane era diferente. El ya había encontrado al amor de su vida. Lo encontró en Alexander Lightwood.
Si Magnus tuviera que admitir, los últimos diez meses habían sido los mejores y los peores de su vida al mismo tiempo. No podía haber estado más feliz cuando se enamoró de Alexander. A veces pensaba que era una especie de regalo del cielo, dado por todo el drama que había pasado en su vida. Creía que los ángeles y dios le habían mandado a Alexander para ayudarle a superar el dolor que había vivido. Para ayudarle a aprender a confiar y amar de nuevo. Que habían mandado a su propio ángel guardián. Pero le habían mandado a un ángel con un destino. Un horrible y doloroso destino.
El día que Magnus se enteró que Alexander estaba mortalmente enfermo, su corazón, que había sido reconstruido por Alec y su amor, se comenzó a romper de nuevo.
Pero después de todo, Magnus no culpaba a nadie. No. Aun así, era feliz.
Su Alexander era el amor de su vida. Y le había dado el mejor momento de su vida.
Si Magnus pudiera describir su amor diría que era como una montaña rusa. Al principió comenzó lento, aprendiendo a confiar el uno en el otro. Cuando comenzaron a subir, más alto, se enamoraron aun más. Era algo más que un simple querer. Era como si fueran un alma en dos cuerpos. Su amor era especial. El vínculo entre ellos era mágico.
A veces Magnus pensaba que su amor era como un verdadero cuento de hadas. Que nunca terminaría. Sin importar lo que pasara, su amor siempre existiría.
*
Magnus se paró enfrente del cuarto, descalzo y con el pecho descubierto, sonriéndose a si mismo, antes de abrir la puerta. Una vez que la abrió, vio a una rubia, alrededor de sus treinta, arrastrando un carrito con una bandeja.
– Café, jus d'orange, croissants, confiture de fraise et lait. Bon appétit. – La mujer sonrió, y Magnus le pagó y metió el carrito al cuarto.
– Merci beaucoup, – Cerró la puerta y disfrutó del aroma del café recién hecho. Con la taza en sus manos fue al balcón a disfrutar de la vista enfrente de él.
La ciudad estaba en silencio y Magnus apreciaba la vista. El sol acababa de salir, y comenzaba a brillar, el cielo estaba claro, un poco naranja por la salida del sol. Los pájaros comenzaban a levantarse y cantar. Algunas personas caminaban por la calle, probablemente al trabajo.
Parado ahí en el balcón, con la ligera brisa y el sol alumbrándolo, miró hacia el rio no muy lejos de él. El color le recordó a un par de ojos azules electrizantes en los que amaba ahogarse. El mismo azul que brillaba cada vez que se cruzaba con sus ojos de gato verde-dorado. El mismo azul de su caballero en brillante armadura.
Magnus se preguntó el por qué había amado a Alexander tanto, ¿cómo capturó su corazón tan fácilmente? ¿por qué tomó su corazón y nunca se lo devolvió?
Pero obtenía su respuesta cada vez que miraba esos ojos azules llenos de amor. De verdadero amor.
– Te amo Alexander, – susurró cerrando los ojos.
– Yo también te amo. –
Unos fríos brazos se colaron en su pecho desnudo con un ligero toque, que a Magnus le hizo temblar. Como cada vez que Alexander hacía eso.
– Te amo demasiado Magnus, – Alec volteó a Magnus y le miró en sus hermosos ojos. Eran lo más maravilloso que Alec había visto en toda su vida. Se los había memorizado en el momento en que vio a Magnus por primera vez hace tantos años. – Bueno días, cariño. –
– Bueno días, amor. –
– Sabes, no es lindo que dejes a tu hombre solo en la cama después de esa maravillosa noche, – dijo mientras le robaba un rápido beso, demasiado rápido para el otro. – Te extrañé cuando me desperté. –
– Lo siento, bebé, – Magnus besó su cabeza, y encogió la nariz cuando el corto cabello de Alec le hizo cosquillas en la nariz. Había comenzado a crecer tres meses después de que se hubiera curado.
Magnus aun soñaba con ese día. El día en que su corazón se detuvo por un segundo, y luego comenzó a latir rápidamente de pura felicidad.
Cuando Magnus llegó al hospital, Maryse, Robert, Isabelle y Jace ya estaban ahí. Ellie se había quedado con Max en la casa. Magnus se veía aterrado cuando no vio a Alexander en su habitación. Estaba entrando en pánico cuando vio que las máquinas que le mantenían vivo, habían sido desconectadas y removidas del cuarto. Las nuevas sabanas estaban en la cama. Comenzó a correr hasta que vislumbró a los Lightwood. Maryse en los brazos de Robert, temblando. Lágrimas corriendo por su rostro. La mirada en sus caras era aterradora.
En ese momento supo que todo había terminado. Y sintió como su corazón se detuvo.
– ¡NO! – gritó cayendo de rodillas. Las lágrimas se juntaron en sus ojos y caían sus control por su cara. – ¡No! ¡no! ¡no! ¡no! –
– ¡Magnus! – escuchó una voz femenina pero no le prestó atención. Quería morir en ese segundo. Quería estar con su amado.
– NO... no puede... el no...–
– Está bien, – esta vez fue Robert quien habló. Magnus miró a las personas obre él. Izzy, Robert y Jace le miraban mientras Maryse estaba hincada enfrente de le, sosteniendo sus manos en las suyas. – Alec está bien. La médula de Max se adaptó a sus sistema. Y está en remisión. – la mujer limpió las lágrimas que caían y levanto a Magnus del piso. – Alec está bien. –
– El... el... el ...esta ... ¿bien? – Magnus tartamudeaba del shock. – ¿Está bien? –
– Si cariño, lo esta, – esta vez Maryse tomó a Magnus en sus brazos y lloró en su hombro. Pronto Robert, Izzy y Jace se le unieron al abrazo. Magnus no podía detener las lágrimas. Su corazón ahora latía rápidamente.
– Alec está bien, – dijo.
– Y quiere verles a todos, – dijo la doctora Anderson sonriéndoles. – Le movimos a su vieja habitación. Aun necesita quedarse en el hospital por dos semanas más para asegurarnos del funcionamiento de sus sistema inmune. Pero después de ello, será libre de irse a casa. Funcionó. el trasplante funcionó. –
Todos siguieron a la doctora a la familiar habitación. Cuando abrió la puerta, Magnus se sintió desvanecer. En medio de la cama estaba sentado Alexander, sonriéndoles. Ya no tenia máquinas conectadas a su cuerpo, su piel estaba pálida como siempre. Sus ojos ya no estaban hundidos y eran tan azules como el océano de nuevo. Magnus intentó detener las lágrimas, pero no pudo, no pudo detener las nuevas lágrimas de felicidad.
Su amado estaba bien. Su ángel aun estaba con él. No había palabras para describir lo agradecido que estaba Magnus. Recordó lo mucho que había rezado las últimas semanas por que Alec se recuperara. Y sus plegarias fueron escuchadas.
Maryse y Robert fueron los primeros en abrazar a Alec, después Izzy y Jace. Y finalmente fue el turno de Magnus. Pero no fue por un abrazo, en su lugar, capturó los labios de Alec en un apasionado, y lago beso, lleno de emociones. Se separaron cuando escucharon una tos fingida.
– Los padres siguen aquí chicos, – habló Robert, sonriéndoles a ambos. Alec tomó la mano de Magnus y se volteó hacia toda su familia.
– Los extrañé demasiado. Los amo a todos. –
– También te amamos bebé, – dijo Maryse. – Te amamos demasiado. –
– No pienses en eso, – Alec besó un lado del cuello de Magnus.
– ¿Cómo te sientes bebé? – Magnus se aseguraba todos los días, por los últimos seis meses, desde que Alec había salido del hospital, de checar como estaba, justo como la doctora les recomendó.
– Bien. De hecho, fantástico, maravilloso. – Estuvieron en silencio por un momento. Alec se acercó al barandal y Magnus se paró detrás de él, con sus brazos enrollados en su cadera. – Es demasiado hermoso aquí. –
– Si, lo es, – Veían la vista de Paris en frente de ellos. – Te prometí que te traería algún día. Y yo siempre cumplo mis promesas, Alexander. –
– Lo se. Por eso te amo. –
– ¿Por qué te traje a Paris? – el chico de ojos azules se rió.
– No. Por que eres maravilloso, – Magnus sonrió feliz. – ¿Tenemos que volver? –
– Desafortunadamente si. Tienes que tomar tus exámenes finales para que puedas obtener tu diploma, – Magnus decidió esperar para ir a la universidad con Alec. Quería comprar un departamento con el, no tan lejos de casa, ya que querían tener a su familia cerca. Así que había decidido ir a NYU, y que tomarían un año sabático para recuperarse de los pasados eventos en su vida. – Y luego tenemos que buscar nuestro departamento. –
– Mi papá dijo que su amigó quería vender un pequeño departamento de dos cuartos. –
– Cierto, lo recuerdo. – Magnus besó el cuello de Alec. – ¿Podemos ir a verlo después de la boda de mi mamá? –
Ayanna y Michael habían decido casarse, dado que finalmente se había divorciado de Roger hace tres meses. Y por el resto de su familia, todo iba bastante bien. Robert había sido promovido en el trabajo y ahora era el co-propietario de "Alicante" la oficina de abogados. Maryse seguía administrando el hotel de Nueva York "El Instituto". Jace, Izzy y Ellie habían comenzado primer año de universidad. Izzy había comenzado a salir con Simon, lo que nos tomó a todos de sorpresa. Jace seguía con Clary, y les iba bastante bien. Y Elle, tenía algo con Will Herondale, pero como ella decía, no era nada serio. Y finalmente Max. Había comenzado su quinto año y era un niño bastante activo, siempre en todos lados.
Los amigos de Magnus su segundo año, Tessa estaba también en su primer año de universidad. Ragnor estaba en la escuela de leyes de Harvard, y ya tenía un trabajo. Gracias a Alec y Magnus, estaría trabajando con Robert en el verano. Y Catarina, estaba estudiando MIT, y acababa de conseguir un trabajo como enfermera en el hospital de Beth Israel, bajo la supervisión de la doctora Anderson.
Y Alec, llevaba en remisión seis meses. Y estaba viviendo cada segundo se su vida con su amado Magnus. Por los últimos dos meses habían estado viajando por Europa. Y ahora estaban en Paris por dos semanas, disfrutando su tiempo juntos.
– ¿Sabías que te ves absolutamente hermoso cuando estás absorto en tus pensamientos, amor? – Magnus salió de su mente y miró hacia su adorable y aun sonrojado novio, quien sostenía su mano en su corazón. – Eres muy hermoso, Magnus. Como mi príncipe azul. –
– Bueno, si yo soy tu príncipe azul, entonces ¿tu eres mi princesa? –
– Prefiero ser tu caballero. –
– Si lo eres, mi hermoso caballero en brillante armadura del que me enamoré instantáneamente. Mi propio cuento de hadas. –
Y vivieron felices para siempre.
Ps hasta aquí llegamos. Como podrán darse cuenta, amo los finales felices 😍😍
No habrá nueva historia hasta junio, por que ya vienen mis exámenes finales y proyectos y blablabla... pero las otras dos si seguirán las actualizaciones normales. Si me siguen se enterarán de cuando publique nuevas 😉 digo si quieren
Ya les había dicho que acerca de que se aceptan recomendaciones para traducir, ya vienen las vacaciones y voy a ponerme a traducir.
Y bueno, gracias por acompañarme en esta historia, espero que les haya gustado tanto como a mi y nos vemos en otra historiaaa!!
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