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8. Cita


Magnus POV

La felicidad que estaba sintiendo desde anoche era increíble. No podía dejar de sonreír desde que Alec aceptó tener una cita conmigo. No podía dejar de pensarle toda la noche. Y aun más importante, no se me ocurría un lugar a donde llevarle.

– Así que ¿Cuál es la emergencia? – soltó Caterina entrando a mi habitación con Ragnor y Tessa detrás – ¿Estás bien Magnus? –

– Mejor que bien. Estoy mejor que increíble. – contestó con una voz cantarina.

– ¿Qué ha pasado? ¿Porqué tan feliz? – gruñó Ragnor, masajeando su sien. Podía notar que tenia resaca. – Por cierto ¿a dónde te fuiste anoche? Ya no te vi. –

– Acompañe a Alec a su casa. – todos alzaron una ceja – ¿Qué? –

– ¿Desde cuando acompañas a Alec a casa? – preguntó Cate.

– Desde ayer. – le sonreí.

– ¿Qué paso ayer? – ahora habló Tessa – vi la forma en que le mirabas ¿Así que? –

– Nada... solovoyasalirhoyconél – todos me miraron confundidos. – Voy a salir hoy con él. –

– ¿Salir? ¿Cómo en una cita? – asentí – Maldición... la semana pasada dijiste que tenia novia, así que, no te metas. –

– Mi querido príncipe esmeralda – Ragnor me miró – fue todo un malentendido. Ella solo es su amiga. Alec esta soltero...y le gustan los chicos. – Había demasiada excitación en su voz que no podía contener. Estaba feliz – Y vamos a salir hoy... y necesito su ayuda chicos. –

– Eso es nuevo. – masculló Catarina. – okey ¿En que necesitas ayuda? –

– En primera, no se que voy a usar, pero lo más importante es que no se a donde llevarle – hubo un largo silencio en mi habitación. Mis amigos estaban sentados en mi habitación pensando. – ¿Chicos? Por favor ¿Consejos? Estoy un poco perdido ahora mismo. –

– Magnus – comenzó Tessa, luciendo pensativa. – Pero ya has estado en relaciones antes, así que ya tienes experiencia en esto. –

– Tessa, linda, no tengo experiencia en primeras citas. – mascullé desde mi closet. – Oliver nunca me llevo a una cita – Ragnor gruñó fuertemente cuando escuchó el nombre – controla tus caballos Rags. Esta en el pasado. –

– Ese hijo de puta debería quemarse en el infierno por lo que te hizo – me encogí de hombros por el recuerdo de mi ex novio.

– Como sea, volviendo al tema. Oh ... y nunca tuve una cita ni con Camille ni con Woolsey. – intenté recordar si había salido alguna vez a algún sitio con Camille que no fuera un club, pero no pude. Y con Woolsey solo me besé algunas veces. – Camille y yo solo íbamos a un montón de fiestas... ¿eso cuenta como citas? –

– No creo– comentó Catarina – ¿Qué tal una película? –

– Muy cliché – dijo Tessa – ¿Una tienda de libros? –

– Tess, ¿te imaginas a nuestro Magnus en una tienda nerd de libros? – replicó Ragnor. Tessa solo negó. – ¿Quizá una cena? –

– Muy cliché – esta vez Catarina habló – Magnus necesita impresionar a Alec, si quiere conquistarlo. –

– Cierto... necesito dar una muy buena impresión a Alexander – dije más para mi mismo. No era como si tuviera que, no, era más quería hacer una buena impresión. Quería que le gustara, de la forma en que a mi me gustaba. Ayer en la parada del tren, no estaba seguro si lo había imaginado si Alec había dicho que yo también le gusto. Pero necesitaba gustarle, realmente lo quería y mucho. Así que ... ¿Qué hago? –

– Lo estamos viendo de la forma incorrecta – habló Tessa, y el resto la miró confundida. – Hay que pensar racionalmente. Es Alec Lightwood del que hablamos. Apuesto a que aun está en el closet, quiero decir, ¿alguna vez le han visto con algún chico en el escuela? No. Así que necesitas llevarlo a algún lugar donde puedan estar solos, para que no se asuste. ¿Quizá una exhibición? –

– ¿Crees que le gustará eso? –

– ¡Exactamente! – interrumpió Catarina – ¿Qué le gusta a Alec Lightwood? Tienes que llevarlo a algún lugar donde se sienta cómodo contigo. ¿No quieres que se la pase mal contigo o si? –

– ¡Claro que no! Quiero que se divierta conmigo y yo con él. –

– ¿Entonces que le gusta? – preguntó de nuevo. Me tomó un momento responder. ¿Qué le gusta a Alec? Obviamente le gusta la música, los gritos y así. Se que no le interesa la ropa, aunque incluso con sus sudaderas, suéteres, pantalones rasgados y su chaqueta, luce caliente. Le gusta estudiar. Le gustan los libros clásicos, he visto que tiene a Shakespeare y Tolstoy en su librero. – Música, le gusta mmm, el rock. –

– Mmm – masculló Catarina mientras iba por mi laptop. – Shoo Chairman. – empujó a mi gato, que estaba durmiendo en computadora, en el suelo. El cual maulló y se fue de la habitación. Se puso a buscar algo en internet mientras yo me debatía sobre que usar.

– ¿Crees que estará bien usarla esta noche? – pregunté, sosteniendo mis pantalones de cuero decolores y una camiseta sin mangas roja dorado. Ragnor and Tessa arrugaron la nariz. ¿Qué? ¿Qué esta mal? –

– Recuerda que es Alec con quien sales. Alec... el chico mas tímido del mundo. – algo hizo click en mi mente. Alec probablemente no le gustaría que usara ropa tan escandalosa, podía asustarle. Lo guardé en mi closet y comencé a buscar entre mi ropa de nuevo. – Usa esos pantalones blancos ajustados. – Ragnor se paró detrás de mí y agarró los pantalones. – Y una camisa de con color. No vayas todo de arcoíris con el. Puede que sea mucho para él. –

– Si, tienes razón... – era extrañó que le diera la razón sobre ropa a Ragnor. Su mejor amigo no era mucho de vestirse a la moda. Siempre iba casual, con ropa aburrida. Solo me deja vestirlo cuando realmente necesita ayuda. Tomé mis pantalones y miré las camisas. Había demasiadas, y por primera vez, escogí la correcta. Algunas eran demasiado coloridas, y otras no combinaban con los pantalones. Finalmente, vi la camisa correcta. Tome una camisa sin mangas purpura con mi chaqueta de lentejuelas.

– ¡Lo tengo! – escuché el grito de Catarina. Me mostró mi laptop y cuando lo vi, supe que era perfecto. Eso era algo que Alec iba a disfrutar.

Minutos después de mi salida, mire a mis amigos, ya vestido y maquillado. Me sonrieron y asintieron en aprobación.

– Okey, ¿un último consejo? –

– Se amable con él, encantador. – dijo Tessa.

– Se un caballero, las chicas... digo... las parejas les gusta. – agregó Catarina.

– No te le tires encima – todos miramos a Ragnor un poco raro y desconcertados. – ¿Qué? es un buen consejo. No puedes tirártele encima en la primera cita... pero si él quiere entonces...–

– No voy a llevarlo a la cama en la primera cita –

– Ok – agitó sus manos en el aire –Entonces diviértete. –

Y eso era lo que iba a hacer. Divertirme con el chico más hermoso del planeta.

Alec POV

Estaba viendo una pila de ropa en mi habitación. Por la última hora había tratado de decidir que usar. Y la única conclusión fue que no tenia nada apropiado para una cita. Obviamente no tenia ropa para eso. Nunca había estado en una cita antes. Para ser honestos estaba emocionado y asustado al mismo tiempo. Tenia miedo de que saliera mal, y aun así, no podía esperar a que comenzara. Era la emoción de ver a Magnus, pero también, la preocupación de quedar como un tonto. No tenia experiencia en esto. Y tenia miedo de preguntarle a Jace. El odia a Magnus, y nunca me ayudaría. Así que solo tenia una persona a la cual pedirle consejo.

– Izzy, ¿puedes venir a mi habitación? – grite desde el pasillo. Unos segundos después, mi amada hermana entro en mi habitación y miró confundida mi cama. – Necesito ayuda. –

– ¿Con tu ropa? –

– No tengo nada que usar. –

– ¿Usar para? – inquirió, acercándose a mi.

– Voy... voy a tener una cita con Magnus... esta noche...– el sonrojo en mi cara era evidente. Me sonrió y me guiñó el ojo. – Y no se que usar. –

– Nada de esto. – apuntó a mi pila de ropa – vístete hermano, nos vamos de compras. Hare que te veas sexy esta noche. –

Media hora después estábamos parados en frente de percheros con algunas playeras, en el centro comercial. Me sentía perdido ahí. No sabia a donde ir, o que hacer. Agradecí que Izzy tuviera esta habilidad especia de encontrar las cosas. Ella estaba fisgoneando entre muchas secciones mientras yo estaba sentado en un sofá negro de cuero hablando por teléfono con Ellie.

– Lo se... es que... no se ni siquiera que decirle El. Nunca esperé que me invitara a salir. –

– Te dije que le gustabas. – masculló.

– De todas maneras, ¿qué le dijiste? –

– Creía que yo era tu novia – mentalmente me golpeé. – Tu idiota le dijiste que me amabas y el lo malinterpretó. Pero que no tema... ahora te puede tener todo para él. Solo recuerda no hacer nada de lo que te puedas arrepentir en tu primera cita. –

– ¿Qué intentas decir? – me ruboricé ligeramente, parándome, mientras veía a Izzy hacerme señas de que me acercara.

– No tengas sexo en tu primera cita. –

– Yo... – me trabé con mis propias palabras, sintiéndome demasiado avergonzado. – Yo ... yo no... no – Izzy me quitó el teléfono y me puso la ropa en mis manos, señalando el probador.

– ¿Ellie? Te llamaremos en un momento. Ahora Alec debe probarse algunos cambios de ropa. ¡Te lo aseguro!, Claro que si. Si, tomaré foto... si...lo se ¿okey? – estacha escuchando cuando puso unos pantalones de marino azules, y me sorprendió que fueran súper ajustados. Isabelle siempre quería que usara ropa ajustada. Estos eran lindos, y me quedaban bastante bien. – Por favor... ¿Alec y sexo en la primera cita? –

– ¡Isabelle! ¡Puedo escucharte! – grité desde el interior.

– Si, si ... ¿Qué? ¿Es lindo? Mmm que bien chica... y llámame para decirme los detalles. – salí del probador y le mostré el conjunto. Estaba usando pantalones azul oscuros y una camisa blanca. – Emm... ¿A dónde te llevará? –

– No lo se, solo dijo que pasaría por mi a las seis. – asintió mientras me miraba. – ¿Y? –

– Es demasiado formal. Quiero decir, no sabemos a donde te va a llevar, así que no puede ser demasiado formal, pero tiene que ser lindo, sexy, pero no fácil. Espera aquí. –

Me dejó solo otra vez. Me miré al espejo. Definitivamente lucia demasiado formal in esa camisa blanca. Cuando Izzy volvió, estaba sosteniendo un par de pantalones negros despintados y una camisa azul en la otra mano junto con una playera roja. Levanté una ceja a eso.

– Oh, necesitas un poco de color en tu vida – me dio la ropa. – Pruébate esto. –

*

Veinte minutos después estábamos pagando la ropa y dirigiéndonos a casa. Ahora era tiempo de la última preparación, ya que eran casi las cuatro. Tomé una ducha y me pregunté a donde me llevaría. No me gustaba el suspenso, pero Magnus dijo que me gustaría. Cuando salí de la ducha y terminé de vestirme, escuché como tocaban la puerta.

– Entra. – Un momento después mamá entró, me miró y sonrió.

– Oh cariño, te ves tan guapo. Mi bebe esta creciendo. – mi miró y sonrió.

– Mamá... ya no soy un bebe. –

– ¡Para mi siempre serás mi bebe, igual que Jace y Max, e Izzy siempre será mi pequeña niña! – se sentó en mi cama – ¿Cómo te sientes hoy? –

– Bien. Mamá debes dejar de preocuparte. – me miró triste. – Estoy bien. La doctora Anderson no ha encontrado nada malo en mi sangre. Dijo que estoy bien. – mamá sonrió un poco y tomó mi mano.

– Lo se dulzura, pero aun me preocupo por ti. Es algo maternal. – la abracé fuerte y le di un beso en la frente. – Recuerda que si algo...–

– Llamo a papá para que vaya por mi si me siento mal. Lo se. –

– ¿Lo sabe Magnus? – la miré confundido– ¿De tu condición? –

– Mamá... no es ... aun no estamos saliendo... el no sabe – en ese momento el timbre sonó. Sonreí de emoción y corrí hacia abajo. Mi papá abrió la puerta antes que yo.

– Hola... Sr. Ligthwood. –

– Hola Magnus – mi papá replicó y le señalo que pasara. Magnus separó en el pasillo cuando me acerque al él. Intercambiamos un pequeño "hola" y sonreímos. Lucia muy guapo con esa ropa. – Diviértanse chicos. –

– Gracias papá – me acerqué a Magnus – ¿Me... me veo bien? Quiero decir, apropiado para el lugar que me llevaras?

– Alexander, te ves mejor que bien. Te ves fantástico – me guiño un ojo y me abrió la puerta. – Hasta luego Sr. Lightwood. –

– Así que ¿A dónde me llevas? – le pregunté mientras se paraba a mi lado. Me sonrió alegremente.

– Es un sorpresa. –

Media hora después de caminar nos detuvimos en un parque. Estaba un poco confundido. ¿Planeó un picnic aquí? Durante nuestro camino teníamos una pequeña plática acerca de nosotros, nuestros intereses, etc. Magnus aun se mantenía misterioso. Cuando llegamos al lugar, me sorprendí. Esto no era lo que esperaba para nada.

– Me has visto en mi mundo de las fiestas, ahora es mi turno de verte en el tuyo. – me susurró

Nunca en mi vida me hubiera esperado que Magnus me trajera a... que me trajera a un concierto al aire libre de música alternativa. Era tan diferente de él. Se que no le gusta ese tipo de música. Le gusta el pop. Y aun así, me sorprendió trayéndome aquí. Así que ahora estábamos escuchando algunas canciones locales más o menos conocidas de bandas. Volteé a mirar a Magnus, él sonreía y escuchaba la música.

– No es tan mala. – masculló. – Me gustan algunas canciones. –

– Lo sé, son increíbles ¿verdad? – me acerqué un poco para ver mejor. Claro, no había mucha gente ahí. Al menos no conocía a nadie. Las bandas, solo fueron cuatro, tocaban canciones de rock y ligeras. Vi que Magnus no disfrutaba las fuertes pero las otras le parecían buenas.

Ni siquiera pude decir nada, una vez más me sorprendió, pero esta vez de una buena forma. Él comenzó a cantar. Y lo que me sorprendió más, la banda lo escuchó y el cantante le tomó la mano. Así que ahora Magnus Bane estaba cantando con ellos, mirándome directamente. Me sonrojé como tomate cuando escuché la letra.

En algunas partes de la canción, el cantante le permitía cantar solo.

Fui hipnotizado por su voz. La forma en que cantaba me hacia sentir mariposas en mi estomago, mis rodillas temblaban y mi corazón latía rápidamente. Nunca había sentido algo así, pero me gustaba. Tratando de esconder mi enorme sonrojo, le sonreí. Vi la felicidad en sus ojos. Magnus finalizó la canción con la banda, y la gente le estaba dando un fuerte aplauso, animándolo a seguir cantando, pero él amablemente declinó y fue hacia mi.

– Estuviste increíble – le susurré, cuando la música comenzó de nuevo.

– ¿Te gustó? – simplemente asentí – Bien... porque la canté para ti. –

Magnus deslizó su mano hasta que alcanzó la mía y esperó. Esperó por mi movimiento. Le miré sus increíbles ojos y entrelacé nuestras manos. Era increíble la forma en que se complementaban juntas, como si hubieran sido hechas para estar unidas. El resto del camino por el parque fue tomados de la mano, y se sintió demasiado bien. La siguiente parada de nuestra cita fue una cena en un restaurant. No era un lugar muy grande. No, era pequeño, pero acogedor, con colores y una chimenea en la esquina. Estaba mirando la manera en que el fuego se reflejaba en los ojos de Magnus. Se veía maravilloso.

– ¿Qué les puedo ofrecer, chicos? – la voz me sorprendió, porque la conocía. Levante mi mirada hacia el mesero, y no era nadie más que Ragnor Fell. Por un lado estaba aliviado porque era el amigo de Magnus, pero por otro lado, estaba asustado de que fuera a decir algo en el escuela. Aun no estaba listo.

– ¿Ravioles con champiñones? – asentí. Ragnor nos dejó solos y Magnus me volteó a ver preocupado. – No te preocupes cariño. Rags no le dirá a nadie. Asumo que aun no estas fuera del closet. –

– No – sonrió y después nuestra comida llego. Durante la comida comenzamos a hablar.

– Alexander, ¿Qué planes tienes para después de la escuela? –

– Siempre quise estudiar derecho. ¿Y tu?–

– Moda en Londres o Paris – reí un poco – ¿Qué? –

– Medio me lo esperaba – tomé de mí agua y luego nos fuimos. Estábamos caminando de regreso a casa con las manos entrelazadas, de nuevo. La noche era perfecta. Un poco fría, pero sosteniendo su mano, sentí cálido. Me sentía demasiado bien con él. No sabia lo que significaba, pero continuaba cayendo más por él y eso me gustaba. Es un chico maravilloso.

– Así que ¿Cuáles son tus otros intereses a parte de derecho, literatura y él rock? – Magnus preguntó.

– Me gusta la astronomía. Cuando era pequeño me podía sentar horas a ver las estrellas. – había un poco de sorpresa en sus ojos.

– A mi me gusta viajar. Cuando era joven nosotros... quiero decir, mi mamá y papá... y yo ... viajábamos un montón. – Reveló. – Y me gusta dibujar... especialmente a personas... es ... cuando estoy dibujando siento que puedo entender a la otra persona. –

– ¿Me mostrarías tus dibujos? – le pregunté.

– Quizá algún día – Seguíamos caminando por las calles, cada minuto nos acercábamos más a mi casa. – Y ¿Cuáles son tus sueños querido? –

– Deseo ir a Paris algún día... y ver sus maravillas. –

– ¿Nunca has ido? – sacudí mi cabeza. Es un lugar hermoso...pero es más magnifico cuando estás con la persona que amas. – me hizo sonrojar un poco.

Antes de que me diera cuenta, estábamos parados frente a mi casa. Caminábamos hacia la entrada y no detuvimos ahí, sin querer terminar esa maravillosa noche. Magnus alzó nuestras manos entrelazadas y las llevó a su boca, depositando un beso en ellas.

– Pasé una noche maravillosa contigo cariño. –

– Yo también. – Magnus puso un mechón de cabello detrás de mi oreja con su otra mano. La siguiente cosa que hizo fue tomar delicadamente mi mejilla, dándome una cálida sensación. Me miro profundamente a los ojos, y lentamente se inclinó, asegurándose de que no me alejaría. Sabia que quería besarme, pero nunca pensé que seria así, cuando finalmente pusiera sus labios sobre los míos.

Sus labios eran suaves y delicados, tan dulces que casi me derriten. Me estaba besando lento, dejándome decidir si quería más o no. Pero, dios, no sabia que hacer. Nunca me habían besado antes. Pero de alguna forma mis labios se movieron con los suyos, sincronizados. El beso era como choques eléctricos, que mandaban descargas a mi columna. Tristemente, Magnus se separó, dejándome sonrojado, aunque él se encontraba en un estado similar.

– Wow – se me escapó de los labios.

– Concuerdo – sonrió genuinamente y depositó un beso en mis sonrojadas mejillas. – Buenas noches Alexander.

– Buenas noches Magnus. –

Antes de que se subiera al taxi, se despidió de mi con la mano, y yo se lo devolví. Después el taxi arrancó y se fue y yo entré a casa con una enorme sonrisa en la cara. Mientras me recargaba en la puerta mi hermana y mamá se me acercaron.

– ¿Y? – Izzy comenzó – ¿Cómo fue? –

– Perfecto. –

Acabo de publicar una nueva traducción de una historia. Pasen a leerla C: les va a gustar. Estaré publicando un día esta y un día la otra C:

Magnus Bane es un famoso cantante pop internacional, renombrado por sus canciones de amor, aunque en su vida, sabe muy poco sobre el. Desesperado por huir de un momento dramático con la prensa, Magnus termina en un pequeño pueblo de surf en la costa oeste. Ahí, conocerá a cierto chico hermoso de ojos azules.

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