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6. Arreglando algunas cosas

Magnus POV

– Tengo buenas noticias para ti Magnus. Tus piernas parece que se están curando realmente rápido. Así que el jueves podremos quitarte el yeso – dijo el doctor.

– ¿Ves cariño? – dijo mamá – Ya serás libre de esas muletas. –

– ¡Fantástico! – dije animadamente.

Hoy era un buen día. No solo me habían informado de que ya podría caminar por mi mismo, otra vez. Si no que también tendría una reunión con Alec. Para ser honestos, lo extrañé estos dos días. Es extraño, porque no debería sentirme así. El tiene novia, lo se, pero no puedo evitar sentirme atraído hacia el. Y sea lo que sea, es muy fuerte. Pero tengo que terminar con estos sentimientos. El no está interesado en mi. Y yo no seré el que haga que termine su relación con Ellie. Sin importar cuanto me guste Alec.

– Entonces, ¿Los veo el jueves? – preguntó el doctor – a las 9 am.

– Claro doc. –

Mamá y yo fuimos al coche. El camino al escuela no fue largo. Pronto llegamos.

– Ten un lindo día bebe– me beso la mejilla – ¿Quieres que venga por ti? Tengo el día libre. –

– No ma. Voy a ir a la casa de Alec hoy – mamá asintió – Llegaré a casa en la tarde. Te quiero – En ese momento escuche a alguien tocando la ventana del vidrio. Volteé y vi a Catarina y atrás de ella, a Ragnor, cabizbajo. Tragué duro y abrí la puerta.

– Hola señora Bane – dijo Catarina sonriendo a mi mamá.

– Catarina, hola. Oh Ragnor... hola cariño. Ya no te había visto–

– Hola señora Bane – gruñó – Hola Mags. –

– Hola – Cate me ayudo a bajar del coche y los tres nos paramos incomodos cuando mamá se nos quedo viendo

– Adiós niños – todos nos despedimos, y ella se fue. Catarina se adelantó y nos miro a ambos.

– Okey... – gruñó – estoy cansada de su ley del hielo. Tu– señaló a Ragnor – tu arruinaste todo porque lo dejaste solo en el salón de teatro. Y tu – ahora me vio a mi – tu eres un obstinado. El trato de disculparse, pero tu te pusiste en tu actitud de diva. – quería decir algo pero ella me callo. – Ahora tenemos– miro a su teléfono – 15 minutos. Hablen, pelen, golpéense en sus caras, bésense, lo que sea, pero arreglen esto. Para cuando vayamos a clase, ustedes ya deberán a ser amigos otra vez. ¿Entendieron? – ambos solo asentimos. – Bien, los veo adentro. –

Nos quedamos viendo incómodamente en silencio por un rato. Ninguno dijo nada. Ninguno quería ser el primero en hablar. Yo estaba recargado en mis muletas, y esperando. Hasta que finalmente habló, al mismo tiempo que yo.

– Lo siento –

– Perdón. – ambos reímos, como en los viejos tiempos. Y dios sabe cuanto había extrañado reír con mi mejor amigo. – Tu primero. –

– Magnus, lo siento. No debí dejarte ahí. Fui estúpido y escuché a Woolsey. Pero tu eres más importante que él. Debí haberme quedado o llevarte de alguna forma. Realmente lo siento. – el arrepentimiento en sus ojos era evidente. Sabia que realmente lo sentía. Ragnor no era del tipo que te deja en una situación así. – Perdón... se que lo arruiné, pero por favor, te lo ruego, no termines nuestra amistad, por favor. –

– No voy a terminar nuestra amistad por algo tan estúpido. – le golpeé el brazo. – Eres mi mejor amigo, mi hermano, ¿Recuerdas? – me remangue la manga y le mostré el brazalete hecho de tiras verde y amarillo. El que nos dimos cuando teníamos doce. – Te quiero no importa que. –

– Yo también te quiero hombre– me abrazó muy fuerte sobre su musculoso pecho.

– Y lo siento también. Debí haber escuchado tus disculpas antes. Pero estaba enojado. – Le di una palmada en la espalda y nos separamos. – Te extrañé. –

– Yo igual. Han sido casi dos semanas. Créeme, Woolsey no es tan divertido como tu, o Will o Jem. – giré los ojos y luego vi un familiar cabello negro enmarañado. Moví mi cabeza hacia la izquierda para poder ver mejor. Hoy, traía pantalones azules, una sudadera y su típica chaqueta. Estaba caminando al escuela con su rubio-idiota hermano y su encantadora hermana. – ...y te cuento que Will... ¿A quién estás viendo? –

Salí de mi admiración y miré a Ragnor, quien me miraba inquisidoramente. Movió su mirada in la misma dirección y un segundo después me volteo a ver con una sonrisa burlona en el rostro.

– Así que te gusta Alec Lightwood. –

– Es mi amigo...– trate de sonar casual, pero Ragnor no se lo creyó.

– Por favor... te he conocido toda la vida Mags. Esa mirada... me dice que te gusta mucho más que solo un amigo. – A veces olvido que Ragnor puede leerme como un libro abierto. – Te gusta. –

– Pero yo no le gusto – murmuré – tiene novia. –

– Lo siento. Parece que te gusta bastante– le sonreí y nos fuimos adentro. Cuando pase al lado de Alec, le sonreí genuinamente. El me sonrió de vuelta, sonrojándose en su linda forma. Magnus, tienes que dejar de pensar así de él. Me regañé. Tomamos nuestro asientos al lado de Car, ya que en ciencia trabajábamos en grupos.

– ¿Todo arreglado? – preguntó. Solo asentimos y le sonreímos. – Que bueno. Ahora todo es como en los viejos tiempos. –

*

Como antes, Alec estaba esperándome en mi locker.

– Hola Magnus. Hola Ragnor – Alec habló

– Hola Alec– dijo Ragnor y se fue a su locker. Tomé mis cosas y Alec cargó mi mochila como un completo caballero.

Después fuimos a su coche para dirigirnos a su casa. Hoy, Alec puso música más alegre en la radio.

– ¿Quién es? – pregunté

– Nickelback. Pensé que te gustaría más música ligera y no gritos. –

– Me gusta– el camino fue agradable. Tuvimos una pequeña charla, acerca del extraño actuar de la profesora Ashdown, nuestra maestra de ingles. – Te lo digo, me mira raro–

– ¿Quizá quiere involucrarte en su obra escolar? – el chico de ojos azules dijo, mientras se estacionaba en su casa. – Te pidió que hicieras el papel principal. Quizá esta es su forma de persuadirte. Ya sabes, mirándote hasta que aceptes. –

– Ya, tal vez tengas razón. – entramos a la casa. – Hola señora Lightwood. –

– Magnus, un placer verte de nuevo – Maryse sonrió – espero que esta vez te quedes a cenar ¿si? – acepté. – Que bueno. Ahora vayan arriba chicos. –

Ya caminaba más fácilmente con las muletas. La principal razón era que Alec estaba detrás de mi, listo para atraparme si caía. Mientras entrabamos en su cuarto, empezamos a trabajar con otro capítulo de matemáticas. Geometría...bleh, pero tenia que pasar el examen el viernes. Así que nos pusimos a trabajar, aunque yo no podía concentrarme, ya que esos ojos azules me estaban mirando como si quisieran entrar en mi mente. Lo único que quería era lanzar los libros fuera de la cama, agarrar a Alec y aplastar mis labios con los suyos. Pero no podía, y eso me estaba enojando.

Ellie POV

– Ellie! Corazón – la mujer me abrazó, causándome dificultad para respirar.

– Hola Maryse – dije

– ¿Qué haces aquí? Alec no dijo que venias – me dejó pasar – ¿Tu mamá te trajo? –

– Ella se fue de compras con la tía Louisa y le pregunté si podía venir a visitar a Alec. – dije dulcemente. ¿Está en casa? –

– Si, esta arriba con su amigo Magnus. Están teniendo una sesión de estudio–

– ¿Con Magnus? ¿Magnus Bane? – Maryse asintió. Había una sonrisa macabra en los labios de Ellie al oír eso

– ¿Quieres que traiga a Alec?

– Nah, iré yo misma– mientras subía las escaleras me encontré a una persona. – Hola–

–Ellie, ¿Qué haces aquí? – la chica de cabello negro preguntó, mientras se terminaba de poner un vestido rojo.

– Vine a visitar y averiguar si el tontito de tu hermano ya arregló lo que sea que haya pasado entre él y el chico caliente que está en su habitación – Isabelle sonrió a eso. A ella siempre le agradó Ellie, desde el día en que se conocieron en el hospital, cuando Alec estaba ahí. – Así que ¿Cómo van las cosas? –

– No lo se –

– Por favor Isabelle Lightwood. Te conozco desde hace un tiempo, realmente ¿quieres que te crea que no has ido a escuchar algo? – Isabelle rodó los ojos y Ellie sonrió – Así que, ponme al tanto. ¿Qué están haciendo? –

– Por la última hora solo han estado estudiando. Solo eso...– mi boca se abrió en shock

– ¿De verdad? – Izzy asintió – Que estúpidos, gah, ¿Tengo que hacer todo por el? –

– ¿Qué tienes en mente? –

– Tu mantén a Alec abajo, yo voy a tener una pequeña charla con Magnus Bane–

Ellie Barker era una chica de 16 años extraordinaria. No. Ella era valiente, hablaba siempre con la mente y no le tenia miedo a nada. Ni siquiera le tenia miedo a su leucemia. Ella estaba bien con ello. Peleo la primera vez, y por ahora, estaba bien. Así fue como conoció a Alec. En su primera terapia en el hospital. No tenia cabello en ese entonces y él no le tuvo lastima, como su familia. En un gesto de solidaridad, Alec se rapó la cabeza también, además de que sabia que su cabello pronto se caería también. Pronto se convirtieron en mejores amigos. Pasaban juntos cada minutos en el hospital. Y fue extraño que Ellie supiera, desde el inicio y sin que Alec le dijera, que él era gay. Ella simplemente lo supo y estuvo bien con ello. Tal vez por eso fue que a Alec le agradó tanto, porque no lo juzgo.

Ellie e Isabelle se separaron en frente de la puerta de Alec. Izzy se fue abajo mientras que Ellie entró a la habitación.

– ¿El? ¿Qué haces aquí? – Alec brincó de la cama y fue a abrazar a su mejor amiga. Ellie le abrazó de vuelta, mirando al otro chico. Magnus era muy atractivo, tenia que admitir. Alto, delgado, de colorido y brillante estilo. Su cabello estaba en puntas. Cuando se separaron, Ellie le sonrió a Magnus y le lanzó una mirada significativa a Alec, esperando por una presentación. – Bien, Ellie, él es Magnus. Magnus ella es Ellie. –

– Magnus Bane, un placer conocerte. – dijo el ligeramente.

– Ellie Barker, es un placer conocer por fin al famoso Magnus Bane del que he escuchado tanto hablar. – Las mejillas de Alex se colorearon, haciendo sentir celosos a los tomates. Ellie simplemente sonrió. – ¿Los interrumpo? –

– No– habló Magnus – Podemos terminar en otro momento –

– De ninguna manera. Solo vine a ver a Alec ya que mi mamá se fue de compras. Me iré pronto. – Magnus asintió. Ellie se sentó en la cama al lado de él. Alec aun seguía sonrojad. – Alec, cariño, tráeme algo de beber por favor ¿si? –

– Ah, claro... volveré en un momento. – Cuando se fue, Ellie vio como Magnus se le quedaba viendo, y simplemente supo que hacer.

– ¿A poco no es endiabladamente guapo? –

– Oh si... es demasiado hermoso –

Magnus POV

– Oh si... es demasiado hermoso – en el momento en que esas palabras escaparon de mi boca, la tapé con mi mano. ¿Cómo podía decir algo así en frente de su novia? La volteé a ver, un poco asustado de su reacción, pero me sorprendió. Me estaba sonriendo. – Lo siento. No debí haber dicho eso. Perdón. –

– ¿Porqué? Es la verdad. Alec es hermoso... okey, guapísimo. –

– Pero no debí decirlo en voz alta, no enfrente de ti – ella me miró confundida – Escucha, no intento meterme entre ustedes dos. No voy a tratar de robártelo o algo así–

–¿Robármelo? –

– Si, no intentaré nada con él. Es solo una relación de amigos...–

– ¡Espera un minuto! – me interrumpió – ¿Crees que estamos juntos? ¿Cómo pareja? –

– Si–

– ¿Quien te dijo esa tontería?

– Alec – le respondí. Cada minuto que pasaba estaba más confundido.

– ¡Qué idiota! No soy su novia. Ni nunca lo he sido. – exclamó – ¿Qué dijo exactamente? –

– Que eran muy cercanos y que te amaba – ella rodeó los ojos y se golpeó la frente.

– ¿Cómo es que el es el inteligente? – dijo más para ella misma – Créeme Magnus. No estamos juntos. Además, el no estaría interesado en mi aunque luciera como la maldita Scarlett Johansson. Quizá si luciera como Chris Evans, entonces tal vez. – Ahora ella tenia toda mi atención.

– ¿Me estás diciendo que a Alec le gustan los chicos? – pregunté inseguro

– ¡Duh! – movió sus brazos en el aire – Chicos, no importa si son heteros o gay, siempre son estúpidos–

En ese momento, Alec entró a la habitación. Nos miró de forma sospechosa y dijo.

– ¿Esta todo bien? –

– Ahora todo esta perfecto– dije, sonriendo sinceramente por primera vez en la semana. Alec estaba soltero y le gustan los chicos. Aun tengo una oportunidad de ganar su corazón.

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