Magnus POV

Algo cálido, suave y desnudo estaba presionado contra mi cuerpo. Algo con pies fríos, enredados con mis piernas. Abrí mis ojos y me acerqué a el pacífico, y angelical rostro de mi amado. Respiraba suavemente, con su boca entreabierta. Había un poco de baba en la esquina de su boca. Algunos lo encontrarían asqueroso, pero para mi, era una muy adorable vista. No pude evitar sonreír antes de gatear por su espalda y depositar besos por toda su columna. Con cada beso se retorcía un poco más debajo de mi. Cuando mis labios acariciaron su cuello, sus ojos se abrieron, dándome la hermosa vista de sus ojos azules.

– Buenos días bebé. –

– Buenooos, díaaaas. –

Me apoyé en su hombro mientras Alec se volteaba. Al mismo tiempo escuchamos algo ser estrellado en la planta baja.

– ¿Qué fue eso? –

– Supongo que mi mamá, – dije mientras me impresionaba de lo rápido que alguien se podía volver rojo. Alec se puso de color escarlata en un segundo.

– ¡Mierda! – sus ojos se abrieron demasiado. – ¿Nos habrá escuchado anoche? Oh mierda ¡Mierda! –

– Mejillas dulces, – removí sus manos de su cara. – Mamá tuvo su turno ayer en la noche, así que no pudo habernos escuchado. Al menos que...–

– ¿Al menos qué? – espetó.

– Al menos que los vecinos le hayan dicho, – gimió cubriéndose su rostro de nuevo con sus manos. – Realmente te gusta gritar gatito. –

– Mira quien habla, – su voz era baja pero aun así se escuchaba la burla. – Tu también gritaste ayer. –

– Oh... porque cuando me tocas así y me hacer ver las estrellas, tengo que gritar de tanto placer... –

– Por favor, para...–

– Ok... pero lo disfrutaste ¿verdad? – con sus mejillas ardiendo, asintió. – Yo también. Maldita sea, lo disfruté demasiado. –

– Necesito una ducha, – dijo Alec después de un rato, sentándose en la cama.

– Yo también. –

– Yo voy primero. Te tardas demasiado en el baño, – de nuevo le sonreí juguetonamente y rápido me paré, mostrándole todo mi cuerpo desnudo. Y podía asegurar que se sonrojó aun más, incluso aunque ya lo hubiera visto antes.

– Espera, ¿por qué?, podríamos tomarla juntos. Así ahorraríamos agua, – su boca cayó abierta mientras me miraba. Pero después de un segundo se recuperó y se paró, llevándome al baño y metiéndonos a la regadera.

– Chicos, ¿ya están despiertos? – escuchamos, cuando Alec estaba lavando su cabello y yo le abrazaba por la espalda.

– ¡Tomando un baño mamá! – recibí un pequeño golpe en mi brazo, junto con una mirada furiosa por parte de mi novio.

– El desayuno estará listo en media hora, –

– De verdad siempre llega en el peor momento, – dije antes de estampar mis labios con los de Alec, aplastándole contra la pared.

*

Alec POV

– Tiene que ser caliente, –

– Tiene que ser alocada, –

– Tiene que ser la mejor fiesta a la que haya ido, –

Estábamos sentados en la biblioteca, un lugar que Magnus Bane raramente visitaba. Así que estaba seguro que no nos interrumpiría. Y por "nos" me refería a Izzy, Cate, Ragnor, Tessa y yo. Los susurros volaban entre nosotros mientras tratábamos de organizar el evento.

"El cumpleaños número 19 de Magnus Bane".

Tratábamos de tener la mejor idea, pero no nos poníamos de acuerdo.

– Vamos a enfocarnos, chicos, – todos en la reunión me miraron. – Necesitamos organizar la mejor fiesta del mundo. –

Su cumpleaños sería en dos semanas y aun no teníamos nada. Bueno, yo ya tenía su regalo, el cual tuve que ser muy precavido para esconderlo, ya que Magnus estaba en mi casa cuando el chico de los envíos me lo trajo. Casi me cachó cuando lo escondía en el cuarto de Jace, pero gracias al cielo, no lo hizo. Incluso creo que por su preocupación por mi, se le ha olvidado que ya casi es su cumpleaños.

– Ok. Empecemos con lo básico, – dijo Tessa. – ¿Dónde? –

– ¿Un antro? – todos asintieron a mi idea.

– ¿Quizá Exotic? – propuso Ragnor. – Nuestro amigo es el bartender. –

– Ok. Ya tenemos el lugar, ahora ¿decoraciones? –

– ¿Qué tal una fiesta con tema? – todos miramos a Catarina con duda. – Ya saben, algo como un safari, los 70, o algo así. –

– Le gustan las panteras, – interrumpió Tessa. – Vamos a hacer algo como selvático. –

– Buena idea, – habló Izzy. – Podemos usar piel sintética para hacer los disfraces. –

– Fantástico, – agregó Ragnor.

– Claro... em... si... ahora, ¿la lista de invitados? –

– Yo la haré, – se ofreció Catarina y comenzó a escribir nombres. Al momento, recibí un mensaje de mi novio. –

"Terminaré en 20.Te veo en el salón de teatro. Love u bby"

– Tengo que irme, Magnus casi termina. Pero estamos en contacto. –

*

Era algo difícil no actuar raro y no hacer sospechar a Magnus Bane. Porque ese chico podía sentir todo a kilómetros de distancia, y aun así, nos las arreglamos. Tessa, Ragnor, Cate y yo... nos alternábamos para ocupar su tiempo, para que no se diera cuenta de lo que habíamos planeado. Y nos quedo increíble.

El club ya estaba listo, la comida estaba lista, el DJ estaba puesto, Trent ya había preparado las bebidas. Todo se veía bastante bien.

Ahora estábamos esperando a que llegara el cumpleañero con Ragnor. Jace estaba acomodando mi corbata que era de un patrón de leopardo.

– Te ves realmente bien hermano, – dijo Jace sonriéndome. – Definitivamente le vas a gustar a Magnus. –

– Eso espero. –

– Quizá un poco menos de brillo estaría bien, – dijo mientras me sacudía el glitter de mi chaqueta roja.

– A el le gusta el brillo. –

– Oh lo se, apuesto a que también se da baños con brillos. –

– No, no lo hace, – Jace me sonrió burlonamente, alzando una ceja mientras me guiñaba. – Em... si... eh...–

– ¡Ya vienen! – escuchamos la voz de Catarina. – Apaguen las luces. –

Escuchamos unas voces desde la entrada, mientras nos amontonábamos en la pista de baile, callados. Pronto pude escuchar la melódica voz de Magnus,

– Está cerrado Ragnor. ¿Seguro que está aquí? –

– Anoche Trent me dijo que viniera a levantar su borracho trasero de aquí, y se lo debo, – hubo una pausa. – Así que deja de quejarte y ven. –

– ¿Cómo porqué vine contigo? –

– Porque me amas. –

– Empiezo a dudarlo, – masculló. – ¡¿Por qué rayos está tan oscuro aquí?! –

En el momento en que las luces se prendieron todos gritamos "sorpresa". Magnus brincó y gritó, viéndonos a todos con los ojos y su boca abierta, quedando en shock. Por un momento hubo un incómodo silencio, nadie se atrevía a hablar antes que Magnus. Esperamos por su reacción, ansiosos. ¿Quizá no le gustó?

– ¿Qué diablos pasa aquí? –

– Feliz cumpleaños, – dijo Ragnor abrazándole. – Felicidades. –

Las felicitaciones le llegaban y llegaban, pero Magnus seguía en shock, podía notarlo por la mirada en sus ojos.

– Feliz cumpleaños bebé, – dijo su mamá besando su frente. – Me hicieron jurar que no diría ni una palabra, y que no te preparara tu pastel como siempre. –

– Cumpleaños... ¿mi cumpleaños? – dijo mi novio aun sin comprenderlo del todo. – ¡Mierda! ¡¿Me olvidé de mi propio cumpleaños?! –

– Pero yo lo recordé, – dije acercándome a él y capturando sus labios. Magnus inmediatamente respondió, metiendo su talentosa lengua en mi boca.

– ¡Váyanse a un cuarto! – gritó Ellie detrás de nosotros, haciendo que nos separáramos. – Espero que no te moleste que esté aquí. –

– Claro que no. Todos los amigos de Alec son mis amigos. – se abrazaron y Ellie le dio su regalo. Un nuevo disco de uno de sus cantantes favoritos. Estuvo recibiendo más regalos de otras personas, agradeciéndoles a cada uno. Y finalmente llegó mi turno.

– Así que ¿te gustó la fiesta? –

– Es increíble. Y las decoraciones... magníficas. –

Tenía razón. Las decoraciones quedaron fantásticas. Había montones adornos de piel sintética de leopardos, panteras, tigres, y otros animales. Sillones y todo de acorde al tema. Justo como lo queríamos "sexy y salvaje". Muchas luces de colores iluminaban la pista de baile, ahora llena de gente bailando.

– Y cariño, – agregó. – Te vez encantador. –

– Gracias, – dije más como un susurro, sintiendo como se calentaba mi rostro.

– Tan sexy... me hace querer tomarte aquí y ahora, – enrolló mi corbata en su mano acercándome a él, pegándonos pecho con pecho. Magnus lamió mis labios antes de pegarlos con los míos, haciéndome jadear. – Tan caliente. –

– To...toma, – le entregué mi regalo envuelto en un papel morado con brillo. Sus ojos me miraban interrogantes. No era la gran cosa. – Espero que te guste. –

– Amor, no tenías que darme nada. Tu eres el más fantástico regalo que pude tener. No necesito nada más. – como no podía amarlo si me decía cosas tan dulces como estas. Cuando Magnus abrió su regalo se sorprendió. Me estaba mirando con ojos bien abiertos y con el regalo en sus manos, de nuevo con una mirada confundida. – Hay... hay dos... así que...–

– Hablé con la doctora Anderson y mis padres... y si tu quieres... puedo ir contigo. –

– ¿De verdad? – solo asentí. – ¿Podemos ir juntos? –

– Si, pero necesito cuidarme y ...–

– ¡Yo te cuidaré! – exclamó radiante, haciendo que mi corazón saltara. – Oh por dios... ¿vamos a ir juntos al concierto de Katy Perry en California? – le asentí de nuevo. – ¿Juntos? ¿Tu y yo? –

– Si tu quieres. –

– Te amo, te amo, te amo, te amo, te amo, te amo, – repitió varias veces, antes de lanzar sus brazos y abrazarme fuertemente. – Te amo bebé, te amo demasiado. –

– Yo también te amo cariño. –

La fiesta iba bastante bien. Nos estábamos divirtiendo. Bailando, y tomando, aunque lo último, yo no. No podía tomar por mis medicamentos. Estábamos riendo, charlando, simplemente disfrutando el momento. Magnus estaba feliz y eso me hacía feliz. Finalmente, después de tantos momentos difíciles, le podía dar algo para relajarse.

Tres días después fuimos al concierto, después de que Magnus prometiera que "me cuidaría y me mantendría vigilado" y eso hizo. Todo el camino se la pasó diciéndome que durmiera un poco. Después rentó un hotel, nos consiguió comida sana y me recordaba de mis medicinas. Y finalmente fuimos al concierto.

Había como un millón de personas o más. Había demasiada gente, y aun así, encontramos un buen lugar para ver el escenario. Cuando el concierto inició Magnus cantaba, bailaba y brincaba. Mirarle así me hacía sonreír de pura felicidad. Ahora mismo, aquí, parecíamos solo dos adolescente enamorados sin ningún problema en nuestras vidas.

Después del concierto Magnus fue detrás del escenario, ya que también le había conseguido pases para eso. Cuando se los entregué hoy, no podía creerlo. Ahora yo estaba esperándole para regresar al hotel. Después de una hora, salió con una genuina sonrisa en su perfecto rostro.

– ¿Te divertiste? – le pregunté mientras llegábamos al hotel. Nos quitamos la ropa y fuimos directamente a la cama.

– Si, demasiado, – Magnus me besó dulcemente en los labios. – Gracias. Gracias por todo Alexander. Y sobre todo, gracias por estar conmigo. –

– Yo debería ser el que te agradeciera por eso. –

– Siempre estaré contigo. Por siempre. –

Uff hoy se me hizo tardisimo. Gracias por leer. 

Voten y comenten. ;D Y disfruten el capítulo