Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

10. Nunca me había sentido así antes.

Alec POV

– Así que dime ¿Cómo están tu y tu brillante alma gemela? – preguntó Ellie mientras nos sentábamos fuera de la iglesia, tomando un refresco.

– Estamos bien. –

Todo pasó tan rápido. Aun no puedo creer que Magnus y yo estamos en una relación desde hace tres semanas. Estaba totalmente consiente de que a penas comenzábamos, pero se sentía demasiado real. A pesar de mi miedos de decirle a la escuela, Magnus era demasiado comprensivo. Hasta ahora solo mi familia y mi mejor amiga lo sabían, igual que por parte de Magnus. Solo su mamá, Ragnor, Tessa y Catarina lo sabían. Magnus decía que ellos no le dirían a nadie y lo le creo. Era extraño, porque en ese pequeño tiempo nos habíamos vuelto demasiado unidos. Cuando no estábamos juntos estábamos hablando por teléfono, o mandándonos mensajes. Cuando estábamos juntos, era como si no pudiéramos soltarnos las manos o dejar de besarnos. Eran pequeños detalles, pero para ambos... al menos para mi, se sentía mágico. Día tras día, me estaba enamorando un poco más de él. La forma en que me mira a los ojos haciendo que mi corazón lata rápidamente. La forma en que sostiene nuestras manos, haciéndome sentir mariposas en el estómago. La forma en que me besa, haciendo temblar todo mi cuerpo. Por una parte era aterrador, porque nunca me había sentido así, pero día tras día pedía por más. Por más de Magnus Bane.

– Hey chico enamorado, deja de soñar despierto. – Ellie me estaba sonriendo burlonamente, y yo me sonrojé. – Dime más de ustedes dos. –

– Estamos bastante bien. El es demasiado dulce conmigo, lo sabes. Nunca pensé que fuera así. Es diferente de lo que dicen los chicos del escuela. – le dije.

– Duh... es porque es tu novio– me giró los ojos.

– No solo por eso. – le expliqué. –Es como si fuera otra persona cuando esta alrededor de mi. Ya sabes. En el escuela es un idiota con la gente... pero cuando está conmigo... me muestra un lado diferente. Es lindo, dulce y se preocupa... como un Magnus Bane diferente. – me miró soñadoramente. – ¿Crees qué esta tratando de impresionarme? –

– Quizá – asintió – Pero quizá solo te está mostrando su verdadero ser y lo que es en el escuela es solo una fachada. Para mantener su reputación. – Lo pensé por un momento. Quizá era verdad. Quizá Magnus me estaba mostrando su verdadera personalidad a mi – Me dijiste que no tenia una muy buena reputación en el escuela. –

– Si, la mayoría de los estudiantes piensan que es algo como una puta. – bajé la voz, no queriendo que otras personas que entraban en la iglesia escucharan. – Y un mujeriego. –

– ¿Y tu que piensas de él? ¿Crees qué es real? ¿Su reputación? –

– No lo sé... bueno... creo que es inventada – nos levantamos mientras veíamos a Steve, nuestro terapeuta, bueno, se podía llamarle así. – Creo que es una mentira. –

– Apuesto que en algún momento te enterarás. – me susurró – Solo espero que en verdad sea una mentira y que no esté solo jugando contigo, porque si lo hace, le castraré. Se lo puedes decir. –

La miré como si estuviera loca mientras tomábamos nuestros asientos en el circulo. Hoy había menos gente de lo habitual. Pude contar 11 chicos.

– Bienvenidos – dijo Steve– ¿Cómo están chicos? –

Uno por uno fue diciendo "bien", y después todos comenzaron a hablar del o que querían, como siempre. Eso es por lo que le gustaba venir. No tenia que hablar sobre su enfermedad, podía hablar del escuela, cosas que había hecho en la semana, etc.

– Me voy a una escuela en LA el mes que viene, ¡si entré! – dijo una chica morena llamada Tatiana.

– Eso es increíble Tee – le sonreí a Ellie – sabía que ibas a quedar. –

– Gracias Eliie. –

– Ellie, ¿qué hay de tu semana? – le pregunto Steve.

– Bien. Pasé mi exámenes, así que ahora puedo relajarme. – replicó – Y la semana que viene voy a ir con Alec a un concierto en Washington. ¡No puedo esperar! –

– Un concierto, que genial. ¿Y tu Alec? –

– Si Alec – me sonrió Ellie – háblanos de tus últimas tres semanas y las fabulosas y brillantes cosas que te han pasado. – Abrí mi boca en shock. Se estaba burlando de mi y estaba funcionando. Sentí como enrojecían mis mejillas – Dinos como fue que encontraste el amor de tu vida. –

– ¡El! –

– ¿Tienes novia? – me preguntó Tom, un chico dos años menor que yo.

– No novia, un novio. Se llama Magnus – dije avergonzado de que todos los ojos se enfocaran en mi. Algunas personas aplaudieron mientras que otros subieron sus pulgares. Se sentí agradecido de que nadie me juzgara.

– Bueno entonces – dijo Steve – Espero que ambos sean muy felices. –

La reunión siguió mientras seguíamos platicando. Cuando finalmente terminó, mi mamá me estaba esperando fuera del auto. Íbamos a ir al hospital para recibir los resultados de sangre.

– Te llamó al rato – me dijo Ellie, mientras me abrazaba fuertemente y me besaba la mejilla. – Te quiero. –

– Yo también. Adiós. –

– ¿Estas listo bebe? – me preguntó mi mamá, mientras Ellie se iba con su papá. Solo asentí.

El viaje al hospital no fue largo. Después de media hora estábamos sentados en frente de la recepción. Podía notar como ojos de mi madre mostraban cierto miedo. Para ser honesto, yo también estaba preocupado. Especialmente cuando la doctora Anderson dijo que debía hacer otra prueba para estar seguros.

– La doctora Anderson esta esperando por ti Alexander. – dijo la enfermera, sonriéndome. Sabia mi nombre porque llevaba trabajando aquí desde que yo era paciente. Mi mamá y yo entramos al consultorio.

– Ale, Maryse, hola. Por favor tomen asiento. – lo hicimos. Mama tomó y mano entre las suyas y la apretó. Yo le apreté de vuelta, solo para mostrarle que todo iba a ir bien. Al menos eso era lo que esperaba. – Así que, ya tengo tus resultados de los segundos exámenes Alec. Y estaba en lo correcto al hacerlos. –

– ¿Qué quiere decir? –

– Alec, tienes una pequeña elevación de linfocitos– escuché a mi mamá contener la respiración. La última vez que tuve una elevación de leucocitos en mi sangre, me causo seis meses de quimioterapia. – Per no es demasiada. Solo esta a 45.1 % mientras que lo normal es de 45%. Así que por ahora no tenemos que preocuparnos demasiado. Estoy segura de que es por los fríos del mes pasado. Lo dejaremos así, hasta que veamos los resultados de tus próximos exámenes. –

– Okey – solo dije. Mi mamá respiró aliviada mientras aflojaba un poco el agarre de mi mano. –

– Quiero que tomes unas vitaminas – escribió algo y se lo pasó a mi mamá. – Te ves un poco más pálido Alec. – ¿Estas durmiendo y comiendo bien? –

– Si, aun sigo la dieta que me dio para dos años. Estoy comiendo sanamente. Asintió a mis palabras. – Pero si estoy un poco cansado, es por el trabajo en el escuela. Todos los adolescentes nos sentimos así. Estoy bien. –

– Bien. Entonces eso es todo ¿al menos de que tengan alguna pregunta? – mamá y yo negamos con la cabeza. – Bien entonces. Y Alec, ve a la recepción para firmar tu siguiente cita en tres meses. –

– Okey. Adiós doctora Anderson. –

Después de que mamá firmara, nos fuimos a casa.

*

Después de la cena, me fui a mi habitación para llamar a Magnus. Se había ido del pueblo por el fin de semana con su mamá. Volaron hacia Mandeville en Louisiana para celebrar el cumpleaños sesenta de su abuela. Se estuvo quejando de tener que ir, murmurando que no le agradaban mucho sus primos y algunos tíos. Pero tenía que ir, su mamá se lo había pedido.

– ¡Cariño! – suspiró al teléfono – Que bueno que al fin llamaste. –

– Hey. – me acosté en la cama – ¿Cómo estás? –

– Muerto de aburrimiento. – se quejó. Fácilmente podía imaginarlo con un puchero, así que me reí levemente. – No hay nada que hacer aquí. Y esos niños están molestandomeee...–

– Estoy seguro que no es tan malo – bufó otra vez. – Pero solo es un día más. De hecho, unas cuantas horas. Mañana estarás de vuelta. Y nos podremos ver el lunes en la escuela. –

– Y eso es lo que me mantiene cuerdo. Que te veré pronto. – sonreí por sus palabras.

– Dime, ¿a tu abuelita le gustó su fiesta? –

– Si, al menos la primera parte. Ya sabes, hasta que se quedó dormida, porque tomó demasiado. – inhaló profundamente. – Pero amó mi regalo. Gracias por ayudarme a elegirle ese collar cariño. –

– De nada. Me gustó ayudarte. –

– ¿Y cómo estás tu? ¿Qué hiciste hoy? – me preguntó.

– Estoy bien. Quedé con Ellie hoy. Te manda saludos, por cierto. –

– Dile hola también. – respondió.

– Y eso fue todo mi día. No fui a tutorías hoy. La Sra. Branwell llamó para cancelar. – escuché un "mmm" y otra voz llamando a mi novio. Les gritó que estaba ocupado. – Si no puedes hablar puedo llamarte más al rato. –

– No por favor, no cuelgues cariño. No quiero bajar y escuchar a mi prima parloteando sobre como su novio es malo con ella. – hubo una pausa. – preferiría hablar contigo toda la noche. –

– Eso sería un largo tiempo. – murmuré.

– No me importa. Me gusta escuchar tu voz. – Podía sentir como me sonrojaba.

– Magnus. – Se comenzó a reír en el teléfono.

– ¿Te has sonrojado cariño? Tómate una foto y mándamela –

– ¡Claro que no! – exclamé.

– Pero te ves tan lindo cuando te sonrojas. Me encanta. –

– Para – le advertí.

– Bien, bien – podía imaginármelo alzando las manos ahora mismo. – No puedo esperar para verte. Te extraño cariño, ¿es raro? –

– ¿Y es raro que yo también te extrañe? – dije casi susurrando al teléfono. Era loco que ya lo extrañara. Solo se había ido por dos días. Pero no podía evitarlo. – Pero solo falta un día para vernos. – ¿Sigue en pie lo de las tutorías en tu casa? –

– Claro. No me perdería la oportunidad de estar contigo. – Su voz era tan animada, que me hizo sonreír. – ¿Cómo voy a sobrevivir estas horas aquí, antes de que tome el avión para ir a casa? –

– Sobrevivirás – repliqué – Disfruta la vista. Apuesto a que es muy linda. –

– La disfrutaría más si tu estuvieras a mi lado sosteniendo mi mano, podríamos caminar por ese hermoso parque no tan lejos de la casa de mi abuela. Podríamos disfrutar el atardecer juntos. – Cerré los ojos y me imaginé esa perfecta imagen de Magnus y yo, caminando juntos tomados de la mano, mirándonos a los ojos. Simplemente disfrutando la noche. – Seria perfecto. Solo tu y yo. –

– Si – solo pude decir.

– ¡Aah! – soltó – ahora no puedo esperar más para verte. Desearía que ya fuera lunes. –

– Igual yo – bostecé y me sonrojé un poco. Magnus se rió un poco.

– Te escucho cansado cariño. Mejor ve a dormir. Buenas noches Alexander. Dulces sueños. –

– Buenas noches Magnus. – me colgó y puse el teléfono a mi lado.

Me levanté de mi cama para tomar una ducha, y cuando iba a entrar escuche timbrar mi teléfono. Volví a mi cama y lo tomé. Decía que Magnus me había mandado un mensaje. Lo abrí y me reflejó la más hermosa vista. Magnus me había mandado una foto suya lanzando un beso a la cámara. Era una imagen hermosa, pero eso no era todo. También había un mensaje que me hizo sonrojar.

"Dulces sueños cariño. Sueña conmigo"

Ahora estaba seguro de que soñaría con él. Justo como todas las noches anteriores.



La imagen nada que ver pero me encanto :3

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro