⁴| ¿quien era yo contra aquel angel?.
La presión en el pecho me recordaba que continuaba con vida, que almenos mis sentidos aún conectaban con los sentimientos que debía aún conservar, en algún lugar de mi.
Era raro, era ingenuo.
todo en mi era bipolar. Las ganas de vivir, los dias buenos, aquellos halagos que decía de vez en cuando solo para tener las cosas en mis manos, sin sentido alguno.
Me gustaba el control, el dominio. La minima idea de imaginar que alguien estuviera un paso delante de mi, me parecía crítica y agonizante.
Yo debía ganar, yo debía avanzar, solo yo, nadie más. Los empates no existían, el perder dignamente no era opción. Solo eso, solo debía ganar, debía hacerlo.
Siempre sería lo más egoísta, lo más sin sentido. Porque no había nada, ganaría, pero..¿Ganar que?.
-si, en realidad hay alguien que..sabe sobre esto...- André había iniciado aquel tema con voz baja -perla- termino diciendo.
Mis sentidos se activaron ante ese nombre. Claro, perla. Aquella chica bonita que había tenido perdido a André por tanto tiempo. La de aura linda y cara bonita que siempre llegaba a clases con buena actitud.
André solía hablar siempre sobre ella, sobre como le gustaba y el como la chica negaba aquellos sentimientos e impedía que algo entre ellos pudiera suceder.
¿Quien era yo, contra eso?.
-oh- solté. No supe realmente que decir, la idea de que alguien entendiera la locura que estábamos llevando a cabo André y yo, me parecía ironico.
Claro, guarda la calma.
-es mi amiga. Ella jamás diría nada- aseguro mientras miraba su teléfono y se escribía con aquella chica, “perfecta".
Mis ojos fueron a parar a otro lado, con un gesto de resignación notable.
-si- hablé secamente, mientras Andre informaba a perla, que se encontraba conmigo en esos instantes.
Intenté tomar aire. Mi vista se volvió tensa ante el escenario de silencio que había en ese momento. Andre a mi lado, su teléfono encendido dentro de aquel chat, mi corazón corriendo más rápido de lo habitual.
-Tu no aprendes ¿verdad?✅- el mensaje apareció en la pantalla al instante. André solo río levemente como si esa respuesta diera por lo menos, la mínima gracia.
Observé el teléfono sin decir ni un solo murmuró. La imágen de la chica apareció en mi cabeza rápido. El pensamiento de esas palabras se abalanzó hacia mi con odio y nada más que odio.
“seguro piensa que eres un caos para ese pobre André, seguramente le dirá que no se involucre ni un minuto más contigo " mi mente razonó y me lo informó a los cortos segundos de mirar ese patético mensaje.
-a la mierda.- dije. La molestia se me había ido a niveles extremos. Apretaba las manos en busca de desahogo, rogando que algún día tuviera la oportunidad de hacerlo con ella.
-¿Que?- André devolvió, con un poco de confusión en la cara.
Todo lo que llegará a mi cabeza, solo venia cargado de la misma molestia. La estúpida zorra que estaba ahí creyéndose capaz de decir aquello. La idiota que justo ahora deseaba tirar al suelo y patear hasta que mis pensamientos tuvieran descanso o los suyos no pudieran vivir nunca más.
-es una maldita - acuse sin contenerme. El odio se adueñó de mi en segundos al pensar en todo lo que podría suceder después de aquel mensaje, de todo lo que sucedía cuando yo no podría ver.-ojala se muera - dije, Aunque sinceramente no quisiera aquello, para ella.
El “ojala muera" sería algo muy simple. Por supuesto que no quería que esa bonita niña muriera, no, para nada. Es obvio que preferia matarla yo con mis propias manos y notar todo ese perfecto desastre que podia ocurrir.
-no digas eso- la voz en André se torno pasiva. Contestó aquello con algo de molestia en la cara.
Sonó a defensa. Sonó a empatía. Sonó a algo que mi pobre cabeza jamás comprendería, quizás sonó a amor o cariño, quizas nunca lo tendría claro.
Me hizo sentir repulsión, me hizo sentir extraña, asqueada. No es posible André, no mientas, no me engañes, no te engañes. Mírame a los ojos llenos de ojeras y no pienses en aquellos bonitos y perfectos, no lo hagas.
-se que aún sientes algo por perla.- intenté parecer un poco cuerda ante la situación. Me acomode y suavice la vista con los gritos fatigandome la cabeza.
finje calma y todo saldrá bien, finje calma y no pierdas la cabeza.
-¿Que? ¡No!- nego rápido -sabes que superé aquello hace rato. Perla solo se ha vuelto una buena amiga y lo sabes- soltó con seguridad.
Mire hacia otro lado. Mi mente debatió contra lo cínica que podía llegar a ser.
¿Porque razón te quejarias? ¿Porque razón estarías ahí haciendo un escándalo? No dejes que las cosas se escapen de tus manos, no dejes entrar ninguna otra idea .
¿Que era de este infierno, solo y vacío? ¿Que era de el, para batallar contra esa linda pradera llena de vida? Que era yo contra la tierna personalidad o el bonito y largo cabello. ¿Que era de mi si yo siempre sería más de absurda impulsividad, tijeras y el baño cerrado con seguro.
-juralo. - lancé con algo de dominio. mientras lo observa con determinación. Las ganas de moverme y besarlo hasta que nuestras bocas sangraran terminaron llegaron, demasiado rápido.
Sus ojos se entrecerraron a esa propuesta. Vamos André, quiero escucharte, quiero escuchar que digas aquello. Que jures no sentir nada por ese lado bueno, por ese arcoiris colorido, por ese angel.
Deseó que admitas voltear la moneda. Quiero que asegures sentir misterio por esta alma confusa, por este bosque incendiado que ya no tiene nada verdaderamente bueno para ofrecer.
Que sientas tanto el desafío como lo siento yo.
-lo juro.- acabó diciendo.
La sonrisa me amenazó. Llevándola a ser protagonista, mis pensamientos hicieron silencio al mismo tiempo que el chico me miraba.
¿Quien podría ser yo contra la normalidad de este, mundo? Pero, ¿Quien podría ser ella contra mi, si aquellos colores eran tan repetitivos? Tan eso, tan aburridos, tan humanos.
Ven.
No arregles el desorden, no te asustes por esos simples gritos. Solo disfruta, solo vívelo. Ven y ayúdame a darle un giro distorsionado a esta historia de los dos.
•••
¿Que era el cabello mal cortado en el espejo? ¿O las ojeras que habia debajo de mis ojos? Quizás los rasguños en las piernas o quizás las marcas en el dorso.
Tal vez estaba fantaseando mucho, tal vez nada de eso sea real. Tal vez André se equivocó, tal vez quiere olvidar a perla. Tal vez solo no quiere hacerme sentir mal.
-tal vez, ¿No?- le hablo al espejo de el baño, como si quién se encontrará de el otro lado, fuera alguien muy diferente a mi.
suspiro. Me acerco un poco más a el y cedo.El terapeuta siempre menciona que conecté conmigo misma, que hable conmigo y me escuché. Pero para aquella petición, siempre necesito un espejo. Necesito verme, juzgarme, igualarme.
Escaparme un poco de el punto de aquel entendimiento.
-no necesitas ser mejor que esa zorra...¿Cierto?- me lance diciendo al espejo. Casi puede sentir el aura contento de el otro lado. Cómo si quién estuviera detrás de el espejo necesitará aquellas palabras.
Hay algo más en mi. Algo más significativo, algo más que seducción y palabras atrevidas. Algo más que cualquier disfraz malvado como ese.
Hay algo más en ti. Algo que no necesite más dulzura. Que no desee aquel sano comportamiento. Que se envicie, que pruebe aquel sentimiento de locura y le encante. Hay algo en ti, que podría lanzarse a ese vacío.
Vamos, pierde la cordura un rato. Cede a la tentación y termina con aquellos anhelos estúpidos. Déjame enseñarte, déjame mostrarte que vale la pena.
Déjame explicarte que tocar fondo, no todo el tiempo es la perdición. Analizo, vamos, ven, yo te guío. Toca el fuego con las manos, quemate y siente el deseó de volver a hacerlo, aunque sepas cómo terminará.
¿Que podría ser más perdido que recibir el veneno por tus venas con una sonrisa ¿Que podria ser más perdido que no desear nada más que eso? ¿Que sería más ilógico que ver aquel otro lado, que no te pertenece, con ansias?.
Yo no soy la única con barreras aquí, André. Tu también estás dividido por aquellas. Tu también podrías desear lo mismo que yo, tu también podrías tentarte.
No, no dudes. Yo cruzo, si tú cruzas.
Lo haría sin pensarlo. Y aún así, si el miedo te invade entre todas estas extrañas emociones, cariño.
Creeme, que yo podría perder la paciencia y derribar todas aquellas imaginarias restricciones, solo por ti.
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