Quizás solo sentía envidia. Quizas solo quería que todos ellos sintieran lo mismo que yo. Que sufrieran, que se callarán.

que no rieran y silenciaran todo ese ruido por mi, cuando yo quisiera, cuando
Yo lo pidiera, en cualquier momento, a cualquier hora.

No tenía sentido ¿Que hacía yo ahí intimidandome por esa maldita muñequita? ¿Que hacía yo ahí sintiéndome mal por el recuerdo de la presencia de ese solecito?.

Jodete, puedes ser todo lo perfecta que quieras, todo lo malditamente bonita o tranquila que quieras, pero ¿No tienes algo más para utilizar que esa empalagosa personalidad, bonita?.

Es hora de cambiar un poco los planes. Juguemos sucio, juguemos a mi manera. Veamos si todo eso te sirve, para emplear mejores estrategias que yo, princesa.

Si, eso.

“destruye todas esas amenazas " mi cabeza repetía varias veces al día. Deshazte de todas esas inservibles personas, quitalas de tu camino, apartarlas, golpealas, obligalas.

-¿Porque odias tanto a perla?.

-no la odió.- dije entre dientes. Aquel nombre me había estado atormentando la cabeza.

El tomo aire.

-tienes más de 30 minutos insultandola sin sentido - contesto con lógica. -creo que hay algo más en eso- acabó diciendo el chico con suéter sentando a mi lado, mientras se incorporaba.

Lo observé con seriedad.

Trate de bajar la molestia mientras intentaba reír. La mente me estaba ardiendo, los escenarios donde corría sangre de esa chica, intentaban calmarme. Su cara golpeada, su cuerpo sin vida, los moretones, los rasguños. Era un deleite todo aquello en mi cabeza.

¿Que quieres André? ¿Que pierda la batalla campal con mi mente y diga que no siento los mínimos celos por esa zorra? En la vida aveces toca mentir, Aunque no quisiera hacerlo contigo.

¿Pero vas a quererme luego de entender la mentira que soy? ¿Vas a quererme cuando te quites la venda de los ojos y descubras que no tengo remedio?.

Podria arrastrarla por el suelo, ahorcarla, golpearla, apuñalarla repetidas veces, matarla y aún así sentir celos por su alma. En un intento desesperado de pelear por la tuya.

No intentes comprenderme, yo tampoco lo hago. Soy un misterio, jamás vas a resolverme, solo quédate.

Porque hay tanta calma en ti. Porque nunca ves las amenazas, porque no hay voces en tu mente que te recuerdan que todo esto se está yendo al infierno.

O que muy probablemente, yo lo estoy ocasionando.

-no odio a perla..- murmuré, con el nudo en la garganta, ahogandome.

Los ojos de André se fijaron en mi un momento. -alexa- me llamo -mirame y dime qué no la odias entonces - pidió con los ojos puestos en mi, casi en susurro.

El nerviosismo apareció. Mis manos jugaron entre si como siempre, como si aquello no me estuviera asesinando lentamente mientras André me miraba y esperaba una respuesta.

No podía decirlo. Todo aquello sería mentira. Jurar que perla no me revolvía el estómago al estar unos metros cerca era falso. Decir que las ganas de apuñalarla ya no estaban, también lo serían.

¿Y porque el debería fijar sus ojos en ti, Alexa? ¿Porque André debía meterse por el camino de lodo cuando podía pasar por el bonito césped verde con flores?.

-no la odió - solté con los ojos en dirección a André. Intentando no hacer ningún gesto que pudiera delatarme.

Las voces en mi cabeza se reían de mi al compás de ese maldito dolor de cabeza. Cómo si ellas entendieran la farsa que estaba llevando a cabo.

El chico suspiró -¿Segura?- repitió.

El cansancio en mi mente quizás tocaba algo más allá de mi cabeza, quizás las cero ganas de levantarme de ahí y volver a casa, lo confirmaban. Estaba exsausta.

-si.- no dije nada más que eso. Desvíe la vista hacia otro lado y apreté las manos en signo de evidente molestia.

Quise golpear algo al instante. Soltar insultos y groserías ya no era suficiente. Deseaba todas esas atrocidades, deseaba acabar con todo, deseaba deshacerme de ese sentimiento.

¿Porque le interesaba tanto perla? ¿Porque André sentía tanta atracción por ese ser de luz? ¿Porque André? ¿Porque acariciar una dulce oveja y temerle al lobo? La oveja podría ser tan débil como una hoja, el lobo tenía más probabilidades de sobrevivir en ese oscuro bosque.

¿Porque dejarnos llevar por esas malditas apariencias? ¿Porque no ver todas esas habilidades?

Ja, Alexa.

“no imagines cosas. Jamás podrías llegarle a eso" las voces cuestionan, mientras juego con mis dedos como si no recordara cuántos hay en mi mano.

No importa la fuerza, la técnica, la manipulación, la inteligencia, la rapidez, la táctica o estrategia. Nada de eso servía en el mundo de aquellas chicas ganadoras. Que era de todo eso, si a la final jamás tendría esas chispas o colores.

-espero que tengas una linda tarde entonces alexa- se despidió, mientras se levantaba de mi lado y sonreía.

Mi mente se volcó unos segundos al intentar hablar. Las ganas de abrazarlo antes de que se vaya me amenazaron.

“no empieces con las estupideces Alexa, ¿Vas a pedir un abrazo enserio? ¡Que estúpida eres!" Opino mi mente rápido, negandome que dijera aquella petición.

Vamos, solo un abrazo. Pide un abrazo, solo uno y lárgate a tu casa. Drogate con esos calmantes y olvida la vergüenza de pedir un abrazo, es simple.

“NO, NO, NO, ¡DEBIL! ¡DEBIL! ¡DEBIL! ¿PORQUE ANDRE QUERRIA ABRAZARTE! ¡INÚTIL INÚTIL!- el dolor de cabeza se fue a extremos, intenté disimular con el mismo gesto de siempre, tocandome la cien.

-claro, tu igual..- susurré. Mientras el guardaba su teléfono y se disponía a irse.

¿Vas a dejar que se vaya, así? ¿Vas a dejar que esas malditas voces te ganen?.

¡No habrá abrazos JAJAJA!.

¡NO HAY!

¡ANDRÉ SENTIRÍA REPULSIÓN AL ABRAZARTE!.

¡NO, NO, NO!.

¡EL NO...

Las voces se detuvieron. Sentí los brazos de André Alrededor y la mente se me quedó en blanco. No estaban esos pensamientos, no estaban esas ideas caóticas acechando, no estaban las voces diciendo ridiculeces.

Solo el.

Dios, ¿Acaso eso era un abrazo?¿Acaso todas las personas se daban aquello? En verdad se sentía tan bien, ¿Cómo algo así podría estar tan normalizado? Fue tan fantaseoso que no abrazarlo de vuelta fue hipócrita de mi parte.

Pero mi cuerpo no reaccionaba ante eso, mi cabeza no mandaba señales de como coordinar con aquel abrazo, haciéndome quedar inmóvil ante eso.

-cuidate alexa- beso mi cabeza con suavidad. Mientras se alejaba y mi cuerpo temblaba en nerviosismo completo.

La respiración se volvió un caos en los pocos segundos que se retiraba detrás de esos gestos.

Algún día dijistes que permitir abrazos de alguien seria demasiado honor o que nunca existian aquellos gestos.

Nunca había deseado abrazar tanto a alguien como lo abrazo a el. Porque aún sin tener todos esos colores, cuando el lo hace...siento que podría haber un milagro.

•••

Siempre odie a mis padres por no mostrarme el lado bonito de la vida. Ni las tardes en un parque, ni las cenas en familia, ni los regalos en navidad o cumpleaños. Mucho menos los abrazos o besos en las mejillas por las noches.

Creo que siempre me escondí detrás de un “no me importa, al carajo " creo que esos días donde me pareció cruel de su parte, se convirtió en un poco de agradecimiento después de todo.

Vamos, ¿Quien necesito una maldita muñeca en navidad? ¿O personas alrededor de un pastel cantando en tu cumpleaños? Era patético e innecesario después de todo.

Y supongo que nunca tuve el agrado de tocar esos “lujos" que solo tenían aquellos niños que “se portaban bien"  al parecer nunca fui lo suficiente buena para eso, al parecer nunca lo sería.

Creo que ahora todo siempre me daría igual. Nunca pediría abrazos, nunca pediría regalos, ni ayuda, ni momentos, ni compañía, ni compresión, ni nada.

Creo que todo siempre sería por mi cuenta. Pues, al final.

¿En verdad yo merecía aquellos gestos? Después de todos mis comportamientos, e ideas malditas, de toda la vida ¿Yo de verdad merecía todos esos lujos? ¿Esas caricias? ¿Esos momentos?.

Creo que no.

-¡Buenos días!- envié el mensaje al número de aquel chico. Aunque el reloj diera un poco más de las 11:00am, haciéndome sentir absurda.

Dormir más de 5 horas era un completo abuso. Si conseguía dormir almenos unas 3 horas, sería un día más llevadero que otros, eso lo sabía.

-buenos días cariño, ¿Cómo te encuentras?- el mensaje llegó a los segundos. Quise contestar lo más rápido posible, pero el temor a la intensidad se adelantó.
 
¿Que pensaría André sobre aquello? Espera unos minutos, solo unos minutos. No te lances, no lo asustes, no cedas a los impulsos si se trata de André, no lo hagas con el.

No, Alexa.

Me quedo observando la pantalla en silencio mientras los minutos en esta pasan. Los cuento para medir que tanto debo esperar, Pero aquello es una magnífica tortura.

Maldita sea, ¿Perla debe esperar lo mismo para contestarle? ¿André le contestara más rápido? ¿Quizás se abruma de mi y espera con ansias los mensajes de esa chica?.

Al diablo. Envio un corto mensaje y me tiró a la cama a pensar seriamente en aquel infeliz infierno.

Estar entre todo ese caos era mi capricho. Estar entre toda esa oscuridad era un disfrute, una delicia. Los psicologos siempre se preguntaban el porque no mejoraba, el porque nada me funcionaba, el porque nunca avanzaba.

Quizás yo disfrutaba todos esos pensamientos idos, quizás me gustaba el control, quizás yo quería tener todos esos problemas en mis manos, tal vez era un simple antojo de ganar.

Aunque la desesperación apareciara al momento de perder aquel control y la idea de disfrutar aquellos actos o pensamientos, se volviera desastrosa de un momento a otro.

Yo nunca iba a poder dominarme, yo nunca estaría en paz con mi mente.

Yo Nunca desee salir más de ese caos, que al tener alfrente a André, mirándome a los ojos.

¿"Solo para ganarle a perla? ¿Solo quieres salir de todo ese bosque en llamas, para estar a su nivel, Alexa?.

No, no es eso..

“quieres dejar todo atrás para que André te acepte, entonces?"

No.

Quiero que venga aquí y le guste el desorden tanto como a mi. Quiero presentarle mi cementerio y que le parezca más divertido que el aburrido lago de ese cisne, sin chiste.

Quiero que me note.

Quiero aquella envidiable conexión de dos almas, que viven en diferentes cielos, pero pueden mezclarse cuando lo deseen, sin ningún prejuicio.

André.

¿Podrías tenerle paciencia a esta pobre alma? ¿Podrías entregarme la tuya sin miedo a volverla igual a la mía?.