viii (p)
la temperatura era baja para ser verano, pero esa no era precisamente la razón por lo que estaba temblando yoongi.
eran las tres de la madrugada y él se encontraba afuera de la casa de jeongguk, exactamente en la ventana de la habitación del chiquillo, colgado en la rama de un árbol.
¿qué hacía ahí a altas horas de la noche?
la respuesta era más fácil de lo que parecía; necesitaba de su refugio.
y por refugio no me refiero a un techo, una cobija y un chocolate caliente. no, nada de eso. mas bien, a jeongguk. él era su más grande refugio.
y en el momento que guk abrió esa ventana, no pudo evitar lanzarse sobre él y abrazarlo.
jeongguk no dijo algo, solo correspondió a ese apretón, acariciando la espalda del mayor, porque sabía perfectamente que es lo que sucedía.
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