Finn ha estado enamorado de Gideon desde el primer grado.

Gideon ha odiado a Finn desde que Verónica siempre lo ha preferido.

Finn sabe por qué Gideon lo odia pero es muy cobarde como para aclarar ese malentendido, puesto que Verónica, su mejor amiga e interés romántico de Gideon, es la única persona que lo mantiene cerca de él.

Después de que el gran secreto es revelado, los verdaderos colores de Verónica salen a la luz y Finn y Gideon se miran finalmente a los ojos pensando en lo muy equivocados que estaban.

Para amar y odiar se necesitan razones contundentes y ambos se dan cuenta de que no se conocen los suficiente como para sentir cualquier cosa por el otro.

Las cosas buenas tienden a no durar en la adolescencia pero lo bonito de ser joven es que tienes tiempo para hacer lo que quieras. Y Finn solo tiene un deseo, una petición desesperada que hacerle a Gideon con el propósito de disfrutar su vida y sus fantasías.

"Quisiera conocerte"