Finn miró el diploma en su mano con nostalgia; jamás pensó sentirse orgulloso y desesperanzado al mismo tiempo. En el pasado, esas eran dos emociones que no se juntaban, simplemente no había manera, pero Finn lo había conseguido... a pesar de todo, él estaba feliz. Tenía que estarlo, si Verónica se enteraba que no había sonreído en las fotos de su graduación, patearía su trasero al llegar al más allá.

Se iría a Houlson solo unas semanas después de la ceremonia, para conocer todo el lugar primero. Su primo Baxter y su mejor amigo, Isaac, estaban más que emocionados por darle todo el tour. Clark no iría a Houlson aun así y eso puso a Finn un poco sentimental. Era él el que había decidido ir a Houlson antes de que Finn lo decidiera después de olvidar su sueño de asistir a Brown. Pero Clark no estaba bien, para nada y había algo muy profundo sucediendo en su vida en ese momento, algo de lo que no quería hablar. Parker le ofreció el número de su madre, que era psicólogo, pero Finn no sabía si la había llamado. Hasta ahora, sabía que su hermano estaría tomando un año sabático y que usaría el dinero de su trabajo de medio tiempo para irse a un viaje a Europa, de mochilero... Finn entendía que quería escapar y no sabía cómo decirle que no lo hiciera, así que no lo hizo.

Habían pasado muchas cosas desde la muerte de Verónica hasta su graduación; Los Tiburones habían ganado el último juego de la temporada. Y Gideon había conseguido esa beca, se iría a algún lugar muy lejos a jugar futbol y por supuesto que le iba a ir bien, era un increíble jugador. Finn se sintió como en los viejos tiempos viéndolo jugar y casi pudo sentir que nada había cambiado... pero fue bueno que las cosas dieran un giro, se sentía bien después de todo.

Y un día después del gran juego, conoció a los padres de Parker.

La madre de Parker estaba más que consciente de la relación que mantenían; si bien no era oficial, ella estaba consciente de lo que estaba pasando. Su padre por otro lado, no se veía como que lo supiera, se mantuvo llamando a Finn "el amigo de Parker". Parker dijo que era porque nunca estaba en casa y que había sido una estrella fugaz el verlo para la cena ese día, sin embargo, su madre probablemente iba a decírselo cuando tuviera la oportunidad. Ellos casi no hablaban, a pesar de eso, eran una linda y dulce familia. Su madre era comprensiva y amorosa y habló un poco con Finn sobre su pérdida. Ella era justo como él; sabía cómo hacer a las personas sentirse calmadas y comprendidas.

Finn pensó que ella lo odiaría por haber mantenido a Parker tan distraído de sus obligaciones y su papeleo, pero resultó que ella entendía mucho por lo que estaba pasando y no estaba enojada al respecto. Finn lo agradeció, no había sido su intención parecer necesitado de la atención de Parker, aunque en los momentos difícil, realmente lo fue.

Cuando miraba hacia el pasado, se culpaba mucho por haberlo enredado en sus problemas, incluso le pidió perdón, pero no era como que él hubiese aceptado sus disculpas, no era como que se viese arrepentido de cualquier manera.

Parker se iba a China una semana antes de que Finn partiera a Houlson.

Dos días antes de su partida, Parker tuvo una súper fiesta de despedida en su casa, organizada por Abi y Terra, por supuesto. Le habían preguntado a Finn primero si era lo suficientemente prudente hacer una fiesta e invitarlo, estando el recuerdo de Verónica aun tan presente, por suerte Finn sabía que Verónica lo hubiera golpeado de haberse negado a asistir a la fiesta. Sobre todo, cuando eran sus últimos momentos con Parker.

Vino todo el mundo, incluso gente que Finn no conocía, viejos amigos de Parker. Y tuvo la amabilidad de invitar a Gideon incluso, quien vino acompañado de un par de sus amigos del equipo quienes conocían a Parker.

Fue graciosa la manera en que se encontraron en medio de la fiesta.

Los dos se pararon mirándose el uno al otro y luego se dieron la mano en silencio.

—Supongo que lamento que te vayas —dijo Gideon con seriedad.

—Supongo que me alegra escuchar eso —Parker respondió.

—Supongo que ambos son tan graciosos —comentó Finn mirándolos—. ¿Por qué se tratan así?

—¿Por qué crees? —ambos dijeron al mismo tiempo, mirándolo fijamente.

Finn rodó los ojos.

—Tienen en común más de lo que creen —Finn dijo—. Confíen en mí, serían buenos amigos —él puso una mano en la espalda de cada uno.

—Tal vez en un futuro muy lejano —Parker tomó un vaso lleno de cerveza y dio un sorbo—. Disfruta la fiesta, Gideon.

—Gracias, adiós —Gideon se dio la vuelta.

—Todo quedó aclarado pero su rivalidad se me hace algo adorable —Finn sacudió la cabeza, riendo—. Extrañaré eso... hay tantas cosas que voy a extrañar.

—¿Me lo dices a mi? —Parker suspiró, poniendo un brazo alrededor de la cintura de Finn—. Te voy a extrañar horriblemente, no estoy listo, el avión sale en dos días y simplemente no estoy listo para dejarte ahora que finalmente te tengo.

—No digas esas cosas... —Finn lo tomó de las solapas de su chaqueta y lo empujó hacia él, chocando sus labios con los de Parker en un beso caliente, enredado sus brazos alrededor del cuello de este.

Él incluso se puso de puntillas, intentando alcanzar la boca del chico para darle más profundidad al beso. Después de todo lo que había pasado, ninguno de los dos había considerado repetir lo de la última vez en la habitación de Parker, pero tan pronto como había llegado el boleto, Finn se arrepintió de aquello. Cada vez que estaba cerca de Parker, sentía que lo deseaba y no tenía ninguna razón egoísta para hacerlo, simplemente deseaba sentir los labios de Parker y todo el calor de su cuerpo, siempre, pero no sabía cómo decirle "hey, tengamos sexo de nuevo". Ahora solo tenía dos días y estaba dispuesto a quedarse con un hermoso recuerdo.

—Aprecio esta fiesta, ¿Sabes? —Parker bajó besos por su cuello mientras murmuraba esas palabras—, pero realmente quiero estar a solas contigo ahora, solo... quiero quedarme contigo tanto tiempo como me quede.

—Yo también —Finn suspiró, cerrando los ojos.

—¡Oh, ustedes chicos calientes! —Abi se acercó, gritando y tambaleando con un vaso de alcohol en su mano—. ¡Vamos, únanse a la fiesta, hay que bailar y divertirnos! ¡Vamos Parker, es la última vez que bailaremos todos en una ronda por un buen tiempo! Espero que no encuentres mejores compañeros de fiesta en China, voy a estar celoso —Abi se colgó de los hombros de Parker, balbuceando y haciendo gestos.

—Abelard... —Brian salió de alguna parte, tomando los hombros de su novio para separarlo de Parker—. Necesitas enfriarte un poco, vamos al baño.

—¡No! —Abi manoteó, tratando de que Brian lo soltara—. ¡No, no! ¡Quiero bailar con Parker!

—Primero vamos al baño —Brian lo levantó del piso y lo puso sobre su hombro como si no pesara absolutamente nada, arrastrándolo hacia el pasillo donde se encontraba el baño.

—Brian es realmente fuerte —murmuró Finn.

—Sí, es una suerte que a Abi no le importe que lo cargue como a un muñeco de trapo —Parker soltó una risa mientras seguía con su mirada a Brian que estaba recibiendo golpes en la espalda de parte Abi—. Supongo que no podemos ignorar a las personas... —él echó un suspiro de decepción al aire mientras miraba alrededor—. Hay demasiada gente aquí y lamentablemente la fiesta es para mí, si desaparezco vendrán por mí en algún momento.

—Lo sé... —Finn sonrió—, pero se irán en cualquier momento.

—Y te quedarás ¿Verdad? —Parker besó la punta de su nariz.

—Lo haré —Finn asintió—. ¿Bailamos?

—Sabes, esto se parece a la primera vez que nos vimos —Parker besó la frente de Finn con cariño—. No esperaba que funcionara en ese momento... pero incluso después del gran drama, yo quería desesperadamente que funcionara —rodeó al chico con sus brazos, arrastrándolo hacia donde todo el mundo estaba reunido bailando, con las luces bajas y la música alta, no había demasiadas personas pero las sí las suficientes como para que luciera invitante—. Bailar contigo trae buenos recuerdos.

Finn lo besó mientras ambos se movían; parecía que había pasado un siglo desde que se había sentido completamente feliz. Era bueno volver a sentirse así. El tiempo pasaba tan rápido pero no era capaz de olvidar. Eventualmente se dijo a sí mismo que estar encerrado y rodeado de recuerdos todo el tiempo no lo iba a hacer más feliz ni lo iba a empujar hacia arriba de nuevo. Por eso entendía la postura de su hermano al querer irse de casa y olvidar todo, era necesario, para sanar, intentar cambiar de ambiente y respirar aire nuevo, ver a otras personas... lo hacía todo más ligero y no había espacio para la nostalgia.

Le dio el mismo consejo a Hugo, Finn hablaba con él de vez en cuando a través de mensajes y una vez se habían visto para tomar un café. A él le había dolido mucho más de lo que había pensado que lo haría, pero Finn había tratado de consolarlo lo mejor que había podido. Curiosamente, Verónica tenía razón. Finn pensó que Clark se llevaría bastante bien con Hugo, tal vez por eso ella había querido presentarlos antes.

La canción que estaba sonando en ese momento acabó y empezó otra, tras otra y Parker y él bailaron hasta que estaban sudando. Sobre todo porque Abi volvió en algún momento y los hizo volver a la pista cuando casi estaban a punto de irse para bailar en una ronda.

Al final, durante la madrugada, todos se fueron y finalmente solo quedaron Terra, Gideon porque se suponía que Terra lo llevaría a casa, Abi y Brian. Todos estaban en la sala, tomando agua y tratando de ponerse un poco sobrios de nuevo para caminar correctamente cuando volvieran a casa.

Excepto por Abi, quien se había dado por vencido y dormía en los brazos de Brian.

—¿Estará bien? —preguntó Finn—. Bailó hasta más no poder.

—Él estará bien —Brian acarició su cabello rosa y dejó un beso sobre su frente—. No habíamos tenido una fiesta en al menos tres o cuatro meses, no una de verdad, él quería bailar para sacar toda su frustración, ahora estará más tranquilo.

—¿Está teniendo un momento difícil por lo de la universidad? —interrogó Parker.

—Sí, sus padres le dieron mucho problema cuando dijo que se mudaría conmigo —Brian resopló—. Abi estaba enojado porque lo tratan como a un niño, ellos ni siquiera querían que fuera a esa universidad, querían pagar por una que estuviera en el área.

—El padre de Abi lo trata como un tesoro —murmuró Gideon—. Creo que es porque Abi tiene solo hermanos mayores y como nunca tuvieron una niña, bueno; es gay algo femenino, lo mismo que una chica... en la mente del tío Ronny.

—Incluso una chica no merece tanta restricción, ellos son solo cabezas duras y anticuados —espetó Terra sacudiendo la cabeza—. A pesar de eso... quieren lo mejor para Abi, a su manera tonta y anticuada.

—Es solo que la gente suele ser mala con gente como Abi, o eso es lo que ellos dicen, y no quieren que se aleje demasiado por miedo a lo que podría pasar —Brian se encogió de hombros—. Me dieron una larga charla sobre cómo debo cuidarlo, ellos lo aman a pesar de todo y lo único que quieren es que se mantenga seguro.

—Oh pero Abi puede solo —Finn sonrió—. Y todos lo sabemos.

—Idiotas, claro que sí —murmuró Abi, aun los ojos cerrados, todos se echaron a reír porque no esperaban que él estuviera escuchando.

—Muy bien, ya que todos estamos presentes y conscientes... —Parker empezó a servir más agua en los vasos de todos—. No es champagne, pero quiero hacer un último brindis con todos ustedes.

Todos se reunieron más cerca y levantaron sus vasos en alto.

—No fue el mejor año, definitivamente no fuimos los mejores nosotros... pero creo que aun así, fue un año que valió la pena —Parker sonrió—. Conocí a alguien especial —él miró a Finn—. Y me gané un enemigo —miró a Gideon, quien le devolvió el gesto alzando una ceja mientras todos compartían una risa—. Y una persona bastante especial abandonó este mundo, pero aun si no la conocí por mucho tiempo, ella nos enseñó algo a todos; creo que debemos disfrutar todos los años como si fueran el último, ni importa cuán malo esté resultando... condenadamente los voy a extrañar a todos, incluso a Gideon... así que por nosotros, salud.

—¡Salud! —todos vociferaron, sonando sus vasos.

Abrazos fueron compartidos en la puerta de entrada de la casa de Parker, Terra y Abi incluso soltaron algunas lágrimas. Parker simplemente le dio un apretón de manos sincero y una palmada en la espalda. Finn los despidió a todos con una sonrisa y cuando por fin se fueron, él se pegó a Parker. Era un poco egoísta, pero desde la noche lo quería todo para él solo.

—Ven, vamos arriba —Parker susurró en su oído—. Creo que ambos necesitamos una ducha.

Finn se sonrojó tanto que quería explotar y asintió, dejando que Parker tomara su mano para llevarlo arriba. Aunque habían pasado toda la noche despiertos, Finn dudaba que fueran a descansar pronto y estaba agradecido por ello.

Parker y él entraron en la ducha luego de quitarse la ropa, era bueno que hubiera un baño en su habitación después de todo, la mucama llegaría en unas horas para limpiar los desastres de la fiesta como había dicho la señora Wang.

El agua estaba caliente y se llevó un poco de la pesadez de sus cuerpos mientras ambos se besaban debajo de ella. Parker no parecía querer tomarlo con lentitud; puso a Finn contra el vidrio de la mampara en cuanto tuvo la oportunidad. Finn no estaba seguro de que esperar pero sin duda disfrutó cada uno de los movimientos y acciones inesperadas de Parker, hasta que no tuvo la fuerza suficiente para mantenerse parado en la ducha. Ambos salieron de allí y se secaron antes de correr a la cama.

La primera vez no podía compararse con esta; no hubo momentos incómodos o paradas en lo absoluto, solo besos desesperados y calientes, movimientos coordinados, como si uno supiera lo que el otro estaba por hacer. Finn voló tan alto, como no habría pensado nunca que podría hacerlo. Las caricias de Parker ahora eran más seguras, más acertadas, él parecía estar tan seguro de a dónde iba en comparación a la primera vez.

Cuando el cuerpo de Parker cayó sobre él por segunda vez esa mañana, cansado y jadeando, Finn, sintió su propio cuerpo desfallecer. No podía seguir despierto, necesitaba acurrucarse y dormir diez horas y al mismo tiempo no quería desperdiciar esas diez horas.

—Tranquilo —dijo Parker cuando lo miró a los ojos, leyendo su mente—. Tenemos todo el día para estar juntos... quiero que me acompañes al aeropuerto, por favor.

—Lo haría aun si no me lo pidieras, no puedo despegarme de ti —Finn se acurrucó contra el pecho de Parker y suspiró—. Siento que te... bueno, no importa ¿Verdad? Te diré cuando vuelvas.

La leve risa de Parker vibró en su pecho, él besó su frente.

—También te lo diré, ángel.

Ambos se quedaron dormidos.

Finn se había encontrado a sí mismo pensando en cómo nada resultó como quería o como creía que lo haría al terminar ese año escolar; nada estaba en su lugar, pero al mismo tiempo todo encajaba. Todo era como tenía que ser y la vida estaba siguiendo su curso a pesar de todo, la vida para él continuaba y lo haría tal vez por mucho tiempo más.

Era tan confuso como satisfactorio y doloroso al mismo tiempo.

Cuando Parker subió a ese avión, Finn lloró de nuevo... pero no sintió remordimientos, él tenía que ir allí y hacer lo que debía hacer. Tal vez volvería y tal vez le diría que lo amaba si aun lo hacía o simplemente volvería a amarlo alguna vez. No importaba. Era como la vida debía ser, inesperada, dulce, amarga y todos los sabores que pudieras imaginar.

Pero Finn tenía mucho por conocer como para no querer vivirla, empezando por sí mismo.

Alejarse de casa siempre era una buena oportunidad para empezar a conocerse.

Fin.