✨|Capítulo 9|✨
—¡Ahora, empecemos el combate de entrenamiento interno entre el Equipo A y el Equipo D!
Ya estábamos en la sala de vigilancia, por medio de unas cámaras en frente nuestra, podríamos ver el combate en diferentes romas, al igual que se cambiaba consecutivamente.
—Bien, todos, deben pensarlo muy bien.— De pronto escuché sus pensamientos, eran de preocupación. —“¡Joven Midoriya! Aquí, no eres más que un simple estudiante. Te juzgaré estrictamente, sin favoritismo.”— Pensó mientras se ponía un auricular, creo yo para comunicarse con los chicos.
En una cámara, se miraba que Uraraka y Midoriya ya se infiltraron al edificio, caminan por los pasillos procurando que no halla monos en la costa, veía que la pelimarrón se le miraba un poco nerviosa por la prueba. Claro, era su primera vez. En cuanto al peliverde con pecas, se le miraba como si ya tuviese experiencia, demostrando lo determinado que está ahora.
—“Aún no puedo controlar One For All— Mierda, tenía que ser... —, así que no puedo usarlo contra nadie. Si uso eso contra una persona, lo mataría.— A veces no entiendo como no puedo desactivar ese poder. —Debemos hacer lo que podamos con el poder que tengo ahora y el poder de Uraraka-san. Esas notas de batallas internas... batallas de espacios cerrados...— Por un momento, se mostró un FlashBack sobre el cuaderno de notas para héroes de Izuku. —¡Recuerda!”
Pero se vio interrumpido por una silueta, Midoriya lo conoció a simple vista, junto con una explosión por parte del pelicenizo. El peliverde por inercia lo esquiva empujando a Uraraka también, acción que ambos acabaran en el piso, pero Izuku no se apartó en ningún momento de la pelimarrón.
—Uraraka-san, ¿estás bien?
—¡Sí, gracias!—. Responde rápido, mirando a Midoriya, pero se sorprendió y a la vez se preocupó que le faltaba una parte de la máscara al ojiverde, viendo que también Izuku se lastimó. —¿Deku-kun?
—Sólo es un rasguño.— Contesta seguro, sin dejar de mirar al frente donde fue el ataque sorpresa del ojirrojo.
—Vamos, Deku. No lo esquives.— Bakugō no dejaba de mirarlo con frialdad y enojo, hasta pareciera que ya se volvió psicópata.
—Sabía que vendrías por mí.— Se levanta de su lugar, sin dejar de ver al pelicenizo con el ceño fruncido.
—¿Un ataque sorpresa desde el inicio?
—¡Bakugō, eso es trampa!—. Exclama con molestia el pelirrojo, yo lo miré con incredulidad. Él choca ambas manos en forma de puño. —¡Un ataque sorpresa no es de hombres!
—Un ataque sorpresa también es una estrategia.— Dijo el pelirrubio mayor, mirando toda la escena al igual que todos, obviamente. —Ellos están en medio de una batalla real.
—¡Midoriya-kun lo esquivó!—. Soltó en forma de alivio la de tez rosada.
—¡Ahí va Bakugō!
—“No me digas.”
Miré de nueva cuenta la pantalla, ahora el pelicenizo agresivo se dirigía corriendo hacia el peliverde.
—¡No haré tanto daño para que la batalla sea detenida, pero estaré cerca!
El susodicho estaba a punto de explotarle en la cara impulsando su brazo derecho. Midoriya se acercó también a él, como si él ya supiera los movimientos de su amigo de la infancia, lo agarró del brazo, sorprendiendo a Bakugō y a Uraraka; ésta miró impresionada todo, sin contenerse ante la situación, exclamó emocionada.
—¡Increíble, como un maestro de artes marciales!
Midoriya giró talón y cuerpo, jalando del brazo a Katsuki, mientras él pensaba.
—“¿Qué demonios le pasa? Leyó mis movimientos.”— Y en su mera cara.
Con todas sus fuerzas y echando un grito estoico, golpeó a Katsuki hasta que él diera un quejido de dolor por el golpe en la espalda, que juro por dios, que el pelicenizo soltó un poco de saliva por el dolor proporcionado.
Después de toda esa acción, Midoriya se encontraba ahora recuperando el aire después de la paliza que le dio al ojirrojo.
—Kacchan. Usualmente empiezas con un gran ataque con la derecha. ¿Por cuánto tiempo crees que te he estado observando?—. Uhh, ya se está armando esa tensión que me pone en intriga. —Escribí un análisis de cada héroe que pensé que eran increíbles en mi cuaderno de notas.— Aún le costaba creer lo que había hecho hace unos minutos. —En el cuaderno de notas que quemaste y tiraste.— Ahora alza la mirada, mirándolo con determinación. —¡Mí “Deku” no siempre significará “Inútil”! Kacchan, mí “Deku” significa “¡Puedes hacerlo!”
Ahora viene un mini FlashBack gracias a Uraraka, quien miró al peliverde sorprendida.
—Pero, “Deku” suena como una palabra japonesa para “¡Puedes hacerlo!”, así que me gusta.
—“Pues con razón.”
Bakugō se levantó lentamente, mirando a muerte a Midoriya.
—Deku...— Lo llama con una voz gruesa y áspera. Mierda, otro mini FlashBack.
—¡Si sigues, no te lo perdonaré!
Esa imagen del pasado, la comparó con la del presente. Viendo a un Midoriya asustado, pero estando en una pose de batalla sin importar qué.
—Aunque estés asustado...— Suelta algunas explosiones de sus manos, haciendo que el peliverde se sienta nervioso ante él. —¡Eso es lo que odio de ti!
No puedo creer que ellos dos tengan todavía ese ambiente tenso e incómodo. Bueno, estuviera genial su relación de no ser por el orgullo de Bakugō.
Observé a todos que ponían atención lo que pasaba, cada cosa minuciosa no se les escapaba. Solté un suspiro pesado, sabiendo lo que pasaría. Y sobre las demás peleas. Pues ya lo sabrán.
Por ahora, me echaré una siesta. Me fui a un rincón de la sala, sentándome en posición de loto. Cerré los ojos por un momento, hasta que el sueño se apoderó de mí.
—“Hasta que llegue mi turno, me despertaré.”
Espero...
(...)
Ya en el otro cap, será la pelea definitiva con... pos no sé. xD
Espero de que les haya gustado el capítulo de hoy. 😃
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