🌟|Capítulo 7|🌟
—¿Cómo te va en la escuela U.A., hijo? ¿Has conseguido amigos?
Negué con la cabeza sereno, mientras seguía desayunando para irme a la Academia temprano, mis padres tenían el día libre hoy de sus trabajos para descansar.
—Aparte de no haber tenido amigos. ¿Hay alguien que te interesa?—. Decía mi padre con picardía hacia a mí. Solamente relajé los hombros, siguiendo con lo que estaba.
—¡Kazuo! No le preguntes esas cosas a Tamada-chan.— Le reprime con un puchero, mientras que mi progenitor límita a reírse levemente.
—¡Jejeh! Gomen', es que no pude evitar cuestionar eso.— Me sonríe, para después posar su mano apoyándola en mi cabeza y luego acariciarla. —Sólo bromeo.
—“Como sea.”
—¡Tu respuesta indiferente me lástima! ¡Hijo de mis entrañas! :^:
Solamente lo ignoré olímpicamente, mis progenitores siguieron comiendo el desayuno que ambos prepararon, veía como ellos dos se platicaban tan cariñasomente, Otō-san le dio un beso en la mejilla de mi Okā-san, quien ella se sonrojó por tal gesto de su esposo.
Sonreí cerrado, mirando toda la escena, seguí desayunando cambiando mi expresión.
(...)
Llegando a la Yūei, cambié mis zapatos a los de la escuela, cerré mi taquilla para encaminarme al salón 1-A. En el camino me encontré con una chica de cabello corto (algo rizado), no niego que es linda.
—¡Hola, Ueda-kun!—. ¿Acaso me conoce? Espera... —Me llamo Tōru Hagakure, mucho gusto.
—“¡Pero si es la chica del Quirk invisible! ¿Cómo no lo había notado antes?”
Otro de mis tantos poderes es ver objetos o personas invisibles (19) de dicho poder, ejemplo de ver a Hagakure solamente en la apariencia, aunque ella siga siendo no visible para el ojo humano. Aun así yo también poseo esa individualidad; la invisibilidad (20). Bueno, también podría verlos usando los Rayos X.
—¡Ese Home Run que hiciste fue fenomenal! ¿Cómo se llama tu Quirk?
Suspiré pesado, viéndola monótono, ella aún me sonreía que no pude evitar sonrojarme un poco, usé discretamente la invocación teniendo mi mano izquierda detrás de mi espalda, al sentir la hoja en mano junto con el nombre que le escribí en mi mente, se la enseñé. Ella la agarró, leyendo en voz alta en nombre.
—Mímica. ¡Wuao~! Nunca he oído que alguien tuviera este poder, es grandioso. ¿Vamos juntos a clase?
Me propone con amabilidad, subí y bajé los hombros indiferente, comenzando a caminar por el pasillo a mi izquierda.
—¡Oe! ¡Esperame!
(...)
En las mañanas tenemos clases normales como inglés, teniendo como profesor el Héroe de Voz: Present Mic, pero yo le digo mentalmente por su apellido real; Yamada-Sensei, obvio. En estos momentos estábamos en su clase.
—¿Cuál de estas oraciones está mal?
—“Qué normal.”— Algunos pensaron coherentes, mirando la pizarra donde Present Mic escribió cuatro oraciones en inglés.
—“Maldición, que aburrido.”— Piensa Bakugō.
—¡Todos, anímense! ¡Dejemos que empiece la fiesta!—. Intenta influenciar su felicidad con los demás.
La chica pelinegra de nombre Yaoyorozu Momo, levantó la mano derecha rectamente, indicando que ella sabía la respuesta.
—¡Sí, Yaoyorozu, vamos!
—“¡El pronombre relativo está en el sitio equivocado en la número cuatro!”— ¿Hace falta que Midoriya-kun diga la respuesta en su mentecilla? Pues en esta historia sí.
—“Pensándolo bien, estoy de acuerdo con Bakugō-kun está vez.”
Y me refiero a que las clases son extremadamente aburridas nivel Shuck Norris.
(...)
Llegando la hora del receso, muchos salieron con sus grupos, mientras yo me quedé sentado en mi lugar, el chico pelirrojo quien se encontraba sentado frente. Me volteó a ver sonriéndome, mostrando sus dientes de tiburón. (?)
—¡Hola! Eres Ueda-kun, ¿cierto?—. Asentí serio. —¿No te gustaría comer con nosotros y con los demás chicos? Digo, para conocernos mejor.— Kirishima apunta detrás suya un pelinegro de sonrisa rara, un pelirrubio de un mechón en forma de rayo con cara perver.
—“No tengo nada más que hacer, así que...”— Suspiré cohibido, relajando los hombros indiferente.
—¡Bien!
Rápidamente me hala del brazo con fuerza, para llevarme con el par de sus amigos recién hechos.
—Chicos, él es Tamada Ueda.— Me presenta sin borrar aquella sonrisa de tiburón. —Desde ahora comenzará a reunirse con nosotros en los recesos.
—“¡Yo no dije eso!”
—Mucho gusto, soy Hanta Sero.— Se presenta el pelinegro con ojos del mismo color.
—Y yo soy Denki Kaminari. ¡Espero que nos llevemos bien!—. Se me comienza a acercar con sutileza, susurrándome como si fuera un mafioso. —Si tienes a alguna hermana, presentamela.
—¡Kaminari, no lo asustes!
Siento un jalón de mis hombros por parte de Kirishima-kun, levanté la mirada para verlo mejor, apartando un poco mi gorra.
—Me he estado preguntando, Ueda.— Genial. —¿Por qué usas el gorro en la Academia? ¿No está prohibido?
—Eh~, es verdad.— Concuerda el pelirrubio con una sonrisa cohibida.
—Hmm, tal ves tiene sus razones para no decirlo. ¿Cierto, Ueda-kun?
Me mira con una sonrisa ladina el Pelo Pincho, lo miré neutralmente, desviando su mirada con la mía.
—¡Bueno, vayamos a comer!
—¡Sí!
—“¿En qué lío me he metido?”
Para empeorar la situación, leí “accidentalmente” los pensamientos del que ustedes le ponen el apodo Pika-Pika. Kaminari no tiene buenas intenciones con ninguna chica.
¿Quieren saber cuándo perdió la inocencia? No querrán saber, en serio. 7-7
(...)
Terminó la hora del recreo, ahora estábamos de regreso al salón 1-A con Sero, Kaminari y Kirishima. En el camino nos encontramos una cabellera ceniza y rubia.
—“Pero si es Bakugō-kun, o debo llamarlo... El wey explosivo.”— La verdad este men tiene más fans de lo que imaginé.
¡Ya, Tamada! ¡Deja de quitar la cuarta pared, dios!
—¡Oh! ¡Hola, Bakugō!
Miré con desdén al único pelirrojo del grupillo (claro, yo estoy fuera), Sero y Kaminari se pusieron nerviosos cuando el ojirrojo de mirada “intimidante” giró su mirada hacia donde estábamos.
Por alguna extraña e ilógica razón, Kirishima no dejaba de sonreír al pelicenizo, comenzó a caminar hacia Bakugō con despreocupación, el par de chicos nerviosos pero que trataban de controlarlo, fueron con el Pelo Pincho.
Mientras, yo me quedé parado de mi lugar, sin cambiar mi expresión monótona, suspiré con desgano, agarrando la parte plana de mi gorra roja para ajustarla e irme caminando hacia atrás lentamente. Pero nuevamente sentí una presión en ambos hombros, empujándome con insistencia.
—“¡¿Wath The...!?”— ¿Eijirō no sabe lo que son los valores de las demás personas? ¿O qué pedo?
Otra vez me tenía en frente de sus amigos y de un malhumorado y explosivo chico en frente mío, sintiendo que por mí sien se le cayese una gota de sudor, literal.
—¿Quién demonios eres?
—“Ya me cayó mal.”
Oigan, gente que lee ésta historia, o más bien, MÍ historia. ¿Puedo matarlo con la Death Note?
—¡Oe! No seas maleducado con nuestro nuevo amigo.— Le reprimen Hanta y Denki al mismo tiempo.
Los miré crédulo. —“¿Desdé cuándo soy su amigo?”.— Obvio que fruncía también el ceño por oír tal cosa.
—¡Bakugō, él es Tamada Ueda-kun!—. Me presenta por segunda vez el de dientes de tiburón, mandándole una sonrisa al otro ojirrojo ma...
—¡¿Y a mí que me importa su nombre!? ¡Yo no seré amigo de nadie!—. Piensa lo que dice, ¿ah? —Además... ¡¿Por qué ustedes se me acercaron, idiotas!?
—Sólo quisimos saludar, Bakugō.— Por fin, el ojirrojo con sonrisa de tiburón me soltó del agarre de mis hombros, sólo para después rascarse la nuca. —“Aparte de que también quiero que seas nuestro amigo.”
—“¿Pueden leer eso? Para los que les gusta el Yaoi. Comprueba que el KiriBaku is real.”— Informando a la cuarta pared, cambio.
Al final, la personalidad Tsundere y pasiva... ¡ahem!, quiero decir, explosivo chico, se nos unió entre sus típicas frases de: “¡Muere|Shine!”
(...)
—¡¡YO... ESTOY ENTRANDO A LA PUERTA COMO UNA PERSONA NORMAL!!
—“¡Eso no es para nada normal!”.— Aparte de que su pose de diva me dejó muy desconcertado, en serio.
All Might entraba al salón con pasos de la marcha, queriendo llamar la atención supongo. Mis “compañeros” no dejaban de apartar su mirada emocionada o iluminada al ver como el Símbolo de la Paz nos iba a dar clase hoy, no me sorprende ni tantito.
El “Héroe #1”, se puso finalmente en frente del escritorio, para después decir lo siguiente.
—Yo daré el entrenamiento básico de héroe.— ¿No me diga? —Así que será de una forma diferente de cómo aprender lo básico de ser uno.— Para eso es la práctica, ¿no? —¡Deben tomar las mejores unidades! ¡Vayamos directo al grano! Esto es lo que harán hoy.— Saca por magia una hoja con la palabra ‘Battle’ en ella. —¡Entrenamiento de Combate!
—¡Entrenamiento...
—... de combate!
Cuando los oí me quedé en shock, ellos sabían lo que iba a decir el otro, pero debió ser obra del mangaka.
—¡Y para eso están estos!—. El hombre altísimo señaló a su diestra, donde se encontraba la pared, pero de ella, salían unas cosa con números consecutivos, creo que son las maletas donde están las vestimentas. —Trajes hechos basados en el registro de sus Particularidades, y peticiones que enviaron antes de que la escuela iniciara.
Casi todos exclamaron con emoción, empezándoles a gustar lo que comenzaría a continuación, aunque mi traje no vaya con mi Quirk; la mímica, podría al menos verme cool.
—¡Después de cambiarse, vayan a la Zona de Pruebas!
—¡HAI~!
Puse mis dedos índices en mis orejas, no quiero oír a cada rato sus respuestas unánime. De por sí, ya los tolero con no leerles la mente, acción que me es imposible.
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