Ay, no sé que decir

Bueno empecemos el cap

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"Izuku. Izuku despierta." Izuku se despierta. Ve todo negro alrededor suyo. Hay una figura humana, una mujer de cabellos muy blancos y unas túnicas del mismo color pero sucias. Posiblemente de tierra, y también tiene arañazos en la ropa. Su cara está tapada con un extraño humo verde.

"¿Quién eres? ¿Dónde estoy? ¿Estoy muerto?" Dijo Izuku levantándose, hiperventilando.

"Tranquilo, no pasa nada, no estás muerto." Dijo riéndose. La mujer empezó a venir hacia el. Izuku se al ver que se acercaba, se alejó un poco.

"No te preocupes, no te voy a hacer nada. No tengas miedo, mi amor." La mujer se acercó a Izuku y se puso de rodillas, para estar a la altura del chico, y puso su mano en la mejilla de Izuku, acariciándole. Izuku al sentir su mano en su mejilla, se estremeció. Estaba fría, pero le resultaba muy familiar su tacto. Cerró los ojos, era muy agradable.

"¿Quién eres?" Izuku dijo, más tranquilo.

"Es un secreto." Dijo para después ponerse el dedo índice en la boca, riéndose. "Lo sabrás más adelante."

"Pero..." Izuku no pudo terminar, ya que vió como algo rojo y brillante atravesó el torso de la mujer. Izuku se asustó. Esta empezó a desintegrarse lentamente, sangrando. Izuku se echo para atrás. Vio como la mujer le sonrió, hasta que desapareció, quedando solo una gran mancha de sangre. Este se arrodilló en el suelo, cogiendo la sangre, llorando inconscientemente. Miró hacia arriba. Vió a un hombre con traje, el pelo blanco,  y la cosa roja saliendo de sus dedos. Izuku se asustó. Tenía un humo rojo en la cara, cubriendole igual que a la mujer. Trató de huir. El hombre sólo se quedó ahí parado, sin hacer nada.

"¡¿Q-que está pasando?!" Gritó Izuku, corriendo. De repente, vio como se desvanecía la vista, con un humo verde.

"¡AH!" Izuku se despertó. Vió alrededor suyo. Estaba en un callejón oscuro. Estaba en un contenedor de basura. Izuku se levantó, cogiéndose del pelo. "¿Qué ha pasado?" Salió del callejón. Estaba en la calle, pero no la reconoció. Era de noche. Se dirigió hacia un señor random que había por ahí.

"Perdone señor, ¿dónde estamos?" Preguntó tímidamente.

"¿Que dices niño? Estamos en Hosu." Dijo el señor, extrañado y con cara de asco. "Ahora largo, que tengo prisa." Mintió el señor, para así irse.

Izuku se asustó. ¿Hosu? ¿¡Que demonios hacia en Hosu?! ¡El vive en Musutafu! ¡No puede ser!

"Perdone, ¿a qué día estamos?" Le preguntó a una señora random que pasaba por ahí.

"T-tengo prisa, adiós." La mujer se fue corriendo. Izuku no sabía porqué huían de él. Entonces se vio a sí mismo en el reflejo del escaparate de una tienda. Tenía sangre en la cabeza y un poco en la ropa y en las manos por haberse tocado la cabeza. Tenía un pantalón y una camisa blanca, ambas sucias, y estaba descalzo.

"Visto así parezco un asesino..." Murmuró.

"Hey amigo, ¿estas bien?" Izuku se volteó a ver. Era un chico de su misma edad, con el pelo negro y los ojos rojos, con un pantalón negro y una camiseta del mismo color de sus ojos en el que ponía 'Red Riot'. Su ropa estaba sucia también. "¿Qué te ha pasado?"

"¡E-estoy, ahhh, ¿qué me pasa?" Dijo nervioso. Nadie solía preguntarle por el.

"Amigo, estas sangrando, necesitas ayuda médica." Dijo preocupado.

"N-no, estoy b..." No pudo terminar porque cayó inconsciente por el desangrado.

"Ah, ¿que...?" Dijo Izuku cuando despertó y vió alrededor suyo. Estaba en sitio pequeño, oscuro y húmedo, habían varios tubos goteando agua. El estaba sentado en un colchón sucio y viejo. Y tenía varias vendas en la cabeza.

"¡Ah, ya despertaste!" Dijo alguien. Izuku alzó la mirada. Era el chico de antes. "¿Qué tal te encuentras?"

"E-estoy bien. O eso creo. ¿Dónde estamos?" Dijo Izuku algo aturdido

"Tranquilo, estamos a salvo" Dijo el pelinegro. "A todo esto, ¿cómo te llamas amigo?"

"Me llamo Izuku Mi..." Izuku se lo replanteo. ¿Hacia falta llevar ese apellido más? "Solo Izuku"

"Esta bien amigo. Yo me llamo Eijiro."

"¿Tampoco tienes apellidos?"

"No." Dijo triste. "Verás, desde que manifesté mi don, mis padres me vendieron."

"Entiendo. A mi me pasó algo parecido. Mis padres son el top 19 y 20."

"¡Eso es increíble! ¿Que tiene que pasar para que ahora estés en esa condiciones?"

"Soy quirkless." Dijo con una voz apagada. "Desde entonces empezaron a pegarme y torturarme." Entonces, se sacó la camisa blanca y se la puso al lado suyo. Tenía muchas cicatrices. Eijiro se sorprendió. ¿También los héroes eran así?

"N-no..." Suspiró. "A mi me vendieron a unos científicos por mi don... Y a ti te torturaron por no tenerlo... ¿Que clase de sociedad es esta...?"

"¿Como que científicos? Eijiro... No me digas que..."

"Si..." Eijiro también se quitó la camisa. Tenia muchas agujas en los brazos, con una gran quemadura que ponía 'D-18' en el torso. "Por mi don me llevaron a un laboratorio y empezaron a buscar formas para mejorar de mejorar mi don. Querían crear un arma conmigo."

"Eijiro..."

"Hace una semana, escapé de ese laboratorio, y desde entonces me persiguen. Mierda"

Izuku se sorprendió. Más niños aparte de el la pasan igual o peor todavía.

"Entonces... Ahora eres un fugitivo"

"Sip." Dijo poniéndose el puño el pecho, como si estuviera orgulloso de algo.

"¿Y por qué me salvaste? Podría haber sido algún científico con un don que me haría parecer un niño o algo así..."

"Aún así, estabas herido. Dejarte ahí solo no sería de hombres" Dijo, poniéndose otra vez la camiseta. De repente, le sonó la barriga.

"Parece que los dos tenemos hambre, ¿eh?" Dijo Izuku, más alegre. "¿Buscamos algo de picar?"

"¡Claro!"

"¡Me muero de hambre!" Dijo Eijiro dramatizando. "¡Llevo 4 días sin comer!"

Izuku estaba sorprendido. Ellos dos estaban en la calle. Eijiro estaba donde la gente, buscando comida, mientras que Izuku estaba un poco alejado de el, viéndolo. Era increíble como hacía para conseguir comida. Lo mejor es que le daban de todo: pan, leche, unas chuches...

"Izubro, ya tenemos de comer, vamos!"

"¿Izubro?"

"Si, es el mote que te he puesto. ¿Te gusta?"

"¡Sí, me encanta! Pero entonces yo también te tendré que poner un mote" Dijo pensando. "Mmmmm... ¡¿Que te parece Eijibro?!"

"Eijibro... ¡Me encanta!" Dijo saltando de la alegría. "¿Vamos?"

"¡Sí! ¡Vamos!" Dijo alegre, con su primer mejor amigo.
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"Naomasa, ¿de qué querías hablar?" Dijo Aizawa, entrando al despacho de Naomasa. Había terminado de hablar con su niño problemático y fue directamente al departamento de policía.

"De 2 cosas. Siéntate, porfavor." Aizawa obedeció.

"La primera: quiero que me pases los informes de ese niño."

"¿Porque?"

"Así sabremos más sobre él. La segunda: ¿crees que ese niño padece de abuso?"

"És lo mas probable."

"¡Que bueno!" Gritó Izuku. Estaban otra vez en el refugio y esta vez, estaban comiendo parte de que les habían dado. Eijiro quería comérselo todo de golpe, pero Izuku optó por comer una parte ese dia, para que el siguiente, si no lo consiguen, tengan reservas. "¡Realmente eres bueno consiguiendo comida!"

"¡Sí, hacia tiempo que no comía así!" Dijo Eijiro zampándose una galleta.

"A todo esto, gracias." Dijo Izuku, con una sonrisa que parece moldeada por los ángeles.

"¿Porqué?"

"Por todo. Por ayudarme, compartir tu comida conmigo, y por ser mi amigo aunque no tenga quirk."

"Bueno... eso es lo que hacen los hombres, ¿o no?" Dijo Eijiro cogiendo otra galleta.

"Ah, y otra cosa: ¿cuál es tu quirk? Si no quieres no te preo..."

"Mi quirk... Se llama Endurecimiento. Me permite endurecer cualquier parte del cuerpo." Dicho esto endureció su brazo, parecía de piedra. "Por eso me quieren usar de arma.

De repente, se oye una explosión.

"¿De que querías hablarme Naomasa?" Dijo Aizawa entrando a la sala. Naomasa le había llamado diciéndole que era urgente

"No es una pregunta. ¿Te acuerdas del tipo al que detenimos hace unos meses?
El pedófilo que le dio unos caramelos al niño de pelo blanco."

"Si, ¿por?"

"Esta como una cabra. Dice que solo hablará con su amo."

"Que raro. ¿Porque me lo dices ahora?"

"¿Y si no se encontró al chico por casualidad? ¿Y si fueron a por el?"

"¿Quieres decir que el niño era el objetivo?"

"Algo así. Aún así, no descarto la posibilidad de que se lo haya encontrado." Dijo Naomasa frotándose la frente del cansancio.

"Llévame hacia el. Quizá pueda ayudar en algo." Dijo preocupado. A sido un año duro. Al ver a Naomasa con estrés, no pudo evitar ayudar.

"De acuerdo. Te llevaré hacia su celda." Se levantaron y fueron hacia la sala de interrogatorios. En cuanto vió al supuesto pedófilo, se quedó boquiabierto. La mesa estaba rota, con las patas de la mesa al suelo. El preso estaba riéndose. Estar como una cabra no era la palabra correcta. Eso es muy raro en un pederasta. Aizawa no tuvo más remedio que entrar ahí. ¿Porqué tuvo que acceder a ayudar?

"¿Te acuerdas de mí?" Preguntó con su tono aburrido de siempre.

"¡OH, SI YA ME ACUERDO DE TI!" Dijo riéndose como un loco. "¡QUIERO VER A MI AMO!"

"Lo verás pronto, si hacemos un trato. Me dirás todo lo que sepas de ese niño: lo que le hiciste, lo que pensabas y que querías de él. A cambio, puedo soltarte e irás con tu amo. ¿Trato?" Dijo con su don activado. "Si no respondes a todas nuestras preguntas, irás a lo más hondo del Tártaro." Dijo con una voz amenazante.

"¡TRATO! ¡POR FIN VERÉ A MI AMO!" Aizawa se fue un momento, y después volvió, pero con Naomasa con el.

"Si mientes, se acaba el trato, ¿entendido?"

"¡VALE, VALE! ¡QUIERO VER A MI AMO YA!"

"Vale, primera pregunta: ¿cómo te llamas y cuántos años tienes?"

"Futoshi Matsunaga. Tengo 43 años."

Verdadero

"Vale Futoshi, ¿qué le ibas a hacer al chico?"

"Le iba a dar unos caramelos."

Verdadero

"¿Porqué?"

"El amo me lo ordenó."

Verdadero

"¿Quién es ese amo tuyo?"

"El señor más temible de todos. El podría ser capaz de dominar Japón entero. Que digo yo, ¡podría dominar el mundo entero sin esfuerzo!"

Verdadero

"Naomasa, el está delirando." Dijo Aizawa, pero vió a Naomasa temblando. "¿Naomasa, que pasa? Te noto nervioso."

"Eraserhead, n-no puede ser... A salido un verdadero."

"¿¡Que?!" Dijo sorprendido. ¿Existe alguien así?

"¡SI, MI AMO ES ASI!" Dijo riéndose otra vez como loco.

"¿Que quería del niño?"

"Quería que le diese esos caramelos."

"¡ESO YA LO SÉ, IDIOTA!" Gritó Aizawa alterado. Estaba sudando. "¡DINOS PARA QUE COJONES QUERÍA QUE SE COMIERA EL CARAMELO!"

"¡Aizawa-kun, tranquilizate!" Ordenó Naomasa. Suspiró. "Dinos para que quería que se comiera el caramelo."

"Tenía veneno. Era para que pudiera desatar su verdadero don." Dijo con una gran sonrisa.

Verdadero

"¿¡A qué te refieres con veneno?!"

"¡EL HIJO PERDIDO DEL AMO TIENE QUE DESATAR SU VERDADERO PODER! ¡TIENE QUE SER MÁS FUERTE QUE EL AMO! ¡ES EL ARMA DEFINITIVA!" Empezó a reír de una forma macabra, tirando la mesa.

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Bueno, les dejo con el suspense, chausito!!

1829 palabras!!!