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☣️.。.:*Capítulo único
.。.:*☣️Parte 1: El despertar
Su cuerpo le dolía, sentía que la habían molido a golpes. A lo lejos escuchaba voces llamandola, pero no lograba comprenderlas. El frío y duro suelo contra su espalda es lo único que sentía y lo que le hacia distinguir el arriba con el abajo. De golpe una luz comenzó a darle de lleno en la cara, tan fuerte y brillante que incluso con los párpados cerrados era molesta. Al abrir los ojos se encontró con cuatro personas a su alrededor, en cuclillas mirándola fijamente. Encima suyo, el cegador sol de pleno mediodía que le daba de lleno en la cara.
—¿Estas bien?—Un chico pecoso y cabello verde le tendió la mano, ayudándole a ponerse de pie. Al tomar la mano del chico noto como esta estaba repleta de cicatrices, cosa que extraño a la joven haciendola sentir rara.
—Eso creo.—Su voz sonó rasposa y seca, como si hiciera tiempo que no hablara. Volteó a ver a los presentes, todos llevaban uniforme escolar, salvo por un hombre adulto de cabellos negros.
—¿Cual es tu nombre?¿De que curso eres?—El adulto se aproximó dispuesto a ayudar. La chica no entendía a que se refería con curso, hasta que noto que ella misma traía el mismo uniforme escolar. Un recuerdo chispeo en su memoria aún nubosa. Asistía a ese colegio, estaba tirada justo en la puerta de la UA high school.
—Me llamo Alexandra, asistió al curso 2-F del Departamento de apoyo.—Su voz volvió a sonar extraña, se aclaró ligeramente la garganta. Se sorprendió a si misma con toda esa información ya que apenas entendía donde estaba parada.—Me siento desorientada.—Pensó en voz alta mirando hacia el adulto.
—Bueno Alexandra, soy Aizawa Shouta, profesor del curso 1-A del Departamento de héroes.—Una sonrisa un tanto tétrica pero calida al mismo tiempo apareció en el rostro del profesor.—Ellos son alumnos del curso 3-A, mis ex alumnos y los 3 mejores de la institución. Pueden ayudarte.—La chica intento dar un paso en dirección a la institución, perdiendo el equilibrio, todo le daba vueltas. Uno de ellos se aproximó rápidamente a agarrarla por los hombros. En un reflejo por no caerse ella extendió sus manos hacia el frente para atajarse. Antes esta situación, ella termino con ambas manos sobre el marcado pecho del chico rubio frente a ella, quien la envolvió con sus grandes y marcados brazos. Otro chispazo de recuerdos invadió su mente, diversos y confusos recuerdos con el chico frente a ella, la hicieron sonrojarse.
—Kat-suki... Ba-kugo.—Solto el nombre en un jadeo, para luego desmayarse en los brazos del estudiante.
.。.:*☣️Parte 2: Revuelto de emociones
Despertó en una cama blanda, en un cuarto sumido casi en una oscuridad total. Su cabeza daba vueltas y tenía el estómago revuelto. Necesitaba vomitar. Tapo su boca con una mano y miro la habitación en busca de ayuda, o algún lugar.
—Aquí.—Le pasaron un cubo de basura, y sin pensarlo dos veces lo tomo. Escupió todo lo que había en su estómago, que no era más que bilis y saliva. Alex volteó a ver quien le había pasado el cubo para agradecerle. Junto a los pies de la camilla en donde estaba se encontró con el mismo rubio de ojos rojizos sentado en una pequeña silla. Katsuki Bakugo. Un torbellino de emociones la invadieron.—Estas en la enfermería de la UA, llevas dos días durmiendo aquí.—Su expresión era algo seria, y distante. Aun así no era capaz de disimular del todo el echo de que estaba preocupado.—Iré a avisarle a la enfermera que despertaste.—Se puso de pie emprendió su marcha, no sin antes darle a la chica un vaso con agua para que se enjuague la boca.
—Bakugo.—Le llamó, aun dudando si era correcto preguntarle o no. Miraba con nerviosismo el fondo del vaso ya sin líquido. El chico volteo a medias, esperando que esta continuara.—No recuerdo muchas cosas, pero nosotros nos conocemos ¿Verdad? Cuando me atrapaste, tuve destellos de recuerdos ¿Que éramos?—El chico volteo y siguió su rumbo, para detenerse en la puerta.
—Nada, no éramos nada.—Su tono era rudo, pero no era capaz de mirarle.—Apenas nos conocemos, nos vimos un par de veces en los pasillos. Eso es todo.—Sin esperar respuesta se retiró dejando a la chica aun más confundida. Desde que lo había visto la primera vez sus emociones se dividian en dos, un gran odio y enojo, y una calida sensación de amor y hogar.
A los pocos minutos de que él se fuera, la enfermera ingreso con varios papeles, encendiendo un par de luces de la enfermería; mientras que detrás suya el mismo chico de pecas y cabello como brócoli le pisaba los talones.
—Así que finalmente despertaste.—El chico se acercó con notable alegría.—Soy Izuku Midoriya.—Le tendió una mano la cual ella estrecho con algo de timidez.-Bakugo casi no abandono esa silla desde que te cargo en brazos hasta aquí.—Sonrió mientras tomaba asiento. A todo esto la enfermera, una señora ya bastante mayor, controlaba que la chica estuviera bien.—Supuse que para cuando despertaras no recordarias mucho ¿Sigues sin recuerdos?—Ella afirmó, y tan rápido como termino el gesto, el chico saco de su bolsillo un pequeño cuaderno de notas.—Genial, porque me tome el trabajo de buscar información, así quizás te ayude a recordar.—Abrió el cuadernito en una página marcada.—Ya nos habías dicho tu nombre y curso, así que fue bastante fácil. Tus notas son buenas, eres la mejor de tu clase. Tu mejor trabajo, según las notas de los profesores, fue un prototipo de mejora en los guantes de granadas de Bakugo.—Miro a la chica en busca de alguna reacción, ella solo tenía la vista pérdida al frente, mientras escuchaba atenta.—Según averigüe, no tienes quirk, eso es raro en las generaciones actuales.
—¿Quirk?—Repitió Alexandra, sin entender a que se refería. Fijo la mirada en la ventana detrás del chico, donde podía verse la noche ya cerrada.
—Ya sabes, tu quirk, tu don...¿super poderes?—Dijo levantando una ceja buscando un mejor ejemplo. Ella asintió comprendiendo, después de todo recordaba que asistía a la escuela para superhéroes más prestigiosa del país.—También hable con tus compañeros, me dijeron que solían verte siempre solitaria, pero a veces con Bakugo en los pasillos. Y aquí lo extraño.—Dió vuelta la página, haciendo una pequeña pausa dramática para aclararse la garganta.—Dicen que tenías tendencia a ausentarte por uno o dos días. Y que la última vez que te vieron estuviste discutiendo con Katsuki, para luego desaparecer por una semana.—Miro algo preocupado a la joven.—El día antes al que te encontramos habían puesto una denuncia porque desapareciste durante una semana.—Un recuerdo borroso se hizo presente, discutía con el rubio pero no sabía sobre que. Una nueva maraña de odio y amor la asoto de lleno.
—Izuku...—Se sirvió un vaso con agua, el cual bajo casi sin respirar.—¿Tienes idea si Katsuki y yo éramos... Algo?—Lo miro sonrojada. La habitación quedo en silencio, solo se escuchaba el tecleo de la enfermera en su computadora, preparando la ficha de alta para Alex.
—Ciertamente lo desconozco. No te conocía hasta el momento que te encontramos en la entrada.—Guardo su cuadernito en su bolsillo.—Aún así debes haber sido, o debes ser alguien importante para él.—Se puso de pie para marcharse, cuando justo la puerta de la enfermería se abrió nuevamente.—No suele preocuparse así por las personas.—Al cuarto ingreso un chico, a quien ella reconoció como la cuarta persona que se encontraba en la entrada de la UA. Despidió con un gesto al peliverde, para luego intercambiar unas breves palabras con la enfermera, quien le dio una versión impresa del alta.
—Hola.—Su cabello ligeramente largo estaba atado en una pequeña y baja cola, aun así lo que le llamaba la atención a ella, era el echo de que la mitad era blanca y la otra mitad de un rojo vibrante.—Soy Shoto Todoroki, esta es tu ficha de alta.—Le paso la hoja, su semblante era serio, y una gran cicatriz de quemadura cubria parte de su rostro.—Me pidieron que te acompañe hasta tu cuarto, en el edificio 2F.—Le tendió una mano para ayudarla a bajar de la cama. A pesar de su semblante serio, irradiaba la misma energía calida y amable que Midoriya.
.。.:*☣️Parte 3: Maraña de recuerdos
—¡LO HAGO PARA PROTEGERTE!—El rubio grito enfurecido, apuntándola con un dedo amenazador, estaban discutiendo en pleno pasillo de la UA, pero para su suerte, no había otros alumnos o profesores allí.
—¿¡PROTEGERME!?¿¡DE QUE!?¡NI SIQUIERA SABES EN LAS MIERDAS QUE ESTOY METIDA!—Gritó en respuesta, apuntándole de vuelta.—Me tienes escondida como si te avergonzaras de mi. Ni siquiera escuchas cuando quiero contarte algo importante.—Se abrazo así misma dandole la espalda.
—¿¡QUE ACASO QUIERES QUE TODOS SEPAN QUE SALGO CON UNA CHICA QUE NO TIENE QUIRK!?—Acortó la distancia entre ambos, y la obligó a verle fijamente.—¡SOY UN HÉROE MALDITA SEA! Si supieran que tengo relación contigo serías el primer blanco para extorsionarme. Eres presa fácil.
—Entonces hagamos esto más fácil.-Unas lágrimas amenazaban por escaparse del control de Alex.-Se acabó. Lo nuestro termino aquí, nunca fuimos nada y nunca nos conocimos. Yo soy solo una chica sin quirk a la cual probablemente jamás mirarias.—Antes de que él reaccionara ella se alejo casi corriendo.
La chica observaba el techo de su cuarto. Ese recuerdo se repetía en loop en su mente. Había estado en una relación con ese rubio. Otros recuerdos más difusos de ambos juntos terminaba por confirmar sus dudas. Sin poder dormir a causa de esas imágenes atormentado su mente, la chica se levantó, se puso ropa deportiva y salió a recorrer el campus. Su enmarañado cabello fucsia cubría parte de su rostro y sus grandes ojeras empeoraban su apariencia. Cualquiera que la viera caminando por ahí hubiera huido pensando que se trataría de algún tipo de espíritu. Caminaba sin rumbo, perdida en una marea de recuerdos mezclados, en lo cuales Bakugo era el eje principal. Citas, besos, encuentros a escondidas, y otros encuentros más sexuales que de solo pensarlo sonrojaban a la chica.
Para cuando se percató, sus pies la habían guiado hasta donde los edificios de entrenamiento se encontraban, y lo notó únicamente porque fuertes explosiones provenientes del edificio más próximo captaron su atención. Se aproximó con curiosidad, aunque algo dentro de ella ya sabía que eran esos sonidos. Al asomarse por la puerta ligeramente abierta, se encontró con Katsuki, entrenando. Por el sudor que le hacia brillar el cuerpo y la ausencia de su camiseta, la chica dedujo que ya llevaba allí un par se horas explotando enormes piedras. Al intentar huir sin ser vista toco ligeramente la puerta metálica, la cual chirrio delatando su presencia. Antes de que siquiera pudiera reaccionar, el rubio volteo en su dirección. Algo llamó la atención de la chica, y no se trataba del marcado abdomen del joven. Bakugo estaba llorando.
.。.:*☣️Parte 4: Nosotros
En un abrir y cerrar de ojos, la chica huyó del complejo, siendo perseguida por el rubio. Debido al gran estado físico del mayor, solo le tomo un par de segundos alcanzarla y obligar a que esta lo mire de frente. Se esperaba un grito, una represalia por haber espiado, cualquier cosa menos lo que ocurrió.
La abrazo. La abrazo como si fuera a perderla de solo soltarla. A comparación, hace solo unos segundos Bakugo estaba reprimiendo sus lágrimas. En su mente mareada, no había ningún recuerdo donde lo hubiera visto así de fragil, abierto ante las emociones.
—Lo siento.—Alexandra solo permaneció estática, aun asimilando la situación.—Pensé que hacia lo correcto alejandote de mi.—En la mente de Alex, diversos recuerdos comenzaron a alinearse, los agujeros se llenaban con las memorias faltantes.—Me equivoqué. Perdoname Alex. Mi error te desapareció una semana. Tendría que haber sido más atento a lo nuestro. A ti.—La de cabellos teñidos le devolvió el abrazo con la misma intensidad. Sus palabras habían servido como disparador para activar sus recuerdos y con ellos la razón de su desaparición. Los ojos de la chica se llenaron de lágrimas.
—No fue tu culpa.—Rompió el abrazo tomando el rostro de Bakugo entre sus manos. A su alrededor, la neblina mañaners comenzaba a hacer presencia, mientras el sol asomaba sus primeros rayos.—Fue culpa mía.—El de ojos rojizos pasó su manos par encima de las de su amada.—Yo ni siquiera debería estar aquí.—Él quedo helado ante sus palabras.—Katsuki Bakugo, fuiste una piedra en mi camino. El error más hermoso que cometí en mi misión.—El chico dejó caer sus brazos.—Mi amor, soy una infiltrada en la UA.—Su labio inferior temblaba mientras lamentaba cada decisión en su vida. El rubio cayó de rodillas.—Fui enviada por la liga de villanos para espiar y destruir la institución desde dentro. Fingiendo no tener un quirk. Cada atentado fue en parte culpa mia.—Bakugo cayó de lado, su vista perdida en una expresión de shock. Su cuerpo estaba entumesido por culpa de la toxina paralizante en la palma de sus manos, el quirk que llevaba ocultando durante ya dos años.—Desapareci porque renuncie a ellos, me lavaron el cerebro. No merezco volver aquí.—Las lágrimas corrían con furia por el rostro de la chica.—No te merezco a mi lado.
Tirado en el frío suelo de la mañana, Bakugo observó como ella se alejaba con el sol iluminando su espalda. Alex siempre había estado sumergida en la oscuridad y él jamás había sido capaz de notarlo. Ahora su chica caía nuevamente en la oscuridad y no podía hacer nada para evitarlo. Una única lágrima silenciosa recorrió su rostro.
.。.:*☣️Parte 5: Quirkless
Dos días. Ese era el tiempo que el rubio llevaba buscándola. El tiempo que hacía que sabía la verdad y que había contado lo ocurrido con ella a Izuku y Shoto.
Se encontraba patrullando por la ciudad, cuando violentos sonidos en un callejón llamaron su atención. Al dirigirse hacia allí se encontro con Alexandra, quien magullada y maltratada, era prisionera de miembros de la liga. Al ver al de ojos rojizos aproximarse, intento forcejear y de alguna forma gritarle que no se acercara más. Era una trampa, y él había caído en ella.
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Para cuando el rubio recobro la conciencia, noto que tanto sus manos como una de sus piernas estaban encadenadas al piso de lo que parecía la parte de atras de una camioneta en marcha. Le habían quitado las gigantes granadas de sus guantes, dejando solo el fino guante que usaba debajo. A un lado suyo entre varias cajas Alex lloraba en silencio abrazando sus piernas. Ella también estaba encadenada al suelo, pero solo desde una pierna. Gateando él se apresuró para llegar junto a ella. Sin decirle nada, tomo su cara entre ambas manos revisando que no estuviera gravemente herida.
—Lo siento, es todo mi culpa yo-.—La torpe e innecesaria disculpa de la de cabello teñido fue opacada por un sorpresivo y desesperado beso.
—Deja de pedir disculpas por todo.—Bakugo presionó la cara de la chica con sus manos, demasiado grandes que cubrían casi todo su rostro.—Y busquemos como salir de aquí.—Le dio un besito en la frente, para luego apartarse y ver que podian usar de su entorno.
—Sería más fácil si aun tuviera mis toxinas.—Suspiro mirando las palmas de sus manos. Katsuki la miro sin entender demasiado.—Eran inflamables. Pero All for one me quito mi quirk el día que escape de la UA.—El chico se aproximo y la abrazo pasando un brazo por su espalda, en ese momento ella noto los guantes.—¿Son la versión mejorada que yo diseñe?—Tomo el borde de los guantes observandolos más de cerca y al detalle mientras él afirmaba.—Mi amor, estamos salvados por mi ingenio.—Ella soltó una risa y se alejo de donde el estaba.—Bakugo, cierra las manos con todas tus fuerzas y genera las explosiones más fuertes que puedas. Esas cosas.—Señalo unos pequeños cuadros metalico en los brazos del chico.—Son amplificadores de ondas, los diseñe para que aumentaran tus explosiones en caso de que algo así ocurriera.—Se río de su propia ocurrencia.
El rubio se posicionó contra el extremo opuesto de la camioneta, las puertas traseras, y siguiendo sus indicaciones, ocurrió lo previsto. Las explosiones fueron más fuertes de lo normal, rompiendo no solo las cadenas, si no también la doble puerta trasera del vehículo. Destruyó la cadena que aprisionaba a la chica. Ahora solo quedaba huir.
La camioneta se detuvo agresivamente, los habían descubierto. Pero nadie se asomo por la destruida puerta, cosa que aprovecharon para bajarse e intentar huir. Al darse la vuelta dos pasantes de héroes profesionales, se enfrentaban contra los miembros de la Liga de villanos. Eran Deku y Shoto. Sacandola de en medio de la pelea, Bakugo cargo en brazos a Alex hasta la vereda.
—¿Sabes que puedo caminar, verdad?—Río ella, mientras se aferraba al cuello del chico.
—Te quedaste sin quirk, eso te hace débil y es mi deber protegerte.—La dejo en el suelo, no sin antes aproximarse para susurrarle algo al oído.—Ese es mi deber y solo mío, Alexandra.—La forma dominante en la que exalo su nombre genero un escalofrío en ella.—Ahora dejame ayudar a esos extras.—Apuntó a sus compañeros mientras se dirigía a ellos.—Te amo.—Sonrió mientras le guiñaba un ojo
¿Fin?
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AAAAAAAAAAAAAAAAAA TERMINE AL FIN
Feliz cumpleaños mi niña 🥺🥺🥺
Espero que te gustara el fic aunque siento que podría haber sido mejor.
Perdón por las faltas, me es difícil controlarlas desde el celular xd
Hasta tu próximo cumpleaños 😈
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