¿Dónde acaba la pasión? Quisiera conseguir el inteructor y condenarlo a estar siempre encendido, nuestras pieles ardiendo, corazones latiendo al son de una canción que narra nuestra fuerte, tierna y salvaje historia. Nos comemos, nos sentimos y decíamos: nisiquiera nos dimos cuenta de cuando pasó, solo nos dejamos llevar y mira dónde estamos viviendo cada segundo, minutos, horas, días, meses, años. Un día tocamos las nubes y otros bajamos al mismo infierno, lo describimos así por el sudor que recorre nuestros cuerpos encendidos de tanto placer que no logro entender esa química que nos hace vibrar, gemir, sentir, vivir.
Hechizo? No aquí no existe posion que logré lo que logramos juntos, llegar juntos hasta lo profundo de lo que sería el clímax de nuestra historia que no es necesario llevarlo en memoria porque a cada momento lo repetimos y al mundo no le mentimos por que todos saben y notan que es verdad, como arde nuestra sangre como nada es ironía.