Epílogo
Carter.
Hoy es mi despedida de soltero. Es extraño pensarlo porque legalmente ya estoy casado, pero mis amigos insistieron tanto en que si queríamos hacer las cosas debíamos ser tradicionales y tanto Laurel como yo teníamos que someternos a sus ideas locas e ir a nuestras grandes despedidas de solteros y separarnos por una noche, lo cuál parecía una acción imposible para mí.
—No tengo ganas de ir—me quejó y Laurel se limita a reír mientras deposita un beso en mis labios.
—El Carter de antes amaría tener una noche loca con sus amigos— es su respuesta.
—El Carter de antes no tenía al amor de su vida desnuda sobre él, es difícil saber que si voy me perderé de esta increíble vista.
—Tendrás toda la vida para verme—rueda los ojos, pero la sonrisa que hay en su rostro es gigantesca y eso me hace sonreír a mi también.
—Pero yo no quiero esperar toda la vida, quiero verte está noche y toda la jodida vida también.
Ella se baja de encima de mi e inmediatamente sostengo su mano para atraerla a mi y darle un beso.
Sus labios chocan contra los míos y un sonido de satisfacción sale desde el fondo de mi garganta, el beso es lento, me tomo cada segundo para adorarla con mis labios y demostrarle de esta manera que es la única mujer que amo y amaré y cuando finalmente nos separamos por un poco de aire ambos estamos sonriendo.
—No puedo pasar una noche completa sin ti—susurro fingiendo hacer un puchero.
—Eres un dramático, ahora si me disculpas tengo que alistarme porque mi despedida de soltera me espera—anuncia y veo su cuerpo desnudo alejándose hasta llegar al armario dónde saca sus cosas.
La veo vestirse en silencio, cada día me siento el hombre más afortunado por tener a una mujer como Laurel a mi lado. Sé que aún somos jóvenes y tenemos toda una vida por delante pero no me imagino un futuro sin ella a mi lado.
La veo vestirse y decido que yo debería hacer lo mismo. Media hora más tarde estamos bajando a recepción tomados de las manos, ella luciendo un vestido rojo que la hace ver como la encarnación del pecado por lo ardiente que luce y me siento totalmente celoso de las chicas porque podrán apreciar a Laurel en ese vestido toda la noche mientras yo estaré demasiado lejos para admirarla.
—Estás hermosa—le digo tomándola de la cintura y atrayendo su cuerpo al mío.—No puedo esperar a regresar está noche y deshacerme de ese vestido para hacer todas las cosas traviesas que tengo en mente.
—El vestido no es un impedimento, también puedes hacer cosas traviesas mientras lo tengo puesto—me guiña un ojo.
Estoy apunto de demostrarle todas las cosas traviesas que puedo hacer con su idea cuando nuestro grupo de amigos aparece frente a nosotros y ella se aleja de mí para abrazar a su mejor amiga que se encuentra muy embarazada, así luego saludar a Paige y Lottie las chicas del Blue Rolls, quiénes las últimas semanas se habían convertido en amigas y decidió invitarlas.
—Nos tienen más de dos horas esperando aqui abajo por ustedes —se queja Landon con los brazos cruzados.
—Es mi culpa, me tome más tiempo del necesario adorando el cuerpo de mi esposa—anunció y ella se ruboriza porque ahora todos saben lo que estábamos haciendo.
—Todos sabíamos lo que hacían no tenías que decirlo en voz alta— se queja Keith.
—Solo estás molesto porque él sí puede y a ti la chica que te gusta no te hace caso—Drew se burla del rubio y recibe un golpe en la cabeza en respuesta.
—Ya no tenemos tiempo que perder, nosotras nos vamos—anunció Jessie arrastrando a Laurel lejos del grupo mientras ella se despide con la mano sin decir nada.
—Entonces, ¿están listos para una noche de chicos en las vegas?—pregunto ocasionando que mis amigos griten y algunas personas dirijan su mirada en nuestra dirección.
***
—¡ME VOY A TIRAR!—escucho a Drew gritar antes de que se lance del escenario y las personas debajo lo atrapen.
Han pasado muchas cosas desde que salimos del hotel, pero una sola cosa es clara y es que todos estamos ebrios hasta los codos.
Me tambaleó en el escenario y Jason me sujeta cuando hago un movimiento en falso lo que ocasiona que choquemos contra la batería y mi hermano se ríe cuando las personas gritan en nuestra dirección pidiendo que nos quitemos nuestra camiseta.
—¿Qué dices, le damos al público lo que quieren?—pregunta él y con una sonrisa hacia el público ambos nos deshacemos de nuestras camisetas.
No recuerdo muy bien cómo demonios terminamos en medio de un bar gay siendo la atracción de una banda que se encuentra tocando canciones sucias mientras hombres y mujeres gritan al escenario, pero la estoy pasando jodidamente genial.
La banda finalmente deja de tocar y bajamos del escenario, encontrándonos a Drew entre el público que no para de gritar diciendo que se siente un jodido famoso por ser atrapado de esa manera por el público.
—Necesitamos más alcohol —grita Landon, quién se encuentra solo en ropa interior y en menos de un minuto nuestra mesa está llena con un surtido de alcohol y aunque sabemos que no deberíamos estar mezclando mandamos todo a la mierda y tomamos todo lo que somos capaces de soportar.
—Está es la mejor noche de mi vida— Jason anuncia y todos vitoreamos de acuerdo.
Aunque jodidamente no está ni de cerca a ser la mejor noche de mi vida porque Laurel no está aquí conmigo.
Keith parece estar más ebrio de lo normal mientras se tambalea fuera de la mesa y nos avisa que va a hacer una llamada.
Yo estoy seguro de que se trata de algo más que no quiere decirnos pero le restó importancia cuando el ambiente de repente cambia y en el escenario aparecen dos drags queens con vestimenta extravagante, nosotros nos encargamos de aplaudir y el show comienza.
No somos parte de la comunidad, pero el ambiente en este lugar es asombroso y ninguno de nosotros tiene la masculinidad frágil o pensamientos homofóbicos así que disfrutamos al máximo del lugar hasta que Keith vuelve y anuncia que tenemos más cosas que hacer y nos dirigimos a la limusina.
Mi hermano y yo salimos sin camiseta, Drew y James tienen bufandas rosas de plumas rodeando sus cuellos, Keith y Landon están básicamente desnudos mientras nos subimos al auto.
Mi teléfono vibra en mi bolsillo y lo reviso a la espera de encontrar un mensaje de mi esposa/prometida pero en cambio tengo un mensaje desde el teléfono de Jessie en dónde dice que la llame urgentemente.
—Hagan silencio.
Los chicos automáticamente se callan y me envían miradas de confusión pero solo les hago una señal con el dedo de que esperen un momento y llamó al número de Jessie, la música de la limusina no me deja escuchar con claridad pero después de muchos tonos finalmente contestan y escucho la voz de Laurel del otro lado.
—Amor, lamento estar arruinando tu despedida de soltero pero necesito que vengas al hospital ahora—dice y de inmediato me llega un mensaje con la dirección del hospital— Y dile a James que está noche se convierte en padre.
No me da tiempo para responder cuando cuelga la llamada y de inmediato le cuento a James las buenas noticias y le decimos al chofer que nos lleve al hospital.
James parece estar apunto de vomitar todo el alcohol que ha tomado esta noche, está pálido y pienso que hay probabilidades de que este idiota se desmayé.
—Le dije que era mala idea hacer las despedidas de solteros, se supone que iba a nacer en dos semanas no ahora, pero le dije que teníamos que ser precavidos y debería estar descansando, ella no me escuchó, Laurel le dijo que podían esperar pero Jessie insistió en que quería esta fecha y ahora estamos en la maldita ciudad del pecado apunto se convertirnos en padres y ni siquiera estoy ahí con ella—James empieza a hablar y todos nos quedamos en silencio, Landon que es el más sensato de todos le dice palabras de aliento y cuando menos pensamos ya estamos estacionados afuera del hospital.
Estoy apunto de llamar a Laurel cuando la veo caminar en dirección al auto, su cabello luce asombroso, ese vestido se amolda tan bien a su cuerpo que su figura se ve imponente y si no fuese por las circunstancias del momento estaría sobre ella besándola y tocándola, no sé si es el alcohol o las horas que estuvimos separados pero no puedo esperar por tocarla, tenerla cerca y es por eso que soy el primero en salir del auto para acercarme a ella y envolverla en mis brazos, parece un poco preocupada y trato de decirle con una caricia en su brazo que todo estará bien.
—¿Ella está bien? —pregunta James de inmediato y Laurel asiente, tomando mi mano libre entre las suyas y dándole un apretón.
—Estábamos en una discoteca y ella insistía en que bailáramos cuando de repente sentimos algo mojado caer en nuestros pies, al principio creí que había dejado caer mi trago ya que ella no estaba bebiendo pero luego nos dimos cuenta que había roto fuentes. Está dentro en urgencias, aún no se encuentra en sala de parto, están esperando tú llegada.
Cuando mi chica termina de explicar, James sale corriendo en dirección a la entrada y nosotros nos quedamos afuera porque claramente no podemos entrar en nuestra vestimenta actual.
—Ahora, ¿me pueden explicar porqué están medio desnudos?—inquiere y todos nos miramos aterrorizados hasta que ella se ríe de nuestras expresiones.
—Tranquilos, no voy a regañarlos. Necesito que le avisen a las chicas que estamos afuera, me estaban esperando en la cafetería—avisa Laurel y Drew asiente y se dirige dentro.
Extrañamente es el único de nosotros vestido decentemente exceptuando su bufanda extravagante y bueno, Laurel también puede entrar a avisarles pero la prefiero entre mis brazos.
Casi dos horas más tarde James aparece frente a nosotros, el efecto del alcohol se ha bajado considerablemente y ahora parece estar un poco serio, nos observa a todos antes de hablar.
—Hubieron complicaciones y sorpresas en el parto—carraspea y luego una sonrisa gigante aparece en su rostro.— Somos padres de mellizos, al parecer todo este tiempo fueron dos y oficialmente son tíos.
Lo siguiente que sé es que todos estamos celebrando el nacimiento de esos pequeños, cuando terminamos de felicitar a James por ser un padre y preguntar cuándo podemos verlos a lo que nos dice que mañana podremos visitarlos y a Jessie nos despedimos y regresamos al hotel ya que él pasará la noche en el hospital.
Llegamos a la habitación y cierro la puerta detrás de mi, Laurel está alejándose para ir en dirección al baño pero sostengo su mano y atraigo su cuerpo hacía el mío. Ella sonríe antes de depositar un pequeño beso en mis labios.
—Ahora, vamos a hacer todo lo que no hicimos en nuestra primera noche de bodas porque no planeó irme de las vegas sin poder disfrutar de ti.
Ella responde alejándose de mi agarre y cuando estoy apunto de volver a sostenerla la veo deshacerse del vestido y quedar en ropa interior frente a mi.
—Entonces, demuéstrame lo que tienes, Carter West.
Dos años después.
Laurel.
Durante mucho tiempo soñé con el día de mi boda, con tener el vestido de novia perfecto, con tener a todos mis familiares y un hombre asombroso al que me dedicaría amar por el resto de mi vida esperándome en el altar.
Todos esos sueños se derrumbaron cuando amanecí en las vegas junto a Carter West y descubrí que nos habíamos casado completamente ebrios y ni siquiera recordaba un solo segundo de aquella boda.
En ese momento creí que era lo peor que me podría pasar, que debía deshacerme de inmediato de todo lo que nos conectaba, pero estaba completamente equivocada. Carter West nunca fue un error, caí completamente enamorada del hombre que era, me enamoré de la manera que me hacía sentir y de todo lo que venía con él.
Fue entonces que me di cuenta de que mi boda perfecta no tenía que ser como había imaginado durante mi infancia y que lo único que necesitaba para que fuese perfecta era tener al indicado a mi lado y ni en un millón de años podría haber imaginado que encontraría a mi otra mitad en Carter West el chico más popular de la maldita universidad.
Ahora que estoy de pie en medio de la habitación, mientras mi mejor amiga me da un fuerte abrazo. Las lágrimas contenidas brillan en sus ojos y estoy segura de que si ella llora terminaremos ambas en un río de lágrimas.
—Luces hermosa— Jessie me regala una enorme sonrisa y añade.—No puedo esperar a ver la cara de Carter cuando te vea llegar con ese asombroso vestido.
Una carcajada sale de mis labios, porque ella tiene razón. El vestido es largo de un color blanco hueso, mi espalda se encuentra desnuda en un corte de V y toda la tela que cubre mis brazos, mi pecho es de encaje, el vestido no es extravagante pero luzco elegante y me siento como una diosa en el. Mi cabello está recogido en un moño y el maquillaje es sencillo pero sé que a mi esposo le encantará tanto como a mi.
—Va a querer quitármelo en cuánto tenga la oportunidad—susurró en voz baja para que el resto de las personas en la habitación no escuchen mi imprudencia.
—Podrías estar vistiendo una camiseta y aún así Carter te encontraría hermosa.
Touché.
Mi madre aparece en dónde nos encontramos y un suspiro sale de mis labios, estoy tan feliz de que finalmente ella y mi padrastro luego de mucho tiempo aceptarán mi relación con Carter y aunque al principio parecían odiarlo ahora ambos lo amaban y lo veían como parte de nuestra familia y eso me hacía demasiado feliz.
—¿Estás lista?—pregunta mi madre y muevo la cabeza en confirmación.
El nudo en mi garganta es demasiado grande como para decir una sola palabra en este momento sin lanzarme a llorar. Segundos más tarde mi padrastro aparece en la habitación y sé que en pocos minutos estaré casada, nuevamente.
Salimos de la habitación, mis damas de honor están esperando la señal para entrar y en cuánto la música suena llenando todo el lugar, veo a Jessie alejarse, seguida de Paige y Lottie. Las tres se ven hermosas con sus vestidos de satín rosa caminando hacía el altar, no soy capaz de ver mucho más y me tiene al borde del colapso no poder ver a Carter y a los chicos aún.
Seguido de ellas Evan y Megan los mellizos de mi mejor amiga se encargan de las flores y la nostalgia me golpea sabiendo que a Evan le hubiese encantado estar aquí pero el destino decidió arrebatármelo de una manera cruel, sin embargo, él siempre vivirá en nuestros corazones.
Finalmente es mi turno de caminar al altar, mi respiración falla cuándo veo a Carter de pie en el altar, luciendo increíblemente atractivo y todos los nervios desaparecen, sé sin lugar a dudas que él es el hombre que amaré por el resto de mis días.
Su sonrisa se expande mientras me ve acercando y le sonrió en respuesta, cuando finalmente nos encontramos uno frente al otro mis padres me entregan a él y sin pensarlo me lanzo a sus brazos para darle un pequeño beso en los labios que tiene a todos los invitados riendo.
—Me deben cincuenta dólares, les dije que se besarían antes de que culmináramos la ceremonia—escucho el susurro venir detrás de Carter y sé con certeza que se trata de Keith.
—Eres la mujer más hermosa sobre la tierra—dice Carter y entonces la boda inicia.
No escucho una sola palabra de lo que están diciendo porque estoy más concentrada en observar a Carter y en lo feliz que estoy en este momento, de lo afortunada que soy por tener a todas estás personas en mi vida y de lo mucho que soñé con este momento que ahora se todo se hacía realidad.
Ya no era la Laurel Hans ingenua e infeliz llevando una vida que no le gustaba, Carter me había enseñado a sacar la mejor versión de mi misma y jamás sabré cómo agradecerle por eso.
Cuando nos preguntan si aceptamos estar juntos ambos décimos que sí al unísono, la ceremonia siguió sin inconvenientes hasta que finalmente llegó el momento.
—Si no hay nadie que se opone a esta unión, los declaró marido y mujer.
Esas palabras parecen detonar algo dentro de Carter porque de inmediato sus manos están en mi cintura, su cuerpo duro chocando contra el mío mucho más suave, una de sus manos se aleja de mi cintura para acariciar mi mejilla y con una sonrisa ladeada se acerca a mis labios.
—Démosle un espectáculo digno de los West.
Sin decir más sus labios colisionan contra los míos y yo me derrito en sus brazos, el beso empieza lento hasta que muerde mi labio inferior ligeramente y con un jadeo de mi parte y una sonrisa en sus labios él decide llevar el beso más lejos. Nuestras lenguas se encuentran, el beso es profundo y desesperado, nos decimos con nuestros labios todo lo que no somos capaces con palabras, mis dedos se deslizan en su cabello y su mano que antes se encontraba en mi mejilla se deslizó hasta mi trasero y me importa una mierda que todos nos estén viendo porque esto sí es un beso de bodas.
—Vayan a un cuarto—escuchamos a alguien gritar y rompemos nuestro beso para reír.
—¡Eso planeó hacer!—grita Carter en respuesta.
Seguido de eso me levanta entre sus brazos, un chillido sale de mis labios por lo inesperado de su acción, nuestros amigos y familiares empiezan a aplaudir, reír y tomarnos fotografías mientras él nos aleja y mi corazón podrías explotar de felicidad en este momento.
—Te amo—le digo con toda la sinceridad de mi corazón.
—Yo siempre te he amado, nena—responde Carter.
Oficialmente somos Laurel y Carter West contra el mundo.
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