Capítulo 36
Carter.
—¿Quieres seguir jugando a esto?—preguntó cruzándome de brazos y ella finge no escucharme.
Su espalda está en mi visión mientras ella se aleja, está mojada y desnuda en la piscina, lo único en lo que puedo pensar es en miles de maneras de tomarla aquí y ahora, sin embargo la dejó alejarse por novena vez en la noche y jodidamente estoy sufriendo ante su osadía.
Maldigo por lo bajo cuando se gira y soy completamente de ver perfectamente sus pechos desnudos y erectos.
Incapaz de poder mantenerme alejado un segundo más, avanzó hacia dónde ella está y sostengo sus caderas atrayéndola a mi. Su cuerpo choca contra el mío y jadea, sé que lo hace porque estoy presionando mi erección en su abdomen.
—¿Vas a seguir ignorándome?—susurró acariciando su cadera con mis pulgares, Laurel traga saliva y me mira a los ojos.
—¿Quieres que siga haciéndolo?—responde ella con otra pregunta.
—Jodidamente no.
Se muerde el labio y sus manos van a mi pecho desnudo, baja lentamente, tomando su tiempo y cuando creo que realmente va a pasar algo aleja su mano y retrocede alejándose de mi agarre con una sonrisa.
—Solo hay una manera en que deje de jugar—anuncia y para este punto le puedo dar cualquier cosa que quiera solo para que deje de alejarse de mi.
Quiero lastimar a mi yo de hace una hora por haber empezado este juego, en donde ahora soy el más perjudicado.
—¿Qué manera sería esa?—inquiero acercándome cada vez más, mientras ella se sigue alejándome.
—Quiero que me digas porqué has estado actuando raro los últimos días.
Por un segundo entro en pánico, pienso en las posibilidades de que ella sepa lo que estoy planeando, pero no hay manera. He sido meticuloso, llevo semanas planeándolo y en ningún momento ella sospechó.
—No sé a qué te refieres—respondo encogiéndome de hombros y la veo entrecerrar los ojos en mi dirección.
—No mientas.
Me cruzo de brazos, no hay manera en el infierno en qué le diga lo que he estado planeando así que por el bien de mi plan voy a mentirle. Odio tener que hacerlo, se lo tendré que recompensar mucho, pero es la una opción que tengo para este punto.
—Estaba preocupado, sé que tomaste la pastilla del día siguiente luego de nuestro desliz y que ahora estás en control de natalidad pero no puedo evitar pensar en que...
—No lo estoy—ella me corta, cruzándose de brazos ocacionando que sus pechos se vean más apetecibles pero mantengo mi vista en su rostro porque estoy odiándome por ser un maldito mentiroso en este momento.— ¿Por qué no me dijiste nada?
—No quería molestarte con eso—es mi respuesta automática.
—Habiendo solucionado nuestro problema—dice acercándose, las gotas de agua caen por su cuerpo y no me puedo contener más.
Acortó la distancia que nos separa y deslizó mi mano en la parte posterior de su cuello atrayéndola a mi, ella gime sobre mis labios y no puedo contenerme más. Reclamo sus labios de manera codiciosa, mientras mis manos lentamente pasan de su cuello a su cintura, luego me tomo un tiempo especial en sus caderas antes de obligarla a abrir las piernas para mi.
Mi dedo se desliza en su clítoris y gruño cuando siento lo mojada que está, no hay manera de confundir eso con el agua de la piscina.
—Carter—dice mi nombre en un gemido y sin necesidad de que lo pida sé que quiere más.
—Ven aquí, cariño —la levantó y nos llevó hasta el borde de la piscina donde la obligó sentarse.
—¿Qué vas a hacer?—cuestionó con la respiración agitada.
—Pon tus piernas en mis hombros—ordeno y ella automáticamente hace lo que le pido. Me deleito ante la vista de su precioso coño mojado y me muerdo el labio inferior.—Necesito probarte ahora mismo.
—Hazlo—Laurel súplica y no necesita pedirlo dos veces porque ya la estoy devorando.
Mi lengua se desliza en su húmeda y no puedo evitar gemir cuando sus caderas se balancean hacia adelante y sus manos van a mi cabello.
No me detengo, mi lengua hace su trabajo como si mi vida dependiera de ello, los quejidos de Laurel solo hacen que mi polla se vuelva más dura. Mi lengua hace su camino hacia su entrada y la tomó profundamente, ella grita con fuerza y sin miedo de ser escuchada y jodidamente me corro como un maldito adolescente. Vuelvo al ataque y ella suelta gemidos y palabras incoherentes hasta que finalmente llega al orgasmo y todo su cuerpo tiene pequeños espasmos.
Sonrió orgulloso de hacerla sentir así, ella se inclina hacia adelante y con su mano limpia mi barbilla antes de besarme.
—¿Está mal si digo que amo tu lengua?—pregunta ella de manera burlona cuando nos separamos.
—Siempre que sea la mía y no la de alguien más.
Salgo de la piscina y la ayudó a levantarse, aún sigue absolutamente desnuda por lo que la sostengo y la levantó, automáticamente sus piernas van alrededor de mis caderas y nos llevo dentro de la casa.
—Estamos mojando todo—dice Laurel con preocupación.
—Tranquila, se va a secar en algún momento. Ahora tenemos cosas más importantes qué hacer—avisó y ella ríe.
—¿Te refieres a tener sexo toda la noche?
—Sabes que eso es justo lo que va a suceder.
Subimos las escaleras y en cuanto llegamos a la habitación la dejó caer sobre la cama, su cabello está desparramado sobre la cama, sus ojos verdes brillan, la sonrisa de satisfacción en sus labios vuelve a mi corazón palpitante.
Su cuerpo es perfecto, esta chica fue hecha para mi y no pienso dejarla ir jamás, pienso amarla y darle todo el placer que necesita por el resto de su vida.
—¿Qué pasa?—pregunta y niego con la cabeza.
—Solo estoy pensando en lo mucho que te amo.
—Yo también te amo, más de lo que puedas imaginar Carter West.
Dejo caer mi bañador que está vuelto un desastre, la mirada de Laurel se va a mi erección y suelto una pequeña risa cuando veo su boca abrirse en una pequeña "o" ya que siempre tiene la misma reacción. Me subo a la cama acercándome a ella y automáticamente sus piernas van a mi alrededor, presiono mi gruesa e hinchada cabeza en su entrada y ella gime con fuerza cuando de un solo movimiento estoy dentro de ella.
Entonces ya no tenemos tiempo para hablar, solo somos ella y yo unidos, sintiéndonos el uno al otro de la manera más íntima que puede haber, nuestros cuerpos en una misma sintonía mientras estoy dentro de ella.
Poco a poco el placer nubla nuestros sentidos, nos besamos, nos tocamos y explotamos cada uno de nuestros sentimientos con nuestros cuerpos. La tensión se acumula hasta que ambos llegamos a nuestra liberación.
Aún estando dentro de ella nos giró para que esté sobre mí y acarició su espalda desnuda mientras Laurel deja suaves besos en mi pecho.
—¿Te parece bien si tomamos una ducha?—le preguntó sin querer romper el momento, pero sabiendo que lo necesitamos y también cambiar estas sábanas mojadas.
—Solo si me prometes otra ronda.
—He creado un monstruo—bromeó ocasionando que ella golpeé suavemente mi pecho con la palma de su mano.
—Llévame al baño y no digas más nada si no quieres que te deje de hablar.
—Se que no lo harías—digo con seguridad mientras nos levantó de la cama y me encamino al baño de la habitación.
Esta noche apenas comienza.
***
—Creo que estaba sospechando—habló en voz baja para que nadie pueda escucharme.
—Solo estás siendo paranoico, tranquilízate y sigue con el plan—ordena Jessie y cierro los ojos.
—No me gusta tener que mentirle—digo observando en dirección de la puerta y Jessie resopla al otro lado de la línea.
—Estás completamente dominado por ese trasero, nl va a morir si le omites un poco de información Carter, vive con eso—anuncia y luego escucho voces en el fondo.—Sí, es Carter.
Supongo que no está hablando conmigo por lo tanto sigo preparando el desayuno de Laurel, las voces siguen un poco más antes de que ella vuelva a hablar.
—Keith, Landon, Drew y James te mandan saludos, dicen que te avise que Jason llegará mañana temprano—ella corta para decirle a todos que se callen o si no se irán de su casa y luego vuelve a retomar la conversación conmigo.—Ya está todo solucionado, arreglamos los últimos detalles con sus padres, los esperamos aquí mañana y sucederá la magia.
El alivio que siento es automático al saber todo eso.
—Gracias a todos por esto.
—Lo que sea para ver a Laurel feliz—contesta Jessie y sonrió porque no puedo estar más contento de que mi chica esté rodeada de personas que realmente la amamos.
Cuelgo el teléfono y lo dejo a un lado, en ese instante Laurel aparece en la cocina cubriendo sus boca con la mano debido a un bostezo.
—Aquí estás —se sienta en el taburete frente a mi.—Llevo minutos buscándote, esta casa es enorme.
—Nunca estoy demasiado lejos de ti si eso te consuela.
Beso sus labios y pongo el desayuno frente a ella.
—Preparé esto para ti, pequeña dormilona—ella observa la comida con ojos de anhelo y gime cuando se lleva el primer pedazo de pancake a la boca.
—Gracias por el desayuno, te amo—dice antes de enfocarse en su comida.
Ya comí antes de que despertara y entrene un poco así que me limito a observarla mientras come, en momentos solo se detiene a sonreírme y no puedo parar de pensar en lo afortunado que soy por tenerla.
El teléfono vibra en mi bolsillo y me sorprende que alguien esté llamando en este momento, se supone que ya todo estaba arreglado.
—Iré a contestar está llamada—le aviso a Laurel dándole un beso en la frente antes de salir y contestar la llamada sin saber quién está llamando.
—Están en problemas—la voz de la chica suena agitada como si hubiese estado corriendo una maratón.
Mi ceño se frunce automáticamente, seguramente es una llamada equivocada. Veo el teléfono y es un número desconocido por lo tanto estoy apunto de decirle que cometió un error cuando me interrumpe.
—Necesito que me escuches ahora, Carter—hace una pausa, puedo escuchar su respiración y cuando creo que no dirá nada más entonces habla.—Pensábamos que ya se había acabado todo, pero no es así. Xander no trabajaba solo y ahora alguien está cobrando venganza por su muerte, mataron a mi padre y logré escaparme, pero escuché una conversación y sé que tú y Laurel están en peligro.
Giró sobre mis talones para comprobar a Laurel y la veo sentada en el taburete terminando su desayuno. Un nudo de incertidumbre se instala en mi garganta y la realización de con quién estoy hablando me golpea.
—¿Cassie? —preguntó en un susurro.
—Soy yo, no quiero que hagas preguntas ahora. No hay tiempo, sea donde sea que estes toma a Laurel y váyanse de ahí.
—¿Qué hay de ti?—inquiero, estoy sosteniendo el teléfono con tanta fuerza mientras camino en dirección a Laurel que no sé cómo no se ha roto.
—Estoy bien, Jason viene por mi —avisa y la llamada se cuelga segundos después.
Respiro profundamente viendo a nuestro alrededor, no parece haber nadie cerca cuando miro a través de las ventanas, pero si todo lo que Cassie dijo es cierto, entonces estamos en peligro.
—Necesito que me escuches con atención —interrumpo dentro de la cocina y Laurel me mira, la confusión está tallada en su rostro.—No tengo tiempo para explicarte los detalles, pero estamos en peligro y tenemos que irnos de aquí.
—¿En peligro? ¿A qué te refieres? —el miedo en su voz es palpable y aunque quisiera en estos momentos sostenerla y decirle que todo está bien tenemos que movernos.
—Solo necesito que confíes en mí, el auto está afuera, voy a buscar las llaves en la habitación y nos vamos.
Estoy seguro de que subo las escaleras en tiempo recorrer, tomó las llaves del auto que se encuentran sobre la mesa de noche, sostengo un par de zapatillas de Laurel para que no salga descalza y regreso hacia donde está Laurel vestida solo con su pijama que consiste en una de mis camisetas.
Esta nerviosa, lo puedo deducir por la tensión en sus hombros y la manera en la que se balancea de un lado a otro mientras me espera al final de las escaleras.
—Todo estará bien, no dejaré que nada te suceda—la tranquilizó inclinándome para ponerle los zapatos y en cuanto estamos listo le doy mi mano.
—Pase lo que pase estamos juntos y eso es lo importante —dice Laurel.
Estamos apunto de salir cuando el sonido de un estallido que proviene del patio trasero nos distrae, sostengo a mi chica y abro la puerta, sin embargo lo primero que veo al abrirla es a un hombre apuntándonos con un arma.
—¿A dónde creen que van?
***
¡Penúltimo capítulo de Química innegable! Vaya no puedo creer que ya estamos en este punto de la historia, estoy tan nostálgica al respecto.
Me gustaría primero que nada agradecerle a todas por leer esta historia, jamás pensé que a alguien le gustaría y no puedo decir con palabras lo feliz que estoy de que les guste. 🥺❤️
El capítulo de hoy es dedicado a las hermosa @Alejandriaa_ ¡feliz cumpleaños atrasado! Gracias por leer la historia.
Volviendo al tema de la historia,
¿Qué creen que pasará con Carter y Laurel?
¿Quién es el hombre que los está apuntando con un arma?
¿Por qué fueron primero por Cassie?
Para descubrirlo tendrán que leer el capítulo final que estará disponible muy pronto.
Espero que les haya gustado, como siempre estaré leyendo sus comentarios. 👀
¡Un beso y un abrazo!
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