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Capítulo 14


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Carter.

Han pasado dos días desde que Laurel ha estado viviendo en la misma casa que yo y es la misma cantidad de tiempo que ha pasado desde que recibí una llamada de Jason avisando que se iría de la ciudad por un rato y que dejara de buscarlo.

Eso solo fue una señal de alerta para mi, sabía que él solamente estaba huyendo para no darme respuestas y huir no es algo a lo que los West estamos acostumbrados a hacer.

La puerta del local se abrió y un hombre alrededor de sus cuarentas se acercó a donde me encontraba sentado.

—¿En qué le puedo ayudar? —interrogó dejando de lado mi blog de notas en el que solo me encontraba garabateando.

—Vengo a hacer una cita para el domingo en la tarde, necesito cubrirme esto —dice y se levanta la camiseta demostrando un terrible tatuaje de lo que parece ser el rostro de una chica.

Esas son las cosas que ocurren cuando las personas para ahorrarse dinero van a un lugar mucho más económico donde les juran que todo saldrá bien pero al final el resultado siempre es lo mismo: un horrible tatuaje o una infección.

—Va a ser difícil de cubrir ese tatuaje—le avisó al hombre y viéndolo bien van a tener que ser varias secciones antes de poder lograrlo por completo.

—Lo único que importa es poder cubrirlo—dice bajándose la camiseta. —Mi esposa lo odia.

—Puedo entender el porqué —respondo y a continuación le hago llenar un formulario con todos los datos necesarios para su cita.

Mientras el hombre se encuentra haciendo eso la puerta vuelve a abrirse y Drew entra con una enorme bolsa de lo que parece ser comida.

—Demonios, eres el mejor —anuncio y él solo ríe mientras deja la bolsa caer en el lugar vacío del escritorio.

—Todos saben lo asombroso que soy.

—Puedo decirte a tres chicas que no creen que eres asombroso.

—Sabes muy bien que ellas no cuentan, no es mi culpa que me haya acostado con las tres la misma semana, no soy adivino para saber que son hermanas.

Suelto una carcajada negando con la cabeza, en su defensa el hombre tiene razón. Esas chicas no se parecían en lo absoluto, fue demasiado gracioso cuando llegaron a la casa hechas una furia gritando como locas y arrojando mierdas sobre Drew.

Fue épico y estoy seguro que aún podría encontrar el video que grabaron mientras lo hacían en YouTube.

—Deberías empezar a pedir acta de nacimiento a cada chica que te follas —bromeó mientras lo veo poner los ojos en blanco.

—Vete a la mierda.

El hombre nos observa a ambos como si estuviéramos locos antes de terminar el formulario y devolverlo  junto con su abono inicial.  Me despido con un brevísimo asentimiento y Drew y yo lo vemos salir.

—Entonces, ¿me puedes decir qué te trae por aquí? —pregunté inclinando mi cuerpo sobre el escritorio.

—¿No puede un amigo simplemente venir a traerle un poco de comida a su desamparado y trabajador amigo?

—No sin tener una razón oculta—suelto levantando una ceja.

—Bien, necesitaba salir de casa—se queja sentándose en el sofá justo al lado de mi escritorio y saca un plato de comida de la bolsa y una bebida haciendo un ademán para que tome el mío y hago lo mismo. — Keith está con la italiana y sabes que cuando están juntos no hay manera en que no se escuchen sus cochinadas por toda la casa. No tengo idea de dónde está Landon o Laurel así que vine aquí.

—Por lo tanto soy tu última opción, me dueles, Drew. —hago un puchero y atacó la comida antes de hablar.— Laurel está con Jessie y Evan estudiando y no tengo una puta idea de dónde está Landon.

—Entonces Landon está desaparecido porque no lo veo desde el entrenamiento de ayer —anuncia tomando un trago de su bebida. —Hablando de desaparecidos, ¿Has sabido algo de tu hermano?

—¿Aparte de que está literalmente huyendo de mi?, nada.

Él niega con la cabeza y sé que debe estar pensando que Jason es un desgraciado y no está tan lejos de la verdad porque no me ha dado nada más que una llamada de un minuto a pesar de que le he dejado más de cien mensajes por día.

—Te lo digo, con esa imagen de él rondando por las redes no va a tardar mucho para que lo conecten contigo y quieran meterte en los problemas de tu hermano.

—No creo que eso pase, el entrenador sabe muy bien que no soy responsable de las cosas que hace mi hermano.

—Sin embargo, ya te ha llamado para hablar sobre él y quejarse a pesar de que Jason ni siquiera va a nuestra universidad.

A pesar de que no he querido admitir que la imagen de Jason puede perjudicar también la mía,  Drew tiene razón al decirlo.

—¿Y qué puedo hacer? Aunque él estuviera aquí no hay manera de eliminar esa foto que ya casi todo el campus ha visto.

—Esto es un desastre.

—Solo espero que nada de eso influya con mis cosas, ya tengo suficientes problemas.

—Esperemos que no, además no estás solo—hace una pausa dramática apuntándose así mismo.— Me tienes a mí y a los chicos.

—¿Está es la parte en la que admites estás enamorado de mí desde que nos conocemos?, Porque tengo que avisarte que a Laurel no le gustaría nada la idea de ti merodeando sobre mí en casa después de eso—bromeó.

—Vete a la mierda.

—Tendrás que encaminarme.

Drew niega con la cabeza antes de tomar otro plato desechable de la bolsa con rollos primavera, entonces ambos comemos como si no hubiéramos tocado alimento por una década completa mientras hablamos de cosas triviales que van desde el entrenamiento hasta el clima.

Luego la cita que tenía programada aparece antes de lo planeado y Drew se inmersa en su celular mientras yo me concentro en mi trabajo.

Este es mi último trabajo antes de regresar a casa y desde que Laurel está viviendo ahí he estado demasiado ansioso por llegar a casa y simplemente encerrarme con ella en la habitación, sin embargo hoy tengo planes diferentes para nosotros.

Dos horas más tarde he terminado con el tatuaje, la chica agradeció luego de que terminé de colocar el vendaje y salió del lugar.

—Eso es todo, ya podemos irnos—aviso a mi amigo mientras me deshago de los guantes.

—¿Por qué van a cerrar tan temprano? —interroga él.

—Los demás no han podido venir a trabajar hoy, Jimmy me pidió el favor de que viniera a pesar de que es mi día libre y tengo planes esta noche así que voy a cerrar temprano.

—¿Qué tipo de planes?

—Planes que no te involucran—respondo mientras limpio mi escritorio deshaciéndome de la bolsa que antes contenía alimento.

—¿Laurel si está involucrada en esos planes? —preguntó levantando las cejas de manera insinuante.

—No es tu asunto—manifesté lanzándole el trapo que usaba para limpiar el escritorio.

Drew lo atrapó fácilmente y se hecho a reír, me crucé de brazos retándolo a decir una palabra más, pero él simplemente levantó las manos en señal de rendición.

—Entonces no hagamos esperar más a tus planes, vámonos.

Cierro el local luego de salir y nos dirigimos al auto, el camino a casa es extremadamente rápido, solo estamos a dos cuadras desde mi trabajo así que cuando llegamos luego de diez minutos en el auto vemos que tanto como el de James, Keith y Landon también están estacionados en la acera.

—¿Esto significa que la italiana ya se fue?—inquiere Drew caminando a mi lado.

—La italiana tiene nombre, Drew.

—Como sea.

Ignoro su comentario y ambos nos adentramos a la casa. Cuando cruzamos el pasillo que conecta a la sala de estar todos están sentados en el sofá hablando de algo que no tengo una puta idea porque mis ojos inmediatamente caen sobre Laurel y lo bella que está.

No la veía desde que nos despedimos en el campus en la mañana, ella levantó la mirada con una sonrisa por algo que Jessie le había susurrado y cuando sus ojos que tanto me encantan hacen contacto conmigo su sonrisa se agranda mucho más.

Acortó la distancia que nos separan.

—Llegaste—dice en un pequeño susurro.

—Así es, cariño—me inclino para darle un pequeño beso en sus labios.

Ese acto desató una cadena de gritos de parte de todas las personas de la sala.

—Busquen un cuarto—gritaron Landon y Keith al unísono ocasionando que les enseñara el dedo del medio.

—No se preocupen, Laurel y yo nos iremos a otro lugar lejos de esta casa—anunció tomando la mano de ella y levantándola del sofá para tenerla a mi lado.

Ella frunce el ceño y me mira con curiosidad. —Pensé que terminaríamos los últimos detalles de nuestro proyecto hoy.

—Sí, pero esta tarde cambié de opinión y quiero llevarte a otro lugar.

—¿Es una cita?—indagó Jessie desde su asiento y ahora todos me miran como si me hubiese crecido un tercer ojo.

—Entonces, ¿lo es? —cuestionó Laurel alejándose de mi agarre.

—Sí, te llevaré a nuestra primera cita.

—El jodido Carter West llevando a alguien a una cita, eso es realmente algo que jamás me habría esperado ver—bromea Keith.

—Que te jodan.

—Lo dices porque él tiene razón —añade James.

—Los dos están siendo unos idiotas, tengo mejores cosas que hacer.

—Voy a la habitación, Jessie ¿puedes venir conmigo por favor? —interviene Laurel y su amiga se levanta no sin antes lanzarle una mirada asesina a su novio y ambas desaparecen por las escaleras.

—Son unos jodidos idiotas, acaban de asustarla por completo —farfullé tomando asiento en el lugar vacío en donde antes estaba Laurel.

—Tranquilo, todo estará bien. Ella sabe que solo estamos bromeando—me tranquiliza Keith, pero no funciona en lo absoluto.

—Eso no es cierto, ella creyó por mucho tiempo que era un cretino mujeriego y ustedes al decir que jamás se imaginarían que yo llevaría a alguna chica a una cita debió recordarle que soy un tipo desagradable que siempre pensó que era, gracias por eso—exhale aire con lentitud.

—Eso no es cierto, si ella siguiera pensando eso en primer lugar jamás se habría mudado aquí con nosotros—informó Landon.

—Además parecía que le gustó la idea de que la llevaras a una cita—aporta Drew.

—Todos tienen razón, Jessie me dijo que Laurel está cambiando, según sus palabras es más feliz y libre.

—Ahora necesito que nos detengamos con esta conversación porque me siento parte de un grupo de apoyo para no morirme de nervios en una cita y es patético —anuncio levantándome del sofá y caminando directo hacia la cocina.

—¿Quieren una cerveza?—interrogó desde la cocina.

—Estamos bien—gritan en respuesta.

Saco una cerveza de la nevera y hago una nota mental de que debemos ir a comprar comida. No llego a darle ni un sorbo al líquido cuando Keith aparece y se apoya contra el marco de la puerta.

—No creo que debas tomar esa cerveza—dice cruzándose de brazos.

—Ilumíname—dejó la cerveza en la encimera y me cruzo de brazos.

—Porque vas a manejar mi auto y no vas a hacerlo luego de haber tomado.

Él lanza la llave de su auto en mi dirección y la atrapó a mitad del camino.

—Si le haces un solo rasguño te mato—amenazó seriamente y niego con la cabeza porque sé lo mucho que él cuida a su bebé.

—Voy a cuidarlo.

Escuché pasos bajando por las escaleras y supuse de inmediato que se trataban de las chicas. Salí de la cocina olvidándome de la cerveza y pasando de largo al rubio.

Lo primero que vi cuando levanté la vista hacia las escaleras me dejó sin aliento. El cabello castaño de Laurel estaba suelto y largo cayendo sobre sus hombros desnudos en una camiseta blanca. Tenía una falda ondulante negra corta y en sus largas piernas luce un par de botas vaqueras.

—Si no te la llevas a esa cita en este preciso momento voy a hacerlo yo—advierte Landon en broma.

—Luces hermosa—dije cuando termino de bajar las escaleras y la atraje en un apretado abrazo.

La besé porque hacerlo me hacía sentir mejor, la besé porque no podía pasar otro segundo más sin hacerlo y había esperado a volverlo hacer desde aquel día en el patio trasero del local, la besé porque me volvería loco si pasaba un segundo más sin hacerlo. Cuando finalmente rompí el beso sus labios parecían hinchados y algo en su mirada había cambiado.

Ella se rió cuando noto que todos en la sala nos estaban mirando en silencio y entrelacé nuestros dedos.

—Vamos a nuestra cita.


***

SIGAN ADELANTE PARA LEER EL CAPÍTULO  15 .

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