Capítulo 11
Laurel.
Abro la boca para decir algo, pero las palabras mueren antes de ser siquiera capaz de mover la lengua. Lo miro con sorpresa, está de pie delante de mi sin camiseta, con los nudillos destrozados y parece ser que lo único que le importa en este momento es tener una respuesta de mi parte, algo que le haga saber que estamos en el mismo punto, que queremos lo mismo.
Sin embargo, los pensamientos de qué pasaría si diéramos ese paso no paran de atormentarme.
Estamos casados, y hemos hecho cosas... Pero todo parece demasiado apresurado.
Carter da un paso adelante y se tambalea un poco hasta estar frente a mi, tiene un par de moretones en el pecho lo que estoy segura es a causa del partido y noto la ausencia de sus ya reconocida perforación.
—Dime algo, por favor —susurra, el ruido del fondo parece esfumarse de repente porque ahora solo soy capaz de escuchar los latidos fuertes de mi corazón.
—¿Qué pasa si todo esto sale mal?— preguntó asustada de lo que pueda ocurrir sobre la decisión que tomemos hoy. —Todo sería más fácil si anulamos el matrimonio y seguimos con nuestra vida.
—Sería más fácil alejarnos, tienes razón— él hace una pausa, mirándome a los ojos y estamos tan cerca que soy capaz de sentir su calor. — Pero yo tomo riesgos, no me quedó plantado pensando en qué pasará, no me quedo con la decisión más obvia que lleva al camino más fácil y ahora mismo solo quiero que tú piensen igual.
—¿Qué pensarán los demás?, ¿Tu familia?, ¿Mi familia? No quiero ni imaginar lo que pasará cuando se enteren que estoy casada —digo asustada.
—No tienen que enterarse, mi hermano no le dirá nada a los míos y tú tampoco a los tuyos, descubramos juntos hasta donde llega esto y luego tomamos una decisión sobre eso—responde y suena tan claro y sabio que casi olvido que está borracho.
—No vas a opinar lo mismo mañana.
—Estoy consciente de todo lo que estoy diciendo—es su respuesta.
—Bien—suspiro y veo hacia la casa donde un par de personas parece estar grabándonos.— Estoy de acuerdo, averigüemos lo que sentimos.
—¿Estás segura? —pregunta sonriendo.
Cuando asiento él suelta una carcajada y me levanta en sus brazos dándome un pequeño beso en los labios y en ese preciso momento sé que he tomado la decisión correcta.
Carter West es un gran chico, no me imagino experimentando mis sentimientos con alguien más que no sea él y aunque la idea me aterroriza estoy dispuesta a arriesgarme.
—Bájame —finjo estar molesta pero en realidad estoy aguantando las ganas de reír.
—No voy a bajarte nunca —niega con la cabeza y me sostiene fuertemente mientras nos encamina dentro de la casa dejando el patio atrás.
Me sorprende la manera en la que solucionamos el problema, hace menos de cinco minutos estábamos en el patio discutiendo y yo estaba completamente insegura sobre dar un paso más con él, insegura porque él tenía a todas esas chicas a su alrededor que morian por un pedazo de él, pero Carter no permitió que me alejara, él se abrió ante mi y afirmó sentir cosas por mi.
Y a pesar de que durante las primeras semanas intenté alejarme lo más posible de él y del hecho de que estábamos casados en el fondo también sabía que me alejaba por temor a sentir cosas de las que no me pudiera retractarme.
Sin embargo, ya era demasiado tarde, estaba sintiendo cosas fuerte por Carter West y nada podía evitarlo.
Cuando finalmente me bajó de sus brazos me colocó sobre su cama, nos habíamos alejado de las personas y ahora estábamos encerrados en su habitación lejos de las miradas curiosas.
Carter se acercó a su armario y sacó una enorme camiseta que colocó a mi lado. Observé la prenda en silencio preguntándome para qué la dejaba ahí, pero antes de que preguntara él se adelantó.
—Sé que prometí que iríamos lento, pero realmente quiero dormir contigo esta noche —se detiene cuando ve mi rostro de sorpresa y la sonrisa coqueta en sus labios se hace amplía con cada segundo.— Solo dormir, prometo mantener mis manos quietas.
—No creo que seas realmente capaz de mantenerte quieto—sostengo la camiseta y le hago señas para que se gire.—Date la vuelta mientras me cambio.
—Lo voy a intentar —dice girándose y dándome la espalda. Estoy apunto de quitarme la falda cuando gira el rostro viéndome y me guiña el ojo mientras sonríe. —Solo hazlo rápido.
Esta vez se mantiene quieto mirando hacia la pared mientras me quito la falda por completo quedándome en bragas. El aire se siente pesado con cada prenda de ropa que me quitó hasta quedar solo en ropa interior. Puedo escuchar las respiraciones pesadas de Carter y sé que está tomando todo su autocontrol no girarse.
La sensación de estar casi desnuda en la misma habitación que él sin que pueda verme me da una extraña sensación de poder y excitación que no había sentido jamás.
Pienso en lo fácil que sería solo acercarme y romper la tensión con un toque, un beso o un simple susurro. Sin embargo, no hago nada de eso.
Vamos a ir lento.
Tiendo asustarme rápidamente por todo y lo mejor para ambos es que tomemos lo que va a ser nuestra relación con calma, pero es difícil hacer todo eso cuando Carter está en toda su gloria a pesar de no estar completamente desnudo, su espalda está completamente desnuda y es un espectáculo de músculos, puedo ver la mitad de una ala tatuada en su espalda y me preguntó porqué solo se tatuó en un lado y no en ambos y soy capaz de ver la sombra de su bóxer asomándose en su cadera.
Suelto un fuerte suspiro cuando me deshago del sostén y me obligo a mi misma a ponerme la camiseta y alejar aquellos pensamientos impuros de mi mente.
No pueden culparme, Carter West es la definición de ardiente.
Apiló mi ropa en una esquina y le anunció que ya puede girarse.
Cuando los hace sus ojos parecen estar en llamas, su mirada recorre mis piernas desnudas y descansa unos segundos en mis pechos que se animan por la atención y luego sus ojos chocan con los míos.
Sé que para él fue igual o más difícil permanecer quieto mientras me cambiaba y puedo ver la evidencias de ello en el bulto de sus pantalones.
Ambos nos miramos en silencio, su respiración está agitada al igual que la mía por la excitación pero ninguno hace nada al respecto.
Carter acortó la distancia que nos separaban, dio un pequeño beso en mi frente antes de lanzarse sobre la cama y dar palmadas al colchón invitándome a unirme.
Lo hago, me acuesto a su lado en la cama, pero el con una pequeña risa me jala para que esté más cerca, una de sus manos descansando en mi cintura mientras utilizo su pecho de almohada. Ambos nos mantenemos en silencio conscientes del ruido de la fiesta y de las personas que están afuera.
Por primera vez ambos estamos en la misma sintonía y se siente tan bien no tener miedo, estar acostada a su lado sin que los nervios me invadan es tan confortable.
No sé cuánto tiempo pasa así, hasta que nos quedamos dormidos.
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Los rayos del sol caen directamente sobre mis ojos cuando me despierto, suelto un fuerte gemido de frustración cuando abro los ojos pero toda la frustración desaparece de mi sistema cuando mis ojos se enfocan en Carter de pie delante de la cama con tan solo una toalla enrollada en su cintura.
Me pregunto si estoy soñando, pero cuando él me da una de esas sonrisas derrite bragas sé que está es la vida real.
—Buenos días, dormilona—dice sonriéndome tan ampliamente que sus hoyuelos hacen una aparición. —Creí que jamás despertarías.
—Es que la cama es demasiado cómoda —respondo estirándome.
—Tus ronquidos fueron suficiente para darme cuenta—de burla de mi.
—Yo no ronco—digo indignada y él solo se encontraba de hombros.
—Si eso es lo que quieres creer, está bien.
Le enseño el dedo del medio. Yo tampoco entiendo de dónde saco el valor últimamente para hacer este tipo de cosas pero me gusta.
Carter sonríe y se gira dándome un vistazo de su trasero cubierto por la toalla. Ello veo sacar un bóxer del armario y cuando pienso que va a seguir sacando ropa para cambiarse en el baño él deja caer la toalla al suelo y la vista de su trasero duro y desnudo me saluda desde el otro lado de la habitación.
—Oh, Dios mío —chilló tapandome los ojos.
Lo oigo reír fuerte y profundo ante mi reacción.
—¿Podrías avisar cuando vas a hacer eso?—grito en medio de una risa porque la suya es demasiado contagiosa.
—Oh, cariño, no es nada que no hayas visto antes—dice y luego lo escucho moverse en la habitación.—Ya puedes abrir los ojos.
Carter camina hacia mi, solamente se ha vestido en la parte de abajo y observó que los aros en sus pezones regresaron y los recuerdo de mí recorriendo esa misma zona me invaden fuertemente ocasionando que me sonroje. Él no parece notarlo y si lo hace no dice nada al respecto, simplemente se sienta en el espacio vacío en la cama y se reclina para darme un beso en la frente y respiró su aroma, huele a loción de afeitar y jabón, cuando seguramente yo debo ser un asco.
—Necesito una ducha urgente—suelto saliendo de las sábanas y él me deja alejarme.
—Dejé todo lo que necesitas en en baño—dice y me dirijo sola hacia el baño conociendo ya el camino.
Cuando abro la puerta lo primero que veo es una espalda desnuda, luego un trasero desnudo seguido de el sonido de un líquido chocar contra el inodoro.
Suelto un grito agudo cuando la persona está a punto de girarse para ver quién lo está interrumpiendo y cierro la puerta de golpe.
Segundo más tarde tres chicos salen preocupados de las diferentes habitaciones y luego Landon sale del baño totalmente sorprendido sobre mi presencia.
—¿Qué está pasando?—pregunta Carter acercándose y Landon palidece a mi lado.
—Tú esposa me acaba de ver orinar—suelta el pelinegro con rapidez luciendo aterrorizado ante la idea de mi viéndolo en el baño.
—No es mi culpa que no cierres con seguro—me defiendo cruzándome de brazos.
—Y tú podrías haber tocado la puerta primero —se queja él.
—¿Todos estamos de acuerdo en que ambos fallaron?—pregunta Keith desde la puerta de su habitación y hasta ese momento notó que aparte de Carter todos los chicos están solo en bóxer.
—Oh, por Dios. ¿No tienen ropa que ponerse?
—Agradece que no estamos desnudos—grita Drew.
Todos nos quedamos en silencio por un segundo, antes de explotar en carcajadas. La situación es realmente incómoda, sin embargo parece ser difícil tomar algo en serio con estos chicos alrededor.
—Como sea, manténgase vestidos cuando ella esté aquí —Carter es el primero en dejar de reír y luego los chicos asienten.
Landon regresa a su habitación sin mirar atrás y el resto hace lo mismo.
—No están acostumbrados a que una chica esté merodeando por aquí en la mañana—explica.
—¿Y qué pasa con sus conquistas?—preguntó frunciendo el ceño.
—Ninguna se queda el tiempo suficiente como para dormir aquí —se encoge de hombros y luego señala un conjunto femenino en el estante del baño y un cepillo de dientes nuevo.— La ropa es de la hermana de Drew y el cepillo es nuevo.
Le doy las gracias y procedo a entrar al baño para arreglar el caos que soy recién levantada.
Minutos más tarde ambos estamos listos y de pie en la cocina, una música suave y rítmica suena en la radio mientras ambos preparamos el desayuno de todos en conjunto. Él se encarga de revolver los huevos, mientras yo me enfoco en no quemar los waffles, cuando casi todo está listo los chicos aparecen en la cocina, está vez completamente vestidos y todos nos sentamos en la mesa a desayunar como si fuéramos una familia.
Y puede que de ahora en adelante lo sean. La sensación de felicidad en mi pecho es tan grande que no puedo contenerla y sonrió ampliamente a Carter cuando nuestros ojos se conectan y él hace lo mismo.
***
¡Hola hermosuras! Aquí nuevo capítulo para ustedes que tanto lo pedían.
Este capítulo tiene un montaña rusa de emociones y espero que les guste tanto como a mi me gustó escribirlo.
Las cosas entre #Laurter, finalmente están en una misma sintonía.
¿Qué les pareció el capítulo? Como siempre estaré leyendo sus comentarios 👀❤️
¡Besos y abrazos!
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