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03. Fingers

Shinso tenía una obsesión secreta, bueno, Denki la conocía perfectamente.

Y la odiaba.

La odiaba como nunca había odiado algo. La odiaba como Bakugo odia la vida, como BurgerKing odia a McDonals y como... como... ¡como la cosa más odiable del mundo!

Si, así.

Y Shinso amaba que él lo odiara.

Porque por más que Kamianri expresara su eterno rencor ambos sabían que era un odio vacío, que por más que profesara su repulsión ante aquella práctica jamás se alejaría.

¿Podemos llamarlo masoquista? Tal vez, realmente no le importa.

No importa cuanto odio le tenga Denki a dicha práctica, igual siempre terminaba disfrutándola, sino no tendría sentido y Shinso nunca se hubiera obsesionado con ella.

Pero basta de rodeos, seguro se están preguntando ¿cual era esa oscura obsesión secreta del callado y tranquilo Shinso Hitoshi?

Aunque no lo crean y deban de leerlo un par de veces más para procesarlo, Shinso Hitoshi amaba hacer que su novio llegara al orgasmo solo con los dedos

Si, justo así

Le había tardado un poco en descubrí esa pequeña manía suya, y por Kaminari sería mejor si nunca la hubiese descubierto.

Pero no lo mal interpreten, no es algo que hiciera sentir mal a Denki, no era nada que no llevara su consentimiento ni algo que lo dañara; simplemente odiaba que su novio lo "torturada" de esa forma.

Es decir, si podía tener todo de Hitoshi ¿por que conformarse con un par de dedos?

Claro, Shinso no lo aplicaba muy seguido pues eso le quitaría un poco de diversión al asunto, pero nunca dudaba en usarlo como castigo cuando su lindo novio se portaba mal.

Justo como esa noche.

- Por f-favor, Daddy, por favor, por favor -chilló el menor, arqueando la espalda en busca de más profundidad y apretando las sábanas fuertemente en busca de calmar su ansiedad.

- ¿Por qué debería de premiar a un niño malo?

- Me portaré bien, muy bien Daddy

- ¿Enserio lo harás?

Comenzó a delinear la entrada con el pulgar sin retirar los dos dedos que ya tenía dentro, causando un chillido agudo de parte del rubio que lo hizo sonreír con satisfacción

- S-si, si lo haré

Shinso volvió a sonreír. No iba a parar

- Lo siento bonito, los niños malos deben aprender la lección

Y claro que Denki la aprendió esa noche.

Hitoshi recuerda la primera vez que eso pasó; cuando su novio estaba demasiado caliente y sensible y con un simple jugueteo de dedos pudo liberarse; aquella primera vez Kamianri pareció avergonzado y Shinso se encargó de mimarlo y decirle que estaba bien y que era completamente normal

Sin embargo, al pasar el tiempo Shinso se sintió atraído por lo desesperado que su novio lucia cuando los dedos ya no eran suficiente y un día simplemente lo intentó.

Intentó llevar al extasis al menor con solo sus dedos y lo logró

Y no se arrepintió de nada

Era más tardado, claro, después de todo su novio estaba acostumbrado a su tamaño y un par dedos no le harían sentir lo mismo, sin embargo, cada expresión y gemido soltado por el rubio lo hacía valer totalmente la pena.

El chico terminaba más agitado de lo normal, con las mejillas totalmente sonrojadas, los labios entreabiertos, la respiración agitada y los ojos llorosos

Una imagen digna de admirar

- ¿Seguirás siendo un niño malo?

Denki tembló un poco aún sensible por el reciente orgasmo. Levantó la vista y vio como su novio llevaba uno de sus dedos a sus labios. Volvió a temblar

Hitoshi lamió la punta de su dedo medio causando un "plop" cuando lo separó de su boca; Denki no pudo evitar mantener la vista atenta a cada movimiento

- ¿Entonces?

- S-Seré un niño bueno. El mejor de todos, Daddy

- ¿Lo prometes?

- Lo prometo

- Bien, supongo que aprendiste muy bien la lección

Kaminari sonrió, al fin tendría lo que quería desde un principio.

Puede ser que profesara su odio por esa obsesión de Hitoshi, pero la realidad es que no le desagradaba del todo, aún cuando fuera desesperante no sentirse del todo lleno y tener que llegar a la liberación sin su novio dentro o simplemente cerca de él, era una mezcla de sensaciones que le gustaba experimentar de vez en cuando.

Claro, eso no quitaba el hecho que prefería que Shinso lo dejara sin caminar por varios días.

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