Al despertarse esa noche se consiguió a Thomas despierto fumando en la ventana moviendo su pierna, se notaba bastante alterado.

—¿Tomy? —él no lo miró y le tendió el teléfono.

«Thomas, ¿donde estas? Responde.»

«Tienes que irte de esa casa.»

«Paul va a ir a matarte, Thomas contesta.»

«Ya no estoy en esa casa.»

—¿Enserio iba a matarme? —dió una calada al cigarrillo soltando humo, sus manos temblaban—. Esto parece una estupidez. Y tú lo sabías... Joder...

—Tomy...

—¿Enserio pretendía matarnos? —le pregunto algo desesperado, dió otra calada al cigarrillo y suspiró—. Iba a matarnos...

—Quizás debamos dormir.

—¡¿Y tú crees que tengo ganas de dormir ahora?! No me pidas que me calme ahora... —Tyler lo abrazó sintiendo su cuerpo temblar, Thomas olía demasiado a cigarrillo. Tyler le quitó el cigarrillo de la mano y le dió una calada apagándolo en la barandilla.

—Ya no fumes más... eso no te ayudará en nada.

—Esto debe ser una mala broma. —Thomas por fin lo miró—. ¿Que sentido tiene todo esto...?

—Quizás debamos calmarnos un poco. —le quitó el teléfono de las manos y lo apagó tirándolo hacia adentro de la habitación. Tomó su rostro entre sus manos besando su frente—. Ya no estamos en casa, tendremos que comenzar de nuevo y volver a formar un nuevo hogar... Juntos.

—¿Enserio vienes de futuro?

—Si.

—No es posible...

—Tranquilo, Tomy. —acarició su rostro—. También tuve tiempo de hablar con él, después de doce años sigues siendo igual de sexy. —Thomas soltó una risita rodeando su cintura con sus brazos abrazándolo, apoyó su cabeza en su pecho, Tyler acarició su cabello—. Solo debemos seguir adelante Tomy...

—Vale.

—Te amo, Tomy. —Thomas bajó la mirada al escucharlo pero Tyler le levantó la barbilla para que le prestará atención—. Te amo enserio. Eres la persona más importante de mi vida y no quiero que eso cambie. Te amare hasta que te hartes de mi.

—Jamás me cansaría de ti, Tyler. —Tyler sonrió y lo apretó con fuerza, pasó a sentarse en sus piernas—. Ni siquiera se donde te conseguí.

—Yo te conseguí a ti. Y cuando lo hice jamás te deje ir.

—¿Cómo es posible que vengas del futuro?

—Yo tampoco se cómo es posible. Tengo miedo de despertarme y que todo esto haya sido un sueño... Si eso llegara a pasar habría sido el sueño más hermoso de todos. —tomó su rostro entre sus manos limpiando sus lágrimas—. Enserio perdóname Tomy... Ni siquiera se si merezco tu perdón pero... Perdóname por todo. Por todo lo que pasó y por todo lo que te hice. Siempre me amaste y yo no te devolví ese amor correctamente. Te traté horrible por meses y... jamás tuve el valor de disculparme. Solo me fui y te dejé...

—Tyler, tu no... —él tocó su boca haciéndole callar, de seguro iba a justificarlo.

—Tu no merecías eso, Tomy. No lo merecías. Por eso... —acarició su cabello y suspiró—. Por hacer eso estuve años reclamándome, te perdí y no fui capaz de luchar por ti. Se que no aproveche mi primera oportunidad contigo... La vida me dió una segunda oportunidad para quedarme a tu lado y poder arreglar todo contigo, no la pienso desaprovechar, Tomy, no pienso arruinarlo de nuevo, porque no se si me darán una tercera... Hice todo esto porque quería volver a ti. Te amo mucho, Tomy. —la lágrima que salió de su ojo en ese momento la sintió más pesada—. Estaremos juntos en esto.

Tyler logró que Thomas se durmiera temprano esa noche. Se veía cansado y agotado que se quedó profundamente dormido bajo sus caricias entre sus brazos. Apartó el cabello de su rostro y acarició su rostro dándole un suave beso en su mejilla.

...

—¡Santiago!

—¿Donde están? —Santiago cruzó sus piernas y miró su teléfono.

«Un minuto.»

—No lo sé.

—¡Dime dónde mierda están!

—¿Vas a matarme? Adelante. —Paul quitó el seguro de la pistola—. En realidad tengo más protección de la que piensa, tengo un cliente que es... muy meticuloso. —una pistola rozando la piel de su cuello hizo que Paul levantará las manos, enseguida le quitó la pistola de la mano dejándolo vulnerable—. Puedo mandarte a la cárcel por esto.

—Inténtalo.

—Llamar a la policía es fácil. —Jared ladeó la cabeza viéndolo sonreír—. Tienes un poco de suerte está noche. ¿Que lugares pueden dejarlo inmóvil? —Jared le sonrió y le señaló el cuello—. Inmóvil, no muerto. Dos disparos y vete.

—¿Que?

Jared se alejó un poco y le disparó en la pierna y en el estómago. Le dejo la pistola en la mesa y suspiró.

—¿Crees que le gustará esto?

—Pregúntale tu mismo. —le sonrió y presionó un botón debajo de la mesa. Jared suspiró y salió del lugar.

—¡Maldito!

—Tienes una orden de restricción, imbécil. —le dijo levantándose de la silla—. ¿Que cuento dirás cuando te pregunten por qué viniste a amenazarme?

—¡¿Que maldito cuento dirás tu?!

—¿Quien podría contradecir a un abogado? ¿A quien crees que le creerán? ¿Robo? ¿Amenaza? ¿Intento de homicidio? Por favor, Paul. Además... —le sonrió y le señaló la camara que se encendió—. Te lo dije. Tengo un cliente bastante meticuloso. —se apoyó en el escritorio—. Y ni siquiera se donde están, escaparon sin ayuda de nadie. Chicos inteligentes. —dejó la sonrisa atrás y lo miró seriamente—. ¿Tienes ya los quinientos millones? Recuerda que por cada mes que te atrases son diez mil más.

...

Un mes después...

Tyler miró a Thomas en la puerta principal mirando al exterior de la casa.

Sin dudas habían sido días muy complicados, sentía que Thomas estaba muy mal psicológicamente, habían noches que no lograba dormir por más que lo intentará, se daba cuenta de que estaba bajando de peso, se veía más delgado...

Tyler sacó su teléfono y se acercó a Thomas.

—¿Comprarás algo más? —le preguntó Thomas cuando Tyler estuvo junto a él.

—No, solo eso.

—El abogado dijo que la prórroga tardará unos meses más.

—Tranquilo, Tomy, ya tendremos tiempo.

Thomas no se veía nada conforme con eso.

«Necesite un psicólogo y pastillas para calmar los nervios pero fue más fácil de lo que imaginé.»

—Sabes, Tomy... Quizás debas ir a un psicólogo.

—¿Que?

—Estás mal, Tomy.

—No exageres, ya se me pasará.

—Tomy...

—No iré a un maldito psicólogo, no estoy loco.

—No debes estar loco para ir a uno. Solo hay cosas con las que yo no puedo ayudarte. Un asesoramiento no te matará.

—No lo sé. Es un poco drástico.

—Lo necesitas. —él frunció el seño y bajó la mirada.

—Si... Quizás tengas razón.

«Después de todo no puedo negarme a nada de lo que me dices.»

—Debería buscar un trabajo. Estar sin hacer nada si me volverá loco.

—Si quieres, hazlo. Solo quiero que te sientas cómodo. —tomó su mano y le sonrió, Thomas le sonrió.

La vida es dura jefe.... Pero está noche (si no me da pereza) termino dos historias:v

Siguiente capítulo en cinco minutos.

YohaLR