Simply one shot. Fluff Ryder y Skye.

Utilicé chat gpt para la trama. ( y lo más probable es que no lo vuelva a usar ).
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Ryder y Skye se encontraban en la bahía de Aventura, disfrutando de un día soleado y lleno de aventuras. Ryder, siempre dispuesto a enseñar y ayudar a sus amigos caninos, había decidido que era el momento perfecto para enseñarle a Skye a volar. Aunque Skye era una cachorrita valiente y audaz, siempre había sentido cierta inseguridad cuando se trataba de volar.

Ryder se acercó a Skye con una sonrisa cálida y amigable. "Hey, Skye, ¿qué te parece si hoy te enseño a volar de verdad?", le propuso con entusiasmo.

Skye miró a Ryder con una mezcla de emoción y nerviosismo. "¡Oh, Ryder, eso suena increíble! Pero... no sé si estoy lista para volar de verdad. Siempre me he sentido más cómoda volando en mi helicóptero".

Ryder entendió las preocupaciones de Skye y se acercó a ella, colocando una mano reconfortante en su hombro. "Entiendo tus miedos, Skye. Pero confío en ti y sé que eres capaz de hacerlo. Además, estaré contigo en todo momento, asegurándome de que estés segura".

Skye asintió, sintiéndose reconfortada por las palabras de Ryder. "Gracias, Ryder. Significa mucho para mí que confíes en mí. Estoy dispuesta a intentarlo".

Ryder sonrió y se dirigió hacia su vehículo de rescate. "¡Genial! Vamos a necesitar un poco de equipo especial para esta aventura. ¡No te preocupes, Skye, lo tengo todo bajo control!"

Ryder regresó con un par de alas especialmente diseñadas para Skye. Eran de un color rosa brillante, con detalles en blanco y azul. Skye las miró con asombro y emoción. "¡Son hermosas, Ryder! ¿Cómo funcionan?"

Ryder explicó pacientemente cómo se ajustaban las alas y cómo Skye podía controlar su vuelo con ellas. Le mostró cómo mover los brazos y las alas al mismo tiempo para mantener el equilibrio y la estabilidad en el aire.

Skye se puso las alas con cuidado y se miró en el reflejo del agua. "Me siento como una verdadera perrita voladora", dijo con una sonrisa.

Ryder asintió, admirando a Skye. "Lo eres, Skye. Eres valiente y capaz de hacer cualquier cosa que te propongas. Ahora, vamos a dar un pequeño salto desde esta colina y volar juntos".

Skye tragó saliva, sintiendo un nudo en su estómago. Pero confiaba en Ryder y sabía que él estaría allí para apoyarla. Juntos, caminaron hacia la cima de la colina y se prepararon para el salto.

Ryder tomó la mano de Skye y la miró a los ojos. "Recuerda, Skye, confía en ti misma y en tus alas. Estoy aquí contigo, y juntos podemos hacer cualquier cosa".

Skye asintió, sintiendo una mezcla de miedo y emoción. "Estoy lista, Ryder. Vamos a volar".

Con un salto valiente, Skye y Ryder se lanzaron al aire. Skye extendió sus alas y comenzó a batirlas, sintiendo el viento acariciar su pelaje. Ryder la acompañaba, volando a su lado y asegurándose de que se sintiera segura en todo momento.

A medida que volaban juntos, Skye comenzó a ganar confianza. Sus miedos se desvanecieron lentamente, reemplazados por una sensación de libertad y alegría. Se dio cuenta de que volar no era tan aterrador como pensaba, sino una experiencia emocionante y maravillosa.

Ryder la miró con orgullo mientras volaban en círculos en el cielo. "¡Lo estás haciendo genial, Skye! Eres una verdadera perrita voladora".

Skye sonrió ampliamente, sintiéndose llena de felicidad y gratitud. "Gracias, Ryder. Gracias por creer en mí y por ayudarme a superar mis miedos. Nunca olvidaré este momento".

Ryder la abrazó suavemente mientras seguían volando juntos. "No hay de qué, Skye. Estoy aquí para ti, siempre. Eres una parte importante de nuestro equipo y siempre estaré dispuesto a ayudarte a superar cualquier desafío".

A medida que el sol se ponía en el horizonte, Ryder y Skye continuaron volando, disfrutando de la sensación de libertad y camaradería que compartían en el aire. Skye se sentía más segura y confiada en cada vuelo, sabiendo que Ryder estaba a su lado, brindándole apoyo y aliento.

Después de un tiempo, decidieron aterrizar en una colina cercana para descansar y disfrutar de la vista. Skye se sentó junto a Ryder, mirando el paisaje mientras el viento acariciaba su pelaje.

"Ryder, no puedo agradecerte lo suficiente por todo lo que has hecho por mí hoy", dijo Skye con gratitud en su voz. "Gracias por creer en mí y por ayudarme a superar mis miedos. Nunca olvidaré este día".

Ryder sonrió y acarició suavemente la cabeza de Skye. "No tienes que agradecerme, Skye. Estoy feliz de haber podido ayudarte y verte crecer en confianza. Eres una cachorrita valiente y siempre estaré aquí para ti".

Skye se recostó junto a Ryder, sintiéndose segura y protegida a su lado. Miraron juntos el cielo estrellado, compartiendo un momento de paz y conexión.

"Ryder, ¿crees que algún día podré volar sin las alas?", preguntó Skye con curiosidad.

Ryder reflexionó por un momento antes de responder. "Skye, creo que eres capaz de cualquier cosa que te propongas. Si sigues practicando y confiando en ti misma, no hay límites para lo que puedas lograr. Tal vez algún día puedas volar sin alas, solo con la fuerza de tu determinación".

Skye sonrió, sintiendo una chispa de emoción en su interior. "Eso suena increíble, Ryder. ¡Voy a trabajar duro para lograrlo!"

Ryder asintió, admirando la determinación de Skye. "Estoy seguro de que lo lograrás, Skye. Eres una cachorrita increíblemente talentosa y valiente. Nunca dejes de creer en ti misma".

Con el corazón lleno de gratitud y determinación, Skye y Ryder se levantaron de la colina y se prepararon para regresar a la bahía de Aventura. Sabían que tenían muchas aventuras por delante y que juntos podían enfrentar cualquier desafío que se les presentara.

Mientras volaban de regreso, Skye miró a Ryder con una sonrisa llena de confianza. "Gracias, Ryder, por enseñarme a volar y por creer en mí. No puedo esperar para seguir creciendo y aprendiendo juntos".

Ryder le devolvió la sonrisa y asintió. "El placer es mío, Skye. Estoy emocionado de ver todo lo que lograrás. Juntos, somos imparables".

Y así, con el viento soplando en sus rostros y la amistad como su guía, Ryder y Skye continuaron volando juntos, listos para enfrentar cualquier desafío que se les presentara. Unidos por la confianza y el apoyo mutuo, sabían que no había límites para lo que podían lograr juntos.