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QST


ㅤㅤNo era el objeto de su deseo, era el deseo mismo. Cualquiera temblaría con un golpe como aquel, tan profundo, abrumador y, al mismo tiempo, caliente. Todo lo que concernía a él y las malditas hendiduras de sus caderas, desencadenaban al deseo.

ㅤㅤ¿La buena noticia?

ㅤㅤEra mutuo.

ㅤㅤEntonces... ¿De dónde había nacido su inseguridad?

ㅤㅤJung Kook sabía de antemano lo que el gimnasio y las hormonas de la pubertad habían hecho con su cuerpo. Lo corroboraba todos los días. En el espejo y en la lascivia ajena de sus pretendientes, en su mayoría chicos de clóset sin el valor suficiente para invitarlo a salir. Pero una cosa es el deseo, y otra muy diferente, el deseo por él. No era su voz varonil, estaba seguro. Había salido con chicos cuya tesitura era más profunda que la suya, mucho de hecho. Yongbok lo ponía a temblar si bien habría la boca, sin importar si era hablando o haciendo otras cosas y aun así no podía compararlo con lo que Tae Hyung provocaba en él.

ㅤㅤEntonces se dio cuenta de que no era su voz precisamente.

ㅤㅤHabía algo definitivo en Tae Hyung que provocaba que todas las opciones de Jung Kook lucieran por lo mucho mediocres. Y eso daba pie a nada más y nada menos que la frustración.

ㅤㅤEra representante de un par de modelos en ascenso con una actitud muy conflictiva y a menudo se preguntaba cómo es que mantenía a esos niños de papi bajo control sin perder la cabeza. Buscó canas de su cabello, señales de estrés. No había nada, parecía que lo sobrellevaba muy bien.

ㅤㅤA lo lejos, su costosa gabardina y su intenso cabello negro pulcramente peinado hacia atrás lo hacía algo intimidante a la vista. Su semblante duro y quijadas fuertes incitaban a guardar la distancia; sin embargo, cuando sus compañeras de trabajo se acercaban para entablar conversación, nunca faltaba la sonrisa amable y palabras cordiales saliendo a borbotones de sus labios.

ㅤㅤA Jung Kook le pareció curioso.

ㅤㅤY dada a la mala costumbre de Kim por huir si bien terminaban los desfiles y las fiestas, no había habido muchas oportunidades para saciar su curiosidad.

ㅤㅤ—Es un buen tipo. Divorciado, sin hijos. Se rumorea que es bueno en la cama.

ㅤㅤ—Claro, siempre son buenos en la cama —Jung Kook no quería que le hablaran de Tae Hyung precisamente. Y no es como si le cayera pesado, pero es que lo ponía a pensar demasiado y eso le era incómodo. Definitivamente preferiría algo más sencillo—. Porque no podría estar bueno y ser un mediocre en el sexo, ¿no es así?

ㅤㅤSeok Jin se encogió de hombros en lo que levantaba su copa en el aire y le pedía al hombre de la barra atender su botella de Heineken vacía. La fiesta de la compañía comenzaba a tornarse aburrida, pero no tuvo el valor de decirlo en voz alta. Nadie lo estuvo. A lo lejos los gritos de sus compañeras le secundan agudos a las risas de los hombres del departamento. Quizá el único que estaba aburrido era él, los demás parecían estarla pasando increíble.

ㅤㅤ«Es el alcohol» pensó. Quizá si bebía un poco más lograría entrar en calor y...

ㅤㅤLos recuerdos de su última resaca gritaron «Ni se te ocurra». Entonces desistió.

ㅤㅤ—Yo no pongo las reglas. Piénsalo —señaló el chico, besando la boquilla de su nueva cerveza. Dio un despreocupado trago y luego explicó—: Si están buenos, más chicas están dispuestas a salir con ellos. Tienen práctica los muy malditos, y luego se vuelve como un círculo vicioso. Mientras más lo hacen, más expertos se vuelven. Así cualquiera es bueno.

ㅤㅤ—Da igual. No quiero sexo.

ㅤㅤ—Quémentirota.

ㅤㅤ—No quiero sexo con un desconocido.

ㅤㅤ—¡Pero no es un desconocido! —soltó Seok Jin, casi como si hubiera insultado a su madre. Seguro que para él todo era más fácil, pensó Jeon. No es que fuera una especie de donjuán, pero su actitud relajada ayudaba muchísimo. Nada parecía perturbarlo, no importaba la situación, siempre tenía una manera de solucionar las cosas y salir bien librado. Eso parecía gustarles a los chicos, que todo en él parecía un lugar seguro. No tenía del todo cerciorado que Seok Jin tuviese algo así como responsabilidad afectiva, pero no había escuchado quejas y eso le parecía suficiente—. Han trabajado juntos por seis meses. ¿Cómo has soportado tanto tiempo sin tirarte a su cuello? En tu lugar, lo habría hecho a la semana.

ㅤㅤEsto parecía afectarle más a su amigo que a él mismo. Rio ante sus berrinches.

ㅤㅤ—¿Por qué soy una persona con sentido común? —La ironía en su voz no hizo retroceder a Kim—. Ya tengo a alguien.

ㅤㅤNo era cierto.

ㅤㅤ—¿Ah, sí?, ¿a quién?

ㅤㅤA nadie, de hecho.

ㅤㅤ—Ho Seok, de publicidad.

ㅤㅤSeok Jin hizo una mueca. Quizá pensó que sus intentos por librarse de la incómoda conversación eran demasiado patéticos y no quiso hacerlo pasar más vergüenzas. De cualquier forma, agradeció por los siguientes cinco minutos de silencio. Él asintió con una sonrisa y parpadeó muy lentamente. Supo que no le creyó cuando se volteó en la barra y le dio la espalda. Jung Kook se recostó en ella y observó las luces en el techo del bar. ¿Ho Seok de publicidad?, ¿por qué no pensó en alguien más accesible? Eso lo habría hecho creíble para Kim. Ni modo, estaba condenado a ser siempre el objeto de la lástima de su mejor amigo. Estaba bien. Podía vivir con eso.

ㅤㅤLo cierto es que desde que Kim Tae Hyung había llegado al departamento, no había parado de soñar con él. Al principio como fantasías sin sentido a las que no tomó importancia. Era el nuevo, podía imaginar que era lo que quisiera, desde un apasionado homosexual con quien había tenido un flechazo el primer día, hasta un frío compañero con el que no tenía ni la más mínima oportunidad. Lo malo de Jung Kook es que era muy bueno deseando cosas y muy pero muy malo actuando para conseguirlas.

ㅤㅤPor eso es que se había quedado en una esquina de su escritorio, refugiándose en una taza de café con más sustituto de crema que café; recordándose que no era buena idea ser tan intenso como solía ser y ahuyentarlo con su personalidad fuerte y demandante.

ㅤㅤYa había apartado a unos cuantos por eso. Al parecer a los chicos no les gustaba que fuera tan abierto a la hora de expresar sus emociones. La mayoría pedía tiempo para preparar a sus familias para la noticia que significaba llevarlo a casa como pareja. Desde entonces se prometió que no saldría con hombres que aún no saliesen del clóset. Ya no esperaría por nadie para ser feliz. Es decir, él quería amar y gritarlo a los cuatro vientos y que la persona a la que amara no tuviera problema en hacer lo mismo. ¿Por qué tenía que ser todo tan complicado?

ㅤㅤQuería a alguien que cayera con pose de superhéroe para salvarlo de su rutina y que no tuviera problema con el ruido que causara su llegada.

ㅤㅤVerán, aproximarse a los veintisiete y no tener pareja, hace estragos hasta en el hombre más fuerte. No es que le importe lo que digan las demás personas, pero al diablo, sí afecta. Pero bueno, si deseas algo y no estás dispuesto a cambiar o moverte para obtenerlo, más te vale acostumbrarte a la frustración; justo ahora no recuerda quién le había dado semejante consejo de mierda. Pero quizá tenía un poco de razón. Claro que la persona que se lo dijo esperaba que eso fuera un detonante de coraje. Un ultimátum para que por fin se levantara de su cama en sus días libres y saliera allí a comerse el mundo. No que se resignara como, bueno, un perdedor.

ㅤㅤNo que fuera perdedor por quedarse en cama. Si uno quiere quedarse toda la vida detrás de la pantalla de Netflix y es feliz con ello está bien. El problema real era que Jung Kook se estaba engañando a sí mismo, él no quería pasar el resto de su vida notando que el único tema de conversación que tenía era qué tan bien iban las finanzas en la revista y cuántas horas durmió en su día libre. Si lo veía de esa forma, era hasta triste.

ㅤㅤSin desearlo realmente, su vista se posó en ese tipo. Ese del que no quería escuchar ni la más mínima anécdota. Mientras más lejos estuviese de sus pensamientos, sería mejor para todos. Pero sí que era complicado. Lo bueno era que Seok Jin había buscado algo más con lo qué entretenerse, por lo que no lo tenía tras su oreja soltando incoherencias. No le había dicho a nadie en el departamento que salieron, y dado que no había nadie a su alrededor sediento de información, supuso que él tampoco le habría dicho a nadie. Es decir... ¿Para qué lo haría? No es como si le importase.

ㅤㅤAunque si le preguntaban, sí era un poco chocante el hecho de que hiciera como si no se conocieran. Él había hecho lo mismo dos días después cuando supo que no habría respuesta de su parte. Estarían a mano. A mano con la indiferencia. Aún era apuesto, el cabello negro le sentaba mejor ahora que sus facciones eran cada vez más maduras, aunque nunca se quejó de los tonos miel que llevaba cuando eran novios en la universidad. Lo observó con cuidado. Aún era bueno bailando, y todavía tenía la manía de cerrar los ojos cuando las melodías lentas le encandilaban demasiado. Había sido insistente con los aretes y por lo que notaba, todavía no tenía el valor de tatuarse los nudillos por miedo al dolor, a pesar de que ha querido tatuajes allí desde los dieciséis.

ㅤㅤTae Hyung parecía no haber cambiado, pero ni un poquito, razón por la que Jung Kook no se explicaba por qué de todas formas se sentía tan lejano.

ㅤㅤLos ojos profundos y brillosos lo atraparon. Él levantó las comisuras de sus labios y le regaló una amplia sonrisa. Su cabello largo caía en rizos sobre su frente aperlada de sudor y sus labios brillaban por el alcohol. Una imagen memorable, eso fue lo que tradujo al instante. Le sonrió de vuelta, ¿qué más le quedaba? Ya no había oportunidad de hacerse el loco, no ahora.

ㅤㅤQuería preguntarle por qué no se había acercado desde el primer momento. Quería que le explicara por qué maldita razón parecía que era el único que deseaba reencontrarse una vez más. Es verdad, había pasado un tiempo, ¿pero es que no habían pasado ese tiempo de la misma forma? Tratando de buscar una relación que de un resultado mínimamente parecido al que tuvieron alguna vez, fracasando vergonzosamente en el intento. ¿O era el único que había pasado por el penoso proceso?

ㅤㅤHacía un frío de los mil demonios. La nieve en Canadá era diferente a la de Corea. No estaba seguro de cuál disfrutaba menos, tampoco tenía mucha energía para pensar después de aquella carrera.

ㅤㅤ—Por favor, borra esa sonrisa estúpida que traes en la cara.

ㅤㅤ—¿Sonrisa?, ¿quién está riendo? —Sabía que Tae Hyung era agradable cuando no estaba trabajando, pero una sonrisa encantadora y una actitud inesperadamente atractiva no eran parte del trato. ¡Claro que tenía un trato con el universo!

ㅤㅤHabía dejado todo atrás con la condición de que nunca más lo pondría frente a él. Jung Kook renunciaría para siempre a ese amor, pero sin las tentaciones en el futuro. No sería tan fuerte para dejarlo otra vez.  Y es ahora cuando se pregunta, ¿cómo es que tuvo el valor para sugerir la ruptura?

ㅤㅤBien, no es que fuera una ruptura como tal. Tampoco como que ellos hubieran tenido algo formal. Siempre habían preferido una etiqueta más ambigua. “Es complicado” habrían dicho si alguien los hubiese entrevistado. No eran pareja, de esas que saben fechas de aniversario y nombran citas a sus encuentros, pero sí pasaban mucho tiempo en casa del otro viendo televisión con las piernas enredadas entre sí. Veían la nieve descender a través de la ventana mientras en la televisión pasaban alguna película navideña y al día siguiente... Quien sabe, ¡era un misterio! Algunas veces Tae Hyung aparecía con un delantal mal anudado en las caderas mientras dejaba hotcakes sobre la mesa y le extendía un tarro de miel, en lo que recargaba sus fuertes brazos en la encimera, ansioso porque probara la comida y le diera su opinión.

ㅤㅤOtras veces...  La cama estaba vacía porque se había ido sin despedirse.

ㅤㅤNo es que necesitara explicaciones. Jung Kook solía hacer lo mismo. Luego empezaban de nuevo, actuaban como novios adolescentes que trataban de enamorarse mutuamente y cuando por fin parecía que lo único que faltaba era decir una palabra, todo desaparecía. ¿Y cómo reclamarle algo a alguien con quien nunca ha empezado nada? Al final Jung Kook se cansó de la dinámica y...

ㅤㅤ—Tenemos que terminar con esto —Era uno de esos días buenos, en los que no había más que felicidad y calor entre ellos. Quizá por eso Tae Hyung reaccionó de la manera en la que lo hizo. Estaba desprevenido. Al principio se sintió ofendido, Jung Kook lo supo en el instante en que dejó su café sobre la mesa de noche. No pasó más allá, parecía que ambos lo habían entendido bien. Lo sintió levantarse de su asiento y no tuvo el valor de mirar algo más que no fuera la nieve. Quería que se acercara y le dijera algo, que al menos pusiera resistencia, que esto no se convirtiese en un “como quieras”, sino en “¿qué podemos hacer para remediarlo?”. Pero cuando sintió el beso que dejó en su cabeza justo después de acariciar sus cabellos con tanta suavidad, supo que él no estaba interesado en remediar nada.

ㅤㅤEscuchó a la puerta cerrarse, pero el resto de la noche fue todavía más frío.

ㅤㅤNo recuerda haber llorado por él. Se convenció de que tal vez no estaban listos. Y qué bien le sentó, o al menos eso repitió hasta el cansancio para convencerse.

ㅤㅤTener esa misma sonrisa ofreciéndole un trago era un poco contraproducente para los avances que había logrado en todo este tiempo. Ahora eran adultos en serio, cada uno con un trabajo estable más y miles de hormonas alteradas menos. Pensó que no sería tan descabellado considerar una posibilidad.

ㅤㅤ«Divorciado. Sin hijos».

ㅤㅤQué gracioso. Cuando estaban juntos nunca perdió la oportunidad de expresar el desdén que sentía hacia el matrimonio y ahora estaba hasta divorciado. Quizá eso le daba razón después de todo. Sin embargo, de alguna manera, se alegraba por él, sabía que el intentarlo seguro lo habría hecho sentir mejor. Tae Hyung odiaba los “y si...”. Sabía que detestaba pensar en los futuros alternos y en los arrepentimientos. Por eso no dudó cuando obtuvo esta oportunidad de estudiar en el extranjero. Se habían citado para despedirse, de alguna manera pensaron que era lo correcto.

ㅤㅤ—No soy tu novio, Tae Hyung. No tienes que despedirte en persona. Un e-mail habría sido suficiente.

ㅤㅤ—Sí, pero un e-mail no te habría invitado el café.

ㅤㅤJung Kook había sonreído con sinceridad.

ㅤㅤ—Tienes razón —dijo resignado. Sentía que tenía las palabras atoradas en la garganta. Una mezcla entre los deseos de decir felicidades y al mismo tiempo no te vayas. Pero aunque el no te vayas habría sido mucho más honesto con sus propios sentimientos en ese momento, le pareció egoísta. Así que no borró la sonrisa de su cara, ni perdió la oportunidad de hacerle saber a Tae Hyung lo feliz que estaba por él. Es decir, una pasantía en Chicago era algo por lo qué celebrar, sin importar lo lejano que eso estaba de Seúl, y de Jung Kook mismo—. Cuídate mucho, ¿sí?

ㅤㅤHabía complicidad en sus palabras, y otro tanto de miedo también. Cuando notó que sus manos estaban temblando, las retiró de inmediato.

ㅤㅤ—: Joder, cómo hace frío. Necesito que ya llegue la primavera, no soportaré un segundo más con este clima de los mil demonios.

ㅤㅤ—Te voy a extrañar, Kook.

ㅤㅤY él se limitó a asentir.

ㅤㅤDespués de eso, por mucho tiempo la nieve, el café y la misma cabaña en la que vivía se convirtió en un indicio de nostalgia. Ese es el problema con los enamorados, hasta la cosa más estúpidamente cotidiana los puede hacer sonreír. Y cuando la relación termina, son esas mismas cosas estúpidamente cotidianas las que lastiman todo el día, todo el tiempo.

ㅤㅤComo un arma de doble filo.

ㅤㅤSin embargo, ahora que lo tenía en frente, había un aura diferente en él. No sabía bien cómo explicarlo, es solo que no parecía la misma persona. Antes nunca habría dudado en hacer algún chiste bobo para hacerle reír, y ahora parecía todo seriedad; y al mismo tiempo, era un hombre alegre. Era como si todo lo que era tormenta en él por fin se hubiese apaciguado a algo más tenue. Estable. Incluso el tono de su voz se había vuelto más bajo y pausado.

ㅤㅤJung Kook se sintió estafado. Quería que le devolviesen a su Tae Hyung, al que había conocido diez años atrás. Cuando Kim se aproximó para saludar, con el porte erguido y un apretón de manos demasiado brusco, JungKook tuvo la tristísima sensación de que su Tae Hyung ya no estaba allí.














Nota de Autora:

Por ahora no hay futuro para "Quiero ser tuyo", pero lo dejaré aquí como un OS barra Fragmento, porque me gustó mucho cómo quedó.

Si no estoy mal, esto salió como un disparador que pedí de la playlist de Ya². Al final creo que no le hago honor a la canción, pero lo escribí mientras escuchaba I wanna be yours (la canción que me tocó).

Lo dejo por aquí para que no muera en mi drive.

19122022

Love, Sam 🌷

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