06
El suave aroma a petricor y menta invadió las fosas nasales de Jimin, instantáneamente quiso levantarse de su asiento e ir en busca del chico, pero cierta mano lo detuvo antes de que fuese demasiado tarde.
-Suéltame, TaeTae -gruñó el omega molesto.
-No, Nam hyung me advirtió que no te dejara ir tras ese alfa -dijo sin inmutarse ante la mirada que su amigo le dedicaba.
-Pero... pero es que míralo TaeTae -señaló añiñadamente al alfa que estaba en la mesa del fondo-. Se ve tan guapo, y no puedo perder la oportunidad de ir hacia él. No cuando está sonriendo de esa forma.
Era cierto, Yoongi se encontraba sonriendo tan lindamente, que Jimin quiso ir y darle muchos abrazos. Los ojos gatunos de Yoongi se habían cerrado un poco ante la gran sonrisa que se pavoneaba en sus labio, sus encías rosadas se veían más que nunca, y el rubor que tenía en sus mejillas a causa de reír tanto fueron el detonante de Jimin.
-No sé qué le ves a ese alfa -hizo una mueca.
-La cosa es, que no le puedes ver tú -dijo entre cerrando sus ojos-. Él es hermoso, pero agradezco el hecho de que no te llame la atención. Sería malo que a mi mejor amigo le gustará mi alfa.
-No es tu alfa, Jimin.
-Claro que lo es... Aunque él no lo sepa -susurró lo último.
A Taehyung se le estrujó el corazón cuando el brillo de Jimin desapareció de sus ojos. Quería hacer algo por su amigo, pero no era algo bueno forzar a alguien a que lo quiera.
-Nam hyung me dijo su plan -confesó-. Pienso que es muy bueno, deberías de ignorarlo.
-No me gusta para nada ese plan.
Se cruzó de brazos un poco molesto.
-Pues debe de gustarte -dijo firme-. ¿Quieres que el alfa se acerque a ti?
-Sí.
-¿Quieres saber si siente algo por ti?
-Sí.
-¿Quieres que sea tu alfa de verdad?
-Sí.
-¿Quieres hacer mi tarea de matemática?
-Sí.
Taehyung rió fuertemente. El omega estaba tan obsesionado con obtener la atención de Yoongi, que jamás se detenía a pensar en lo que decía.
-¡Espera! -hizo un pequeño puchero el omega, volviéndose a sentar-. Eso fue trampa.
-Dijiste que sí, Mochi, no puedes hacer nada al respecto -sonrió con orgullo.
Jimin y Taehyung tenían un tipo de reglas, aunque parecía más juegos a decir verdad, en el que si uno de los dos decía sí, entonces no podían cambiar de opinión sean cuales sean las circunstancias.
-Eres un embustero.
-Ya, no seas tan quejica y mejor céntrate en ignorar a hyung.
Jimin asintió mientras ponía sus dos brazos sobre la mesa y recostaba su cabeza en ellos. Suspiró triste al saber que no podía seguir acosando al alfa de sus sueños como lo venía haciendo desde hace menos de 3 meses. Estaba tan acostumbrado a andar detrás del mayor, que ahora mismo sentía como sus pies picaban por ir donde Yoongi.
Taehyung, por otro lado, siguió comiendo su sandwich de pescado sin hacerle caso a los pequeños berrinches que su amigo hacía.
-Espero que esto me ayude -advirtió el omega hacia su amigo-, porque si con ignorar a Yoongi hyung no logró nada, ustedes pagarán las consecuencias.
-Verás que si funcionará, ten fe.
Jimin asintió, decidiendo que lo mejor era comer un poco de la deliciosa comida que su papá le había preparado antes de venir.
-No, no te voy a dar -exclamó cuando abrió su lunch.
Jimin sabía que Taehyung iba a querer lanzarse sobre ella porque Tae amaba la comida de su padre.
-Pero ni siquiera dije nada -dijo desilusionado, viendo y sintiendo el olor de la rica comida de su amigo.
-Pero ibas a hacerlo -afirmó, comenzando a comer.
Taehyung casi estaba comenzando a babear. Realmente el amaba la comida que preparaba el padre de su amigo.
-No es mi culpa que Hobi hyung sea muy bueno en la cocina. -Se rindió cuando supo que su amigo estaba un poco molesto y está vez no iba a poder utilizar sus ojos de cachorro, para obtener un poco de comida.
-Pues ve a mi casa y dile que te prepare algo -rodó los ojos.
...
-¿Por qué estas tan desesperado? -Preguntó el alfa más pequeño.
-No estoy desesperado -mintió, queriendo calmar a su lobo.
-Uy sí, y yo soy el rey de la selva -volteó los ojos.
-Mucho gusto conocerlo, su majestad -dijo Yoongi con un toque burlesco.
-Sarcasmo, hyung, sarcasmo -soltó Jungkook.
Namjoon sólo suspiró frustrado. Esos dos alfas eran unos tontos a morir, ni siquiera sabía el por qué eran sus amigos.
-La respuesta es muy fácil, Kookie -se entrometió Namjoon.
-¿A qué te refieres, hyung? -preguntó confundido el chico.
-A qué Yoongi hyung está esperando a que Jiminnie venga.
El mencionado casi se atraganta con el hot dog que estaba a punto de ser devorado por su boca.
Por supuesto que no, el jamás estaría ansioso por ver al lindo omega rondándolo. Sus amigos estaban mal de la cabeza si pensaban que ese pequeño lo hacía sentir desesperado.
-Ni siquiera me había fijado de que hoy no ha venido a molestarme -mintió.
Yoongi si que se había dado cuenta de ello, porque... ¿Quién no?, es decir, ya era costumbre que el pequeño se apareciera en los recesos y a la hora de comer, siguiéndolo en la mesa en la que siempre se sentaba con sus dos amigos. Siempre era puntual para comenzar a acosarlo, y definitivamente, eso le molesto un poco, algo que lo dejó confundido.
-Estás mirando su mesa desde que se pasó la hora en la que siempre viene a "molestarte" -Namjoon entrecerró sus ojos, viendo críticamente al alfa.
-No es mi culpa que su mesa esté en frente de mi vista -quiso defenderse.
-Has estado estirando tu cuello para ver sobre Jungkook. -Siguió, queriendo desmantelar la mentira del mayor.
El alfa mayor se quedó callado por un momento. Su amigo tenía razón, no sabía en qué momento había comenzado a desesperarse y a estirar el cuello solo para ver a la mesa en la que se encontraba Jimin con su amigo.
-¿Quieres que le vaya a preguntar por qué hoy no vino? -preguntó Jungkook, casi queriéndose burlar de su mayor cuando lo vio estirar el cuello de nuevo.
-¿Harías eso? -soltó el alfa pálido, sin siquiera pensar en sus palabras-... Di-digo, no, no quiero...
Namjoon codeó maliciosamente la costilla de Jungkook. Ambos se voltearon a ver con una sonrisa de orgullo.
Yoongi se sonrojó furiosamente y bajó la cabeza.
-Entonces iré a saludarlo. -Jungkook hizo el ademán de levantarse, sin borrar la maliciosa sonrisa de su rostro.
-¡NO! -gritó el alfa.
-¿No?
-No... No me voy a comer mi comida, ¿la quieres? -preguntó el alfa, intentado remendar su error, pero casi llora cuando vio que Jungkook se volvió a sentar y agarraba su comida.
Diablos, Yoongi tenía mucha hambre, pero por sus estupideces, ahora tenía que aguantar.
-Escuché por ahí que Jeongyeon anda tras Jimin -dijo el omega del grupo.
-¿Quién diablos es Jeongyeon? -preguntó con un gruñido el alfa.
-Es una alfa de último año -sonrió cuando obtuvo toda la atención del pálido-. Dicen que al ser este el último año que estará aquí, hará todo lo posible por pasar aunque sea un rato con Jiminnie.
El lobo de Yoongi gruñó en su interior al procesar la información que su amigo le había brindado. No iba a permitir que una alfa quisiese aprovecharse de su pequeño acosador.
El día que alguien quisiese acercarse de manera romántica al pequeño, lo haría sobre su cadáver.
Yoongi casi se desmaya ante tales pensamientos que tuvo. No entendía porque de repente se sentía celoso de que alguien estuviese detrás del omega insistente. ¿No se suponía que debía de estar alegre?
...
Yoongi estaba recostado sobre una de las paredes blancas de la universidad. Hace más o menos diez minutos que las clases habían terminado.
Estaba en un debate mental por las acciones que estaba llevando a cabo. No entendía porqué tenía la necesidad de ver al omega acosador, y preguntarle por qué no lo había seguido en todo el día.
Algo muy estúpido, pero de igual forma, Yoongi quería saber.
Se movió con nerviosismo cuando a lo lejos vio al chico peli-rosa caminando junto a otro chico de cabello negro. Entrecerró sus ojos con molestia al ver sonreír tan hermosamente a Jimin frente a ese ¿alfa?
Carraspeó su garganta, irguiéndose en su lugar mientras se llevaba las manos a su cabello y lo alborotaba. Puso su rostro serio, intentando parecer un poco más interesante.
Jimin tal vez no había llegado a su mesa hoy, pero podía jurar que en cuanto lo viera se olvidaría de ese alfa que lo acompañaba y vendría hacia él.
Que equivocado estaba.
El lindo omega ni siquiera lo volteó a ver cuando pasó en frente de él.
Yoongi abrió sus ojos comenzando a bloquear avergonzado. Sus mejillas se colorearon de un rojo fuerte y su lobo bajó las orejas.
¿Qué pasó con el omega acosador?
Por otro lado, Jimin se mordió su labio inferior casi con ganas de llorar. Yoongi se vio muy guapo ahí, con sus cabellos rebeldes, su pose tan elegante y sus labios finos brillosos. Pero tuvo que tener mucha fuerza de voluntad para no salir corriendo hacia el pálido.
Tenía que seguir con el plan, y al parecer, estaba funcionando.
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