Meng Yao
Meng Yao solo esperaba otra prueba que no tuviera que ver con el físico, iba a perder a este paso, pero los gritos de una sirvienta interrumpieron el evento.
-¡Es la princesa!, ¡Se le acaba el tiempo!-grito desesperada.
Sin perder tiempo los reyes junto a la hermana de la reina y su esposo corrieron a la habitación de la princesa. Sus padres estaban desesperados.
-¡Que alguien haga algo ahora mismo!-grito desesperada la reina.
Nadie sabía que hacer y nadie se atrevia a dar el paso al frente, pero entonces Meng Yao decidió aprovechar la oportunidad. Los comentarios despectivos sobre su origen surgieron pero una mirada del rey los hizo callar de inmediato.
Se arrodillo frente a la princesa algo nervioso, no sabía si eso funcionaria, con mucho temor la tomo en brazos y la beso con delicadeza mientras rezaba para que funcionará.
Ya muchos pensaron que había fallado, pero no fue así. Una respiración agitada se escuchó y todos pudieron ver que la princesa despertó, abría nuevamente sus ojos.
Meng Yao estaba igual o más sorprendido que el resto, la princesa había despertado y gracias a alguien tan humilde, le dedicó una pequeña sonrisa a la princesa.
-Me alegro que despertara-La joven solo observó a su salvador con confusión y después a su familia.
-Pero...que...-murmuro desconcertada.
-¡Mi princesa!, ¡Mi pequeña hija, haz despertado por fin!-Se acercó a tu hija abrazándola fuerte, el rey abrazo a su hija también y después observo a Meng Yao con gratitud.
-Es gracias a ti que mi hija ha despertado, sé que tu origen es cuestionable, pero ciertamente eres mejor que muchos reyes y nobles que conozco-
-M-Muchas gracias majestad por sus palabras-
-No son halagos, es solo la verdad-le respondió-sera bueno conocerte más a fondo muchacho, pero ahora es tiempo de festejar-Miro nuevamente a la princesa y le dedicó nuevamente una sonrisa-Me alegro que este bien princesa, ahora todo estará bien-La joven solo asintió confundida y después la reina tomo las correas del asunto.
-Todos fuera, la princesa debe ser revisada y atendida por el médico-Todos salieron dejando a los reyes con su hija y los médicos.
Tras algunas horas los médicos dijeron que todo estaba bien, solo que la princesa debía adaptarse nuevamente a caminar y ha realizar movimiento y actividades físicas.
Ya luego el rey organizo una gran celebración por el despertar de su hija y aprovecharía para ver si Meng Yao merecía a su hija o no y también para lidiar con un problema, Jin Guangshan. Ese tipo vendría y querría llevarse crédito u obtener poder a través de Meng Yao y solo por eso querría reconocerlo, par obtener algo del reino Wei, pero el y su esposa no lo permitirían, no dejarían que alguien como Jin GuangShan se aprovechará asi de su hijo ilegítimo y su pequeña princesa.
De hecho no fue sorprendente que Jin Guangshan apareciera en la celebración y llegará haciendo escándalo, pero fue sacado inmediatamente de ahí por los guardias, pero el tipo seguiría insistiendo.
-Ese chico es mi hijo y por tanto tengo derecho-dijo el Jin-y si se casa con su estatus haría que tu reino sea el hazme reír de todos-
-Pues portando el apellido de su madre y todo salvó a mi hija así que merece reconocimiento de nuestra parte-Gruño Changze.
-Pues es mi hijo y por tanto mi reino merece crédito por ello-Dijo deseando poder-sino no permitiré que se casé-
-Pues no tiene tu apellido, ni tu reconocimiento, así que no tienes nada que hacer aquí, si eres amable de retirarte o lo haremos por las malas-Miro a Xue Yang.
-Pues no tendrán alguna ayuda de nuestra parte-dijo pedante-no tienes reino de origen que te apoye, solo eres un campesino que actúa como rey-Wei Changze soltó una risa burlona que resonó en todo el lugar, al fin Jin Guangshan había demostrado sus verdaderos colores-Pues no es necesaria su ayuda, gracias a su acción por salvar a mi hija será bien recompensado y si mi hija lo desea será desposada por él, y si, fui un guardia de bajo rango en un inicio, pero no era ningún campesino, hijo de aristócratas del norte-presumió divertido. Jin GuangShan no pudo seguir alegando, lo habían humillado.
-No te invitaremos a la boda-dijo Cangse-no necesitamos a un cerdo lascivo arruinando un evento tan especial y los reinos Wen, Nie, Meishan y Yunmeng siempre nos han apoyado, no necesitamos de tu comercio de cuarta-Todos estaban de acuerdo, después de todo los 5 reinos restantes apoyaban al Reino Wei, el reino Jin no era necesario para ellos.
Meng Yao solo agradeció por ser defendido y Cangse Sanren dijo que era un pasatiempo humillar a Jin Guangshan, nada importante. Los meses de celebración por la princesa fueron largos, hasta que por fin un día la chica decidió darle un oportunidad a su salvador. Meng Yao estaba nervioso por ello y se aseguró de demostrar que era digno de ella. La princesa también demostró que no era alguien prejuiciosa y hasta lo defendió de la gente y sus comentarios. Eran pocas las veces que Meng Yao tomaba la iniciativa.
-Si tan dignos se creían entonces, ¿Por qué no lo intentaron?-Wei Ying era alguien más ruda de lo que alguna vez pensó.
Todos los que comentaban aquello eran parte de los del Reino Jin, sobretodo Jin Zixun. Pero además estaba el hijo de Wen Ruohan, Wen Chao. Y algunos otros aldeanos de los alrededores, que se dejaban guiar por los rumores de esas personas. Pero Wei Ying los puso en su lugar.
-Tú no eres un príncipe-le dijo a Jin Zixun-y todo el mundo sabe que fuiste expulsado de la academia real de Gusu por ser el peor alumno de todos y de hecho, ninguna mujer aceptaría casarse contigo y fuiste expulsado de mi reino, así que desaparece o habrá serías consecuencias-
Meng Yao estaba feliz que la chica lo defendiera, nunca nadie lo había tratado así, nadie nunca había salido a defenderlo, exceptuando algunas personas, como su hermano Zixuan, Nie Mingjue y Lan Xichen.
-Y tampoco sé porque comentas, Meng Yao es más hombre y mucho mejor de la que un gusano como tú será alguna vez-También humilló a Wen Chao y le tiró varios dientes de un solo puñetazo cuando esté quiso ponerle las manos encima.
Todos conocían a la prometida de Meng Yao, de hecho se preguntaban cómo dos opuestos se podían llevar tan bien. Meng Yao era alguien muy tranquilo y no le gustaba la guerra, Wei Ying era más impulsiva y con un excelente gancho derecho, todo era debido a los entrenamientos de su padre. De hecho Wei Changze felicitó a su hija por la golpiza que le puso a esos dos y amenazó a Jin Guangshan y a Wen Ruohan para que controlarán a su gente.
Wen Ruohan simplemente se avergonzaba de su hijo menor, por ende le quitaría todos sus privilegios y lo mandaría lejos. Jin GuangShan por ordenes de su esposa haría lo mismo, obligado, ya que su sobrino era su mejor sirviente, pero sería terrible si se echaba al reino Wei encima de enemigo, su fuerza militar era superior y Wei Changze era un gran guerrero.
Poco después de todo eso el matrimonio entre ambos jóvenes se dió a conocer, la celebración será llevada a cabo en 1 mes. Meng Yao estaba nervioso porque algo pudiera salir mal, pero el tío de su prometida le dijo que eso nunca pasaría y quién lo intentará terminaría muy mal. Ya Jin GuangShan había sido amenazado, no podía ser nada. Y Wen Ruohan ya había mandado lejos a su hijo, así que no habría problemas. Wei Changze y Cangse Sanren se aseguraron de que fuera una boda inolvidable y fantástica.
Meng Yao fue bienvenido con la familia y eso que nunca pensó que algo así sucedería. Casi todo paso muy rápida, la ceremonia y el banquete, todo salió perfecto. Luego llegó lo más temible para Meng Yao, la noche de bodas, al haber crecido en un burdel tenía cierto trauma con el sexo y todo eso, entro tímidamente donde su esposa y la vio ahí con el velo aún puesto, tenía miedo. Wei Ying adivino sus pensamientos y decidió calmarlo.
-Podemos ir despacio, esto no debe ser desagradable para ninguno de los dos, sino quieres no lo haremos hasta que estés listo-Su voz fue tranquilizante para él-no sé que viviste antes y si quieres puedes decirme o no, soy tu esposa y estoy para apoyarte, no te asustes esposo-Meng Yao se sentó a su lado y retiro suavemente el velo.
-Como sabes.. crecí en un burdel, así que hay un cierto trauma con estos temas que creció conmigo-
-No me imagino crecer en un lugar así y lo que viste o vivieron tú y tu madre, pero eso ya no va a volver a ocurrir, todo estará bien a partir de ahora y como te dije antes, sino te sientes cómodo no lo haremos, no es como si mi padre planeara retirarse pronto, tomará años que deje el trono-
-Muchas gracias, querida esposa-le dedicó una sonrisa y la abrazo-pero de verdad deseo dar este paso contigo-
-No tienes que forzarte, hazlo a tu ritmo-Tomo sus mejillas y la beso, la joven correspondió al beso con timidez y su cara se fue tornando roja. El beso fue lento y suave,sin deseos lujuriosos, el beso duró más y Meng Yao abrazo a su esposa con delicadeza, iba disfrutando está parte, no aumento mucho la intensidad o la pasión, fue bastante lento pero a buen ritmo para los dos. Fueron lento y con calma, disfrutaron la noche su noche de bodas, fundiéndose en amor y deseo.
Meng Yao disfruto de consumar su matrimonio y algo de su trauma fue dejado atrás. Solo lo hicieron una vez luego se dedicaron a dormir, tenían toda una vida para disfrutarse y un par de veces más lo hicieron antes de enterarse, Wei Ying estaba embarazada.
Meng Yao lloro de la felicidad, se sentía afortunado de tener a su esposa y ahora a su futuro hijo/a. Los reyes estaban encantados por la idea de ser abuelos y empezaron a traer todo para el bebé en camino. Los íntimos amigos de Meng Yao le desearon suerte y mandaron sus felicitaciones, hasta trajeron regalos para el bebé y Meng Yao estaba emocionado por ello.
Los meses pasaron y el nacimiento del bebé llegó, era una preciosa niña. Cangse Sanren estaba encantada con tener una nieta, una pequeña y adorable niña que era una mezcla de sus padres. Tenía los ojos de su padre y el cabello de su madre, además de la característica sonrisa de Wei Ying, era encantadora y la adoración de su familia, la princesa más adorada de todas sin duda alguna. Sus padres eran los que más la mimaban, era su mayor tesoro y obviamente la mimarían, su padre más que su madre. Eran una familia feliz y unida, lo que Meng Yao siempre deseo, ahora podían vivir felices el resto de sus vidas
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